Los personajes son de Meyer y la trama es mía.


Edward.

Algunos años después.

Cerré la puerta detrás de mí y suspiré. Al fin en casa.

– ¿Edward, cariño, eres tú? – escuché la voz de mi dulce esposa. Sonreí.

–Soy yo, ¿dónde estás? – pregunté en voz alta quitándome la chaqueta y aventándola en el sofá.

– ¡Cocina! –. Por supuesto.

Caminé a paso lento hasta la cocina. Cuando entré no me sorprendí por el desastre que había ahí. Esto era el Pan de cada día desde que nos enteramos que Bella estaba embarazada… por segunda vez.

–Preparé sándwiches, ¿quieres uno? – miré el que tenía entre sus manos.

–Claro, pero te agradecería si el mío solo tuviera jamón y queso– dije.

– ¡Y mayonesa! – gritó alegre.

–Por supuesto. – Le sonreí y luego me acerqué a ella, –Por cierto, hola, cariño, te extrañé. – murmuré antes de besarla con suavidad, disfrutando cada momento.

–También te extrañé. – dijo cuándo nos separamos.

Ella comenzó a preparar mi sándwich mientras yo guardaba todo lo demás. Había un montón de mierdas desparramadas por la isla, me pregunté si su emparedado llevaría todo eso dentro, esperé que no.

Puse algunos platos en el fregadero, los lavaría después.

Bella puso el sándwich frente a mí y me indicó que comiera.

–Tony está con Alice y Jasper, vinieron a vernos y decidieron que nuestro hijo se iría con ellos. – rió.

Me lo imaginaba. Anthony era nuestro pequeño hijo de cinco años, él era exactamente igual a mí, excepto por el cabello que era del mismo tono que el de su madre. Él había sido concebido en nuestra luna de miel, lo cual había sido fantástico y muy emocionante.

Bella y yo nos habíamos casado un año después de que ella me hubiera confesado que gustaba de mí. Yo había tardado unos días más en pedirle que fuera mi novia, pero al final todo había resultado de lo mejor.

También me había debatido mucho respecto al asunto del matrimonio, puesto que yo no sabía si estaba listo para esa clase de compromiso, pero solo me había bastado una mirada mi Bella para saber que era a su lado el lugar correcto, al que siempre pertenecí. Las cosas habían ido muy bien desde entonces. Claro, como todas las parejas habíamos tenido nuestras malas rachas, pero al final todo había sido de lo más excelente.

Enterarnos de la existencia de Anthony había sido una de las mejores experiencias de mi vida, de nuestra vida, excepto por tenerlo en mis brazos por primera vez, claro.

Todos habían estado emocionados cuando se enteraron que Bella estaba embarazada. Yo más que todos. No había parada de tomarle fotografías, teníamos varios álbumes de su embarazo. Y otros de Tony en todas sus primeras veces y haciendo cualquier cosa.

Mordí mi sándwich.

–Bueno, al menos tenemos algo de tiempo solo para nosotros. – moví mis cejas de forma sugestiva.

Bella rodó sus preciosos ojos y me miró burlona. –Pues lo siento, pero hoy no tengo ganas.

La miré boquiabierto. ¡Anoche ella había intentado violarme! De verdad, no era que me molestase, pero fue bastante intenso. Yo dormía con tranquilidad y un segundo después ella estaba desnuda sobre mí restregándose contra mi pene.

No lo negare, fue muy, muy caliente y ambos disfrutamos mucho de la noche.

–Ok, está bien. – me encogí de hombros. –Solo espera a que sea de noche. – mascullé por lo bajo.

Ella soltó unas risitas y me besó.

–Entonces, ¿quieres hacer algo en especial? ¿A qué hora vendrá Tony? – pregunté.

–Ahm, vendrá como a las ocho, Alice dijo que irían a casa de tus padres. Tony estaba emocionado.

Asentí pensativo.

–Podemos ir al cine. – mi hermosa esposa sonrió y luego me hizo un puchero. – ¿Podemos? ¡El bebé quiere palomitas y soda y quizás un hotdog y unos nachos!

Comencé a reír.

–Muy bien, iremos al cine.

Bella asintió feliz y salió de la cocina. Tomé el resto de mi sándwich y corrí a alcanzarla.

Cuando entré a la habitación ella se estaba probando blusas. Se puso una roja que se anudaba en el cuello y me miró. Luego se la quitó y se puso una azul claro que se pegaba a su cuerpo, con esa se podía ver su pequeño estómago redondeado.

–La azul. – le dije. Ella asintió feliz y buscó una chaqueta.

Yo me cambié de camisa y busqué una chaqueta nueva.

La salida al cine fue buena. Vimos una película de acción y Bella comió un montón de palomitas y dulces. Fue genial pasar un tiempo a solas con Bella, con Tony habíamos estado muy ocupados, él aun pequeño siempre necesitaba de ambos y casi no pasábamos tiempo juntos, había sido bueno, pero nada como volver con mi familia.

Habíamos pasado a recoger a Tony a casa de mis padres y ahora nos dirigíamos a casa, Tony contándonos todo lo que había hecho con sus abuelos y tíos.

Salimos de auto, tomé a Tony en mis brazos. Mi bebé.

Abrí la puerta de nuestro hogar y entré, Bella sujetaba fuerte mi mano, sonreí. Miré las millones de fotos que había en la sala, todas de Bella, Tony y mis amigos. Mi pequeña familia. Acaricié su estómago, Bella sonrió. Yo había conseguido un montón, y ahora mi vida estaba completa.

Y pensar que todo había comenzado conmigo siendo un loco-fotógrafo-acosador.


Bueno, sé que tardé un montón y que el final fue bastante corto, pero bueno, no pude hacer más, soy horrible escribindo finales y estoy segura de que si lo hubiera alargado hubiera quedado más horrible. De cualquier forma espero que les haya gustado.

Millones de gracias a todos aquellos que pusieron la historia en Favoritos o en Alerta y mil gracias a los que dejaron sus hermosos comentarios, espero leerlos pronto.

Los amo a todoooooos!