Nota: Adivinen quién está ya de vacaciones. Sí, yo (¿a que no era una adivinanza muy difícil). En realidad, estoy libre de facultad desde el viernes pasado, aunque aún tengo que ir al trabajo. No pude actualizar el fic antes porque estuve dedicándole mi tiempo a un nuevo proyecto del que les contaré al final.

Como verán, he tenido que cambiar la calificación del fic. El culpable es este capítulo. Supongo que el título les adelanta algo. Quiero que sepan que no soy muy bueno describiendo esta situaciones, me dan corte, pero hice lo mejor que pude. Espero que lo disfruten, y trataré de subir el último capítulo pronto.

Por cierto, el sentimiento para este capítulo es la felicidad.


4
La primera vez

Rose mira la puerta que se cierra detrás de ella, insegura. De repente la ve desaparecer, diluirse en el resto de la pared, y se alarma. ¡Se han quedado encerrados! ¿Ahora qué van a hacer? Seguramente van a tener que esperar a que algún profesor vaya por ellos, y entonces… Rose observa la decoración de la habitación, los escasos muebles, y sabe con certeza que si un profesor los encuentra en esa situación... bueno, va a tener que darles muchas explicaciones a sus padres.

Entonces Rose siente la mano de Scorpius en su cintura. El chico la atrae suavemente hacia él, y Rose siente el calor de su cuerpo. Y de repente se siente tranquila, hasta más a salvo. Alza la mirada para observar los ojos grises de Scorpius, ojos que le dicen que todo va a estar bien, que no tiene por qué temer. Ella se muerde el labio, nerviosa, mientras siente que las mejillas se le encienden. El color que adquieren bien podría competir con el tono de su cabello.

—Se llama Sala de los Menesteres —le explica entonces Scorpius—. Aparentemente, si pasas tres veces seguidas delante de ella, pensando en que necesitas un lugar específico… pues simplemente aparece para ti.

No le cuenta si lo descubrió por casualidad o alguien se lo dijo, y Rose tampoco se lo pregunta. Por el contrario, se deshace del agarre de su novio y camina un par de pasos hasta llegar a la cama que domina el centro de la habitación. Las sábanas son de seda plateada y verde, los colores favoritos de Scorpius. Al tacto, la seda es suave, lo más suave que Rose ha tocado en su vida. Se sienta en la cama y descubre que es increíblemente cómoda, que podría acostarse en ella y dormir hasta el final de los tiempos. Aunque no han ido allí a dormir, precisamente.

—Si no estás segura siempre podemos… ¿posponerlo? —le dice Scorpius, rascándose la nunca con cierta incomodidad, pero con una sonrisa en sus labios. Tiene las mejillas sonrosadas, aunque Rose no sabe si es por la situación, o simplemente por la luz tenue de la habitación.

Ella se coloca un mechón de cabello detrás de la oreja, mientras siente cómo su rostro arde, y niega con la cabeza, convencida.

—No, estoy segura —le dice.

Después de todo, aquella ha sido su idea. Fue ella quien le dijo a Scorpius que estaba lista, aquella tarde en la que estaban recostados sobre el césped verde esmeralda, bajo la sombra de un frondoso árbol, cerca del Lago Negro. Su novio se había quedado mirándola con los ojos abiertos, sorprendido por lo repentino de la propuesta. "¿Estás segura?", le había preguntado, a lo que ella había asentido fervientemente. Después de todo, ya tenía dieciséis años, ya no era una niña. Y quería a Scorpius con toda su alma. Lo amaba, y quería experimentar qué se sentía ser un solo cuerpo los dos.

Rose siente cómo el colchón se hunde junto a ella, y advierte que Scorpius se ha acercado sin que se diera cuenta. Lo mira, con una sonrisa que intenta aparentar seguridad y confianza, mientras él la observa con curiosidad, como intentando adivinar en su rostro si realmente está tan preparada como dice estarlo.

Es una situación extraña. Definitivamente, no es como Rose ha imaginado que sería su primera vez. Siempre aparecía una cena romántica a la luz de la luna en todas sus fantasías, en una habitación decorada con pétalos de rosa y velas. Pero en su lugar, tiene la Sala de los Menesteres, que parece más la habitación de los chicos de Slytherin que otra cosa, aunque ella nunca ha estado allí. Quizá tiene algo de la habitación de Scorpius en su mansión, aunque no ha estado allí tampoco.

—Rose —le susurra Scorpius, y a ella se le eriza la piel—. Podemos esperar, de verdad, no tenemos por qué precipitarnos si…

Pero ella lo calla con un beso. Scorpius no tarda en corresponderla y, si hasta hace un par de segundos ha intentado persuadirla de todo aquello, de repente muestra que está tan ansioso porque suceda como ella, o incluso más. Las manos del chico se aferran a su cintura, y ella le pasa sus brazos alrededor del cuello. Sus labios recorren los del rubio con más que ansiedad, y él la besa y la acaricia con devoción.

Después de unos segundos, ambos se separan. Están agitados, sonrojados y sonrientes. Los ojos de Rose brillan como nunca antes han brillado, y Scorpius se siente complacido de notar aquello. Se muerde el labio, con cierta duda, mientras una de sus manos asciende hasta el pecho de Rose. La otra mano se le une pronto, y con ambas comienza a desabotonar la camisa de la chica, que tiene la cara roja y también se muerde el labio.

Rose lleva un corpiño celeste debajo de la camisa, que pronto queda a la vista. Scorpius detiene su mirada en él lo que parecen años, y Rose ríe. Ahora es su turno de comenzar a desvestir a Scorpius. Repite la acción que su novio llevó a cabo segundos antes, y pronto el torso del Slytherin queda completamente desnudo. Rose admira su piel pálida, los músculos marcados de los brazos y el abdomen. No puede contenerse y lo acaricia, ante lo que el chico se estremece, con los ojos cerrados.

—Te amo, Rose —le dice, mientras se inclina sobre ella y le besa el cuello.

Ella no puede evitar dejar escapar un gemido. Su piel se eriza de los pies a la cabeza, mientras se deja caer de espaldas sobre el colchón. Ahora Scorpius está sobre ella, besándola, acariciándola, elevando la temperatura de su cuerpo con cada roce. Rose se deshace de su falda al tiempo que su novio se quita el cinturón y se saca los pantalones. Ahora ambos están en ropa interior, compartiendo una intimidad que nunca antes habían compartido. Y se siente tan… bien.

Cuando Scorpius se vuelve a inclinar sobre ella para besarla, Rose advierte la erección palpitante contra su muslo, y aquello la hace sonrojar aún más. Muerde el cuello de Scorpius, con lo que esta vez es él quien suelta un leve gemido de placer. Aquello le gusta, le encanta, así que lo repite. Scorpius está agitado, incontenible ya, así que se apresura a quitarle el corpiño. Rose se siente tentada de cubrirse los pechos, pero antes de que pueda hacer nada, Scorpius los besa. Acaricia uno de sus pezones con la lengua, y Rose se siente desfallecer. Y aquello es sólo el principio.

De repente, se encuentran bajos las sábanas de seda, ambos ya completamente desnudos. Scorpius está nuevamente sobre ella. Rose ha descubierto que le gusta esa posición, le gusta ser él quien lleva el control de la situación. En un momento quiso ser ella quien se pusiera encima, y Scorpius la obligó a rodar entre medio de besos que le quitaron el aliento.

Rose observa los ojos grises de su novio, a sabiendas de lo que está a punto de suceder. Scorpius le deposita un suave y tierno beso en los labios antes de preguntarle, sin necesidad de palabras, si está lista. Ella asiente, y entonces Scorpius se introduce en ella lentamente. Es una sensación diferente, y al principio no la encuentra agradable. Pero su novio es gentil y paciente y la trata con cuidado. Cuando se asegura de que el dolor inicial ha pasado, comienza a moverse.

—Te amo, Scorpius —le dice Rose, entre gemidos, mientras aferra sus manos a la espalda del chico. Le clava las uñas, pero a él no parece importarle. Scorpius la besa con toda la pasión del mundo, y ella lo corresponde, mientras las descargas de placer recorren todas sus terminaciones nerviosas.

Aquello, piensa Rose… aquello es la felicidad en su estado más puro.


Nota 2: Bueno, ya me dirán ustedes si me merezco palabras de aliento o tomatazos. Quería agradecer todos los reviews que me han mandado y el apoyo que tiene esta historia, de verdad. Espero que este capítulo y el que vienen no los decepcionen.

Ahora, quería comentarles brevemente mi nuevo proyecto. Se trata de un foro de rol basado en el mundo de Harry Potter, aunque no existen ninguno de los personajes canon. Es una historia paralela que comienza con la confusa muerte de una Inefable en el Departamento de Misterios. La trama eventualmente se cruzará con lo que suceda en Hogwarts. El foro se llama Expelliarmus RPG y está recién inaugurado. Hay poca gente, pero confío en que con el pasar de los días se unirán más personas. Están todos invitados, y me harían muy feliz si se animaran a pasarse. Si tienen alguna duda al respecto, no entienden el funcionamiento del foro o algo así, pueden mandarme un PM, lo contestaré a la brevedad. En mi perfil está la dirección al foro. De todas maneras, es expelliarmusrpg(punto)foroactivo(punto)com. Perdonen la publicidad barata, pero es que de alguna manera tengo que dar a conocer esta iniciativa :)

Saludos,
Alex.