Los personajes no me pertenecen, son propiedad de CAPCOM con sus respectivos creadores. Yuri Demir, Emile y Percy tampoco son míos, le pertenecen sus autoras que me han dado su permiso para este intento de capítulo. Únicamente Adam y la trama son de mi propiedad.
Aclaraciones:
Letra en negrita: Nota de autor
Letra cursiva: Recuerdos, algunas frases.
Letra normal: Narración general.
Yuxtaposición de soledades
Cicatrices
Capítulo 8: Lazos.
(Buenos o malos en complicidad con la noche)
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Diciembre 2014.
"Producir mutaciones genéticas controlables y reversibles a gusto en la mente del individúo portador dota grandes poderes en un espacio reducido sin deteriorarse el tejido cerebral dando creaciones inmensas en tamaño genético de orden arcaico."
Fueron las palabras exactas antes de vivir el infierno que estaba desarrollando para los trabajadores pasivos. Matthew Briones, jefe de seguridad lo mencionaba en el diario que escribía en sus momentos libres, así como este. Cada miembro podía hacer lo que fuera para mantenerse cuerdos y nosotros pensamos en que tal vez esto sea visto algún día.
Dolor. Miedo. Ésta compañía esconde muchos secretos.
Las pruebas médicas habían causado una serie de eventos espeluznantes en las personas de la primera división, casi podíamos escuchar los huesos tronando, el correr de la sangre por las coladeras, gritos aturdidores que lastimaban el oído hasta hacerlo sangrar y crear alucinaciones nada agradables ahora que estamos aislados del mundo.
El líder parecía satisfecho ¿Acaso podía ser tan malvado con quienes trabajaban por sus objetivos? La muerte del mejor científico no parecía mostrarle interés y el fallecido Matthew debía tener una vida plena en compañía de Sara, él más que nadie deseaba salir de esta absurda compañía enferma ¿Cómo nuestro líder había encontrado tal aliado? Sus ojos azules te prometían arder en el infierno deseoso de algo, poder tal vez. Y nuestros colegas nunca volverían, como el aliado solía decir.
Nuestra sección es clasificada. Solo unos pocos podemos lidiar con el carácter arrogante del alto mando, ahora que los contenedores han sido instalados los he escuchado hablar mientras planean. Matthew, según ellos era el primer plano prototipo para una extraña plaga que recorrería países enteros al mercado negro. Quizás era un virus o ambos destinados a distintos sectores.
Solo dios sabrá lo que tienen en manos, mientras tanto rezaremos para que aun no lleguen las pruebas médicas. Quiero ver la vida unos cuantos años más
[…]
Mayo 2015
Nos han traído un cuerpo legalmente muerto. Los archivos que su creador había detallado en papel sugerían una falla masiva a partes como el corazón y deterioro en el tejido cerebral. Las palabras que el líder mencionaba la primera vez parecían tener mayor sentido. Solo seis personas del gran departamento de investigación sobrevivían y tengo miedo ya que hemos contado con suerte; enviarán al mejor traidor, solo basta esperar.
Una tercera figura se integró al proyecto. Y parecía tan complacida de trabajar conjunto a quienes calificaba como dos grandes ciencias entre mezcladas para experimentar con él.
Revivir el cuerpo se consideraba imposible. Las tomografías señalaban el setenta y ocho por ciento de muerte cerebral. Nuestro trabajo o vida dependían de él ya que parecía ser una pieza clave. Por otro lado tenemos la cooperación de una mujer la cual decía poco y nada a la vez, sus ojos claros, el mayor enigma de ellos, nunca se sabía qué esperar de ella.
Y los tres se habían juntado logrando "Resucitar" al cuerpo con lo que parecía ser una muestra de algún virus primario. Si la teoría era verdadera, debía ser el mismo implantado en Matthew años atrás modificado, quizás no. El líder entre ellos parecía disfrutar como las venas volvían a tomar el color que de alguna manera se asemejaba al verde; las resonancias magnéticas mostraban la disminución de muerte cerebral, los patrones se re establecían, las neuronas volvían a su proceso natural tomando tres años de experimentación, muy pronto entraría al periodo criogénico, algo realmente terrible para una persona viva ¿Es que nunca comprenderían la magnitud de sus acciones?
Lo mantendrán a base de líquido regenerativo para hidratarlo, lo que aún es un misterio son las tres filas de contenedores con las cuales se han enseñado. Los rumores sugieren una investigación masiva de quien era la persona encargada de dejar el mundo como se conocía, y solo bastaba ADN, aun no sé muy bien cómo lo harán.
[…]
Después de varios análisis, experimentación y suministro parece ser que hay algo más culto. Nuestro líder parecer tener una motivación especial para dedicarle tanto tiempo al bioterrorismo y desarrollar una nueva cepa en la cual lleva trabando en las obscuridad.
Variantes. L.A.C.
Tenemos un nuevo proyecto en manos del cual desconocemos, eso no indica que no seamos los siguientes conejillos de indias ya que la uno de ellos cambiaría de rumbo, solo dos se encargarían de dicho proyecto y creo, lo mejor será marcharme.
Neo-Umbrella saldrá del anonimato lentamente.
Quizás, ya no quedaba esperanza para nadie.
Y esta es la única pista que podemos darles.
"R.G.A."
Hunnigan apartó el diario sintiendo la furia extenderse por sus venas. Se paró de asiento ante la mirada intrigada de Carlos Olivera concentrando la atención en las últimas siglas del documento. No sabían nada, Neo-Umbrella, como nueva compañía bioterrorista se había mantenido en el anonimato los años suficientes para trazar los planes y, según los archivos trabajar en resucitación torno a un muerto decía poco de los atacantes.
¿Cómo diablos podían ser tan desalmados? ¿Y quiénes eran esos tres?
Maldijo en voz baja. Nada en los archivos estaba claro, las discrepancias dividían los sectores dificultándoles la traducción. Rebecca Chambers, líder del departamento bioquímico seguía sin descifrar el código al reverso. Inclusive, su mejor carta de la D.S.O no cubría los estándares.
Y eso decía mucho de la gravedad con la cual estaban enfrentando al enemigo.
Billy Coen, ex marine, actual esposo de la bioquímica tendría una misión próxima, los altos mandos sugerían su intercepción a la escena donde se darían la entrega forense de unos cuerpos provenientes de la B.S.A.A.
Una misión comisionada para Chambers.
Miró de reojo a su esposo releer el contenido del archivo buscando entre sus memorias algún recuerdo relacionado a las siglas que el trabajador había dejado como único método de salvación. El moreno suspiró corriendo la silla hacia atrás para tener mejor vista de aquella habitación verde con detalles grises, mesa de madera dura y cientos de papales en ella.
Cualquier cosa que disminuyera su frustración.
-Esto no me agrada, Ingrid.- Carlos temía que todo se saliera de control, Neo-Umbrella tenía una sola meta, acabar con todo, terminar haciéndolos rendirse lo cual los llevaría al mismo infierno que sus trabajadores habían vivido. Y no permitiría que alguien como su esposa sufriera.
Aunque le tomara horas sin descanso. Valía la pena.
-No lo entiendo, Carlos ¿Cuál es el motivo ahora?- La castaña se frotó las sienes sentándose contra el respaldo del mueble adjunto acomodándose los lentes. Palmeó el asiento incitándolo a tomar asiento y él obedeció. Necesitaban concentrarse o darían un paso en falso, si Kennedy se enteraba haría demasiados cuestionamientos y no estaban para reproches sin sentido.
El rubio era idiota.
-Poder, es lo más factible.- Respondió pausadamente acomodándose contra el cuerpo femenino aunque tal vez la castaña nunca se enteraría que tan capaces eran las personas para conseguir el poder. Se atrevió a posar una mano en su mentón frotándolo suavemente –Puede también nosotros necesitemos un poco de privacidad no…- Calló al escuchar el móvil resonar insistente. Ingrid tomó el celular contestando la llamada
Alguien gritó y el sonoro quejido ahogado despertó sus sentidos
Nuevo ataque.
Y la llamada corroboro su teoría.
-Estamos rodeados ¿Qué diablos son estás cosas? Envíen refuerzos pronto…
La habitación que resguardaba a los prisioneros se encontraba en fase de descontaminación nuevamente, según su mentor los virus tenían un periodo de eclosión variando al material utilizado, el virus G de William tenía un potencial en vida grande, logrando que la mayoría de los virus actuales provinieran en la cepa. Como el virus T, aun después, aquellos virus letales podían sembrar terror y agonía como Wesker, lo cual era de cierta forma admirable.
Los que habían creado el mundo actual reunido en una sola arma perfecta.
Su mentor también le había hablado sobre los riesgos, las consecuencias de una combinación atroz en ese entonces. Él le daba órdenes específicas cuando vivía sobre la calidad del material a trabajar, la mayoría de los virus eran corrosivos y destructores, matando los tejidos, destruyendo la carne para deformarla si el virus lo quería, solo algunas excepciones lograban verse cuando este se adaptaba al portador y Steve Burnside era sin duda un claro evento al sobrevivir a una extracción riesgosa, haber muerto varias veces gracias a Albert. De los miles de procedimientos utilizados hacia Steve el rubio había fallado en el más simple.
Criogenia. Método de conservación, Pocos podían utilizarla a su antojo, los mejores, las personas aptas para lograrlo seguían vivas para seguir jugando un poco más con los encargados de hacerse el papel heroico sin sentido.
Idiotas.
Demostrar el poder del virus A solo era cuestión de tiempo, descubrir las cosas del pasado entorno a Umbrella no era la sensación más grande del mundo, la compañía los había utilizado costándole la vida a quien fuera su mentor por largos años, y su venganza estaba cerca, podía sentirla desarrollándose, era el tiempo correcto para hacerlo notar.
Sonrió. Y fijó sus ojos claros nuevamente en los contenedores, los cuales ya habían entrado en proceso de descompensación mientras los cuerpos se removían violentamente, al igual que Steve sufrirían el mismo proceso, aun así, estos verían el mundo con una nueva luz diferente.
Armas bioterroristas deseosas de sangre.
Varios hombres entraron en la habitación y jaló al primer individúo. El de la máscara negra gruñó acomodándose bien junto a su acompañante.
-Impresionante- Admitió el rubio.- ¿Quieres hacer el honor pronto?- Rió.
-Neo-Umbrella ha entrado a fase uno.- Murmuró en voz alta, ignorándolo llamando la atención de los guardias encargados del cuidado. Un segundo hombre alto se acercó dificultándoles la visión, dándole los archivos del movimiento que Steve Burnside llevaría al encuentro con Claire Redfield. Sabía que no recordaría nada, el PS30 recorriendo sus venas se llevaría los recuerdos hasta una nueva implantación de dosis, hacía mucho tiempo sin retomar la profesión como científico prodigio y le tomarían el ritmo que determinara, aunque suponía que le debía al líder no daría indicios de avanzar al proyecto sin ates marcar los estándares.
Jaló nuevamente al rubio y Se acercó hasta el escritorio y tecleó una vez más en el móvil, marcando los números anteriores. Ya habían mandado la primera dosis del material para la sorpresa que le darían a esa pelirroja y solo había bastado una cantidad mínima, ella ya tenía suficiente con la segunda parte del plan.
-Veo que te sigues divirtiendo.- Habló el de los ojos grises, detestaba el timbre de voz en ese hombre, según sabía no era más que un simple peón sin importancia el cual permanecía como su compañero de investigación reconocido a nivel mundial, Mark Newton. El hombre se quitó la máscara mostrando su rostro al mundo, poca importancia tenía dejarlo bajo el misterio. La mujer encargada nunca lo reconocería al nunca haber presenciado Raccoon City por su cuenta.
-Cuando tienes el poder de un dios lo demás no importa.-El rubio asintió. Concordaba perfectamente con la mujer aliada del líder. Sin ella, crear el proyecto variantes no había tenido sentido, su capacidad mental la volvía un arma poderosa como su antiguo ex compañero. Conocía el historial entre ambos y suponía que la mujer estaría encantada de experimentar con la hija del rubio científico.
Maldad. Terror. Palabras que la describían bien.
-El misil está en posición como lo ordenó, solo que hay un inconveniente.- La mujer frunció el ceño y continuó el relato sacando una fotografía del bolsillo izquierdo dejándola visible.- Jake Muller está a manos de la B.S.A.A.
La mujer parpadeó asimilando las palabras de él, que tuviera en cuenta el proyecto de William con Albert había funcionado, tenía un hijo con adaptación de virus sin señal de mutación, un perfecto tercer adaptador si el líder lo quería. Y, podría ser utilizado, el virus de variación sobre crisálidas había causado daños atroces al mundo en un solo ataque.
Los propósitos absurdos no tenían importancia.
Avanzó unos metros mirando el segundo misil con muestras del virus verónica. Pronto el mundo vería en carne viva lo que era sufrir un infierno en sus manos y la pelirroja pagaría su error de manera inesperada.
El encuentro a muerte con su protegido sería inevitable.
-Seis días más… salir de las sombras será lo indicado. Algunas cosas siempre permanecen y esto es solo el principio…
El hombre rió con malicia. Ella era exactamente como la habían investigado, detestaba el carácter arrogante que cargaba. Se reclinó contra la silla dejándole espacio para trabajar, conocía de antemano el paso faltante, el objetivo por el cual pertenecía como miembro activo de Neo-Umbrella a pesar de odiar la compañía farmacéutica que daba origen al caos mundial.
Suspiró. Recordaba casi con nitidez el llegar del aliado a manos del líder, las palabras dedicadas y un proyecto en manos, separando los accesos y dividiéndolos, cada aliado debía tener un motivo por el cual escoger sus respectivas víctimas. Su líder escogía, al peor.
Pero no había por qué recordarlo cuando tenían sus propias metas. Marcus Finnigan se encontraba en posición de ataque, la B.S.A.A tardaría hasta lograr decodificar el sello que contenía una muestra del calibre señalado.
El timbre del laboratorio resonó alertándolos, se paró del asiento e hizo lo mismo. Los hombres súbitos de la mujer llegaron hasta ellos y no lo comprendía.
-¿Qué sucede?-El hombre joven se acercó tembloroso, las personas para las cuales trabajaban sin embargo ya estaba ahí, tendría que enfrentarlos. Llevó una mano hasta el borde de la placa metálica con los nuevos archivos. Respiró dándoselos.
-Parece ser que nuestro plan de secuestro quedó impune.- él desvió la atención fijando los ojos hasta chocar con los orbes claros de esa mujer quien sonreía. Ahora, sí que no comprendía.
-Es perfecto.- Arrojó los papeles contra la mesa. Caminó una vez más lejos del laboratorio con Newton a sus espaldas. Siguió el camino recto sin perder de vista a quienes conformaban la nueva generación que trabajaba para Neo-Umbrella, el tercer aliado, su compañero de investigación seguía donde cualquiera podía encontrarlo, avanzó hasta divisar la sala de ¨Cuidados especiales¨ abriéndola sin miramientos, poca importancia era cuando las noticias eran existentes.
-Justo donde los queremos.- El aliado asintió. Palmeó el hombro de su compañera. La consideraba un ejemplar perfecto de recreación al pasado.
Había grandes heridas por abrir.
Los lazos unían y Umbrella los ataba de forma permanente, cada paso dado desde la fundación de la compañía marcaba a cada uno de los miembros, como Spencer, creador del virus T, William Birkin y Albert Wesker, personajes dignos que dejaban una huella permanente en creaciones poderosas para desatar un nuevo Raccoon City; muchos caían en estupideces sin sentido y Derek Simmons, se consideraba uno de ellos. Patético, las generación verían cómo era trabajar al modo antiguo.
-Eso significa que al fin se han encontrado ¿Cuándo quieres comenzar la acción?
La mujer señaló su bata. Rió con malicia.
-De inmediato
Siguiente objetivo: Adam Bemford Parker.
El líder sonrió. Cerró los ojos y dejó que el clima del aire acondicionado le erizara la piel. Suponía que su nuevo objetivo sería fácil de encontrar cuando era Marcus quien se colaba entre las instituciones descaradamente.
Ya era hora de mostrarle a patéticos quienes eran y mancillar las heridas abiertas, solo así dolían más y era turno de Leon Kennedy en padecerlas.
Cuando dos mundos volvían a chocar, solo uno de ellos saldría invicto sin margen de error.
…
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Arrugó en entrecejo al entrar en el dichoso bar que sus compañeros habían mencionado durante la hora laboral. Las personas en el bailaban despreocupadamente y algunas bebiendo hasta el coma etílico.
¿Cómo podía ser arrastrado hasta ese lugar?
-Tardaste un poco, Adam, pensamos que tu odio al alcohol te habría condenado.- El rubio gruñó sentándose en la mesa redonda; tres pares de mesas juntadas estratégicamente para el evento, aunque aún habían cosas por prestarle atención debía relajarse, su tutor podía salir bien de la situación en la cual estaba metido por culpa de esa mujer.
Ahora, entendía un poco el mal humor de su prometida al hablar sobre Ada Wong, parecía ser que la mujer tendría un especie de vínculo fuerte con Leon Kennedy para permitirle compartir campo al grado de olvidarse a qué bando pertenecía, si Claire lo descubría su tutor se metería en problemas los cuales ampararía, era su turno de brindarle ayuda.
Y si eso significaba enfrentarse a Chris Redfield lo haría. Le debía todo lo que era.
Adam sacudió la cabeza concentrándose en el hombre que sonreía, bebiendo un trago
Turco. Cabello largo. Ojos verdes y actitud despreocupada; De todo el círculo de amistades Yuri Demir tenía un caso admirable al haberse integrado el D.S.O cuando su pasado lo marcada de criminal, ladrón de una poderosa joya rubí que no digería del todo los sucesos que lo habían orillado a tomar el camino obscuro del cual Leon Kennedy siempre maldecía, aunque quizás las historias contadas por sus colegas daban mayor sentido.
-No entiendo por qué estamos en un bar si no bebo, Demir- Masculló irritado. Había veces en los que se cuestionaba cómo las personas reunidas podían mantenerse al margen de agentes clasificados e importantes. El mal humor predominaba en la mayoría de los integrantes de la institución, lo cual era tedioso. El hombre sonrió socarronamente alzando la copa.
-Tú eres demasiado bueno, Bemford, es increíble que Claire Redfield sea con quien realmente vayas a casarte, tiene un carácter difícil de controlar.- El segundo individuo masculino asintió y Adam odió mentalmente la sinceridad del turco
Francés. Rostro marcado por leves cicatrices. Nuevamente actitud nada seria, solo en casos importantes describían a Emile como una persona de especial cuidado a la hora de hablar y el que Emile diera su aprobación decía mucho. El francés recién se había instalado, y aun así parecía llevarse aceptable con la mayoría de sus colegas.
Yuri Demir. Turco ex criminal parecía llevarse bien con el francés manteniendo la cordialidad, los tres junto a Percy Johannson conformaban la tercera división de investigación con Claire como superior. La camarería impuesta les volvía el ambiente menos asfixiante ya que Leon podía ser cruel cuando se lo proponía, comparándose casi como el hermano de su prometida.
Lo único en común entre esos dos parecía ser el gusto por el alcohol.
Y faltaba su tercer compañero que seguía sin dar señales de aparecer pronto.
La D.S.O hacía el mayor intento por llevar el trabajo pasivo y el compañerismo entre los colegas. Entre ellos no había ningún problema.
Nunca como Leon y Yuri, el odio entre ellos era palpable, tóxico. Adam sabía que parte de ello variaba al historial delictivo. Leon estaba exagerando las cosas.
Él no era un santo, también era se comportaba como un idiota.
-Todos llegan a esa etapa, Yuri no se puede estar enfrascado en la obscuridad.- Respondió sonriente. El turco gruñó en respuesta haciéndole sonreír, las manías delictivas del agente nunca saldrían de su sistema, estaba en la sangre turca la necesidad de adrenalina y él ya había tenido suficiente durante los meses anteriores, por suerte, faltaba solo un poco para dar el paso adelante, lo faltante, darle a Claire la felicidad que tanto merecía después de tanto dolor.
Y el de los ojos verdes seguía irritado con copa en mano, moviéndola desinteresadamente sin dar indicios de prestarle interés. Emile rió contagiándolos.
-Ya, ya… él tiene razón, no todos somos como tú, Adam- Respondió el francés. Le dio un sorbo a su bebida y ordenó al mesero.- Te diré, por ejemplo que cuando estuve de años atrás de misión volví a reencontrarme con Noiholt Mausser.- Esperó unos segundos a que sus dos compañeros asimilaran la situación planteada. Nunca estaba de humor para hablar del pasado, debía dejarlo en claro si quería llevar la velada pacífica, no habían tenido un descanso desde la codificación a manos del sargento Olivera.- ¿Saben lo que sucedió?
Adam arrugó la nariz. Yuri Demir maldijo en voz baja.
-Un rubio idiota.- Respondió el francés. El cuerpo le ardía de la rabia. El turco dejó la copa sobre la mesa arqueando una ceja.
-Idéntico al agente Kennedy, Vaya tonto.- Adam rodó los ojos con fastidio. Desde el ingreso a la D.S.O los comentarios hacia su tutor no se hacían esperar. Leon Kennedy se había formado con los años, eso lo aprendía desde que era un joven novato como él al presentarse como su tutor, ellos nunca entenderían los motivos que orillaban al agente a ser tan insensible.
Por más que la gente hablara. Leon seguiría siendo un enigma para toda la D.S.O
-Quizá están exagerando… él no es tan malo.-Un grito desgarrador se escuchó al fondo. Un tiroteo cobraba intensidad.
-Parece ser que nuestro descanso nunca puede ser tomado a la ligera.- Sonrió irónico el francés.- Pero bueno, es mejor saber qué demonios está pasando.
…
Observó al arma biológica devorar con necesidad la carne de su víctima, la forma de desmembramiento y el crujir de los huesos creaba un ambiente perfecto. El virus parecía ser más corrosivo a lo habitual, lo cual era perfecto. No había un margen de error, el virus dominaba a su huésped sin dar indicios de adaptación.
Steve Burnside, el único cuerpo vivo en tener los anticuerpos de pesar de haberle extraído un virus letal seguía en pie.
Ya estaba deseando la agonía de Claire Redfield.
La B.O.W arrojó restos de sangre y viseras contra el vidrio; la larga lengua, los colmillos afilados y garras letales hacían del Lican moderno un arma de gran beneficio. Solo bastaría un toque para eliminar a sus oponentes, una sola gota de sangre para infectar sin índice de piedad.
La criatura gritó y era de esperarse en el cambio de mutación. El gran tamaño sería perfecto, un regalo de bodas que ninguno de ellos olvidaría.
Su mente viajó hasta hacía seis años atrás cuando Neo-Umbrella había requerido su conocimientos científicos, la capacidad de las palabras del líder, el carisma poco habitual en Newton, el evidente enfado de Marcus Withlock , la cara de quien sería su compañero de investigación. Nuevos dolores, nuevas metas.
Cosas que pronto saldrían a la luz.
-Es curioso como el dolor puede unir a tanta gente, cuando dos personas están destinadas a unirse no hay nada mejor que un enfrentamiento a muerte.
¿Estarías dispuesta a matar lo único que te ha mantenido de pie Claire?
…
Emile disparó contra las extrañas criaturas que comenzaban a acabar terreno en los alrededores del bar, algunas personas corrían aterradas buscando refugio. Por el rabillo del ojo Adam Bemford sostenía un arma la cual reconocía casi a la perfección como una Matilda propia del Kennedy; Yuri Demir acuchillaba a los infectados con velocidad maniobrando el arma repetidas veces entre la obscuridad. Tenían que salir cuanto antes del lugar o evacuar los alrededores antes de una expansión.
¿Qué debían hacer?
El francés se quitó el sudor de la frente pensando cómo diablos evacuar a tantos civiles cuando solo eran tres las personas con armas de calibre, necesitaban cuanto antes una estrategia rápida. Sacó el móvil tecleando un mensaje lo más rápido que podía, Ingrid Hunnigan mandaría a su mejor arma si Leon no estaba disponible en el sector aunque, por las palabras del rubio el agente podía encontrarse cerca y quería creerlo.
-Esto no es nada de lo que hubiera presenciado antes.- Habló el turco rodando por el suelo. Desenfundó su arma aventando el cuchillo táctico en la cabeza de lo que parecía ser un anfibio con forma de sapo gigante percatándose de lo peligroso que podía ser la lengua fibrosa del animal, también habían infectados con perforaciones a lo largo de la cabeza dejando ver la materia cerebral y otros órganos.
Dañarían su maldita camisa nueva roja.
¿Qué eran?
No se parecían en nada a las criaturas que les habían mostrado con respecto a las criaturas deformes, no tenían la apariencia asquerosa del famoso cerberus solo los perros portaban esa clasificación, los detalles del virus C tampoco brindaban mucha información. El turco se posicionó al frente del dúo, si los mantenía en un punto fijo de vista las posibilidades de ser atacados individualmente se reducía a favorablemente.
-Hunters.- Escuchó al rubio pronunciar y su ceño se marcó agotando la primera fila de munición, al menos uno de ellos los reconocía, deslizó la mano hasta su estola buscando las granadas explosivas, les hizo una señal al dúo y quitó el seguro arrojándolo a la mayor concentración.
La explosión cubría intensidad, arrasando autos, infectados, creaciones; cada uno se había ocultado en diferente dirección, pero no permanecían tan lejos. El de los ojos verdes vio salir entre las llamaras un convertible rojo desplazarse a gran velocidad impactando contra las cosas esas, y, a lo lejos divisó los ojos azules de quien odiaba por creerse un alto Rango sin razón aparente.
Leon Kennedy saltó del automóvil, tras las palabrerías sin sentido de Hunnigan habían partido según las coordenadas, dando como blanco el lugar donde Adam haría el evento al cual no asistiría, los peritos encargados de analizar las evidencias en su departamento. El rubio disparó sin atisbo de compasión, eran iguales a las criaturas de España, mantenían el mismo perfil, textura y olor corrosivo del ácido sulfúrico.
El fuego en los alrededores comenzaba a irritarle la zona de la espalda baja y, el improvisado aumentaba las puntadas dolorosas; tres hombres salieron de su escondite y él no tenía que esforzar su cerebro cuando conocía los rostros de las personas con las cuales compartía terreno, al menos nada les había sucedido durante el nuevo altercado.
Dos ataques en una noche eran algo más que simple coincidencia.
Ada Wong estacionó el coche depositando la maleta en el compartimiento, una nueva zona de acción había eliminado la irritación del agente haciéndolo concentrarse en un solo objetivo, lo conocía. Su sentido del deber lo llevaría a la tumba si seguía arriesgándose el cuello con una patología lumbar como la que portaba.
-¿Quién eres tú?- La castaña miró al hombre que le apuntaba. Yuri dispararía si las cosas tomaban un torno violento. Aquella mujer estaba en la lista primordial del D.S.O; encargada de esparcir una infección letal que se comparaba al famoso Raccoon perdido, había matado dos equipos élites , dejado al gran Chris Redfield en un estado deteriorado condenándolo a un estado emocional sin dar indicios de recapacitar.
Y, aun así, Leon Kennedy estaba con ella.
Patético.
-Yuri Demir… ¿Así acabaste? El lado de los buenos sin duda no te queda.- Apretó el gatillo. Encontrarse con aquella mujer después tanto tiempo no estaba entre sus planes. Si bien odiaba la traición comedita por la castaña, verla con vida no estaba mal.
-Veo que te agradan los rudos, Wong ¿Intentando con el líder? Te creí más lista.- Sonrió sin bajar el arma. Nunca se podía confiar en ella abiertamente. - ¿Qué buscas aquí, Ada?
-Eso no te…- Calló al sentir el mal humor proveniente del rubio. Leon llegaba hasta sus posiciones con dos personas más, el prometido de Claire Redfield y otro el cual le era desconocido. Leon torció la boca, estaba agotado. Demasiados peligros en una sola noche lo volvían un blanco débil y eso no estaba permitido.
-¿Qué desastre…Me perdí de algo?- Interrogó una persona tras sus espaldas. Adam sonrió girándose hasta encarar al sujeto, sostenía lo que parecía ser un arma biológica corrosiva sin darle prioridad. Llegó hasta él intentando despejar la atención del rubio agente que parecía cabrearse aún más de lo habitual. Emile olvidó su objetivo inquisitorio y Yuri apretó la mandíbula.
Todos lo habían visto sin dar crédito.
Leon protegía a una criminal.
El rubio murmuró en voz baja y Adam determinó que estaba en su límite. Los cuatro contemplaron la leve curvatura en su espalda generándoles interés. El rubio vio a la mujer tomar al rubio por los hombros metiéndolo al automóvil.
Y los tres, atónitos no sabían que sucedía.
-Sigo aquí, por si quieren hacerme caso- Volvió a resonar la voz.
Castaño. Ojos verdes. Cuerpo levemente corpulento y sonrisa molesta.
-Te perdiste la acción Percy.- Habló Yuri intentando disminuir la tensión. El de los ojos verdes asintió arrojando el cuerpo putrefacto sobre el frio piso. – Emile estaba contando su historia de amor fracasada sobre Noiholt otra vez.
Él rió con burla.
-Y yo que quería contarles sobre un castaño imbécil, ¿Qué tal si hacemos otra ronda? Leon no va volver por algunas horas.
…
Estacionó el convertible negro admirando en silencio el paisaje nocturno. El clima a esas horas de la noche se hacía intenso, frío, perfecto para la conservación de su muestra que debía entregar a su superior odiaba al rubio por hacerle tomar imprevistos.
Nunca ayudaba, ya lo había dicho alguna vez, pero, Leon estaba demasiado irritante para un par de jóvenes inexpertos que no soportarían la magnitud de su carácter. Ada se acercó hasta él y deslizó los dedos por la espalda masculina detallando la posición. Según los libros la patología de Leon dañaría su columna y el seguía metiéndose en problemas, las consecuencias le llegarían rápido si no tomaba los cuidados necesarios.
Y que Leon lo supiera sin hacer nada le molestaba un poco, no podía ser tan descuidado. Las personas caían, o se perdían en el camino de lucha, Chris Redfield, claro ejemplo no se dejaría llevar por algo tonto como la debilidad. Leon era peor, si quería el éxito en su misión tendría que compartir campo con él más de lo habitual.
Algo le decía que tendría donde pasar la noche. Y ya tenía tiempo para aplacar la furia contenida del agente.
-¿Quieres decirme que demonios sucedió? No me digas que no sabes, estoy harto de tanto misterio.- La castaña se encogió de hombros. El rubio podía hablar hasta cansarse, ya encontraba entretenido lidiar con su indomable carácter.
-Haces muchas preguntas ¿Por qué solamente no te callas y te dejas curar?… - Acarició el cuello del agente dejando el hombro visible. Tendría que darle un masaje para evitar llevarlo al médico.- aún hay tiempo.
Al menos antes de que todo se saliera de control
…
Claire abrió los ojos suavemente percatándose de una incomodidad en brazos y piernas, sin contar la falta de visibilidad. Quizá tendría alguna venda, el pánico inundó sus sentidos. Escuchó pasos provenientes de la recamara y lo supo, había alguien más que estaba dispuesto a asesinarla.
Sintió algo filoso contra su cuello. Algún objeto punzocortante, quizá un chillo pero eso no era lo importante, estaba sola sin poder defenderse o actual al estar atada sin opciones de ideas. Forcejeó lastimándose las manos en consecuencia a las sogas.
¿Cómo no lo había notado?
La pelirroja tensó los músculos de su cuerpo al percibir un aroma masculino fuerte, algunos mechones de cabello haciéndole cosquillas en la frente. Estaba cerca, suponía que su rostro estaría lo más próximo al suyo. Pensar alguna escapatoria sonaba lejano. El hombre no hacía movimiento alguno y aun así, sentía el calor emitir de su cuerpo.
Extrañamente reconfortante.
-Suéltame, te arrepentirás de lo que están haciendo.- el pelirrojo sonrió afianzando la punta del cuchillo contra la pálida piel del cuerpo. Esa mujer parecía tener un carácter demandante, la capacidad de voluntad parecía ser habitual en ella.
Clavó suavemente sobre la carne perforándola, haciéndola sangrar y llevó su boca hasta la herida deslizando su lengua hasta llegar antes del corte. Un solo contacto sanguíneo la mataría, el virus en su sistema tenía la capacidad de hacerlo sin generar dolor alguno, su líder ya le había dado órdenes estrictas y Claire Redfield no conocería la muerte tan pronto.
Su tutor tenía grandes cosas para ella.
La pelirroja sentía la herida arderle profundamente, no era nada grave y prefería no encontrarse Adam ahí en esos momentos. La situación requería de habilidad, el hombre parecía ser preciso en sus acciones al punto de ser lo suficientemente rápido para lograr atraparla. Nunca pedía ayuda, a nadie. Los años le habían enseñado a salir ilesa.
El calor del cuerpo masculino afectaba sus sentidos, lo sabía. El penetrante aroma de la colonia le indicaba que él estaba cerca, podía sentir también sus cabellos rozar contra sus mejillas indicándole que había inclinado el rostro un poco más al punto de sentir su respiración tranquila.
Quería golpearlo, patearle o algo. Se quedó quieta al sentir los labios masculino posarse sobre los suyos.
La sensación le hizo cerrar los ojos traicionando involuntariamente sus sentidos.
Y se odió.
Por primera vez, desde todo lo sucedido, se sentía interesada en algo que no fuera la misma boda.
.
…
-Entonces… ¿Un castaño con cuerpo gigante te robo a esa chica?- Inquirió curioso el rubio.- ¿Eso es posible?
Un nuevo bar. Seguía odiando el olor a tabaco y alcohol pero debía continuar, el momento de relajación era agradable. Una vez casado no podría volver a hacer ese tipo de cosas; Percy golpeó la mesa en señal de descontento.
-Al parecer la mujer de quien estaba enamorado se casó con otro y la conoció a ella.-Le dio un fuerte trago a su bebida preparada.- Esa es la historia de cómo Helena se quedó con ese tipo.
-¿Helena Harper, no acaso es la compañera de Leon?-Emile alzó una ceja- Vaya… tu historia sí que es trágica- habló burlón.
-¿Qué nos dices de ti Yuri?-El moreno negó.- ¿Será que esa mujer la cual estaba con Leon tenía historia contigo?
Adam esperó la respuesta. Con Yuri sería más fácil averiguar el pasado de esa mujer que había causado el distanciamiento entre Chris y Leon. Si había algo más, las sospechas de Claire tendrían mayor cobertura.
-Eso de los dejo a su imaginación pero podría decírselo si logramos embriagar a Bemford- El rubio sintió una punzada en la espalda al verlos. Los malditos estaban locos.
-De ninguna manera, esto no va a suceder…- Sintió algo de lleno en la boca y contempló con horror la botella de cerveza y el líquido lastimando su garganta.
Sería una problemática noche si lograba salir sobrio de ahí.
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¡Hola! ¿Qué tal todo? Sé que me he tardado en actualizar, la excusa de esta vez deriva en un trauma de varios meses que ya estoy superando y vuelvo amar al rubio agente xD.
Bien, quiero hacer una aclaración sí reconocen el nombre de algunos personajes, esto es porque estos no son míos, son propiedad de unas grandiosas chicas que los prestaron para el cuarteto de "Personajes que darían comedia" a este capítulo. Les dejaré aquí a que historia pertenecen y su respectiva autora.
-Yuri Demir- Desert Rose- Nelida Treschi.
-Percy Johansson- Crowsing to Rivers-CMosser
-Emile- Ojos color cielo- Mire2006 (Estrena nuevo nombre, pero no lo recuerdo ahora xD)
Ahora bien, si les gusta podría poner más acerca de ellos y si cumplieron su deseo de emborrachar al rubio o si Percy baila sobre la mesa de lo ebrios que podrían llegar jajajajaja (Yo sé muy bien quien quieren saber) en fin. ¿Qué les pareció este capítulo?
Horrible lo sé, pero quería dejarles algo xD
Volviendo al tema general de la historia…ya tienen una pista sobre quienes están tras esto ¿Alguien ya sabe? ¿Qué pasará ahora? ¿Leon morirá de tanto estrés? ¿Quieren una última rivalidad Yuri vs Leon?
Ahora la pregunta del millón. Todo está listo pero con el último suceso…
¿Creen que Claire Redfield se nos case después de esto?
Las respuestas posibles.
Si, te mato si no lo haces B) No, te mato si lo haces
Espero sus respuestas ¿Tengo muchas opciones no? Jajajajaja
En fin. Nos leemos en el siguiente. Se me cuidan.
Ah, sí lo olvidaba, muy pronto les tengo el siguiente de esta historia o posiblemente del otro YDS así que no me maten por esto
Ahora sí. Hasta lo que venga primero.
Fatty Rose Malfoy
PD: (Para los que querían saber de cómo gira toda la trama, el fragmento del diario es importante. Habrán tres datos más adelante que son de mucha importancia)