Prompt: Introducción
Pareja/Personajes: El Raimon eleven-Go!
Fandom: Inazuma Eleven, Inazuma Eleven Go!, Inazuma Eleven Go! Chrono Stone.
Advertencia: Universos alternos, líneas del tiempo diferentes, Uso de algunos sufijos japoneses Genderbender. Que lo haya hecho yo es suficiente.
Disclaimer: Inazuma Eleven no me pertenece –si fuera mío, ah~ el horror.
Nota: Este fanfic nació de conversaciones random con mi querida Oveja-san. Así que dedicado a ella. Mezcla de lineas y paradojas de tiempo ¡Esto está raro!
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Capítulo 03
Let it be
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Kyosuke parpadeó, una y dos veces. Tenía un balón de fútbol en las manos y estaba curiosamente parado frente al arco vacío de lo que reconoció como el campo de entrenamiento del Raimon.
— ¿Pero qué rayos?—se dijo dejando de lado el esférico y llevándose una mano a la frente, de repente un fuerte dolor punzante le había golpeado — ¿Cómo llegué aquí?
Kyosuke nunca había sido de los que hablaran con ellos mismos, pero por alguna razón tenía que asegurarse de que su cuerpo y su mente estaban bien sincronizados, pues aunque sonara bastante irreal por un segundo habría podido jurar que se había desdoblado por un segundo y su yo que estaba en el autobus había visto a otro él jugando en el mismo campo en el cual se encontraba ahora.
— ¡Tsurugi
Abrió los ojos de par en par, aquella era inconfundiblemente la voz de un adulto, pero no recordaba haberla escuchado antes.
Se giró sobre sus talones para ver como un peli azul corría animado con un par de bolsas en los brazos, y casi sintió su mandíbula caer al suelo. Casi, resaltemos el casi.
Puede que ahora midiera unos diez centímetros más y su cabello fuera más corto, ya no usara tacones y las gafas fueran negras y no rojas: pero sin lugar a dudas era la hermana del entrenador Kidou.
— ¿Otonashi-san?
Su voz salió parca, aunque eso no significaba que no estuviera confundido.
Haruna rio entonces.
—Te he dicho mil veces que me digas Haruto—dijo restándole importancia con un gesto despreocupado de la cabeza— No me gustan los formalismos, para eso mi hermana.
Hermana…
Haruto…
Ok.
—Aha—por algún motivo el vocabulario normalmente amplio del delantero parecía haber regresado a sus inicios en aquella escuela, únicamente usaba monosílabos— ¿Para qué es esto?—dijo una vez vio como el adulto colocaba una bolsa que había traído en sus manos.
— ¿Acaso lo olvidaste?
Kyosuke arqueó una ceja.
—Es para Yuu-chan—sonrió ampliamente—la vez pasada me dijiste que tenía un pequeño problema con su pierna… o algo así –completó finalmente poniendo una mueca pensativa.
Kyosuke abrió los ojos todo lo que le fue humanamente posible
Yuu…¿chan?
Yuu…
¡Yuuichi!
¡¿Qué le había ocurrido a su hermano?!
Él recordaba… que antes de partir en esa extraña cruzada su hermano había tenido que ser operado, de aquella lesión que lo había detenido en la vida.
Gracias a esos ridículos viajes en las diferentes líneas de tiempo – ¿y acaso esa sería una también? —no había podido verle.
Tragó duro, recordando con pesar como y sin querer realmente shindou había terminado por contarle sobre el primer Yuuichi alterno que apareció y cómo decidió sacrificarse por él…
Y en esta línea de tiempo, ¿acaso algo había ido mal con su operación?
Negó con la cabeza mordiéndose el labio inferior inconscientemente.
—Lo lamento mucho, Otonashi-san ¡Debo de irme!
Y haciendo una reverencia apresurada abandonó el lugar lo más rápido que sus piernas se lo permitieron, a lo lejos pudo oír el grito molesto de "¡que es Haruto!" pero no le importó, rogó internamente que su mente solo le jugara malas pasadas y que lo único que tuviera su hermano fueran algunas molestias musculares por haber estado tanto tiempo sin caminar.
Llevó su andar hasta donde era y suponía seguía siendo su casa, la puerta estaba abierta.
Dejó sus zapatos sin cuidado en la entrada y comenzó a subir las escaleras a trompicones. Con la respiración cortada y las manos sudorosas tocó el pomo de la puerta de Yuuichi, con la otra mano presionó la bolsa que le había dado el otro joven y esperó que su mente y el pasar tanto tiempo con un dramático como Shindou fueran los causantes de aquellas extrañas ideas que se hacía.
—Herman…
Pero una vez abrió la puerta, de verdad deseó que aquello sólo fuera una mala jugarreta de su mente.
Vio horrorizado como un cabello naranjo y desordenado se alejaba de una figura acomodada en la cama. En la cama de su hermano. Un tipo estaba besando a su hermano. Oh y no cualquier tipo. Porque ese naranja-como-zanahoria no era un color que cualquiera pudiera tener.
El idiota de Taiyou estaba besando a su hermano.
Allí, en su casa. A SU HERMANO.
Ese desgraciado…
—Oh, Tsurugi-kun—y el sol idiota se atrevía a sonreírle aún—lamento molestar.
Kyosuke juraba que en alguna otra situación ya habría saltado sobre el intento de capitán para darle un golpe, pero esta vez y como ya había corroborado en lo que llevaba de día: algo no estaba del todo bien con él.
—Tú…
Fue todo el siseo que su boca le permitió proferir.
—Kyosuke—pero su intento de formar una mirada asesina se vio interrumpido cuando notó el muy suave, más suave aún que al que ya estaba acostumbrado, tono que le habló de repente y notó un par de largos bucles caer por el níveo rostro de su hermano.
O debería decir hermana.
Hermana.
Lo siguiente que vio fue, como hace unas horas, su propio cuerpo caer al suelo, y todo se volvió negro.
—Kageyama—bien, Kariya había tomado todos esos cambios bien, quizá demasiado bien, se reprochó luego. O eso creía, pero Hikaru… o Hotaru lo hacía aún mejor— ¿Quién es ella?—Pero y aunque había estado haciendo amago de todas sus fuerzas para mantenerse calma, habían un par de cosas que no podía pasar por algo. La muchacha rubia sonriente que caminaba al lado de su amiga, sonriendo despreocupadamente ¿sería un miembro de la familia del muchacho?
El único que recordaba era ese mentado tío del cual nunca se hablaba en el club de fútbol, ¿esa sería su extraña transformación femenina? Dioses…
—Oh, ella es Rushe, Kariya—Hikaru hablaba bajito, como susurrando y algo divertida por las extrañas muecas que hacía su amiga—Es… una amiga de la familia.
Terminó sonriente, incluso en la línea normal del tiempo que llevaba –y sí, aunque todos pensaban que él no era la persona más brillante dentro del club de fútbol, Kageyama realmente podía leer muy bien las situaciones- Rushe era parte de su vida, a veces iba a verle y le llevaba algunas cosas aunque ese era tema para otro día, habían un par de secretos en su familia que aún no estaban listos para salir a la luz.
—Ugh—Kariya decidió dejar el tema por zanjado, había tomado el desayuno demasiado rápido y su estómago comenzaba a quejarse.
—Oh, Kariya-san—Rushe detuvo su paso, y con mirada maternal tocó el hombro de la peliazul—recordé algo, Hotaru-chan y tú deben buscar un club, el de volver a casa está definitivamente descartado—y aunque ambas sabían que se trataba de una reprimenda, el tono dulce que usaba la muchachita realmente le quitaba cierto efecto.
—Cierto…—recordó entonces Masaki, sus padres le habían recordado que odiaba el fútbol. Entonces al parecer Kageyama tampoco estaba en el club del Raimon, y ambas eran un par de desertoras. Interesante.
Habían muchas cosas que aún quería averiguar de ese universo, y una vez vio las cercanías de la escuela hizo uso nuevamente de sus ya olvidadas capacidades artísticas y teatrales. Tomando a su mejor amiga del brazo se despidió rápidamente de la lo-que-fuera de Hikaru.
—Muchas gracias por acompañarnos—la sonrisa falsa que antes solía poner seguía saliendo bastante natural— ¡Hotaru y yo nos encargaremos de eso!
Y agitando su mano en el aire comenzó a correr con la pelimorada a cuestas, dejando a una sonriente pero confundida Rushe atrás.
Mientras las veía entrar por las grandes y enrejadas puertas del Raimon, ella sólo pudo pensar que Reiji tenía razón, su sobrina tenía compañeras muy pintorescas.
—Creo que ya está despertando—sólo en ese momento Yuui se permitió apartar la mirada del cuerpo durmiente de su hermano, Taiyou tenía la muñeca de Kyosuke entre sus manos y trataba de encontrar su pulso.
—Kyosuke—la mayor de los Tsurugi dejó escapar el nombre de su hermano en un suspiro, el repentino desmayo de su hermano la había asustado de sobremanera. Debía agradecer que Amemiya hubiera pasado tanto tiempo en el hospital que sabía lo básico de primeros auxilios—Me pregunto por qué reaccionó así.
Aunque también se preguntaba qué hacía de vuelta en casa tan temprano, cuando el muchacho Amemiya había acomodado al más joven en la cama y pudieron investigar lo que traía en manos, pudo suponer que era esa medicina que le había prometido para su tobillo torcido.
—Creo que fue mi culpa—medio rio el jugador—Después de todo, desde que termina...
Pero no pudo terminar, pues uno de los suaves y largos dedos de la muchacha lo interrumpieron. El tacto suave de la mano de Yuui en sus labios se sentía muy bien.
—No completes esa oración—rio un poco la peliazulada, dejando de lado su atención por Kyosuke unos cuantos segundos—sabes que yo aún…
Pero esta vez fue Taiyou quien silenció a la muchacha, usando sus labios. Fue un contacto superficial y muy suave, pero suficiente como para hacer que el apenas levantado Kyosuke sufriera una nueva crisis nerviosa.
—¡Quítale tus manos de encima a mi hermano!
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Notas Finales:
Para que no se pierdan, en este raro universo:
Yuui Tsurugi : Hemana mayor de Tsurugi, de pequeña mostró talento en el fútbol soccer. Pero antes que jugar, prefiere ver a su hermano menor jugar. Autodenominada su fan número 1, la única que conoce el no tan secreto "crush" de su hermano con la idol del raimon, Shindou Takumi. Hace dos años sufrió un accidente cuando iba a ver a Kyosuke a uno de sus partidos, estuvo un tiempo en el hospital y allí conoció a su ex-novio, Taiyou Amemiya.
Taiyou Amemiya: De la misma edad que Yuui, Capitán de su antigua escuela y fue nombrado capitán en su nueva escuela a pesar de ser de primer año. Antes sufría del sistema respiratorio, pero gracias al tratamiento ahora no necesita más que un par de revisiones anuales. En una de estas, conoció a Yuui Tsurugi, quien luego sería su novia. La relación avanzó sin problemas, pero por alguna razón ella decidió terminar con él, aunque aún son muy cercanos. Taiyou aún tiene sentimientos por ella, Kyosuke le admiraba pues siempre creyó que era un gran jugador.
Esto se pone más raro! x'DU