Sakura's POV.

Ya casi llegábamos a la plaza, ya habíamos pasado al súper a comprar las botanas para la noche, en serio estaba ansiosa, mi primera pijamada…, sé que nada lo arruinará. Aparte, también es la primera noche que iré a un club nocturno.

Al llegar, todas nos ubicamos al frente de la entrada principal de la plaza, al estar todas juntas entramos y comenzamos a comprar casi todo lo que veíamos. Lencería, pijama, maquillaje, de todo. Por un momento pensé que compraríamos los locales enteros. Al terminar las comprar cada una fue a su casa para recoger sus cosas, a excepción de Hinata y Karin que se quedaron conmigo ya que tenían todo listo ya.

Llegamos a la casa y comenzamos a arreglar todo. Hidan ya se había ido a trabajar, así que ya la casa era solo nuestra. Como dormiríamos en la sala, acomodamos almohadas por todo el suelo y colocamos las botanas en una mesa que pusimos en el centro. Después de terminar de arreglar todo, Karin se fue a casa para traer sus cosas y terminar de arreglarse mientras Hina-chan y yo subíamos a ducharnos y cambiarnos. Justo cuando bajamos, llegaron las demás.

No es por presumir ni nada, pero tengo amigas muy guapas.

Ya estábamos todas, cada quien con su equipaje y ya estábamos vestidas para irnos al club. Tomamos nuestros bolsos y móviles y nos fuimos. Como queríamos llegar todas juntas, nos montamos en un taxi. Llegamos al club en alrededor de 10 minutos, para ser viernes, el trafico estaba bastante fluido.

Nos acomodamos en una mesa al fondo del lugar, parecía el área VIP del lugar. No le tomamos importancia a eso y nos sentamos sin más. Como no teníamos mucho dinero para pagar tragos de lujo, solo bebimos vodka.

Claro, TenTen y Hinata se mantenían al margen, ellas solo estaban tomando agua y refresco.

— ¡Como es la primera vez de Saku-chan, propongo un brindis!

No niego que ya me sentía un poco mareada, pero definitivamente Ino estaba hasta el copete, y detrás iba Karin. Podía llegar a ser más irritante así de lo que ya es cuando está sobria. Nadie quería ser la aguafiestas de la noche así que todas alzamos los pequeños vasos de shots y tomamos el trago de un tiro, incluso logramos que las dos vejetas se tomaran un par.

Salimos a bailar. Primero estábamos todas en nuestro círculo y luego nos separamos cuando un chico sacó a Temari a bailar, parecían conocerse así que la dejamos ir.

Me estaba mareando más, de tantas vueltas sentía que ya iba a vomitar así que me separé de todas y les dije que saldría a tomar algo de fresco. Ten-chan ofreció acompañarme, pero le dije que estaría bien, que no tenía que preocuparse.

Salí y me sentí en la acera, todo daba vueltas, escuchaba las voces de las personas que pasaban detrás de mí lejos, y casi no oía a los carros que pasaban delante de mí. Me puse de pie y me recosté a la pared más cercana. Me desconecté tanto del mundo que no noté cuando un grupo de chicos se acercó. Sus comentarios morbosos… Intenté forcejar para librarme del agarre de los tipos que me habían tomado de los brazos, pero era inútil, obviamente eran más fuertes que yo. Cerré los ojos con fuerza deseando que algún alguien me salvara, intenté gritar tan fuerte como me permitían los pulmones, y cuan ángel mandado por los cielos, una silueta masculina de dibujó detrás del grandulón que intentaba meter su mano bajo mi camiseta.

Todo pasó tan rápido, en un abrir y cerrar de ojos, estaba en el suelo, sentada. Y los tipos ya no estaban a mí alrededor, recuperé la conciencia y escuché claramente como aquel sujeto les estaba propinando una buena golpiza a esos tipos.

No pude pararme, no tenía fuerzas. Decidí quedarme sentada un rato más. Hasta que alcé la mirada y vi una mano tendida frente a mí para ayudar a levantarme.

La tomé sin miedo, ya nada peor podía pasar. Pero mi sorpresa fue cuando me encontré con el rostro que tenía mi salvador.

— Sa-Sa-Sasuke Uchiha…? — tartamudeé al encontrarme con esos ojos azabaches, no supe bien si su mirada era de reproche o de preocupación.

— ¿Estás bien? ¿Te hicieron algo? — dijo con su habitual todo seco. Negué con la cabeza dándole a entender que estaba bien. Suspiró y volvió a mirarme.

No pude evitarlo, solo sentí cuando mi cara comenzó a arder de la vergüenza.

— ¿Qué haces por aquí a esta hora?

— Es-estoy con las chicas…

Murmuré. Y de repente escuché como alguien abría la puerta del club, eran ellas. Salieron con miradas preocupadas.

— Saku-chan, ¿qué pasó? ¿estás bien? Te escuchamos gritar — preguntó TenTen mientras ponía sus manos sobre mis hombros y me sacudía, estaba histérica.

— Sí… estoy bien, solo algo mareada.

— ¿Quién te hizo esto? — dijo Ino tomando un extremo de mi blusa que estaba rasgada. — ¿Te lo hizo este idiota? — miro al azabache con odio.

Pude ver como Sasuke fruncía el ceño casi al instante de oír las palabras de Ino.

— Hmp. Deberían estar agradecidas que le salvé la vida.

Dijo y se fue. Escuchaba a las chicas preguntarme que había pasado, pero yo solo podía concentrarme en ver la silueta del Uchiha desaparecer a la distancia.

«¿Por qué… me salvó…?»