IMPORTANTE: LOS PERSONAJES DE NARUTO NO ME PERTENECEN, SON PROPIEDAD DE MASASHI KISHIMOTO.

.

I


PRIMERA PARTE: CORREGIDA

Era la fiesta anual en la que se conmemorarían los 150 años desde que se había fundado la aldea escondida entre las hojas, para ser más breves "Konoha". La hokage siempre les daba ese día libre a todos los shinobis para que estos pudiesen disfrutar de la fiesta. Aquella, más que una celebración era un homenaje hacia los héroes que habían dado su vida a cambio del bienestar de su aldea y más que nada de su gente.

"Lo material podía ser fácilmente sustituible, pero una vida era meramente efímera" y debía de protegerse costara lo que costara.

Todos en la aldea habían esperado por ese día, en especial Tsunade.

Resulta que la Hokage, había perdido una apuesta "como siempre" contra su asistente, compañera y amiga Shizune, así que por órdenes de Ésta, Tsunade no debía ingerir ninguna bebida alcohólica hasta el día de la ceremonia. Claro que la Hokage no lo tomó de la mejor manera que digamos, pero después de haber destrozado seis escritorios en la semana, haber roto más de siete ventanas y destrozar casi por completo una de las paredes de su oficina de un solo golpe, lo entendió.

"En esa semana Tsunade conoció el agua en su estado puro".

La ceremonia comenzaba a las ocho de la noche y el reloj marcaba las siete y media, en la casa de la familia Inuzuka, Kiba y su fiel compañero Akamaru esperaban a que su madre y su hermana Hana terminaran de arreglarse.

—Akamaru, si algún día conoces a una mujer, asegúrate que no sea una como mamá o Hana, aun no puedo creer que estén desde las seis de la tarde arreglándose y aun no terminen.

—¡Auff!.- escucho de su peludo amigo.

—Yo no sé por qué se tardan tanto si de todas formas de ven igual—suspiró resignado.

—No deberías decir eso— interrumpía Shino, quien estaba parado en la ventana.

—¡ Aaaa!.- gritaba Kiba —¡No te me vuelvas a aparecer de esa manera Shino, pudiste haberme causado un infarto! —decía molesto.

Shino no tomaba importancia a las palabras de su amigo y continuó hablando— Las mujeres se arreglan porque eso las hace sentir bonitas, aunque no deberían hacerlo, la belleza natural es aún mejor— terminó para posteriormente acomodarse las gafas.

— Tu si sabes cómo hacer sentir bien a una mujer Shino- respondió Hana que ya había terminado de arreglarse y "vaya que lo había hecho", llevaba puesto un kimono color vino adornado por flores de cerezo, en conjunto con un obi color rosa, llevaba el pelo suelto el cual era adornado por la misma flor— ¡No como el baka de mi hermano! — Kiba quedó boquiabierto ante el cambio de su hermana, pues ella siempre vestía con shorts , camisetas que para ser sinceros nunca le habían dado algún toque femenino y esta vez lucía completamente diferente. Estaba totalmente seguro que su hermana se iba a ver con alguien esa noche y si ese idiota le hacía algo o se trataba de propasar con ella, se las iba a ver con él, solo necesitaba saber el nombre aquel pobre diablo que iba a sufrir por su causa. Hana descifró la mirada de su hermano, sabía que tramaba algo y seguramente reuniría a sus amigos para darle una paliza a su cita tal como lo había hecho con su último novio, pero esta vez estaba completamente segura que iba a ser diferente, por ello advirtió antes de que su hermano pudiese decir algo idiota.

—No intentes nada esta vez— dijo con burla la Inuzuka— A menos de que— decía viéndose las uñas— Quieras probar tu suerte contra ¡Shisui Uchiha! — decía de forma simplona, mientras Kiba tragaba pesado y Shino volvía a acomodar sus gafas.

—Bi- bien hermanita diviértete esta noche.- expresaba nervioso— Que yo me encargaré de que nadie los moleste— sudó en frió. De todos los shinobis ¿por qué tenía que ser Shisui?.

Hana comenzaba a reír.

T


—¡Sakuraaaaa, apúrate, tu padre y yo ya nos queremos ir!-gritaba la mujer desde la planta baja de su casa.

¡Chaaaa!- se decía internamente— ¡Ya voy, deja de tratarme como una niña, se perfectamente a qué hora empieza la ceremonia! — gritaba perturbada.

—¡Te estaremos esperando afuera! — concluía en lo que abría la puerta y salía de su hogar acompañada de su esposo.

—¡Ashh!, mi madre siempre diciéndome que hacer, a veces no la soporto, lo único bueno es que hoy veré a Sasuke kun— aparecía una gran sonrisa en su rostro, se arreglaba un poco el cabello y se daba un último vistazo en el espejo— ¡Vaya, pero linda eres y hoy en especial te vez más hermosa! — se decía a sí misma para posteriormente salir de su casa con su kimono color rosa adornado también con flores de cerezos.

Cuando Sakura salió de su casa vio a sus amigas reunidas, todas vestían de una forma bastante elegante, Ino llevaba un hermoso kimono color lila adornado con lirios color blanco, llevaba el pelo suelto adornado por la misma flor, luego miraba a Tenten quien usaba un kimono color amarillo con estampados de flor de membrillo llevaba el pelo con sus ya tradicionales chonguitos, definitivamente sus amigas se miraban completamente hermosas, lástima que no pudiera decir lo mismo de sus amigos ya que tanto Shikamaru, Kiba, Shino, Chouji y Naruto, llevaban exactamente la misma ropa que usaban para sus misiones, solo que en versión limpia, ¡Hombres¡ — pensó.

—¡Hola frente de marquesina, que bien te vez hoy! —le saludo Ino.

—¡Lo mismo digo Ino cerda! — sonreía de lado.

—Cerda… ¿yo?, ¡ la que viene de rosa eres tu Sakura! — defendió.

—¡La que se ve como un cerdo eres tú Ino! — respondió

Una vena saltó en la frente de ambas, se levantaron las mangas hasta los codos, como si estuvieran a punto de luchar. Iban a empezar a discutir cuando escucharon aquella delicada y dulce voz.

— ¿Otra vez discutiendo chicas? — decía sonriendo aquella hermosa mujer de cabello negro y progenitora de aquellos dos monumentos. Si ella era Mikoto Uchiha.

Sakura e Ino reaccionaron ante el comentario.

—¡No, no Mikoto sama, nosotras no estábamos discutiendo, solo nos estábamos deseando buena suerte!, ¿verdad Ino? —decía entre dientes.

—Sí, si así es Mikoto sama— respondio tratando de sonreír.

— ¿Suerte? Y… ¿suerte para que chicas?, acaso,… ¿alguna de ustedes dos tratara de conquistar a mi Sasuke? — fingía molestia, llevando sus manos hacia su cintura. Ambas chicas se sonrojaron ante aquel comentario. Sasuke fingía indiferencia aunque deseaba que en ese mismo momento se abriera la tierra y se lo tragara, definitivamente su madre era la mejor de todas, pero no le gustaba que se metiera en sus asuntos, ese comentario bastaba para que ambas chicas lo persiguieran por toda la aldea durante semanas completas y aunque éste las tratara de mala manera, les hiciera caras y a veces les dijera hasta de lo que se iban a morir, ellas seguían ahí acosándolo. Eran una ladilla.

— ¡Mikoto sama, nosotras no, es decir ese no es! — respondían alarmadas al mismo tiempo y es que estaban tan nerviosas que difícilmente podían articular palabra, los nervios estaban a punto de traicionarlas cuando una severa voz las interrumpió.

— Vámonos, mujer— era la voz del líder clan Uchiha, la cual sonaba con imponencia en aquel lugar.- Dejemos a los muchachos solos.- decía sin más.-

—Está bien Fugaku— tomaba del brazo a su esposo— suerte chicas y Sasuke… pórtate bien— después de eso le guiño un ojo a ambas chicas, cosa que no pasó desapercibida por Fugaku quien solo se limitó a rodar los ojos viendo como su hijo menor cerraba los puños y disponía de todo su autocontrol para contener su furia.

En cuando supo que sus padres estaban a una distancia considerable concluyó.

— ¡El primero que se ría, lo castro! — amenazó activando su sharingan. Todos los presentes tragaron pesado.

A


—Hinata onee san— tocaba la puerta de su cuarto— ¿ya estas lista? — preguntaba una niña de aproximadamente 12 años de edad, quien llevaba su kimono color blanco adornado con el símbolo del clan Hyuga.

—Si— decía abriendo la puerta de su cuarto— ya estoy lista— se dirigía a su hermana con una sonrisa en el rostro— ¿Cómo me veo Hanabi?

—Luces hermosa onee san.

— ¿De verdad? —cuestionó sonrojada, modelando su kimono.

— ¡Siii!, de verdad— le regresaba la sonrisa— En ese momento los ojos de Hinata se iluminaron, su corazón comenzó a latir muy fuerte, por primera vez en su vida; se sentía bonita, a pesar de que casi todo el mundo ya se lo había dicho anteriormente.

Se había esmerado en arreglarse, pues ese día se le iba a declarar al hombre que por varios meses había estado rondando su cabeza. Ella no supo en qué momento se había enamorado de él, pero lo había hecho. Lo cierto para ella era que él tenia tantas cualidades para enamorar a cualquier mujer; que no sabía cuál de todas le gustaba más, él era respetuoso, amable, trabajador, responsable, humilde y un sin fin de cosas más, el único defecto que tenía era ser terriblemente apuesto sus ojos negros enmarcados por unas largas y preciosas pestañas, su profunda mirada en la cual ella se había perdido tantas veces, sus pronunciadas ojeras que le daban un toque mucho más varonil, la forma en la que aquella coleta bajaba por su espalda, pero sobre todo aquella hermosa sonrisa que él le dedicaba cada vez que se encontraban en la calle. Sin duda la dejaba completamente desarmada, eso sin mencionar lo bien formado y trabajado que estaba su cuerpo, esos brazos que ansiaba que la rodearan en un fuerte abrazo, aquellos pectorales en los que deseaba posar su cabeza, tal vez después de una noche de pasión, su abdomen que sin duda deseaba besar, aquellos muslos que deseaba tocar con desesperación para después perderse en sus glúteos. Sí, todo aquello era el deseo que se escondida en lo más profundo de la ya no tan inocente Hinata Hyuga, lo curioso era que esos defectos que él tenía, lo hacían perfecto.

Sin duda todo aquello le era suficiente para haberse enamorado y en ocasiones soñar que lo besaba, acariciaba y le decía que lo amaba , sin embargo lo que hizo que Hinata dejara de soñar que se besaban para verse a ella misma gimiendo el nombre de Itachi fue el día en el que ella se encontraba entrenando y "accidentalmente"con el byakugan activado se giró hacia el baño de hombres, donde pudo ver aquello que todas las chicas de Konoha deseaban tener; aquello que estaba entre sus piernas, eso que "era grande, era grueso, era simplemente hermoso" y desde ese día ansió tenerlo para ella, y solo para ella.

Detestaba amanecer excitada y mojada para darse cuenta de que solo era un sueño y nada más.

—¡Vámonos Hanabi chan!, ya es hora— dijo saliendo de la casa con la cabeza en alto, acompañada de su hermana.

C


Eran las ocho en punto de la noche y la ceremonia estaba empezando.

—¡Ocho de la noche, gracias a kami se acabó este terrible castigo! — decía la rubia, en tono burlón hacia su compañera.

— Tsunade sama se comporta como una niña chiquita, además acuérdese que el alcohol la domina por completo y no ha bebido nada en esta semana, le hará daño, mejor deje lo de beber para otro día, no quiero que arruine la celebración— exponía en tono de protesta.

Una vena había saltado de la cabeza de la hokage.

—Tonterías Shizune, nada puede salir mal, la fiesta ha comenzado y tenemos que disfrutar. — tomó una botella de sake la cual empinó hasta beberla por completo.

—¡Tsunade sama! — gritaba alarmada la mujer de pelo negro— deje eso por favor— tomaba fuertemente la botella y la estampaba contra la mesa— acuérdese, usted es la Hokage no puede aparecer en estado de ebriedad a dar el discurso, ¿qué impresión le va a dar a la gente?, además recuerde que Danzo sama solo busca algún pretexto para derrocarla, no le dé motivos por favor, no hoy— suplicaba la mujer.

—¡Bah, como eres molesta!, pero está bien, solo lo hago para no darle gusto a ese bastardo de Danzo.

— ¡Tsunade sama, por favor!, Danzo sama es uno de los honorables ancianos de la aldea, debería de dirigirse hacia él con respeto.- le reprochaba.

—Boberías Shizune, ese viejo no es más que un pedazo de cuero arrugado.- alegaba.

— ¡Tsunade sama! — gritaba un poco molesta — Esa no es la actitud propia de un Hokage.- tratando de que la rubia entrara en razón.-

— ¡Basta Shizune, te comportas como mi mamá! — gritó levantándose de su escritorio— Pero está bien solo por hoy olvidemos a ese anciano y concentrémonos en la fiesta.-

—No es una fiesta, acuérdese que es una celebra…

— ¡Si… si… ya…. Bla….bla….blá para honrar a los hokages y sí… si… ya… ya!v Shizune la miraba irritada, mientras la Hokage se dirigía hacia la puerta para disponerse a dar el tan esperado discurso. Antes de salir tomó su sombrero y Shizune salía tras ella con tontón en brazos.

H


— ¡Vaya vaya hasta que al fin apareces Itachi!, ¿En dónde habías estado?.- cuestionaba su primo desde el asiento de un bar.

— Sabes lo difícil que es decirle a oka san que no me gusta llevar kimonos, estuve buen tiempo discutiendo eso con ella - indicaba Itachi sentándose a un lado de el— pero al final termino aceptando y…—paró observando extrañado de pies a cabeza ¿Por qué llevas puesto un kimono? — le pregunto.

—No se te pasa nada.- rió— Bueno es que verás, tengo una cita con Hana Inuzuka— sonrió de lado— ¿me veo bien?

-Meh… si— contesto a secas.

—Oye Itachi.- puso una mano sobre el hombro de su primo— y tu… ¿qué cuentas?, ¿alguna chica por ahí?, bueno sé que tienes miles de fans pero… ¿no hay una en especial? —Itachi negó— Um… bueno, entonces supongo que tendremos que buscar a alguna para ti… a ver… mira, ¡¿qué tal aquella?!- señalaba a una chica que llevaba un kimono negro algo revelador— Itachi siguió la señal de su primo, observo a la mujer y de inmediato levantó una ceja, en ese instante Shisui supo que la chica había sido rechazada. —Bueno, bueno y… ¿qué me dices de aquella otra?, mírala bien Itachi está hermosa— Itachi llevó su vista hacía aquella mujer y…

—Shisui— suspiró con desdén— ¡es mi mamá!.

—Ups, perdón, no me fije— rió con nerviosismo, rascándose la cabeza. Ambos Uchihas suspiraron.

— Así estoy bien Shisui— sonaba algo resignado— además tengo muchas cosas que hacer, empezar una relación sería imprudente de mi parte.

— Te entiendo, pero Itachi, en algún momento deberás de dejar un poco tus obligaciones en la aldea para buscar tu propia felicidad, no puedes esta siempre cuidando las espaldas de los demás, deberías decirle a la Hokage que te de al menos un tiempo de vacaciones, siempre que hablo contigo, me dices que has llegado de una misión, o que ya vas de salida a tal parte.- hizo una mueca. — Siento que no te dejan ni respirar, está bien que seas fuerte y seas considerado el genio de la aldea, pero también eres humano, tienes tus necesidades y asuntos personales, sinceramente he pensado muchas veces que te ven como el arma de Konoha y nada más, ¡bueno, bueno eso mas aparte de ser el sex simbol y tener a casi todas las féminas tras de ti!— le daba un codazo— También no olvidemos el otro factor muy importante que influye en tu fracaso social, ¡tú querido y amado padre el… gran Fugaku Uchiha.!. –decía imitándolo y continuaba— El cual siempre está diciéndote que hacer, ya enserio siento que lo estoy escuchando" Itachi la junta del clan, Itachi planea una revolución, Itachi ráscame la espalda, Itachi, Itachi y por último Itachi, ¿estás seguro que tu padre no sabe otro nombre más que Itachi? — le cuestionaba algo divertido al ver en Itachi una sonrisa.

—No—respondió con serenidad— También sabe decir ¡Sasuke ráscame la espalda! — luego sonrió aún más.

— ¿Ves?... es bueno verte sonreír de vez en cuando.

—Supongo que me hacía un poco de falta— suspiró.

—¿Un poco?,¡ lo pides a gritos!, que irónico ¿no?, el ninja más aclamado del Konoha por ser el más poderoso, el elogiado por su clan, el poseedor del título de futuro líder, el más respetado, el más querido entre las mujeres, el más talentoso ninja de todos los tiempos , ¡No es feliz!, aun con todo aquello, bonita historia ¿no crees? — exponía para su primo, mientras veía como este cerraba los ojos — Sabes—pausó un momento, para tomar aire, luego sonrió— es bueno llegar a casa después de un día pesado de trabajo y tener comida recién hecha, en pocas palabras que te consientan y aunque mi tía Mikoto cocine delicioso y sepa como consentirnos, no puede darte lo que un hombre espera de una mujer— decía de forma más seria— ¿ahora entiendes lo afortunado que es tu padre al tener a tu madre?, digo ella es hermosa, cocina y todo lo demás. —Itachi lo miró de reojo.

I


Hanabi Hyuga se sentía como trapo en ese momento, su hermana mayor la había estado jalando por toda la aldea, sus pies comenzaban a dolerle y no entendía la reacción de su hermana, pero de una cosa estaba completamente segura; Hinata estaba buscando a alguien, lo confirmó cuando vio que ésta activaba su byakugan, pero… ¿quién sería aquella persona que la tenía así? No tenía ni la menor idea, lo único que sabía era que era un hombre, porque se había arreglado bastante esa noche y que no era Naruto, Kiba, tampoco era Shino, Shikamaru ni Chouji y mucho menos Sasuke, lo supuso cuando los había visto platicar con Sakura e Ino y cuando estas saludaron a su hermana, Hinata siguió de largo sin siquiera regresarles el saludo, pero entonces ¿quién?, aquello causó muchísima curiosidad y no pudo resistir más, debía preguntar. Sin embargo cuando estuvo a punto de abrir la boca para interrogar a su hermana por el hombre que la tenía en las nubes, Hinata paró en seco, ocasionando que ésta chocaba contra su espalda, levanto la cabeza para ver a su hermana ida.

-¿Qué ocurre hermana?.- tratando de obtener una respuesta ante aquel acto tan improvisado, pero no la hubo. Su hermana estaba completamente perdida.

Y


Sabía que su primo estaba ahí esperando una respuesta de su parte, pero realmente aquellas últimas palabras que le había dedicado resonaban fuertemente en su cabeza, no porque le doliera que, a pesar de creer tenerlo todo no tenía nada, sino porque realmente era verdad, "no tenía nada", podía tener prestigio, podía tener poder, podía tener un apellido importante, pero ¿y eso de que le servía?, en ese momento estaba de acuerdo con su primo, aunque él nunca había sido un hombre que se dejara guiar por instintos primitivos, esta vez tenía que admitir que Shisui tenía razón, que al llegar a casa después de una misión y tener una cena al lado de la persona que quería, le sería reconfortante y entendía el punto al que Shisui lo quería llevar y no, solo se estaba refiriendo a una noche pasional o de sexo, sino a toda una vida con la persona que le amaba y que él amaba, toda una vida al lado del verdadero amor. Itachi abrió los ojos y dirigió su vista hacia Shisui.

—Entiendo a lo que quieres llegar es por eso que…

—Si— lo interrumpió— es por eso que he decidido pedirle matrimonio a Hana Inuzuka, y lo haré hoy— bebió sake— Hoy será el día en que este chiqui-baby, osea Shisui Uchiha deje de ser soltero— anunció con orgullo— Lo siento por todas aquellas chiquitas que se perderán de mí, pero este hombre hoy tendrá dueña y siento que ella es la indicada para mí.

Itachi lo miró incrédulo— Debo decir que, realmente me sorprendiste, ¿tan enamorado estas? — preguntaba levantando una ceja, pues ese tipo de actitudes no eran comunes en Shisui, hasta apenas hace unos segundos seguía viendo a su primo como un tipo indomable tenía una amplia lista de novias y si sus cálculos no le fallaban Hana era la novia numero treinta y siete que había tenido, sin embargo algo le decía que ella era la indicaba para él, pero faltaba confirmarlo. Por el momento solo bastaba ver la cara de idiota que había puesto cuando la vio ir hacia ellos. Itachi volteó a verla, debía admitir que ella se miraba realmente hermosa, cuando estudiaron juntos en la academia jamás esperó ver a Hana Inuzuka de esa forma.

—Buenas noches Itachi san, Shisui san, espero estén disfrutando de la celebración— decía la chica.

—Completamente—soltaba Shisui con una gran sonrisa en su rostro— ¿Y tú la estas disfrutando preciosa? —pronunció en tono seductor.

En ese momento Itachi pensó que la Inuzuka le iba a soltar una especie de cachetada o algo por el estilo, se lo merecía por igualado; para empezar Shisui la estaba tuteando y eso era una gran falta de respeto para una señorita de familia y en segunda la forma en la que se había dirigido hacia ella, no era la más correcta, pero definitivamente lo que lo dejo sorprendido fue la manera en la que le contesto ella.

—Completamente guapo— respondió, sin dejar de sonreír. Sí, definitivamente esa chica era diferente a todas las demás, tal vez por eso Shisui había sentido que ella era la indicada para él e Itachi pudo confirmarlo cuando vio en los ojos de su primo que además de deseo, pasión y lujuria, había por primera vez amor.

—Bien, Itachi, me retiro, nos vemos mañana y seguimos platicando, por ahora tengo asuntos más importante que atender— decía sonriente.

—De acuerdo Shisui, suerte y buenas noches Hana san— terminó haciéndole reverencia.

—Buenas noches Itachi san.- le devolvió el saludo— luego se marcharon. Itachi los vio alejarse poco a poco, segundos después de nuevo escucho la voz de Shisui, quien le dijo que se volteara, para que éste pudiera observar a lo lejos, como su padre le daba una flor a su madre, después la abrazaba y besaba. Sin duda una escena muy peculiar para él, se sorprendió al ver como su padre abrazaba a su madre para profundizar más el beso. Otra sonrisa se dibujó en el rostro de Itachi al ver un leve sonrojo en el rostro de su padre y es que definitivamente su padre podía ser un hombre increíblemente duro, serio y hasta amagado, pero sabía que el amor que él tenía hacia su madre era tal, que no le importaba mostrar su lado más sensible en público y que su madre se sentía feliz de tenerlo a su lado porque siempre estaba ahí para él, porque ella lo había aceptado con todos sus defectos y sus virtudes, porque ella decidió formar una familia con él, y porque a pesar del tiempo, los problemas y las malas caras de su padre ella lo amaba, en definitiva "ese si era amor verdadero".

Empezó a sentir celos de Shisui y hasta de su propio padre, deseo no haber nacido con tantos dones, ya que era precisamente por ellos que no podía ser feliz; " si era fuerte, sería el indicado para todas las misiones, si era el genio y futuro líder de su clan todas las mujeres lo buscaban para adquirir prestigio debido a su posición, si era físicamente atractivo tendría a todas las mujeres detrás de él en busca de alguna noche de sexo, pero nada más, ¿Qué significaba eso?, ¿Qué si no era atractivo, el genio y futuro líder de su clan, si no era poderoso y si no era todo lo que los demás decían que era, no valía la pena?, porque eso le daban a entender cada vez que escuchaba en la calle "Itachi san es tan sexy, Itachi es lindo, Itachi es tan fuerte, Itachi es un genio", ¿Por qué estaban todas las mujeres estaban interesadas en su imagen y no en lo que él representaba?, es decir tan solo era un hombre , que también sentía, que sufría, al que le daba frio o calor, una persona que también cometía errores como todos los demás, una persona tan simple que solo llevaba una camiseta y un pantalón para vestir; él no era nada más que una persona común. De pronto se sintió cansado, aquella sonrisa se desvaneció y concluyó que lo mejor sería ir a casa a descansar. Se levantó del asiento y caminó rumbo a su casa.

H


Se dedicó a observar a su hermana mayor al darse cuenta que esta no respondía a sus llamados, de pronto observó la vista de Hinata en un solo punto y la imitó, se sorprendió al ver quienes estaban ahí "Itachi y Shisui Uchiha"-pensó— Definitivamente su hermana estaba loca, estaba ante dos de los hombres más codiciados de Konoha, la posibilidad de conquistar a alguno de los dos era del cincuenta por ciento, pues Shisui Uchiha era conocido por salir con todas las chicas lindas y definitivamente su hermana estaba dentro de esa lista, sin embargo estaba Itachi Uchiha, un tipo agradable, pero que no salía con ninguna chica puesto a que todas y sin excepción habían sido cortésmente rechazadas por él. Aunque Hanabi no estaba segura por quién de los dos suspiraba Hinata, apostaba más por Shisui, pues confiaba en el buen criterio de su hermana y que ésta a sabiendas que Itachi estaba fuera de su alcance, seguramente optaría por el Uchiha más accesible— suspiró.

Hinata estaba nerviosa, ahí a unos cuantos pasos estaba su Itachi, pero debía admitir que no le gustaba que siempre estuviera Shisui con él, y no era por el hecho que ella no lo aceptara o le cayera mal, al contrario él era todo un amor, sino porque era su noche, la noche en la que ella le hablaría de sus sentimientos a Itachi y no podía hacerlo si Shisui presenciaba todo, definitivamente ella no podría y no era una opción posponer su confesión para otro día, pues tenía días preparándose mentalmente y no resistiría más días de angustia, además de que se había arreglado especialmente para él y usar ese tipo de kimonos era un sacrificio para ella, pero todo valía la pena por su amado Itachi. Se quedó viéndolo fijamente cuando vio a Shisui poner una mano sobre su hombro, después observó cómo platicaban y se sonrojo al ver aparecer aquel gesto en la cara de su amado, ¡Si ahí estaba aquella sonrisa que la dejaba completamente desarmada!, que ansiaba ver todos los días. Después de unos cuantos minutos más distinguió como Hana la hermana de Kiba aparecía de la nada, se sintió un poco celosa de ella al ver que lucía increíblemente hermosa, jamás la había visto así y se asustó al pensar que ella le quitaría a su Itachi, habían sido compañeros en la academia, no era nada raro que entre ellos hubiese surgido algo. Hinata entristeció, no obstante la tranquilidad volvió a ella cuando la vio irse con Shisui y mientras los seguía con la mirada el corazón de Hinata cada vez se aceleraba más y más. Él estaba completamente solo, era su oportunidad.

Hinata iba a dar el primer paso cuando notó que aquella sonrisa tan hermosa que poseía Itachi se desvanecía completamente, agacho la cabeza sintiendo un gran dolor, ¿qué era eso que aquejaba a su amado?. Apretó los dientes ante la impotencia, mientras Hanabi la observaba todavía más confundida. Cuando la levanto lo vio retirarse del lugar, sus ojos se abrieron de par en par y no pudo evitar ir tras él, era ahora o nunca, estaba más que decidida.

El miedo invadió a Hanabi cuando supo quién era el hombre por el que su hermana suspiraba, abrió los ojos de par en par cuando vio como Shisui se iba con Hana Inuzuka y dejaba a Itachi solo, después observo a su hermana sonrojarse al ver como el Uchiha sonreía. Era oficial a su hermana se le habían caído varios tornillos, ¿Por qué habiendo tantos hombres en la aldea, se había fijado en uno tan exigente?, no lo entendía, habían muchos que deseaban estar con ella, pero ella solo quería estar con él. La vio bajar la cabeza y así permaneció un rato, unos minutos más tarde no supo cómo había pasado, solo vio a Hinata ir tras el hombre.

I


—No lo entiendo— decía confundida Ino— ¿Qué le pasa a Hinata san?

— No lo sé Ino, pero…ella… ella simplemente nos ignoró, ¿Cómo nos pudo haber hecho eso?. —pronunció ofendida la de cabello rosa.

— Cálmense, ¿no ven que Hinata san iba con Hanabi chan?, seguramente iban a apuradas en algún asunto de su clan, recuerden que Hiashi sama es muy exigente, así que no empiecen a inventar cosas— defendió Tenten en vista de que tanto la rubia como la peli rosa empezaban a hablar mal de Hinata.

— Lo se Tenten, pero un "lo siento chicas estoy ocupada, o voy tarde o nos vemos después" sería mejor que lo que ella hizo— cerró los ojos mientras volteaba la cabeza.

—y … ¿que se supone que hizo exactamente Ino? — cuestionó entrecerrando los ojos.

—Nada— respondió molesta

—¿ y por nada se molestan?.

— Bueno, Ten ten no es que nos enojáramos, sino que, hirió nuestros sentimientos, esperábamos un buen saludo de parte de Hinata san, ella es nuestra amiga y ¿ qué es lo que recibimos? — argumentaba Sakura.

—Nada— refutaba Ino.

Tenten suspiró, la estaban sacando de quicio— Bueno, entonces si son sus amigas, deberían entender que algún motivo que le impido saludar como es debido— frunció el ceño.

—Pues…— exclamó Sakura.

—¿Se la van a pasar discutiendo solo porque Hinata no les devolvió el saludo? —la interrumpió Shikamaru, quien al igual que todos los presentes, ya estaba harto— ¡Qué problemáticas son me dan flojera! — comentaba mientras llevaba sus dos brazos atrás de su nuca y las miraba de reojo.

—Si Sakura san, Ino san.- se entrometía Naruto— mejor hay que disfrutar de la fiesta, después averiguan que fue lo que paso con Hinata san.

— Si iba muy apurada como para olvidarse de sus modales, debió de ser por algo, no deberían de criticarla, ella pertenece a un clan que es obsesivamente conservador y tradicional, Hiashi sama es exigente y por ello debe de honrarlo a toda costa.- inquirió Sasuke— Ino— continuó el Uchiha. – Tú también perteneces a un clan, el Yamanaka, deberías de saber que todo clan tiene reglas y esas reglas deben ser obedecidas sin más, no comprendo porque aun sabiendo eso te comportas como si lo ignoraras, podría entenderlo de Sakura ya que pertenece a una familia que no tiene relevancia en esta aldea su madre es una simple civil y su padre es un genin, pero ¿tú?, o… es que... ¿acaso no conoces ni las propias reglas de tu clan? — pronunció con sarcasmo. Ino no respondía, se había quedado completamente sin palabras, mientras veía como Sakura agachaba la cabeza.

—Sasuke, baka, hiciste sentir mal a Sakura chan— renegaba Naruto, sin obtener respuesta alguna del Uchiha— ¡aaaghhhh, eres tan irritante!.

— Por primera vez estoy de acuerdo con Sasuke— intervino Kiba— Ella es la futura líder de su clan, es lógico que tenga muchas cosas que hacer, pero por favor no estamos aquí para cuestionar el por qué Hinata no las saludo, vinimos para disfrutar de la celebración— todos asintieron ante aquel comentario.

— Está bien, disfrutemos entonces.- respondíó Sakura, tratando de fingir una sonrisa, no entendía, como era posible que a pesar de vestirse de lo más elegante y bonita para él, ser de lo más atenta hacia él, Sasuke siempre terminara tratándola así, ella lo quería, lo adoraba, ´¿Por qué?, aun no se encontraba una explicación— Naruto notó la simulada sonrisa de su amiga para después dedicarle una mirada llena de furia hacia su amigo, quien solo se limitó a responderle con un — Hump— para después perderse en la aldea junto con Kiba, Shino, Shikamaru y Chouji.

—No te preocupes Sakura chan, sabes que el teme es así porque es un creído de lo peor, pero aun así nos estima— decía con una gran sonrisa tratando de animar a la chica— Esta bien Naruto, hay que disfrutar de la fiesta— respondía la peli rosa, una sincera sonrisa apareció en los labios de su amiga y Naruto supo que todo estaba bien por el momento.

— Vamos—interrumpía Ino— hay que alcanzar a los demás— dijo con una sonrisa. Sakura asintió. Ambas habían aprendido esa noche que definitivamente Sasuke no era para ninguna de las dos.

N


Hanabi había ido tras Hinata, estaba segura que su hermana no estaba consciente de lo que estaba haciendo, estaba tan concentrada en ver qué dirección estaba tomando Itachi que no se había dado cuenta cuando había tirado todo un puesto de frutas, después se había llevado por completo un puesto de algodones y hasta había usado el juken para derrumbar un poste que le impedía ver hacia donde se había ido el Uchiha; cuando fácilmente le podía haber pasado de lado y continuar con su camino. Definitivamente su hermana estaba mal muy mal, no reaccionaba y no era porque no quisiera que se le perdiera de vista Itachi, ya que si eso pasaba lo podía localizar fácilmente con su byakugan, sino porque ella estaba nerviosa y cuando Hinata se ponía nerviosa no podía hacer nada por sí sola, era como si tuviese el don de hacer todo ridículamente mal, entonces recordó la última vez que Hinata había tenido un ataque de nervios.

Flash back

Todos los del consejo de la rama principal Hyuga se encontraban en el salón , ese día su padre iba a nombrar a su hermana oficialmente como la futura heredera del clan, todo estaba perfectamente adornado y perfectamente preparado para el nombramiento, la idea era que Hinata entrara acompañada de Neji y les ofreciera amablemente el té a los ancianos, pero eso no fue lo que paso, en cuanto su hermana había entrado al salón se tropezó, el té caliente cayó sobre los ancianos, quienes inmediatamente replicaron ante la acción, luego Hinata corrió hacia ellos para ayudarlos a limpiar el té, pero resbaló y se estrelló contra la pared, cuando abrió los ojos vio como una estatua de quinientos años amenazaba con caer de su repisa, Hinata se levantó lo más rápido que pudo y evito que esta cayera, sin embargo de un codazo logro tirar la estatua que representaba al fundador de su clan, era una estatua que tenía más de mil años y estaba hecha añicos, giró para ver a los ancianos presentes para encontrarse las caras de los ancianos más que furiosas, pero eso no era todo, se vio a sí misma para ver como el legendario kimono que vestía estaba completamente arruinado.

Fin flash back.

Camino un poco más rápido para alcanzarla, estaba a punto de tomar el brazo de su hermana, cuando Moeji la haló hacia ella.

— ¡Hey Hanabi chan vamos a jugar! — exclamaba con alegría niña de pelo rojo, mientras ella veía a Hinata desaparecer entre la gente, "mucha suerte nee san" pensó.

Hinata cada vez estaba más cerca de Itachi, pensaba en ir corriendo tras él con la ilusión de que este le extendiera sus brazos y la abrazara fuertemente mientras ella le decía cuando lo amaba, pero no terminó de darle un final feliz a aquella historia cuando veía como tres chicas se abalanzaban sobre él.

Hola Itachi san, ¿por qué esta tan solito? sabías que hoy…—pausó colocando uno de sus dedos sobre el pecho de Itachi, el cual bajaba y subía lentamente— aparte de ser una celebración, ¿se le considera como un día para las parejas?- Itachi la miro extrañado y pensó para sí " ¿un día para las parejas?, ¿de qué hablaba ?", ese día se había firmado un pacto de paz entre el clan Uchiha y el clan Senju, se había fundado la aldea de Konoha, pero antes de eso se habían sacrificado muchos shinobis para lograr aquello y esta mujer venÍa y le hablaba del ¿día de las parejas?.

—Discúlpeme— pronunció él— pero me parece que lo más apropiado seria llamarle el día en que los verdaderos héroes dieron su vida para lograr la paz— ante aquellas palabras la chica lo miro extrañado.

—Si, si, ya lo sé, pero me refiero a que…

—Perdone mi arrogancia— la interrumpió— pero me parece que, antes de disfrutar de la ceremonia dada en honor a aquellos héroes, más que a la fundación de la aldea, debería de combatir primero la ignorancia y repasar las biografías de todos ellos, si me permite, me tengo que retirar por ahora, tengo muchos pendientes— terminaba para después seguir con su camino.

— ¡Pero Ita san! — Interrumpía otra mujer, quien se colgaba de su cuello— Debería de divertirse un poco está muy tenso— habló acarienciando su rostro.

— ¿Cómo no va a estar tenso si estas colgada de su cuello?, suéltalo él es mío— anunció molesta comenzando a pelear con las demás.

¿Mio?, pensó Itachi, ¿como se atrevían a tratarlo como si fuera un objeto? — hizo una mueca de disgusto, la situación lo sobrepasaba.

— No te equivoques, Ita san es mío y ni se te ocurra acercártele, ¿verdad Ita san? — cuestionó la chica que colgaba de su cuello mientras besaba su mejilla.

—¡Ahora sí, me las vas a pagar!, ¿Cómo te atreves a besarlo en mi presencia? — se iba contra la chica y de un jalón la quitaba del cuello de Itachi, a lo que reaccionó dándole una cachetada.

La escena era la siguiente; dos chicas peleándose por un beso dado a Itachi, una chica completamente deprimida ante las palabras que le había dirigido el Uchiha, Hinata apretando los puños al haber presenciado aquella acción e Itachi simplemente estaba huyendo. Hinata sabía que tenía que moverse rápido si no quería perderlo de vista no pudo continuar cuando a lo lejos escucho la voz de la Hokage aproximándose.

—¡Abran paso, quítense!, ¿que no ven que va pasando la hokage? — decía la rubia acompañada de una botella de sake.

—¡Tsunade sama, no puedo creerlo!, ¿Cómo paso esto?, '¿Cómo deje que pasara esto? — se reprimía Shizune y es que cuando salieron de la oficina de la hokage, le dejo tomar un poco de sake, pero nunca imagino que con un solo trago, MAS BIEN CON UNA BOTELLA, ¡lograra embriagarse!. Se culpó porque ella sabía que algo así podría pasar y sin embargo la había dejado, se pegó en la frente por haber sido tan tonta y seguido vio como Tsunade empujaba a Hinata, subía al estrado y tomaba el micrófono, pronto una bola de sandeces empezaban de salir por la boca de la hokage.

Hinata sintió que iba a caer, pues la fuerza que la Hokage había empleado la había hecho dar varios pasos hacia atrás hasta pisar una roca, la cual patinó, haciendo que el cuerpo de la Hyuga se fuese hacia atrás, estaba resignada a hacer el ridículo enfrente de todos y cuando pensó que caería, sintió como unas manos detenían sus hombros, volteo para agradecer a aquella persona — ¡Ita-Itachi san! — fue lo único que pudo pronunciar, para después apreciar lo que había estado esperando esa noche, la sonrisa de Itachi. Hinata se sonrojo, pero la magia del momento terminó cuando escucharon hablar a la Hokage.

— ¡BUENAS NOCHES -hip- ALDEANOS, PUEBLERINOS Y PROLE -hip- Ioooo la Tsuchikage-hip- vengo a decirles que me siento muuuuuy orgullosa de mi abuela Hashi- hashi- ¡HASHUUU! —sniff, sniff— Tobirama Seeenjuuuu, pues fue él quien me enseño a apostar — rió escandalosamente, mientras Shizune casi se agarraba la cara— desde que yo era una niña, me llevaba a las casas de apuestas y curiosamente siempre perdía…!MIREN QUE CURIOSO IGUAL QUE YO!, creo que curiosamente lo herede de él, ¡MALDITO PERDEDOR, DE TODO LO QUE TENIAS ¿POR QUÉ ME HEREDASTE TU MALA SUERTE?.. BAKA!.- pronunció para después empinarse de nueva cuenta la botella de sake. Shizune a estas alturas estaba roja de la vergüenza y todos los aldeanos estaban observaban boquiabiertos, incluso algunos les tapaban los ojos y oídos a sus hijos— Bien… bien -hip- debo decir que estoy muy feliz porque todos ustedes están aquí… _sniff, sniff- me hace muy feliz que estén aquí festejando mi cumpleaños— colocaba su antebrazo para tapar sus ojos y empezaba a llorar— ¡Festejemos porque un día como hoy hace 300 años, se fundó la villa oculta entre las hojas, hoy felizmente les digo que Amegakure es de las mejores aldeas que existen, me siento bien de ser su Mizukage aunque ya no me dejen divertirme como antes, yo- yo me siento feliz, porque, porque los amo a todos-hip- bueno excepto al cuero arrugado de Danzo, él es un viejo bueno para nada.

— ¡Tsunade sama! — gritaba Shizune mientras intentaba quitarle el micrófono —Por favor ya basta, está quedando en ridículo frente a toda la aldea.- replicaba en voz baja —Por favor deme eso. Pero Tsunade no cedía, empezó a golpear todo lo que tenía a su paso y el pánico empezaba a caer entre los presentes; simplemente todo se había salido de control, si no hubiera sido por que Shisui se acercó en el momento oportuno y utilizo un genjutsu para lograr dorminar a la indomable Hokage, toda la ceremonia se hubiera ido al carajo. Cuando el caos paro, Hinata sintió como su toque se desvanecía

— Lo bueno que ya termino, ¿no es asi Hinata san?- le cuestionada, retirando las manos completamente de sus hombros.

—S-si— fue lo único que dijo, no tardó mucho en escuchar a Itachi despedirse de ella. Hinata asintió en un principio, pero cuando ya no lo vio más, se dio un golpe mental, ¿Qué estaba haciendo?, lo tenía enfrente de ella y lo había dejado ir así como así, es decir se la había pasado buscándolo y siguiéndolo toda la tarde-noche y cuando al fin lo encontraba, él simplemente se despedía y ella sin más asentía, ¿tenía eso algo de lógico?; "no por supuesto que no". Hinata suspiro, activo de nuevo el byakugan y empezó a buscarlo, cuando lo encontró fue tras él de nuevo.

Cuando sintió que estaba muy cerca de él, ya había entrado al clan Uchiha, se decepcionó un poco cuando lo vio entrar a su casa, después subió las escaleras y lo vio acostarse en la cama, ¿era en serio?, ¿se iba a dormir? — bajó la mirada, mientras las lágrimas recorrían sus mejillas.

A


De pronto se había sentido tan cansado, estaba demasiado agobiado, las palabras que le había dicho Shisui estaban constantemente en su cabeza, entonces se preguntó si lo que estaba haciendo estaba bien, dejar de lado su propia vida y su oportunidad de tener una familia, por la seguridad de su aldea. Aquello era muy contradictorio ya que él amaba Konoha y tenía a Shisui que siempre había estado a su lado apoyándolo, pero este había decidido empezar una nueva vida y estaba en todo su derecho, su primo lo había estado apoyando durante mucho tiempo, pero eso no significara que estaría para él toda la vida, e incluso Sasuke algún día haría lo mismo, si seguía así iba a terminar quedándose completamente solo, pero para su desgracia solo habían tres mujeres que valían la pena en toda la aldea, la primera sin duda era su madre; pero… "era su madre" así que estaba descartada por default, la segunda era Hana Inuzuka pero… ella ya le pertenecía a su primo y la tercera era sin duda Shizune pero… ésta al igual que él estaba muy ocupada resolviéndole la vida a otras personas, así que no tenía mucho de donde escoger, claro que estaban Ino y Sakura, pero ellas estaban enamoradas de su hermano, aparte hasta a él le parecían irritantes, luego estaba Tenten pero… era la novia no oficial de Neji Hyuga. Por otro lado también estaban las chicas de su clan, las cuales solo estaban buscando casarse con el líder del clan para vivir cómodamente el resto de su vida sin tener que mover ningún solo dedo y las chicas de la aldea, eran incluso peor que las de su clan, pues ellas aparte buscaban a un hombre al cual presumir por su prestigio. No, no tenía opción, si ninguna le gustaba no se iba a casar, preferiría estar toda la vida soltero a tener que soportar a una chica que solo estuviese con él por deseo e interés. Ante aquellos pensamientos y el inminente fracaso suspiró con pesadez. Entrecerró los ojos y empezaba a caer dormido cuando escucho que alguien llamaba a la puerta, se levantó de mala gana, vio que eran las ocho cuarenta de la noche, bajo las escaleras y la abrió, el Uchiha no pudo siquiera saludar como era debido, pues antes de que pudiera decir palabra alguna, sus labios eran devorados por los de Hinata; se posaban sobre los suyos en un beso desesperado, después pudo sentir como las manos de ella las cuales se habían mantenido rodeando su cintura subían lentamente hasta abrazar su cuello para profundizar más el beso; una de ellas permaneció ahí y la otra continuó hasta descansar en su rostro mientras lo acariciaba lentamente con ternura. Itachi aguantó inmóvil aquel acto aunque se sentía completamente dominado y embriagado ante la nueva sensación, le gustaba era un hecho, pero sabía que estaba mal, ella era una señorita de familia y lo que ellos estaban haciendo parecía algo sospechoso. Estaban solos en una habitación y no era correcto. Itachi la tomó de los brazos para romper el beso y vio como bajaba la mirada completamente sonrojada.

—Lo siento, no debí hacerlo Hinata san— se disculpó. Haciendo que Hinata rápidamente levantara la miraba hacia él.

—Soy…soy yo la que debe de dis...disculparse Itachi san, nh…no debí— volvía a bajar la mirada. Hinata estaba tan nerviosa que en ese momento creyó que colapsaría, pero debía seguir, debía intentarlo y lo haría, al menos hasta que Itachi le rechazara, lo cual pensó ella que sería lo más probable porque él no había correspondido a su beso, sin dudar aquello la había destrozado e intentaría no llorar esta vez.

Un profundo silencio apareció entre los dos durante los primeros cinco minutos, Hinata estaba empezando a sentirse rechazaba, sentía como una inmensa tristeza empezaba a inundar su corazón, después levanto su cabeza para observar como Itachi le daba la espalda y se retiraba, "era oficial", ahora no le quedaba ninguna duda, él la había rechazado. Se quedó viendo fijamente como poco a poco se alejaba de ella, mientras una traicionera lagrima rodaba por sus mejillas, bajo de nuevo la cabeza, dio media vuelta y cuando iba a dar el primer paso fuera de la casa Uchiha, se paró en seco al escucharlo hablar.

—Espéreme aquí Hinata san, iré por mis zapatos no tardo— decía sin más mientras subía las escaleras.

Hinana se quedó asombrada ante las palabras de Itachi, se limpió las lágrimas que acababan de caer por sus mejillas y se sintió inmensamente tonta por haber sido tan débil. ¿En dónde había quedado todo ese valor que apenas unos minutos la acompañaba? -se preguntaba mentalmente.

Itachi iba subiendo las escaleras, mientras trataba de digerir lo que había pasado; aun no comprendía como Hinata una chica tan tímida se había atrevido a llegar a su casa, tomar su rostro para después besar sus labios y por más que le daba vueltas al asunto no entendía bien lo que acababa de pasar, no solo por la reacción de ella, si no por lo que había sentido él, aquella sensación que le había gustado y que por alguna extraña razón deseaba repetir, llegó a su habitación fue directo a su closet en donde había dejado sus zapatos, se los puso, después posó una mano sobre la pared e intento olvidar lo que acababa de pasar.

A pesar de todo lo ocurrido con la hokage, la celebración se estaba llevando a cabo de maravilla, Sakura e Ino habían olvidado por completo lo que Sasuke les había dicho y Naruto al ver a sus amigas contentas, en especial a Sakura había decidido perdonar a su amigo, Shino y Shikamaru habían estado contando chistes durante un buen rato, aunque les sonara raro, era cierto, pero no había otra cosa más rara que escuchar las carcajadas de Sasuke ante los comentarios de sus amigos, Chouji como siempre estaba comiendo pero esta vez encontraba agradable combinarle a Kiba un poco de lo que ingería, sin dudarlo todos estaban disfrutando de la celebración, de pronto llegaba Sai y Naruto le pedía que inmortalizara aquella escena en una de sus pinturas, este sonrió en señal de aceptación.

Cuando Sai termino de dibujar lo que vio Naruto en aquella pintura era aún mejor que lo que se había visto antes, pues esta vez Sasuke abrazaba a Sakura e Ino, al parecer el Uchiha se había dado cuenta que en ellas podía encontrar a grandes amigas y estas entendieron que la mejor manera de tener a Sasuke cerca es que en vez de presionarlo con cosas del amor, lo vieran como un amigo con el que se podía pasar un rato bastante ameno.

— ¡Dattebayo!- gritó eufórico el Uzumaki, mientras Sai terminaba de poner su nombre en la pintura.

T


Eran exactamente las nueve y media de la noche, el aire de la celebración se había tornado un tanto romántico, pues varias parejas se encontraban haciéndose cariñitos y diciéndose cuanto se amaban, pero habían tres en particular que nunca olvidarían aquella noche.

La primera eran Neji Hyuga y Tenten, quien por fin había decidido declararle su amor a su compañera de equipo. Cuando ella escuchó las palabras del Hyuga inmediatamente le besó y abrazó, Neji le correspondió del mismo modo y sin más le dijo ¡Te quiero!, esa palabra era sin duda la que había esperado la chica desde que lo había conocido en la academia ninja.

Tenten era la razón, por la que Neji no había estado detrás de Hinata en toda la noche.

La segunda eran Shisui Uchiha y Hana Inuzuka, ellos dos, bueno pasaban una noche totalmente apasionante en la casa del Uchiha, resulta que, después de que se habían despedido de Itachi, decidieron ir a comer. Esa noche Shisui había tratado de diferentes formas pedirle matrimonio a Hana Inuzuka, sin embargo pareciera como si el destino le estuviese cobrando la conducta que había tenido en el pasado y no lo dejaba ser feliz, pues la primera vez que le intentó dar el anillo, lo había puesto dentro de una rosa, la cual el mesero le tendría que llevar a su mesa; ese había sido el plan inicial, sin embargo cuando Shisui vio como el mesero se dirigía a ellos, este tropezó y la rosa había volado hacia la mesa de otra pareja, el Uchiha palideció cuando la mujer de la mesa tomó la rosa y encontró el anillo.

—¡Muchas gracias amor! — decía la mujer mientras se ponía el anillo— ¡claro que si acepto casarme contigo! — todos los presentes veían el terror que reflejaban los ojos de aquel hombre— ¡Al principio tenía mucho miedo, pero como ahora sé que me amas, te daré la noticia más importante de tu vida!... ¡Vas a ser papá! —exclamó con un brillo en los ojos la mujer, mientras el hombre entraba en shock emocional. "Pobre tipo" pensó Shisui, mientras disimuladamente le daba dinero al mesero para que fuera a comprar otro anillo; no sin antes advertirle una cosa— "Si te vuelves a tropezar, te juro que mañana amaneces sin piernas´— ante el mesero tragó pesando y comenzó a sudar frío.

Cuando el mesero regreso de la joyería le hizo una señal al Uchiha, este se levantó de su asiento con la excusa de que iría a pagar la cuenta. La verdad era que como ese plan se había arruinado, necesitaba idear otro y no quería que su sexy acompañante se diera cuenta, después de un rato el mesero le entregó una cajita con el nuevo anillo, Shisui la guardó en uno de sus bolsillos y regreso a la mesa en donde se encontraba Hana.

—Vámonos preciosa— decía de forma picarona.

—¿A dónde? — le contestaba de la misma manera.

—Por ahí, chiquita, por ahí, a perdernos solos tú y yo— decía mientras levantaba una ceja y le guiñaba un ojo, a lo que la Inuzuka solo sonreía en complicidad.

La segunda fue cuando Shisui vio un a globero y decidió comprarle uno a su chica en forma de corazón; entonces el rápidamente ato el anillo al lazo del globo y espero a que su dama saliera del baño, cuando ésta salió, Shisui no se esperó a que le besara, entonces se dejó llevar por el momento, cerró los ojos y mientras una de sus manos acariciaba su cabello, la otra comenzó a acariciar su cintura, estaba tan concentrado besándola que olvido por completo que había soltado el globo, cuando ya no sintió más el lazo, reaccionó de inmediato y alejo a Hana, llevo su cabeza hacia arriba solo para ver como el globo poco a poco desaparecía en ese momento. Él fácilmente pudo haber lanzado un kunai para reventar el globo y recuperar el anillo, no obstante, pecó de fanfarrón y optó por lanzar un katón. Efectivamente el globo se reventó ante las llamas de aquella técnica y corrió hacia donde habían caído los restos solo para ver como el calor había deformado el anillo, "¡Estúpido!" Se dijo a sí mismo por haber sido tan tonto por eso. Y no es que Shisui Uchiha fuese un tonto, sino todo lo contrario, era un genio en todo y hasta en las cuestiones del amor, pero algo le pasaba con Hana Inuzuka que siempre que estaba con ella todo le salía mal— ¡Vaya fiasco— soltó para guardar de nuevo en el bolso del pantalón, lo que apenas unos momentos había sido un precioso anillo de compromiso.

La tercera fue cuando vio a un niño al cual le dio dinero para que fuera de nuevo a la joyería y le comprara un anillo, el niño asintió y Shisui esperó, esperó y esperó, sin embargo el niño nunca regresó, ¡le habían robado!, en ese momento quiso morirse, pero ya había pasado por tantos problemas que este no le iba a detener, entonces le pido a Hana que hiciera fila para la rueda de la fortuna, en lo que él iba a saludar a un amigo. Cuando Hana le dijo que si, inmediatamente fue hacia la joyería. Eran las ocho cuarenta de la noche y Shisui agradeció por primera vez que lucraran con ese día tan significativo para él, compró el anillo que le pareció más apropiado para ella, después salió de aquel lugar y caminó por la aldea hasta que llegaron a la rueda de la fortuna. Shisui ya lo tenía todo planeado; le diría al taquillero que los dejara en lo más alto durante treinta minutos, durante ese tiempo podrían besarse, decirse cositas sucias, tocarse y ¿por qué no? pedirle matrimonio de una buena vez.

Entonces Shisui se dirigió a la taquilla y compro dos boletos, seguido fue por Hana para subirla a aquella atracción mecánica. Hana vio como Shisui se alejaba

— ¿A dónde vas? — le preguntó extrañada.

— Lo siento, ahora regreso, necesito ir al baño— Hana asintióy rápidamente Shisui se fue con el taquillero— ¿Ve a aquella chica? — le preguntó mientras el taquillero afirmaba.

— Necesito que, en cuanto ella este en lo más alto, pare el juego durante treinta minutos, ¿entiendes?

— ¡Claroooo! — respondió sonriente— ¡Son 3000 yens ¡ — decía mientras se enredaba el bigote en un dedo.

*Shisuuuui, Shisuuuii* se escuchaba a lo lejos, pero el Uchiha trataba de entender las últimas palabras que había escuchado.

— ¿Queee?, ¡soy un héroe de la aldea! — pronunció molesto.

— Lo siento héroe, hay mucha gente esperando subir, y no por que seas un héroe vales más que todos, así que… ¡o pagas o te largas!.- espetó desafiante.

—Está bien está bien— decía mientras sacaba el dinero de su billetera.- ¡Toma tu dinero, pero no me llames el día en que necesites que alguien te salve el trasero! — comentó entrecerrando los ojos.

—Si como sea, un placer hacer negocios contigo héroe.- soltó a modo de burla.

—Maldito viejo, si no fuera porque vengo con mi sexy Hana, te molería a palos.

¡Shisuuuui! —se volvió a escuchar y este por fin reaccionó ante su mención; solo para ver a Hana en lo más alto de la rueda de la fortuna.

— ¡Maldición! —gritaba mientras estampaba simultáneamente su cabeza contra un poste, luego furiosamente se dirigió hacia la taquilla— ¡Le acabo de pagar para que nos dejara allá arriba, ¿por qué no espero a que yo me subiera?! —cuestionó histérico tratando de tomar aire. Hasta cierto punto comenzaba a desesperarse, ¿Qué tan difícil podía ser dar un anillo?

—No— respondió el taquillero— Me pago para que detuviera la rueda de la fortuna cuando aquella señorita— señalaba a Hana— estuviera en lo más alto, jamás mencionó nada sobre usted— Un tic apareció en el ojo de Shisui, estaba sumamente molestó, su paciencia habia terminado. Extendió sus manos hacía el cuello del taquillero y sin tocarlos simuló que lo apretaba lo mas fuerte que podía, luego sonrió — debemos ser pacientes… ¿verdad? —suspiró cerrando lentamente los ojos y luego sin más pateó salvajemente la taquilla.

—¡CRAG! — Se escuchó haciendo que los presentes hicieran una cara de dolor.

—AAAAAAAAAAAA¡ — gritó el Uchiha. Había olvidado que esa noche traía sandalias.

—¡Auch! —pronunció a multitud.

Cincó minutos después, se encontraba sentado en un banca, a un lado de la taquilla, apoyando su mejilla izquierda en su mano izquierda y con el pie metido en una cubeta llena de hielos.

— ¡Vaya!, que héroe tan estúpido! ¿A quién se le ocurre patear una taquilla de cemento? — le cuestionó con sarcasmo, mientras se reía.

Shisui lo miró de reojo, saludándolo con su dedo medio.

—Míralo del lado positivo, ya solo faltan veinticinco minutos más— se carcajeó mientras Shisui respiraba resignado con el pie punzante.

Cuando pasaron los veinticinco minutos, Hana bajó del juego, observó a Shisui sentado en la banca y levantó una ceja. Por otro lado Shisui llevaba la vista hacia donde estaba ella y la veía seriamente molesta pues apretaba los puños.

— Se puede saber ¿Qué te pasa? — cuestionó con disgustada mientras una vena saltaba de su cabeza.

—Nada— respondió sumamente cansado. Luego volvió a suspirar.

—Bien, si no me quieres decir está bien, pero esta es la última vez que salgo contigo, ¿me oíste?-cruzó los brazos, haciendo que el Uchiha se asustara.

— ¿Qué?...pe…pero ¿por qué cariño? — estaba preocupado, lo que menos quería era terminar con ella, estaba seguro que eran tal para cual. Shisui se levantó de la banca.

-¿Y todavía lo preguntas?, me has dejado sola en casi toda la noche, y para colmo no me quieres decir que te pasa, siento que estás jugando conmigo o tal vez ¿podría ser que tengas dos citas para hoy?, conociéndote eso es lo más seguro.- frunció el ceño.

— No, no, no Hana, espera por favor, no es eso, es solo que las cosas no han salido como he esperado.- decía mientras trataba de caminar, en ese momento no le importaba que se burlaran de él por qué en cada paso que daba, arrastraba una cubeta llena de hielos— solo soy un Uchiha enamorado de una Inuzuka, el cual desea una oportunidad, ¿es mucho pedir?.

— ¿Cómo? — ¿enamorado?, ¿Shisui Uchiha enamorado?.

— ¿Me podrías dar la oportunidad de cambiar por ti, casándote conmigo?- preguntaba mientras sacaba la cajita con el cuarto anillo de la noche.

Hana se quedó helada, no lo podía creer, ¡Shisui Uchiha pidiéndole matrimonio!, ¡era algo histórico!, sin embargo no se pudo negar; el verlo ahí parado con cara de perrito indefenso y con el pie dentro de una cubeta le resultaba enternecedor. Hana se acercó a él, tomó su rostro y lo besó frente a toda la gente que les veía.

—Solo con una condición— pronunciaba la chica.

— ¿Cuál? — escuchaba del Uchiha

—Que nunca trates de cambiar, que seas tú mismo, porque al fin y al cabo es de tu esencia de quien me enamore. —volvió a sonreír.

—Este soy yo— decía devolviéndole la sonrisa— cuando estoy realmente enamorado— terminó mientras tomaba la mano izquierda de Hana y colocaba el anillo en el dedo anular.

Y sin más que decir Hana cargaba a su hombre, "ya que este no podía caminar" y se iban de ahí.

Veinte minutos después, se encontraban en la casa de él completamente desnudos, comiéndose a besos y adelantando lo que sería su noche de bodas.

Un pie rotó no detendría a Shisui Uchiha.

Y por último la tercera pareja que a pesar de las diferencias que tuvieron en el pasado, seguían juntos, amándose incluso aún más que antes, aquella que a pesar de no mostrarse muy a menudo sus sentimientos, mostraban fiel lealtad uno al otro, aquella que con amor esperaría a su tercer hijo "Mikoto y Fugaku Uchiha"

Y es que cuando Mikoto le dio la noticia de su tercer hijo este le regaló una flor, Mikoto se sintió de nuevo como una adolescente enamorada y felizmente lo abrazó, le dio un tierno beso, la piel de ella se puso chinita cuando sintió sus fuertes, confortantes brazos y los dulces labios de su hombre.

Todo ese tiempo se habían estado mimando, acariciando y diciéndose lo mucho que se amaban, habían estado pensando también, el cómo tomarían la noticia Sasuke e Itachi.

—Itachi, sin duda lo aceptará, siempre ha sido muy dulce— sonreía Mikoto, luego besaba a su esposo.

— Sin duda, el que no lo tomará de muy buena gana será Sasuke— respondió

—Si, por que dejara de ser el único hermanito de Itachi— reía divertida, mientras acariciaba su vientre.

—Tendrá que aceptarlo— terminó mientras la envolvía entre sus brazos.

A


Había estado esperando a Itachi durante más de veinte minutos. Como no bajaba empezó a preocuparse, y subió por las escaleras, siguió caminando, hasta que lo vio dentro de la que parecía ser su habitación, camino sigilosamente para verlo de espaldas mientras su mano se apoyaba sobre la pared, ya llevaba puestos sus zapatos, sin embargo no había bajado, entonces supuso que si él no había bajado, era porque no la quería ver más.

—Itachi san—decía con voz triste— E…es…ta…ta…tar…de… de…de… debo reti…rar…me, per…dó…ne, mi… imprudencia.

La voz de Hinata lo había sacado de sus pensamientos, veía el reloj y se daba cuenta de que la había hecho esperar más de la cuenta.

Sin moverse de su posición se ofreció a acompañarla hasta su casa, pero ella se negó, este se sorprendió, por lo que siguió insistiendo sin embargo Hinata seguía negando.

— Hinata san, quiero que me diga el ¿por qué?...de su reacción, no quiero que se disculpe, solo quiero que me diga ¿Por qué? — Quería saberlo había estado meditándolo durante veinte minutos y aun no lo entendía.

Por otra parte Hinata enrojeció, pero no tartamudearía más. Debia contenerse, ser fuerte.

—Usted es especial— pronunciaba segura, a lo que Itachi se sorprendió, iba a darse la vuelta para quedar frente a Hinata, cuando sintió las manos de ella acariciar su pecho, empezó a sentir su aliento en su espalda y se estremeció al sentir sus labios en su cuello, Itachi no pudo hacer nada más que cerrar los ojos y disfrutar de otra nueva sensación, pero aunque aquello le gustara, no era correcto.

—Hinata san— pronunció intentando respirar— Por favor esto no está bien.

— Itachi san, solo quiero que me escuche, ya no quiero callarme más, si después de lo que le voy a decir usted ya no me quiere ver, lo…lo entenderé, pero esta vez, quiero ser yo la que hable y no la que se quede callada, quiero ser yo quien decida su futuro no los demás— decía a punto de comenzar a llorar— No sé en qué momento me enamore de usted, pero lo hice y aunque a veces he intentado olvidarlo no he podido, no sé porque o tal vez sea porque realmente no lo quiero olvidar— Itachi posó sus manos sobre las de Hinata, esta se estremeció al contacto pero continuo hablando— Yo quiero saber ¿qué fue lo que me paso a mí con usted?, pero son tantas cosas que no puedo saber con cual lo empecé a querer— decía nerviosa— Tal vez fue aquella ocasión en Sunagakure que me cuidó cuando estaba herida y me trajo en sus brazos hasta Konoha y desde entonces empecé a desear que fueran sus brazos los que me rodearan y abrazaran siempre, o tal vez el día en el que me desmaye y usted me llevo a casa, yo desee estar con usted, porque quería descansar en su pecho, escuchar los latidos de su corazón, sentir su respiración, inhalar su dulce aroma y sentirme protegida ante la gentileza de sus caricias de nuevo, yo me consideraba afortunada porque un hombre como usted se había tomado tantas molestias por mí; por primera vez sentí que era importante para alguien.

Itachi se sintió culpable por aquella ocasión, pues hasta Shisui le había dicho que se había portado con ella como un novio preocupado, le llevaba desayuno, comida y cena, se quedaba con ella a platicar y que hasta en ocasiones lo había visto observarla dormir por varios minutos, pero él simplemente no le había creído, pensó que hablaba y habia inventado de más.

—Hinata san, yo le pido disculpas por...

- ¡Shh!.-interrumpió ella— Por favor déjeme terminar de hablar Itachi san, muchas veces yo me sentí feliz de verle ayudar a otras personas en la aldea, no podía creer que hubiese tanta gentileza, amabilidad y humildad en una persona al mismo tiempo, era como si usted se olvidara de su linaje, de la familia a la que pertenece para disfrutar de aquellas actividades que a mi opinión a usted parecía apreciar— Itachi gustaba del momento, escuchaba la dulce voz de Hinata, sentía cada uno de los besos que ella daba sobre su cuello y se tensó al sentir como Hinata entrelazaba sus manos con las de él, empezaba a sentirse atraído hacia ella, aquellas adorables palabras salían de una chica tan tímida, pero a la vez tan excitante, ya que el simple susurro de ella sobre su oído lo hacía perder la razón por algunos momentos.

Estaba disfrutando como nunca antes lo había hecho, tenía dificultad para respirar y le agradaba sentir el calor que transmitía Hinata en su espalda, era un momento erótico sin duda, pero no podía acostarse con ella, solo porque en ese momento empezara a sentir debilidad por la carne.

—Hinata san, ¿Por qué habla de mí, como si fuera un todo?, yo cometo errores, hago lo mismo que todos los demás, no hay nada en especial, soy un tipo promedio, que solamente nació bajo el nombre de un clan respetado, pero nada más— decía sin darse importancia.

—No es cierto Itachi san, usted nació dotado de habilidades increíbles, inteligencia superior y a pesar de ser quien es, es feliz con cosas tan simples—hizo una pausa para pegar aún más su cuerpo con la espalda de él, haciendo que su cabeza descansara en su espalda y cerró los ojos inhalando su aroma.

Itachi quedó maravillado con las palabras que le dedicaba Hinata, se sintió como un idiota, ella era sin duda la mujer más hermosa de toda la aldea y no la había tomado en cuenta, tal vez porque ella era demasiado pura como para pensar en algo mucho más allá de una amistad o seria porque aun la consideraba una niña, al fin de cuentas no tenía nada de raro, él la había conocido desde pequeña, la había visto jugar en los juegos del parque, sin embargo ahora que sentía sus delicadas manos sobre su pecho, su respiración y sus besos, ya no estaba tan seguro.

De pronto sintió como una de las manos de Hinata soltaba la suya y bajaba por todo su abdomen. Itachi respiro agitado, empezaba a sentir calor, luego sintió como traviesamente aquella mano viajaba por debajo de su pantalón, acariciaba su muslo y...

-!Ahhhh!.- Un fuerte gemido escapaba de su boca, al sentir aquellas suaves manos sobre su miembro, Hinata lo acariciaba suave y delicadamente, el cuerpo de Itachi tembló ante las caricias y un sin fin de sensaciones acababan de despertar en él, se sentía en el paraíso y ahora entendía por qué a Shisui le gustaba tanto.

—Hinata san— decía entre gemidos— Por favor deténgase— jadeaba—Esto…esto no está bien, usted es una dama— decía tratando de controlar su respiración.

—Perdo…perdóneme Itachi san, pero, yo no puedo parar, yo…yo lo necesito— le susurró.

—Hinata san, hágalo por favor, porque no sé si poder controlarme después- gimió de nuevo—q usted es una dama, yo la voy a respetar — Hinata se molestó y apretó su mano. Itachi gruño. Hinata saco su mano del pantalón de Itachi, luego lo giro hacia ella.

—¿Qué no entiendes? — Decía molesta mientras lo tomaba de la camiseta y lo atraía hacia ella, viendo como Itachi se quedaba boquiabierto— ¡Al demonio con ser una dama, yo quiero ser tú mujer! — expresaba desesperada, para después besarlo de manera hambrienta, saboreando los labios de él, como si fuese el último beso de su vida, esta vez Hinata estaba feliz, porque ahora era él quien la acariciaba, paso sus manos por la cintura de ella, acaricio sus muslos, sus senos, y cuando se sintieron necesitados de aire se separaron.

Ambos inhalaban y exhalaban tratando de recuperar el aliento.

—¡Hazme el amor! — pronunció de repente mientras Itachi la miraba absorto.

—Hinata san— replicaba él.

—Por favor, te necesito— suplicaba mientras tomaba sus manos.

—Hinata san, yo…yo… no me puedo negarme a su petición— después de eso, tomó de las caderas a Hinata y la atraía hacia él para que sintiera su excitación, seguido empezó a besar su cuello de forma desesperaba, mientras ella se perdía en un sin fin de gemidos, llevaba sus dos manos hacia la espalda de él, rascándola con delicadeza.

Minutos más tarde el kimono color azul de flores blancas que llevaba puesto estaba en el suelo y ahora era ella quien estaba expuesta a la mirada llena de deseo que le dedicaba Itachi.

—Eres hermosa Hinata san, no sé cómo no te vi antes.- decía con un tono de voz severamente dulce.

—¿De verdad lo crees?.

—Por supuesto, eres lo más hermoso que mis ojos hayan visto— Aquel comentario la hizo sonrojar severamente, sin embargo no dejo que la pena que estaba sintiendo en ese momento la sobrepasara, ya había hablado y actuado demasiado como para mandar todo lo que había conseguido al caño, se acercó a él y de nuevo lo beso, Itachi la cargo, la llevo a la cama y enfrente de ella se quitó la camiseta, Hinata inmediatamente se acercó a él y acarició su tórax e hizo un recorrido de besos por todo su abdomen, pecho y cuello hasta llegar de nuevo a su boca, lo beso con lujuria hasta dejarlo sin aliento. Hinata se liberó de aquel beso y llevo sus manos hacia el pantalón de Itachi, lo retiro suavemente y posteriormente le quito los bóxer, Hinata quedo embobada ante la masculinidad de Itachi, ella lo había deseado desde el instante en el que lo había visto por primera vez y definitivamente sus sueños estaban completamente lejos de la realidad.

Itachi su Itachi estaba ahí completamente desnudo ante ella.

Itachi se posó sobre Hinata, llevo sus manos a la espalda de ella y libero sus senos del sostén que le impedía saborearlos completamente, Hinata arqueaba la espalda ante el contacto de los labios de él hacia sus senos, ahora era ella la que respiraba con dificultad y deseaba que ese instante no terminara nunca. Sin embargo ahí no terminaba todo, vendría algo incluso mejor que eso, algo a lo que nunca llego en sus sueños. Siguieron besándose, hasta que Itachi llevo una de sus manos hacia la intimidad de Hinata, se dio cuenta de que ella estaba lista, Hinata reacciono ante la diferencia de temperaturas, sintió el frio dedo adentrándose en ella, mientras que el disfruto de la calidez que había en ella, rápidamente la despojo de la última prenda que le quedaba y de nuevo se posicionó sobre ella.

—Seré lo más cuidadoso— se dirigía a ella, con una suave sonrisa, mientras ella asentía, estaba un poco nervioso porque sabía que era la primera vez de ella y se puso aún más al darse cuenta que también sería la suya— ¡Te amo Hinata san! — fue lo último que alcanzo a escuchar de él, para después sentir como delicadamente separaba sus muslos y en una fuerte pero deliciosa embestida entraba completamente dentro de ella.

-¡Ummm!…. ¡Aaaa! - escuchó en un murmullo excitante, llevo su vista hacia el rostro de Hinata y quedo completamente embelesado con la imagen, Hinata aferrándose a su espalda, mordiéndose los labios en un intento de no gritar y viendo como los ojos de ella clamaban por más. Itachi esperó a que Hinata le indicara que podía continuar, sin embargo aquella señal fue de lo más placentera para él.

Hinata libero la espalda de Itachi para llevar sus dos manos a los glúteos de él, después empezó a moverlos para enfrente y para atrás, en un suave vaivén lo cual provoco que ambos gimieran a la vez.

Hinata estaba tan feliz, al fin su sueño se estaba volviendo realidad, e incluso era mejor, su Itachi le había dicho que la amaba.

Pronto las embestidas empezaron a tomar velocidad a ser más agresivas, más intensas, pero sus besos cada vez se volvían más suaves, más dulces y llenos de amor.

El tiempo pasaba y ellos seguían entregándose desinteresadamente, ya no había nervios, ya no había deseo, ya no había lujuria había puro amor, al mismo tiempo que Itachi seguía con las embestidas, devoraba sus senos los cuales brincaban en cada movimiento, si una gota de sudor bajaba por el cuello también era devorada por los insaciables besos de él, todo era perfecto, Hinata se sentía dichosa, simplemente era feliz.

Hinata e Itachi sintieron un golpe en sus vientres, "el final" se acercaba y debían aprovechar sus últimos momentos de amor, Itachi detuvo los besos y la observo por un momento, estaban ellos dos solos, él estaba dentro de ella, acostados en su cama la cual tenía una ventana frente a ellos, en donde el viento movía ligeramente sus cabellos y la luz de la luna iluminaba sus rostros, acarició su mejilla en un sutil movimiento y salió de ella, se sentó en la cama, Hinata lo imitó y lo beso, luego Itachi la tomó por las caderas e hizo que ella se sentara arriba de él, fue un movimiento rápido y exquisitamente placentero. En el momento en el que ella fue penetrada de nuevo por él, ambos alcanzaron el orgasmo y mientras Itachi vertía en ella su naturaleza, ella gozaba de la cálida sensación que la había extasiado, Itachi rodeó con sus brazos el pequeño cuerpo de Hinata, y esta posó su cabeza sobre su pecho mientras ambos escuchaban el latido de sus corazones, se acostaron y poco a poco empezaron a quedarse dormidos.

La celebración en Konoba había concluido maravillosamente, en la piel de ellos se reflejaban los destellos de los fuegos artificiales que al igual que el viento, la luna y las estrellas habían sido testigos del final de aquel acto de amor.

Amaneció y Mikoto Uchiha tenía los brazos cruzados, dorsi-flexionaba el pie contra el suelo y una vena saltaba de su cabeza, Fugaku Uchiha posaba las manos sobre los hombros de su esposa tratando de tranquilizarla al mismo tiempo que no podía evitar sentirse avergonzado ante aquella bochornosa situación, mientras Sasuke observaba con los brazos cruzados, el ceño fruncido y un ligero sonrojo en sus mejillas, pues no todos los días veía a su hermano mayor abrazando a Hinata Hyuga en su cama, completamente desnudos y tapados con una simple sábana. Lo sabían puesto a que las prendas de ambos yacían regadas por todos lados de la habitación. Sus padres y él los habían observado durante diez minutos y tanto el padre como el hijo se preguntaban ¿qué era lo que Mikoto tenía en mente?, ¿Por qué no lo despertaba de una buena vez y lo reprendía por desobedecer las reglas de la casa?, no entendían, entonces observo como Itachi comenzaba a abrir los ojos y de un brincó se sentó en la cama ante la sorpresa, estaba completamente apenado .

—¡Oka san, Otou san, Sasuke!.- gritó un tanto asustado.

—¡Itaaaachiiii!.- gritó su madre, en ese momento Hinata despertó de golpe y se dio cuenta que era observada por toda la familia. Avergonzaba y escondiéndose bajo la sabana no hizo nada más que disculparse.

— ¡Solo espero que desobedecer las reglas de esta casa haya servido de algo y te dignes a darle un sobrinito con quien jugar a tu nuevo hermano! — pronunció molesta dejando a Sasuke e Itachi en shock.

Mikoto y Fugaku salieron de la habitación de Itachi con una gran sonrisa y prácticamente arrastrando a Sasuke, quien parecía que estaba en estado vegetativo.

—Itachi, reacciona— decía algo preocupada Hinata, mientras lo movía. Tenía mucha vergüenza, pues nunca se imaginó que sería descubierta infraganti en la cama de su novio por los padres de este.

Segundos más tarde Itachi reaccionaba.

— Hinata san, me temo que si no le doy un sobrinito a mi hermano, mi madre jamás me perdonara por esta falta, es por ello que le informo que desde ahora trabajaremos diario en ello.

Hinata se sonrojo un poco, pero no dudo en seguir su juego.

— Itachi san, perdóneme, pero eso me suena más a excusa que a obligación—reía divertida.

— Bueno podemos llamarlo de las dos formas— le explicaba mientras la besaba.

— ¡OOOOOUUUU!, ¡no pierden el tiempo, vaya que te tomaste muy enserio lo que te dije ayer Itachi, ya hasta estas preparándote para los pañales!.- decía al verlos en aquella situación.

Ambos reaccionaron asustados; para ver a Shisui parado en el marco de la ventana con un pie enyesado, dedicándoles una sonrisa socarrona— ¡Pillines! — fue lo último que escucharon de él.

3

CONTINUARÁ...


.

ESPERO Y LES HAYA GUSTADO DEJEN REVIEWS :D.

SIN MÁS POR EL MOMENTO ME DESPIDO, AGRADECIÉNDOLES SU TIEMPO n.n.

* DESPUÉS SABRÁN LA REACCIÓN DE HIASHI AL DARSE CUENTA QUE HINATA NO LLEGÓ A DORMIR* XD