One Shot: Todo por culpa de USUK (primera parte)
Narrado desde la perspectiva de Noriaki Sugiyama
Había comenzado un día normal, me levanté muy de mañana y me di una ducha matutina para después prepararme el desayuno. Mientras comía esos deliciosos Hot Cakes recordé mi vida con mi familia, pero ya soy un hombre lo suficientemente grande como para saber que debía acostumbrarme a estar separado de mi hogar, ahora en esta casa que se me hacia inmensa debía pasar el resto de lo que me quedaba de vida. Por un momento me sentí solo, y vinieron a mi mente algunas imágenes de lo que había sido de mi los últimos días, el mismo lugar en la mesa, el mismo desayuno, incluso estaba viendo el mismo programa (que extrañamente se había estado repitiendo los últimos tres días) ¿en qué momento todo se había vuelto una rutina?
Terminé de lavar los trastes y antes de retirarme al trabajo tomé una taza de té, por un momento me sentí Arthur Kirkland y reí por mi tonto pensamiento, tal vez el y yo llevábamos la misma historia y por eso es uno de los personajes que más me ha agradado. Tomé las llaves del auto y me dirigí a grabar Nar***o.
No me di cuenta en qué momento la tarde había caído y debía hacer mi trabajo en Hetalia, deseé que Katsuyuki esta vez si llegara temprano a la grabación porque cuando él está las cosas son más divertidas, no quiero decir que Kanadá, Daisuke, Onosaka y los demás no lo sean, quizá el leer mucho USUK me comenzaba afectar. Al pensar eso mi brazo involuntariamente se movió y una cachetada mía fue directamente a mi mejilla derecha, de no ser por mi pronto reflejo seguro provocaba un accidente de tráfico. Al llegar al trabajo y ver a los demás trabajando mi deseo fue otro, que Katsuyuki llegara tarde o no fuera a trabajar como siempre lo hacía, pero para mi desgracia una palmada de ese tipo me sacudió haciéndome pegar un grito que me apenó al grado de quererme morir.
-Lo siento, lo siento – dijo mientras reía dándome palmaditas más suaves en la cabeza.
-Estoy bien, eso no es necesario- dije dejándole ver que me había molestado pero el solo sonrío y siguió haciéndolo. Rempujé su mano y comencé a caminar.
-Vamos Nori, no es para tanto- contestó y siguió mi paso.
Durante la grabación él se la pasó contando a todo mundo que yo estaba enojado y que lo había rechazado, no creo que si intención haya sido la de dejarme mal parado frente a los demás, más bien quería que de cierto modo le ayudaran a arreglar las cosas y al final de mi turno salí del set y me dirigí a sentarme con los demás, era el turno de Daisuke.
-con que ese tipo de hiso de enojar- el abrazo de Onosaka me heló, aunque ya me había acostumbrado a sus tratos (porque según el soy la persona que más tiene ganas de violar) y solo sonreí mientras la mirada de los demás se centraba en mi y la respuesta que tanto ansiaban escuchar.
-No estoy enojado- respondí y dirigí la mirada al set.
-¡Vez! si estas enojado, ya perdóname Nori- casi gritó Katsuyuki poniéndose de pie e hincándose frente a mí. Su forma de actuar me provocó reír y tomarlo de la mano para ayudarlo a levantarse pero solo se aferró a mis piernas para pedir (supuestamente llorando) que lo perdonara.
-Que no estoy enojado- dije y un gallo salió en mi voz, todos rieron de eso menos el sujeto aun aferrado a mis piernas. –Ya levántate- volví a insistir.
-No quiero que sea la única persona con la que estés enojado este día- respondió mientras entraba Geo inoue con una tarta en las mano, ¿en verdad era mi cumpleaños? Como pude haberlo olvidado, quizá era porque los años ya me pesaban que ni cuenta me había dado, todos comenzaron a cantarme Happy Birthday .
-Lo había olvidado- dije al mismo tiempo que todos se acervan a mí.
-¿Que tú no tienes familia que te lo recuerde?- me preguntó Daisuke saliendo del set.
-Claro que la tengo pero saben que estoy ocupado, pero… todos… como es que…- no era capaz de articular ni una sola palabra, estaba tan feliz que no podía dejar de reír. –Gracias- fue lo único que pude decir.
-Pero no es para que estés triste- dijo Katsuyuki pasando el dorso de su mano para limpiar algo que parecían ser lagrimas saliendo de mis ojos, como era que ni cuenta me había dado de eso, y el alboroto no se hiso esperar, cosas como "USUK" "Iggy y America" "Yaoi" o "dejémoslos solos" fueron gritadas por todos los compañeros de trabajo, incluso él se incomodó en esa situación.
Al apagar las velas del pastel pedí el deseo más estúpido que jamás en mi vida se me había ocurrido, fue un infantil arrebato. "Desearía que USUK fuera realidad".