Los personajes de Naruto no me pertenecen.

Se busca padre para mi hijo.

Karin mastico con furia una patata frita mientras sus ojos rojizos veían luchar al Uzumaki y Uchiha. Soltó un suspiro de hastío y gruño.

—Lo sé, lo sé. — Se dijo mirando fríamente su vientre. —Tu padre es un maldito hijo de puta que solo se preocupa de entrenar y no de su reluciente, hermosa y sexy novia no oficial y embarazada, pero no te preocupes. —Chillo triturando otra patata entre sus dientes blancos. —Te conseguiré otro padre. ¿Qué te parece Kiba Inuzuka?

Un silencio absoluto fue la única respuesta, Karin achico los ojos.

—Nah, ¿Verdad? Es demasiado… ¿Rarito? Con ese perro a todas partes, que quizás se lo folle, sería desastroso para ti y para mí cariño, te imaginas, ¡tu madre abandonada por un puto perro!

Otro silencio, Karin saco otra patata.

—¿Qué te parece ese chico de los bichos? Parece majo, además no habla nada, sería idéntico a tu padre, estoy segura.

Relamió sus labios llenos de sal y grasa. Chisto la lengua segundos después.

—Pero ¡claro! No podría enseñarte nada de combate cuerpo a cuerpo, porque él es un shinobi de distancia larga.

Karin negó con la cabeza, cierta desazón en sus ojos se veía con claridad.

—Bueno, ¿Qué te parece ese estúpido chico de verde?

Karin soltó un pequeño eructo.

—Ah, ¿Te avergonzaría verdad? ¡Eres demasiado exigente hijo! —Regaño mirando su vientre. Saco otra patata frita y miró a su primo como giraba para darle una patada a Uchiha.

—¡No! —Chillo Karin apretando la bolsa de plástico donde estaban sus patatas fritas. —¡Él no puede ser tu padre! ¡Es mi primo! Admito que si no fuera mi primo me lo follaría como salvaje, pero ¡ey!, el siguiente niño que tendríamos saldría tonto, ¿Quieres eso? ¡Tu hermano sería un estúpido completo y tendrías que cuidarlo!

Karin rodó los ojos cuando sintió una patada fuerte en su vientre, mierda, su hijo le había dado una patada en un riñón.

—Lo sé, no te gustaría cuidar de un hermano tonto.

Saco su última patata de la bolsa y la mastico hasta que vio pasar a Neji por los campos, para ser que el shinobi buscaba sitio donde entrenar mientras veía sin pudor la lucha entre los dos ninjas amigo barra enemigos. Se acercó con tranquilidad y Karin trago la última patata que mantenía en su garganta, se levantó del suelo y miro detenidamente al ninja.

—Hey. —Saludo, Hyūga entrecerró los ojos hacia ella y asintió. —¿Qué te parece tener un hijo bastardo que con el tiempo sería el mejor shinobi de todos los tiempo, además de poseer el famosísimo sharingan? No tendrías que animarlo ni mimarlo, será todo un bastardo Uchiha en regla, frío, frívolo, narcisista, quizás un poco loco por mí culpa, pero el mejor. ¿Qué dices? Ah, no digas nada, te doy otra opción, el segundo hijo será tuyo por supuesto, podrás criarlo como quieras.

Neji que no sabía de qué mierda estaba hablando esa loca mujer embarazada giro para marcharse, pero se detuvo cuando Karin le sostuvo la muñeca y grito casi cerca de su oído.

—¡Sasuke! — Grito fuertemente sujetando al futuro padre de su hijo bastardo. La lucha entre Uzumaki y Uchiha que había sobresalido de entrenamiento se detuvo para que el último Uchiha girara con el sharingan activado y una mirada nada amable.

—¿Qué? — Inquirió el bastardo del Uchiha, mirando a la pelirroja que tenía entre sus manos el brazo del Hyūga y éste intentaba quitársela de encima.

—¡Me voy a tirar a éste Hyūga para que sea tu sustituto con mi hijo! ¡No te preocupes, como si lo hicieras que tonta, le enseñara muchas cosas!

Le grito a todo pulmón sin percatarse que su primo le miraba como si fuera una completa loca.

Uchiha le miro aún con el sharingan activado y al desgraciado del Hyūga. Karin giro y tiró del brazo del shinobi lista para marcharse.

—¡Karin!

—¡¿Qué?!

Karin giro para encararle cuando vio como caía del cielo una bolsa de patatas fritas, intactas eh, soltó el brazo del shinobi y cogió sus deliciosas patatas, relamió sus labios y miro de reojo al Hyūga.

—Lo siento pero ya no podrás ser el padre de mi hijo bastardo, el bastardo de su padre me quiere a su lado.

Con todo dicho giro para sentarse de nuevo el suelo y empezar a devorar con tranquilidad sus patatas.

Naruto que miraba la escena suspiro.

—¿Cuántas veces van que Karin intenta buscar un padre para tu hijo?

Sasuke Uchiha le miró con el entrecejo fruncido, se encogió de hombros.

—Venga. En posición.