Título:¡Cuidado con los ojos!

Sumary: AU- Un experimento ilegal basto para que la humanidad fuera expuesta a una gran plaga que tan solo existía en la ficción. Las esperanzas se pierden al igual que las vidas cada día, pero un grupo de jóvenes se levanta a pesar de los terribles pasados de sus miembros. —¡ Ayúdenme!—Vaya, esto lo vi en The Walking Dead—¡Bienvenido al Mekakushi-dan, nuevo miembro!—¿¡Qué!?

Propiedad: Kagerou Project no me pertenece, si no a su creador.

Sin escape

¡Falta poco!— ese grito bastó para que sus agotadas piernas volvieran a tener energía y con la cabeza nuevamente en alto alcanzar a tomar las manos que sus dos amigos le extendían para seguir el camino.

No les importaba el frío que tocaba su piel con terrible fuerza, tampoco el áspero suelo que dañaba sus pies descalzos, el deseo de vivir era aún mayor que esos insignificantes dolores. Desde muy corta edad habían estado condenados a sufrir de peores manera bajo un cautiverio sin sentido, inyectados a la fuerza con líquidos extraños y muchas ocasiones conectados a maquinas, ya se podría decir que era una costumbre.

Algo aceleró sus corazones y no era nada más que la luz de la esperanza al final de ese interminable bosque, el final de sus vidas de sufrimiento y el inicio de algo nuevo, fuera de todos los hombres de bata blanca que dañaron alguna vez su integridad física. Los tres juntos se salvarían, como lo prometieron. Ese infantil sueño de la tierra prometida como habían leído más de una vez en los viejos libros de dibujos que les entregaban, ese que compartían y ojeaban hasta el sueño o hasta que los separaran para más pruebas...

Eran muy pequeños para que sus simples sueños se rompieran tan pronto, pero fue terrible. El ruido de un caudaloso río chocando contra las orillas con fuerza y tapando con su fuerte ruido los cables eléctricos de alta tensión que estaban a travesando este.

No...¡No debe ser verdad!

Es una broma...Si, eso... ¡Una fea broma!

Llora; era lo único que tenía a mano y lo único que ya no podían hacer. Decepcionados de sus propias ilusiones estaban secos y dolidos de haber sido tan ingenuos.

Los encontré al fin, niños traviesos.

Retrocedieron con el pecho apretado, casi sintiendo nauseas del terror que tenían. No querían volver, no luego de eso. El castigo que les proporcionarían sería peor a todo lo vivido antes. Se miraron entre ellos con sus rojizos ojos llenos de pequeñas lágrimas para dar otro paso hacia atrás. Temblaban notoriamente y sus cuerpos parecían ser demasiado diminutos para contener esa cantidad de espasmos.

Se lanzaron a las turbulentas aguas del río para perderse de la vista del hombre que los buscaba.

Un suicidio.

Bastante común entre los cautivos de todas las edades, sobre todo cuando pasaban la prueba inicial.

¿Cuál es la prueba inicial? Soportar el nuevo virus que Azami, la líder, había creado. Deseosa de lograr una raza perfecta de humanos solo consiguió que los niños que vivían tiñeran sus ojos de rojos momentáneamente, los cuáles eran apenas 1 de 10 exitosos vivos... La perfección que nunca obtuvo se le reprochó por el resto de su vida, pues, al parecer indignada, desapareció de la faz.

Dicen que dejo una herencia en ciertos muchachos, su último experimento. Aunque estas eran solo leyendas entre la gente que trabajo para ella.

Ah, claro. Aquello que más conmoción había causado era la fuga de cierto virus, un accidente que era poco probable sobre todo en pleno verano. Gente que reía con inocencia al igual que con desinterés ante la vida misma, nunca imaginando el "que pasaría", esas fueron las víctimas.

Gente muerta que practica canibalismo: esa fue la descripción que un noticiero explicaban cada vez, mostrando enorme sumas aproximada de los infectados y como el mundo se desmoronaría pedazo a pedazo.

Como cobardes los antiguos científicos se esconden, culpables y a la vez tratando de sobrevivir en el fatal mundo que antes ya lo era.

¿Los niños que quedaron en cautiverio? Muertos, probablemente.