Espero que le guste!
Aviso que pronto actualizare mis historias de "La Historia Detrás de Un Reino" y "Una Voz que Enamora"
Cuando la mañana por fin llego Tsuna se levantó, se estiro un poco y fue al baño a tomar una ducha, mientras se duchaba se puso a mirar su añillo de matrimonio con tristeza y cuando termino cerro la llave de la regadera y camino hasta el espejo del baño, una vez ahí se vio en el espejo y una amarga sonrisa se posó en sus labios.
-. "Aún están ahí " – pensó con tristeza y unas cuantas lagrimas empezaron a salir de sus ojos ante los recuerdos que invadían su mente.
Ya que en el espejo no solo reflejaba el bello cuerpo del doncel, sino también unas cuantas marcas y moretones que su "amado" esposo le había dejado en sus brazos y en parte su torso de recuerdo antes de irse de viaje de negocios
Habían pasado tres días, cuatro si se cuenta el día que estuvo hospitalizado, pero los golpes aún se sentían como si se hubieran hecho esa misma noche...
~*Flash Back*~
-. ¡Dame-Tsuna!- grito Kensuke Mochida a su esposo entrando al comedor- ¿¡Donde estas!? Maldito inútil si te encuentro zorreándole a alguien te voy a...- empezó a mascullar con ira mientras empezó a buscar en otras partes de la mansión estilo oriental que sus padres le habían comprado.
En poco tiempo la hermosa silueta de su esposo empezó a visualizarse por el pasillo que estaba cerca de la habitación, con paso tranquilo y con elegancia, como le habían enseñado desde muy joven, llego a la sala de estar donde se encontraba su marido.
-. ¿M-me lla-llamabas?- le pregunto con timidez
Al momento que Mochida lo oyó se voltio a verlo solo para toparse con la sexy imagen del doncel recién bañado y usando únicamente una ligera bata corta de seda sobre su delicado cuerpo mientras tenía una postura sumisa, basta decir que Kensuke se relamió sus labios ante la erótica imagen enfrente de él. Una sonrisa lujuriosa se mostró en su rostro y sin preámbulos se dejos caer de bruces en el sillón mientras se desataba el nudo de la corbata de su traje y haciendo un ademan con una mano le indico a su consorte que se aproximara.
Tsuna se tensó ante la mirada del pelinegro, con miedo (muy notorio) se fue acercando al varón que no le quitaba los ojos de encima, cuando estuvo lo suficientemente cerca sintió como el azabache lo tomo con brusquedad de una de sus muñecas y lo obligaba a sentarse entre su piernas, entonces con todo el descaro del mundo con sus manos empezó a tocar el cuerpo sobre la fina tela de la bata. El doncel se mordió su labio inferior tratando de que no saliera ninguna queja de ella pero las lágrimas lo traicionaron y de sus ojos empezaron a brotar sin descanso.
-. Ken-kensuke-sama po-por favor deténgase- rogo el castaño entre lágrimas de frustración de no poder detenerlo pero para su sorpresa Mochida si se detuvo, pero no por consideración a hacia él.
Esas palabras solo lograron provocar que el varón se enojara, ya que tenían dos años de casados y el doncel aún continuaba "resistiéndose" a sus órdenes y eso era algo que no podía soportar. Sin miramientos hizo que el doncel se parara y quedara nuevamente frente a él.
-. ¡CIERRA LA BOCA!- grito el azabache al momento de parase y brindarle un buen puñetazo en el rostro al doncel que termino en el piso por la fuerza ejercida- ¡ERES MI ESPOSO! ¡MIO!- le recordó para después darle una serie de patadas en la zona del torso.
Siguió golpeándolo y pateándolo hasta que se cansó y se alejó un poco del maltratado cuerpo del semiconsciente doncel.
-. ¿Te quedo claro, Dame-Tsuna? No eres nada sin mí, ni siquiera terminasteis la escuela por que eras un idiota que no servía para nada y valía nada- ante sus humillantes palabras el castaño sabía que no podía hacer nada porque eran verdad o eso le había hecho creer - Tienes suerte que me fijara en ti, sino un doncel tan poco atractivo como tú nunca conseguiría un verdadero hombre como yo que se atreva a tocar tu asqueroso cuerpo carente de belleza…. - en eso con su mirada recorrió el cuerpo del castaño y le dio una idea-tal vez debería de recordártelo- dijo mostrando esa sonrisa libidinosa antes de abalanzarse sobre el doncel...
Después de eso todo se volvió negro… y Tsunayoshi despertó solo en el hospital y Kensuke se había ido de viaje a quien sabe dónde...
~*End Flash Back*~
-. "No Tsunayoshi... No llores, ese hombre no volverá a tocarte, dos días, solo dos días más y desaparecerán"- se dijo a si mismo con la esperanza que calmarse... pero ¿Cómo eso calmaría su destrozado corazón de dos años maltrato? Y sin mencionar que la imagen del espejo tampoco ayudaba.
Suspiro profundamente una, dos, tres veces, antes de volverse a ver en el espejo y mostrar una sonrisa para luego salir del baño. Se dirigió a su habitación y se dispuso a cambiarse, una vez arreglado salió de su hogar y cerró la puerta, bajo las escalares que se hallaban aun lado del edificio hasta llegar a la parte de abajo, camino al frente de la tienda y usando las llaves que Nana le había dado abrió la puerta acomodo un poco antes de irse a la parte de atrás para ponerse su uniforme. Camino hasta los vestuarios y busco el de donceles, y una vez ahí busco el casillero que le asignado Nana, cunado le encontró vio su uniforme y un sonrojo se apodero de sus mejillas cuando empezaba a ponerlo. Su uniforme consistía en un short (MUY corto para el gusto de Tsuna) negro junto con una camisa blanca clásica algo ajustada, marcando sus bellas curvas, de manga larga, de calzado llevaba unos botines bajos de color negro hasta los tobillos y por ultimo un pequeño mandil corto de color blanco.
Se veía simplemente hermoso y sexy. Lástima que no se diera cuenta.
-. "Espero que nadie se sienta asqueado por mi cuerpo"- pensó Tsuna con miedo tratando de bajar un poco su pantalón a la vez que recordaba las palabras de Mochida.
"Ningún varón se fijara en ti" "Tienes suerte de casarte con un verdadero hombre como yo" "Eres una puta barata y te compre ¿entiendes?" "sirves para nada"
-. "¡No es cierto!"- Tsuna grito mental mete tratando de detener sus recuerdos- esto ya no es el pasado, ya no estoy con él- dijo en voz alta- esta es mi nueva vida y además Nana-san eligió este traje para mí- exclamo recordando la sonrisa de la castaña al momento de entregarle el traje- No creo que ella me dé algo que no me siente bien, entonces ANIMO TSUNAYOSHI!- se dijo a sí mismo para cerrar la puerta de su casillero y salir con dirección a la cocina
En su camino trato de bajar la tela del pantalón porque sentía que "exponía" mucha piel innecesariamente en su opinión.
-. KYAAA~!- entonces fue el chillido de su jefa el que lo volvió a la realidad- Tsu-chan te ves tan kawaii tan sexy tan violable!- empezó a gritarle encantada mientras desprendía pequeñas florecitas y Tsuna podía jurar que los ojos de su jefa se habían vuelto de corazones.
-. Bu-buenos días Nana-san- saludo avergonzado por los halagos- ¿no cree que este pantaloncito es algo revelador? Tal vez debería cambiarme – le pregunto con la esperanza que opinara igual que él y lo dejara cambiarse.
-. ¡NO!- sentencio Nana ante la sugerencia de Tsuna- Por nada del mundo te cambies, te queda a las mil maravillas Tsu-chan-en eso empezó a prender las cafeteras- los primeros clientes siempre llegan a las entre las 9 a las 9:30 de la mañana y faltan diez minutos para que sean las nueve- dijo en murmullo la ultimo dándose cuenta que no tenía mucho tiempo- Tsu-chan- llamo al doncel que la vio dando a entender que la escuchaba- ¿Sabes preparar café expresso?- el menor solo asintió- bien, ¿Me ayudarías a preparar los cafés?- Tsuna solo asintió dudoso y fue al lado de Nana- tienes que preparar los expressos de manera que no queden muy dulces ni muuuyyy amargos, Reborn-kun es algo exigente cuando se trata de su café- comento divertida
Tsunayoshi se puso nervioso pero estaba feliz, le gustaba cocinar solo que nunca lo hizo bien ya que Mochida siempre despreciaba lo que hacía que a final de cuentas nunca era lo suficiente para complacerlo , pero decidido a no defraudar a Nana-san y haría todo en sus manos para hacer el mejor café expresso del mundo.
~*Mientras con Enma*~
El joven mesero pelirrojo llevaba observándose en el espejo de su casa por quinta vez consecutiva, ni el entendía los motivos que lo llevaron a cambiarse tres veces seguidas solo sabía que quería llegar lo mejor presentable a su trabajo y su hermano Cozart no podía evitar verlo con curiosidad.
-. ¿Por qué te arreglas tanto Enma?- le pregunto directamente provocando que su hermanito se pusiera casi igual de rojo que su cabello
-. So-solo quiero verme bien- contesto de forma tímida escondiendo sus ojos bajo se copete
-. Entiendo pero... ¿Por qué hasta ahora?- en eso Enma volteo a verlo confundido- quiero decir, que si antes no te importa ¿Por qué hacerlo ahora?
-. Bu-bueno... es… es que no se había presentado la ocasión- refuto tratando de verlo a los ojos- además es solo trabajo
-. Entonces si es solo trabajo ¿Por qué te sonrojas?- cuestiono alzando una ceja, y vio como solo su hermanito se volvió más rojo
El pobre Enma estaba que se moría de la vergüenza y sin pensarlo dos veces tomo su mochila, que se haya arriba de una silla que estaba un lado del espejo y salió corriendo, y su hermano solo pudo oír a lo lejos
-. ¿¡QUÉ TE CREES, CAPERUCITA ROJA!?
Cozart solo vio a su hermano con extrañeza pero no le dio importancia y se dio media vuelta, ya tendría mucho tiempo para hablar con el cuándo regresara, por ahora iba tarde al trabajo y de seguro Giotto lo mataría
~*De Regreso con Tsuna*~
Tsunayoshi había terminado de ayudar a Nana y el local ya estaba listo para la llegada de los clientes, lo único que faltaba era poner afuera la pequeña pizarra donde venía no solo los precios si no también el logo del café, con dificultad la levanto (debido a que no estaba acostumbrado a cargar cosas pesadas) y la llevo hasta fuera, ahí más de un varón no le fue desapercibidos los "encantos" del castaño que se encontraba terminando de acomodar la pequeña pizarra.
El doncel estaba tan centrado en su labor que no se dio cuenta que un grupo de jóvenes se iban acercando y que cada uno de ellos se detuvo de inmediato y trago en seco cuando lo vieron.
Con sus miradas siguieron cada uno de los movimientos del joven castaño que sonrió cálidamente al finalizar su labor para después volver ingresar al establecimiento. Esa sonrisa fue lo más hermoso del mundo a opinión de los varones que estuvieron presentes y como si el menor fuera oro fueron de tras de él. Solo para sorprenderse que al momento de abrir la puerta de la pequeña cafetería de estilo barroco ser recibidos por el mismo castaño que hacía unos minutos habían visto afuera del café.
-. ¡Bienvenidos al Caffé Namimori, Señores!- exclamo el doncel con alegría
Los varones se quedaron en shock, la sonrisa del joven castaño era muy brillante para ellos , se quedaron callados unos minutos hasta que al final uno de ellos se recuperó del shock inicial.
-. Me-mesa para 8- pidió un joven de cabellos rojos muy apuesto con un tatuaje a mitad de su rostro.
Tsuna asintió y llevo a los señores a su mesa, siendo inconsciente que algunos de esos "señores" lo veían, y no precisamente le veían la espalda, ya que el encanto y belleza del doncel no pasaba desapercibida para nadie. El castaño les ofreció la carta y espero unos minutos antes de volver a hablar:
-. ¿Qué les puedo ofrecer?- pregunto con una dulce sonrisa volviendo a embobar a los jóvenes
-. Se-seis cafés negros, un frappé con caramelo y un expresso, los puede traer con la azúcar a parte por favor- pido el mismo joven tratando de mantener sus ojos en la carta y no el castaño
-. Por supuesto señor- respondió de forma amable y cortes- en un segundo se los traigo
Termino de decir cuando les dio una pequeña reverencia para después darse media vuelta y dirigirse a la cocina, lo sietes jóvenes siguieron con la mirada al doncel, quien a su opinión era el ser más hermoso del mundo y tal vez hasta el más perfecto, pero por desgracia ese bello doncel contaba con una hermosa sortija de compromiso o de matrimonio que brillaba en todo su hermoso esplendor en su dedo anular pero también en cierto modo no era tan extraño que alguien como él no tuviera un pretendiente, aunque eso no podía evitar que sintieran una gran decepción.
-. Era de esperarse- murmuro el más joven del grupo logrando que todos voltearan a verlo- Bueno no es lo más raro del mundo que una persona tan bella como él se comprometa o hasta se case ¿No?- pregunto solo para que minutos después sus compañeros asintieran de acuerdo con sus palabras.
-. Tienes razón Lampo- contesto un joven japonés de cabellos negros con una sonrisa- Donceles como él siempre tienen pareja , verdad Knuckle?
-. Estas en lo cierto Asari- respondió otro joven pelinegro
-. Debe ser un hombre muy afortunado-dijo otro joven de cabellos rubios que desafeaban la gravedad- pero bueno ¿A qué hora dijo Reborn y lo demás que llegarían, G?- pregunto al pelirrojo a su lado derecho.
-. No deben de tardar Giotto- respondió con calma- por lo menos Reborn llegara en tres... dos… uno y…- en ese momento se habrio la puerta del café y entro un apuesto hombre pelinegro con dos singulares patillas- ya llego- comento con cierta diversión para agregar- a tiempo como siempre Reborn
El recién llegado, identificado como Reborn, era un joven muy apuesto y elegante que se podía notar a leguas que podía conquistar a cualquier mujer o doncel que se le posara en frente sin siquiera mover un dedo. Reborn se quitó su sombrero en forma de saludo para después depositarlo a un lado de su asiento que daba la espalda a la cocina del café.
-. ¿A qué se debe la reunión Giotto?- pregunto en tono tranquilo pero un poco aburrido
Y antes que Giotto pudiera hablar una dulce voz se dejó escuchar endulzando los oídos de los varones en la mesa y logrando que Reborn se voltera para verlo dejándolo hipnotizado por su belleza.
-. Disculpen la espera- dijo Tsuna poniendo la charola con los cafés aun lado- Aquí les traigo seis cafés negros, un frappé y un expresso- los varones recibieron los cafés para pasarlos entre ellos- ¿Algo más?- pregunto
-. Si me pudieras decir tu nombre te lo agradecería- pido el apuesto pelinegro en tono coqueto
Eso no sorprendió mucho a los presentes, ya que se había vuelto algo muy normal que Reborn coqueteara con quien el considerara atractiva o en este caso atractivo
Tsuna por su parte le molesto un poco la actitud del desconocido para con él y en cierta forma se le hizo descarado como le pregunto su nombre y era tal su disgusto que no se dio cuenta que otro grupo de hombres estaba entrando por la puerta en ese preciso momento.
-. No si lo sepa SEÑOR pero es grosero de su parte pedir el nombre de alguien primero sin dar el suyo antes- regaño para dar media vuelta antes de retirarse
Los varones en la mesa y los que estaban entrando al local en ese momento se quedaron impresionados, no solo porque regaño al hombre con patillas sino que también rechazo, y repito RECHAZO, la insinuación de uno de los varones más cotizados de Italia y por no mencionar que no cayó bajo sus encantos. Ese día se había hecho historia!. Pero lo que el doncel pensaba era otra cosa:
-. "Todos los varones son iguales Tsuna,"-se recordó al momento que la imagen de su esposo le venía a la mente- "No te dejes engañar solo por qué un hombre te hace ojitos, es por ese motivo que sigues usando tu anillo de bodas"- termino de pensar viendo su mano
Bien eso es todo...
¿Quienes creen que son las personas que entraron por la puerta?
el acoso comienza desde el inicio del siguiente capitulo ¡ESPERENLO! (n . )
