LOS PERSONAJES DE NARUTO NO ME PERTENECEN.

¡Bueeeeenas peques!

Espero que disfrutarais con el capítulo anterior ^^ Me pidieron romance antes de la batalla final, yo estaba totalmente de acuerdo, así que ¡sorpresa! Hahaha :) Espero que os guste*-*

ADVERTENCIA: LEMON

Enjoy!

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-Tendrás que hacerlo. – Sentenció en el mismo tono. No puedo convertirme en una amenaza para mi propia al Aldea Kakashi, no ahora. No después de todo lo que he luchado para protegerla. Yo no puedo ser la persona que destruya Konoha.

Kakashi aguantó la respiración unos segundos. Se pasó una mano por la frente, intentando aclararse. Expulsó el aire con lentitud, sintiendo como vaciaba sus pulmones. No se veía capaz de hacer algo así, pero Sakura estaba tan convencida…

-Sakura, tú eres dueña de tu destino. Puedes tomar tus propias decisiones. – Le contestó, tratando de hacerla entrar en razón. Lo que no sabía es que no es que Sakura hubiera perdido la razón, es que estaba fervientemente convencida de que llegaría un punto en el que no podría controlarlo. La oscuridad la estaba consumiendo.

Sakura desvió la mirada hacia el lago, contemplándolo en su inmensidad de nuevo. Kakashi se fijó en ella, dudaba que Sakura fuera capaz de abandonar su Aldea. El problema es que antes estaba seguro de que ella jamás le fallaría y ahora lo estaba dudando. Vio como Sakura se debatía con ella misma. Tiene que ser duro… El peor momento de su vida. Había pasado épocas duras, en las que creía que no podría volver a contar con ella. Pero esto, era demasiado. Le estaba confiando su vida y su muerte porque no se veía capaz de poder con esto. Nunca hubiera querido tener esa responsabilidad.

-Puede que en otra época hubiera sido así. Pero no ahora. – Sentenció, sin mirarlo. Volvió a girar el cuello con brusquedad. Kakashi pensó que se acabaría haciendo daño. – Esto es… ¿Has visto la situación que hay, Kakashi? No puedo controlarlo. Simplemente, no puedo. Neji ha vuelto de entre los muertos, los repudiados han vuelto, he matado a Orochimaru, he desafiado a mi Hokage… Y yo… Solo siento resentimiento. – Pronunció con rabia. Un atisbo de luz se abrió en su mente, había alguien por quién no sentía tanta aversión: Sasuke. Antes, cuando casi se le declaraba, había tenido ganas de interrumpirlo y besarlo. Quizás, si Naruto no hubiera sido tan inoportuno…

-No quieres irte con Madara. – Le replicó, llamando la atención de ella. – La Sakura que yo conozco ha tenido oportunidades para hacerlo y nunca lo ha hecho.

-La Sakura que tú conoces se está yendo, está desapareciendo. Puede que no sea un cambio brusco pero lo está haciendo. – Se volvió hacia él, dándole intensidad a la situación. – Y no puedo luchar contra ello eternamente. - Kakashi tembló. La estoy perdiendo. – Aún no me lo has prometido, Kakashi. Tienes que hacerlo, si vieras que llego a ser una amenaza, tendrás que matarme. – No titubeó. Y no dejó de mirarlo en ningún momento.

Kakashi dudó unos instantes. No le estaba dejando otra opción. Tragó saliva.

-Te lo prometo, Sakura.

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Sasuke estaba inquieto, al contrario que los demás, que no parecían muy conscientes de la situación que estaban viviendo. Sakura y Kakashi llevaban demasiado tiempo alejados del grupo y eso no le hacía mucha gracia, no sabía por qué, pero tenía la sensación de que estaba decidiendo algo importante y a él le gustaría estar presente. Se levantó y fue a buscarlos sin decir nada. No hizo falta, pues sus amigos estaban demasiado entretenidos bebiendo y comiendo, charlando entre ellos como si estuvieran en Konoha de vacaciones en vez de a punto de enfrentarse a Madara U. Deambuló entre los árboles, no veía nada. ¿Qué puede ser tan importante para que les lleve tanto tiempo? Se cortó la mejilla izquierda con una rama. Tsk. Apartó la rama con brusquedad. Desde lejos, podía atisbar el lago. ¿Dónde demonios están? No le hizo falta mucho más, avanzó un par de metros y vio como Kakashi le daba un apretón a Sakura en el hombro, en un gesto cariñoso. Se fijó en ella, no parecía estar luchando consigo misma pero parecía… ¿Triste? Terminó de apartar las ramas que le impedían llegar al claro, haciendo más ruido del necesario y llamando la atención de ambos.

Kakashi lo miró con escepticismo, miró una vez más a Sakura y pasó por el lado de Sasuke. "No dejes que se rinda", le susurró su exsensei al pasar por su lado. Miró hacia atrás, en dirección a Hatake, le hubiera gustado pararlo y preguntarle qué quería decir con eso pero, si Kakashi se lo había susurrado era por alguna razón. Al terminar de entrar en el claro, vio que Sakura se había sentado, mirando directamente al lago, dándole la espalda a él. No sabía si tomárselo como una invitación para sentarse a su lado o para que marchara pero se decantó por la primera opción. Se sentó a su lado, ganándose una mirada por parte de ella. Le miró con el ceño fruncido y expresión divertida, repentinamente relajada.

-¿Qué demonios has hecho? ¿Pelearte con los árboles? – Sasuke la miró con confusión. No fue hasta que ella le quitó una pequeña ramita del pelo cuando entendió por qué se lo decía. Se pasó una mano por el pelo, tratando de quitarse alguna otra posible ramita.

Se miraron un segundo más y desviaron la mirada hacia el lado. A Sakura le resultaba desconcertante pero era como si tuviera una tregua con ella misma. Se sentía extrañamente en paz, tranquila.

-Sakura, - la llamó Sasuke, tenía esa voz grave que utilizaba cuando estaba a punto de decir algo importante – antes, Naruto me interrumpió. – Cogió aire y Sakura esbozó una media sonrisa que él no vio. – Sé que no es el mejor momento para esto pero tampoco estoy muy seguro que vaya a tener muchas más oportunidades. – Continuó. – Lo que quería decirte es que… Aunque sé que he tardado mucho tiempo en decirlo, yo te quiero. – Aguantó la respiración unos instantes mientras ella lo miraba de una manera que no sabía descifrar. – Cuando todo esto acabe, quiero que tú y yo estemos juntos.

La pelirrosa esbozó una sonrisa triste que él no llegó a entender. Cuándo todo esto acabe…, pensó con amargura. Él pareció malinterpretar su gesto porque se alarmó.

-Sé que ha pasado mucho tiempo, - repitió – y que tal vez tú ya o sientas lo mism… - No pudo continuar.

Sakura lo había agarrado por el cuello de la camisa, juntando sus labios en un beso esperado, muy esperado. Fue un beso lento, como si ella quisiera dejar ese momento para siempre en su memoria. No vamos a tener otro momento, quiso decirle cuando se separó ligeramente. Él apenas tuvo tiempo de pensarlo y esta vez fue su turno de no dejarla hablar. Volvió a juntar sus labios con los de ella. Comenzaron lento, esta vez era él el que quería disfrutar de sus labios, como si no hubiera nada más en el mundo que ese momento. Aunque eso no duró mucho. Ambos querían sentirse más cerca, que no hubiera ningún espacio entre ellos. Sasuke, en un impulso, agarró a Sakura de la cintura, atrayéndola hacia sí y montándola encima suyo a horcajadas. Ella rió levemente mientras él la manejaba como si no pesara nada. Él le sonrió contra su boca y ella volvió a agarrarlo por el cuello de la camisa, sin darle espacio para respirar. Las manos del azabache viajaron hasta su cintura, deleitándose con su contacto aunque para su gusto, le sobraba la ropa. Sakura abandonó su boca para besar el cuello del azabache, que soltó un leve gemido al sentir su lengua. Ella rió contra su oreja, haciendo que él ansiara llevar el control de la situación. Solo se escuchaban sus respiraciones entrecortadas y a pesar de que sus amigos no andaban muy lejos, a ninguno de los dos parecía importarle.

Sakura comenzó a desabrochar la camisa de él a la vez que le daba un mordisco en el cuello, haciendo que él gimiera por la sorpresa. Ella volvió a separarse de él para reír al ver su reacción y eso fue suficiente para que el azabache, decidiera que había llegado su turno. Le abrió la camisa de ella de un tirón, se deshizo de ella y, sin darle tiempo a que se quejara, la cogió por la cintura y rodó con ella de manera que la pelirrosa quedó debajo de él. Atrapó sus labios para aplacar sus protestas y comenzó a descender por el cuello. Ella gemía mientras el terminaba de quitar el resto de la ropa y se la quitaba él, sin parar de besar cada centímetro de su nívea piel.

-Sasuke… - Gimió, dándole a entender que no podía más. Sonaba advertencia. El azabache sonrió contra su ombligo y se colocó entre sus piernas.

Volvió a besarla una vez más, un beso fiero, demandante. "No sabes cuánto tiempo llevo deseando hacer esto", le susurró contra su boca. Ésta le miró suplicante, no podía esperar más. Él tampoco.

Entró lentamente en ella, tratando de no causarle dolor. Nunca había sentido algo así por alguien. Ella emitió un leve gemido e hizo un movimiento con sus caderas, apremiándolo para que continuara. Él comenzó suavemente, mezclando sus gemidos roncos con los suaves de la pelirrosa, acelerando el ritmo cada vez más hasta llegar al clímax. Primero ella; después él.

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Alrededor de la hoguera, ninguno parecía preocupado por la desaparición de la pareja, ninguno salvo Neji, que miraba fijamente el fuego, ausente. No le hacía ninguna gracia que Sakura anduviera en mitad del bosque con el azabache. Al principio, cuándo éste se fue, no le importó demasiado, ya que pensó que la pelirrosa lo echaría enseguida. Pero sí que le molestó cuando Kakashi volvió, con una expresión indescifrable y solo. Estuvo tentando varias veces de levantarse e interrumpir lo que estuvieran haciendo. Incluso una vez había hecho amago de levantarse pero Kakashi, leyendo sus intenciones, le había dado una mirada severa y le había impedido que fuera, alegando que esos dos "tenían muchas cosas que aclarar". Suspiró, malhumorado.

¿Por qué demonios tardan tanto?

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Sakura y Sasuke se habían vuelto a vestir casi enseguida, con nuevos temores de que sus compañeros aparecieran en cualquier momento. Espero que no hayan oído nada, pensó la pelirrosa, ligeramente sonrosada. A Sasuke no le había hecho mucha gracia ver como Sakura se vestía, él hubiera preferido que ella siguiera desnuda, desafiando a la ligera brisa que corría pero luego pensó que eso sería mejor que permitir que alguno de esos cafres que tenía por amigos viera desnuda a la mujer que él consideraba suya. Colocó a la pelirrosa en sus piernas, temiendo que ésta pensara irse, y la abrazó por la cintura. Sakura tenía una mano sobre su abdomen y su cara enterrada en el cuello de él.

Disfrutaban del silencio de la noche, de esos momentos, pero aún había ciertas cosas que el azabache quería aclarar.

-Sakura, - la llamó, haciendo que ella se despegara perezosamente de su cuello - ¿esto significa que está todo olvidado? ¿Qué me perdonas? – Le preguntó. Había una nota de ansiedad en su pregunta, la respuesta podría estropearlo todo. Ella alargó unos segundos la agonía del azabache, a propósito. Después, exhibió una bonita sonrisa, de esas que Sasuke hacía mucho tiempo que no veía en su rostro.

-Todo perdonado. – Susurró contra su boca. Rodeándolo por el cuello y dándole un nuevo beso.

El peliazabache sonrió entre el beso y la abrazó con más fuerza, aún a sabiendas que ella no se iría. Al menos, no de momento. Volvieron a su posición inicial y reinó el silencio de nuevo. La pelirrosa, de vez en cuando, levantaba un poco la cabeza para besarlo en la cara o en el cuello y él se dejaba hacer, siempre acompañado de una risita tonta. Hubo un momento en el que Sakura se quedó totalmente seria. Esto no entraba en sus planes pero ya estaba hecho. Había escogido entre Neji y Sasuke. Y tenía algo que contarle. Sasuke tenía derecho a saber lo que estaba pasando, temía decepcionarlo pero, ¿no sería peor si él se enterara por otro lado o si ella se fuera con Madara sin explicaciones?

Levantó la cara del hombro de Sasuke, mirándolo fijamente, mordiéndose el labio inferior. Sasuke se sintió un poco confuso.

-¿Qué pasa? – Preguntó, ansioso. Tenía miedo de haber hecho algo que la molestara. Ella le acarició la mejilla.

-Hay algo que tengo que contarte. – Dijo con voz sombría.

A Sasuke le costaba normalizar la respiración después de que Sakura hubiera contado su historia. Le contó todo, desde su primer encuentro con Madara hasta lo que le había pedido a Kakashi hacía un rato. La seguía abrazando por la cintura con fuerza, dispuesta a no dejarla ir. Ella solo lo observaba, preguntándose que podía estar pasando por su mente.

-Tú no te irás con él. – Dijo con dureza, mirándola con intensidad. – Tendrá que pasar por encima de mi cadáver para que eso ocurra. – Dijo decidido.

Sakura sintió que le quitaba un peso de encima al decir eso. No sabía lo que pasaría, pero al menos, las dos únicas personas que sabían la historia de principio a fin, estaban dispuestos a protegerla. Volvió a respirar.

-Sasuke, no es eso. Es algo que hay en mí, que está cambiand…

-Yo también sentí eso una vez, Sakura. O al menos, algo parecido. – Pronunció, interrumpiéndola y recordando su partida de Konoha. – Yo sucumbí pero tú no lo harás. Tú no va a pasar por lo mismo que yo. Yo te estaré vigilando. Cuando todo esto acabe, - continuó – tú y yo volveremos a Konoha. Todo volverá a la normalidad.

Sakura se sintió segura con sus palabras. Kakashi la había ayudado, por supuesto, había prometido algo muy importante para ello, pero la decisión de las palabras de Sasuke le hacían sentir que podía tener un final mejor del que ella pensaba. No era un final seguro pero le daba esperanza.

Sakura le sonrió con tristeza, cosa de la que él se dio cuenta, pero no le dejó hablar porque volvió a besarlo. Un beso lleno de sentimientos.

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Neji estaba a punto de colapsar. El tiempo seguía pasando y ninguno de los dos daba señales de aparecer. Cada vez estaba más nervioso y se vio obligado a cerrar los puños para que no se le notara su temblor.

Solo era observado por Kakashi que, aunque seguía hablando animadamente con Naruto y Hinata, escuchando sus batallitas, no le quitaba la vista de encima al castaño, leyendo sus intenciones.

Se escuchó un ligero ajetreo entre los arbustos. La primera en aparecer fue Sakura, que aunque parecía diferente, lucía igual de seria que siempre, tratando de ocultar su felicidad. Solo Gaara y Kakashi pudieron intuir que había pasado algo y ocultaron su sonrisa. No es que el pelirrojo prefiriera que ella estuviera con Sasuke antes que con su amigo pero, visto como estaban sucediendo las cosas, solo quería que su amiga fuera feliz con la que, por cierto, aún tenía una charla pendiente. Pensaba hacerlo hoy pero al verla, decidió dejarla disfrutar un poco más de su felicidad.

Sasuke había aparecido detrás de ellas, con el arañazo en la mejilla y tratando de ocultar sus sentimientos. Por dentro, se sentía eufórico. Ocupó su lugar entre Kakashi y Naruto. El exsensei lo miró de soslayo pero no dijo nada para no levantar sospechas. Por otro lado, Naruto, se le quedó mirando con una expresión extraña, de confusión. Lo notaba distinto pero no sabría decir que le pasaba. Sasuke, viéndolo venir, le dio una mirada de advertencia para que se callara y Naruto volvió a estar animado, ignorando a los recién llegados.

Todo parecía que volvía a la normalidad, todos menos Neji que seguía pensando que no le había gustado nada que estuvieran tanto tiempo solos en mitad del bosque. Al final y a pesar de la mirada severa que le daba Kakashi, no pudo evitar preguntarlo:

-¿Qué ha pasado entre vosotros?

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¡Bueeeeeeenos, chicos! ¡Hasta aquí llegamos hoy!

Espero que os guste, ya que esta historia está acabando :( estoy pensando en empezar otra. Igual, intento hacer una con una temática ambientada en la época de los piratas (siempre me han gustado mucho estas historias) aunque aún no estoy segura. ¡Agradecería vuestra opinión sobre esto! Y también del capitulo. Mil gracias y muchos besos :)

~NekooUchiha~