Siempre he creído que Ji Hoo merecía quedarse con la chica, pero bueno, también Joon Pyo tiene su punto. Así que, si Jan Di eligió al amor de su vida, Ga Eul consiguió a su alma gemela, ¿no puede entonces el resto del F4 hacer lo mismo?

Boys Before Flowers ni ninguno de sus personajes me pertenece, o el final hubiera sido algo como éste.

Prólogo.

Fiesta de Compromiso.

Al fin había aceptado casarse con él. Joon Pyo había regresado a Corea y le propuso matrimonio a Jan Di por segunda vez, y todos estaban felices con la noticia. Aquello parecía ser el perfecto desenlace luego de todo lo que había tenido que atravesar los últimos años.

Sólo una persona no podía ser feliz.

No podía aunque lo intentara.

Sencillamente, porque la mujer que iba a casarse, era su alma gemela.


- Sunbae...

Ji Hoo alzó la vista para ver los cálidos ojos de Jan Di.

Ella no sabía qué decir. No era capaz de sentirse tan feliz como lo estaría otra mujer en su lugar, y era por Ji Hoo. Sabía que le estaba causando dolor a él, su bombero honorario, su amigo, su primer amor, el hombre más bueno del mundo...

- Lo siento.

Él no respondió. Pero no era necesario decir nada. ¿Qué tendría que perdonarle? Absolutamente nada, porque ella sería feliz, y era lo único importante. Él había cumplido siempre con su tarea, cuidando de ella.

- ¿Irás mañana? - se animó a preguntar ella luego de un buen rato.

- Por supuesto – dijo él, intentando sonreír, aunque no funcionó muy bien – Es la fiesta de mi mejor amigo y la tuya, no puedo faltar.

Jan Di sonrió, algo más animada. Pero ella no podía imaginar en realidad cuánto estaba sufriendo Ji Hoo. Tanto como ella misma había sufrido al creer a Joon Pyo perdido.

O peor. Ji Hoo les observó mientras los prometidos bailaban en el medio del salón, igual que todos los pares de ojos allí. Le habían dicho que la cuidara bien, porque ella le daría una familia un día. ¿Entonces? Estaba a punto de perderla para siempre, y tampoco podía hacer nada para impedirlo, ¿en qué clase de amigo se convertiría si lo hiciera?

- Ánimo Ji Hoo – le dijo Woo Bin, parándose a su lado, y mirando también hacia la pareja – Estás haciendo lo correcto. Saldrás de esta, no todos los hombres son lo suficientemente valientes para enfrentar lo que tú enfrentas ahora.

- Valiente... - lo dudaba. Tal vez fuera ser demasiado cobarde.

- Si, valiente. Joon Pyo es nuestro amigo, y Jan Di ha cambiado su vida – Woo Bin sonrió – Bueno, la de todos nosotros, a decir verdad.

Ji Hoo sonrió, en eso al menos estaba de acuerdo. Gracias a Jan Di había recuperado a su abuelo.

- Y además, gracias a ella conocimos a Ga Eul – agregó su amigo, señalando al otro lado del salón, a la joven amiga de Jan Di. - Ella le hace mucho bien a Yi Jeong. Esta vez el casanova de los F4 ha caido.

- El casanova, el rebelde, el extraño y el don juan... - recordó él.

Ga Eul se sentía tan contenta: su mejor amiga iba a casarse con el hombre que amaba, y Yi Jeong acababa de volver.

Sus sentimientos por él no se habían desvanecido, sino que se habían hecho más fuertes e intensos con el tiempo y la distancia. Entonces, él regresó y le dedicaba su atención, haciendo que con cada sonrisa su corazón saltara enloquecido.

Sin embargo, tenía miedo. Esa sonrisa él podía dedicárselo a cualquiera con gran facilidad, por algo era un buen actor. Y ella siempre se creía todos los actos de la obra que él representaba, lo que había soportado antes, pero no estaba segura de poder esta vez. No después de tantas ilusiones forjadas.

¿Cómo iba a saber ella que el silencio de Yi Jeong se debía al miedo?

En definitiva, sentía algo por Ga Eul, pero temía reconocerlo. Nunca le había dicho a nadie algo tan importante.

- ¿Puedo tener este baile? - le preguntó, y ella sonrió dulcemente tomando la mano que él le ofrecía.

- Por supuesto, sunbae.

Muchas miradas envenenadas de las chicas solteras fueron dirigidas hacia ella.

- Parece que no tengo mucho que hacer al volver a Corea, todavía estoy de vacaciones. ¿Me acompañarías mañana?

- ¿A-acompañarte? - preguntó ella, maldiciéndose por su leve tartamudeo - ¿A qué quieres que te acompañe?

- A todas partes.

Ga Eul estaba a punto de decir que si, cuando recordó algo.

- Lo siento, no puedo.

Yi Jeong frunció el ceño.

- ¿Que no puedes? ¿Por qué? - preguntó – Si es por el trabajo, puedes hacerlo otro día.

- No es eso, mañana es sábado y n trabajo.

- ¿Entonces?

- Le he prometido a Kim Hoo que iría al centro comercial con él.

Él.

- ¿Quien es él?

- Es un profesor de mi escuela, muy amable. Me pidió que le ayudara a preparar la fiesta de venida para su prima de Japón que llega esta semana.

Conque muy amable. ¿Cómo es que Woo Bin no le había dicho nada? Miró hacia su amigo con furia, pero él estaba muy ocupado con una dama.

- Oh, de acuerdo. Será otro día.

Cuando acabó de decir esas palabras, deseó golpearse a si mismo. ¿Por qué demonios había dicho eso? Se suponía que pasaría tiempo con Ga Eul, no que dejaría el camino libre a cualquier profesor amable.

- ¿Es joven? - preguntó de repente.

- ¿Cómo?

- Si ese profesor amigo tuyo es joven.

- No debe ser mayor que tu, sunbae. ¿Por qué lo preguntas?

- Por nada importante. Simple curiosidad.

Jan Di estaba cansada, pero seguía sonriendo y cumpliendo con su papel en la fiesta. Tan feliz estaba por el motivo de la misma, que no le era tan difícil como de costumbre estar en ese ambiente. Por primera vez, era como si perteneciera a aquello. Incluso sus padres se estaban comportando prudentemente.

Se alejó un poco de la gente, saliendo a un balcón. Desde allí, pudo ver a alguien paseando en el jardín, y agudizando la vista, se dio cuenta de que se trataba de Ji Hoo.

Woo Bin también le había visto, y se encontraba atravesando la entrada para ir en su busca.

Jan Di estaba a punto de llamar a Ji Hoo por su nombre, gritar si era necesario. Entonces algo en el cielo distrajo su atención: una estrella fugaz.

Esto significa algo...

No fue la única que la vio. Otras dos personas afuera se percataron.

Algunas personas dicen que las estrellas fugaces conceden deseos

¿Y si probara...

Jan Di miró hacia Ji Hoo, y a Woo Bin, que por algún motivo estaba parado allí en la entrada.

Deseo que ellos encuentren su felicidad.

Deseo que Joon Pyo y Jan Di sean felices. Y que Yi Jeong deje de perder el tiempo.

Deseo que Ji Hoo olvide ese amor que le atormenta y sea feliz.

¿Será que las personas siempre piden por la felicidad de los demás en sus deseos? ¿Será eso lo necesario para que los deseos se hagan realidad?