Desde Que regresaran a la tierra Reed, Ben, Sue y Johnny no habían tenido ni un momento de paz, pero ya llevaban semanas en que nada pasaba, bueno nada. Ya saben lo típico un puñado de criminales de tres al cuarto, que confiados que los 4 fantásticos estuvieran demasiado ocupados luchando con algún maléfico mutante o alienígena como para preocuparse por sus ilícitas actividades.

Pero el cuerpo de policía de Nueva York era bueno, era muy buena, y como Ben dijo a veces hay que dejar a los demás que se saquen las castañas del fuego. Así que Reed se había centrado en sus experimentos, Sue había empezado a recuperar su vida social de antes y ben, bueno Ben ayudaba a Reed a que no se obcecara con sus investigaciones hasta el punto de olvidarse del mundo. Johnny parecía que era el único molesto con esa calma, porque sin el subidón de adrenalina que era luchar contra poderosos enemigos y desbaratarles los planes, él solo era un chico de 16 años que debía asistir al instituto, y lo peor debía asistir a Literatura Inglesa. Como odiaba el instituto, no entendía porque debía ir, estaba claro que es lo que iba a hacer de mayor, y en los 4 fantásticos ya había demasiados celebritos, él era el que le ponía cojones. Eso era lo que se decía cada vez que se saltaba una clase para ir a divertirse un rato con sus nuevos poderes.

- Venga Reed, solo un par de días, solo dos, tú y yo. Como antes (Sue le miraba con ojitos de cachorrito).

- Sue, no sé, siento como si estuviéramos haciendo una imprudencia. No sé (Reed dejó los planos en que estaba trabajando y la miró con pena).

- Venga, cariño, me lo debes, des de que regresáramos que no hemos estados los dos a solas más que un par de horas (Sue no se daba por vencida fácilmente, era una mujer tenaz).

- Lo sé, yo también echo de menos tenerte solo para mí (utilizando un tono de voz más sensual y romántico)

- Reed, haz caso a la rubia, necesitas salir de este laboratorio, que digo, YO necesito que salgas de este laboratorio (Ben ya no pudo más esos dos siempre se olvidaba que estaba delante, incluso ahora que era una masa de piedra enorme y naranja).

- Entonces no se hable más, nos vamos un par de días a esa cabañita a la que me llevaste el año pasado (Sue dijo muy decidida sentándose sobre el regazo de Reed toda feliz).

- ¿te refieres al complejo residencial Richards en islas Caimán? (dijo parpadeando mucho Reed porque eso era de todo menos una cabañita)

- Fuiste tú el que lo llamó cabañita el año pasado cuando me llevaste para nuestro aniversario (muy redicha y con cara de pillina).

- Jejeje (Reed no tuvo más que reírse) Vale, iré a hacer las maletas y salimos esta tarde.

- Ya las hice yo por ti (haciendo desaparecer el escudo de invisibilidad que ocultaba las maletas de ambo).

- Jajaja Reed, esto sí que no te lo esperabas (Ben no podía creer que Reed no hubiera visto venir la encerrona, con todo lo genio que era y cuando se trataba de mujeres era tan naïve).

- Ok, al menos deja que deje un par de instrucciones por si pasa algo ¿eh? (dijo ya derrotado Reed. Sue sonrió y le dio permiso).

- Voy a decirle a Johnny que estaremos fuera un par de días, ¿Ben puedes echarle un vistazo mientras Reed y yo estamos fuera? (Sue ya decía camino de la puerta)

- Ya me tocó hacer de niñera. Vosotros en el paraíso y yo aguantando a chispitas (refunfuñó Ben).

- Oooo no refunfuñes Ben, que te pones muy feo (dijo Sue como acostumbraba, sin darse cuenta del actual aspecto, de su amigo Ben).

- ¿quieres decir que eso es posible, Sue? (dijo Ben arqueando una ceja).

- Si, cuando te pones cascarrabias te pones más feo jajaja (Ben sonrió y rodó los ojos, aquella mujer era una dulzura, solo ella seguía mirándolo con los mismos ojos de siempre). Por cierto ¿has visto mi hermanito? Ya hace horas que acabaron las clases.

- Estará haciendo el cafre con sus poderes en el gimnasio o persiguiendo a alguna pobre incauta, ya sabes.

- Ok, voy a mirar al gimnasio. Reed (apuntándolo con el dedo) una hora.

- Si, señora (le saludo como a un militar (y se rio).

Reed se puso a hacer un par de llamadas y estuvo hablando con Ben de las últimas indicaciones sobre el proyecto en que andaban trabajando. Al cabo de un rato Johnny entraba por la puerta todo sonriente, tanto Reed como Ben se miraron y negaron con la cabeza.

- Hola cabeza tocho, gomita… (John saludó sonriente y se estiró en la silla de Reed)

- Tu hermana te andaba buscando (dijo serio Reed).

- Fue sin querer, lo juro (dijo en seguida Johnny, Ben se pasó la mano por la cara y continuó haciendo como que trabajaban en algo).

- ¿Qué es lo que fue sin querer? (preguntó extrañado Reed).

- No, nada. ¿Y decías que Sue me andaba buscando, no?

- Johnnyyyyyy (dijo irritado Reed que sabía que Johnny era propenso a hacer un mal uso de sus poderes solo para alardear ante cualquier chica).

- Voy al apartamento, seguro que está allí (dijo saliendo rápidamente del laboratorio pero Reed alargó su brazo hasta la puerta y lo agarró allí mismo y lo hizo regresar).

- No tan rápido John. Tu hermana y yo vamos a estar fuera un par de días, quiero saber que nos podemos ir tranquilos.

- ¿Fuera? ¿Dónde? ¿Hay alguna misión? (dijo emocionado como el colegial).

- Ninguna misión, y se pasa algo mientras estamos fuera, quiero que nos esperes, nos llevamos el jet, estaremos aquí antes de que puedas decir "problemas".

- Oh, Reed él no dice problemas él los causa (dijo Ben resoplando).

- Muac (le lanzó un besito Johnny quemándole el plano que tenía en la mano).

- Grrrr maldito mocoso (Reed tuvo que ponerse en medio de los dos como siempre).

- John a eso mismo me refiero, mientras tu hermana y yo estamos fuera, quiero que te comportes y que hagas todo lo que Ben te pida.

- ¿Qué? ¿Dejas la cara ladrillo al mando? ¡Pero si es un maldito dictador!

- ¡Jonathan Lowell Spencer Storm! (Reed dijo muy serio y con un tono de voz más de jefe que de cuñado) No, no lo es. Y si, Ben está al mando, y a menos que quieras problemas con tu hermana y conmigo a nuestro regreso, te comportaras y le harás caso ¿entendiste?

- Tengo 16 años, no necesito niñera Reed, fui al espacio contigo, he luchado con un montón de tipos realmente peligrosos, creo que he dejado más que patente que puedo cuidarme solito.

- No, Johnny, tienes 16 años, no te quedarás solito, no en mi edificio, no mientras seas menor de edad o demuestres un poco más de sensatez. ¿he de recordarte la fiesta de San Valentín?

- Eso fue hace dos años, es injusto que sigas echándome en cara eso, han cambiado muchas cosas des de entonces (dijo furioso y chasqueó los dedos haciendo surgir una pequeña llama de sus dedos).

- A eso mismo me refiero. No quiero que utilices tus poderes sino es estrictamente necesario, Johnny, mientras tu hermana y yo estemos fuera nada de poderes (en ese momento entró Sue por la puerta).

- ¡Sue! Habla con tu novio, hazle entrar en razón, quiere dejarme a Ben de niñera, ¡Tengo 16 años, Sue! ¿Sabes lo denigrante que es eso? Díselo (dijo poniendo morros John)

- Benny no dejes que se vaya a dormir muy tarde, después sus maestros se me quejan de que no rinde bien en clase (dijo Sue acabado de revisar que llevaba todo lo que tenía que llevar en su bolso).

- ¡Sue! (dijo indignado Johnny).

- Solo serán dos o tres días Johnny, no será tan malo. Antes no tenías tus poderes y te las apañabas también muy bien. Anda, dame un beso que nos vamos.

- No (dijo indignado y la esquivó y se fue hacia la puerta. Reed se molestó mucho al ver el feo que le acababa de hacer a Sue y utilizando su superelasticidad alargó su cuerpo hasta ponerse frente a frente con Johnny).

- Jonathan (aquello sonó muy intimidante, Johnny instintivamente tragó saliva, pero después recordó que Reed solo era el novio de su hermana, no tenía derecho a tratarlo así).

- Déjalo Reed, ya se le pasará (Sue interpuso por su hermano. Reed regresó a su forma original pero seguía con cara de perro de presa). Venga, cielo, alegra esa cara, que nos vamos de vacaciones (y le dio un besito en la mejilla, Reed sonrió instintivamente y se olvidó del mal humor). Ben (miró a su amigo) cualquier cosa llevamos los teléfonos con nosotros. Pero si no, no estamos para nadie ¿entendiste? (guiñándole un ojo y Ben se rio, entendía muy bien lo que quería decir Sue)

- Pasadlo bien, y tú descansa (le dijo a Reed).