Hola de nuevo chicos! Un día me encontré esta historia y me gustó mucho, porque son contadas las historias que se sitúan en un universo donde los Benson son una familia estable y completa, así que… les va a gustar.

Verán, esta historia es muy corta pero muy bella, consta de 4 capítulos, y la historia que estaré subiendo simultáneamente a esta también es igual de corta

¿Por qué?

Porque son solo un puente para abrir paso a mis dos próximos proyectos mayores, serán como lo eran Quédate conmigo y Jugando a la casita.

Espero les guste chicos-

iCarly no es mía, tampoco esta historia. Solo soy una humilde traductora amante de los perros y las series gringas.

Capitulo uno

"Alexis Faith Benson, baja aquí ahora mismo," Le gritó Freddie Benson a su hija de trece años. "¡Te hemos estado esperando por treinta minutos y tenemos que irnos ya!"

"Cálmate, nerd," Dijo Sam, molesta. "Ni que se tratara de una emergencia."

"Sam, Carly nos quiere en el ensayo de la boda a las 4:30," Dijo, corriendo una mano por su cabello castaño. "Y ya son las-"

Sam gruñó, interrumpiendo el parloteo de Freddie. Freddie estaba a punto de replicar cuando Alexis bajó, su maleta rosa en su mano izquierda y su pearphone rosa en la derecha.

"Lo juro, Melanie la ha influenciado demasiado." Murmuró Sam.

"Mami," la hija de cinco años de Sam y Freddie, Kaitlin Olivia Benson dijo, jalando la camisa de su mamá. "¿Cuándo nos vamos a ir? Creo que Caden y Taylor se están quedando dormidos." Dijo, señalando a los gemelos.

"Nos vamos a ir ya, princesa." Dijo Freddie, cargando a su hija. "Vamos Alexis." Dijo mientras caminaban afuera y cargaban la minivan. Sam aseguró a Caden y Taylor que estaban dormidos, en sus asientos para carro. Una vez que Freddie se aseguró que su equipaje estaba listo y todos tenían el cinturón de seguridad, se subió al asiento del conductor y condujo fuera de su casa. Se dirigían a california.

"El camino a california no debería ser tan largo y si nos apegamos al plan llegaremos justo a tiempo al hotel registrarnos y alistarnos para-" Freddie estaba divagando justo antes de que su adorable esposa, Sam, lo interrumpiera una vez más.

"Si, todo estará bien. Deja de preocuparte." Dijo Sam solo para callar a su esposo. Freddie tocio y murmuró algo incoherente por lo bajo.

"Mamá, ¿Cuánto falta para que lleguemos?" preguntó Kaitlin Olivia Benson.

"Cariño, acabamos de partir." Replicó Sam girándose para ver a su hija, la única que podría preguntar probablemente "¿ya vamos a llegar?" un millón de veces. Sam vio a Alexis al fondo con sus audífonos en sus oídos y mirando por la ventana, su cabello rubio justo como el de Sam atado como Melanie lo usaría. Sam estaba impresionada de la hija tan fashionista que tenia, que era tan diferente a ella pero tan similar a su mejor amiga y a su hermana. Hablando de su mejor amiga, Carly se iba a casar en dos días con no otro más que Gibby Gibson. Sam no podía imaginar cómo había comenzado esa relación pero Carly estaba feliz y aparentemente también Gibby y eso hacia a Sam feliz. El auto estaba en silencio además del leve golpeteo del pie de Alexis contra el piso al ritmo de la música bombardeando a través de sus auriculares probablemente arruinando su audición como diría su padre. Freddie tenía los ojos en la carretera y se negaba a tener música fuerte reproduciéndose mientras el conducía. Sam lo miró hacia su izquierda, sin expresión alguna mientras enfocaba toda su atención en el camino.

"¿Quieres jugar un juego?" Preguntó Sam mirando a Freddie con emoción en sus ojos.

"Sam, estoy conduciendo." Replicó Freddie, sin mover la vista de la carretera.

"Bien, no eres divertido." Sam hizo un puchero. Se giró para ver al asiento trasero una vez más pero esta vez enfocando su atención en sus hermosos, pacíficamente dormidos gemelos, Caden y Taylor. Al menos los niños de un año de edad podrían dormir ahora y no en la noche como Sam y Freddie preferirían. Kaitlin estaba ahora ocupada comiendo un snack de tocino que Sam le había dado. El cabello rizado color chocolate de Kaitlin y sus profundos ojos cafés la hacían la perfecta combinación de Sam y Freddie, con la personalidad de Sam y los ojos de Freddie, Sam realmente podía darse cuenta que era su hija. Sam sonrió para sí misma mientras miraba a sus inusualmente obedientes hijos, tal vez era el hecho de que eran las 7:30 de la mañana y Freddie había insistido en partir A.L.M.B.P.

"¿Quieres jugar un juego ahora?" Preguntó Sam a Freddie una vez más.

"Bien," dijo Freddie cediendo, "¿Qué juego?" Preguntó.

"¡Sí! humm…" Dijo Sam tratando de pensar en un juego que pudieran jugar en el auto.

"¡Ooh lo tengo! ¡Verdad o reto!" exclamó Sam.

"Bien, pero va a tener que ser mas como verdad o verdad ya que estamos en un auto." Replicó Freddie.

"Bien, que tal, ¿Qué preferirías, entonces?" preguntó Sam.

"Ok" Asintió Freddie.

"Bien. Yo empiezo. ¿Qué prefieres? Estar atrapado en una habitación con cientos de serpientes venenosas o dejar que cientos de perros lamban tu cara." Sam sonrió.

Freddie hizo un gesto, "¿Cuánto tiempo estoy encerrando en la habitación con las serpientes y cuanto tiempo van a estar los perros lamiéndome?" Preguntó.

"No hagas preguntas, solo responde." Replicó Sam sonriendo.

"Bien, escojo a los perros porque al menos no moriré por eso." Respondió Freddie.

"Jaja, tu turno." Rió Sam. Freddie amaba como podían jugar este tipo de juegos y divertirse como si estuvieran en la secundaria. Sabía que era raro para parejas de casados mantener la misma emoción y diversión en su relación después de tantos años. Sonrió cuando pensó en algo para Sam.

"Ok, ¿Preferirías no poder comer tocino nunca jamás o nunca poder verme de nuevo?" él sonrió y podía suponer cual sería su posible respuesta.

"Bueno eso no es justo. ¿Moriste o algo?" se quejó Sam.

"Seguro." Respondió Freddie.

"Bueno, creo que escogería nunca poder comer tocino de nuevo porque eres algo importante para mi" murmuró Sam.

"Aww me siento adulado. Me escogiste en vez del tocino." Freddie sonrió abiertamente.

"No te acostumbres." Aseguró Sam.

Freddie rió, "Como sea, tu turno princesa." Sam lo fulminó con la mirada.

"No, creo que tomaré una siesta ahora." Dijo Sam reclinando su asiento hacia atrás un poco.

"Como digas, princesa," sonrió Freddie. Sam cerró los ojos y sonrió, con un poco de suerte estarían en california, con blanca arena, sillas de playa y lujosos hoteles cuando despertara.

"Papá," Dijo Alexis, quitándose sus audífonos. "¿De dónde viene ese silbido?"

"¿Qué silbido?" preguntó Freddie frunciendo el seño.

"No sé de donde viene pero-" Los ojos de Alexis se abrieron sorprendida cuando vio por la ventana. "¡papá! ¡Es la llanta! ¡Se está quedando sin aire!"

"¿Qué?" Preguntó Freddie, entrando en pánico, casi estrellándose con el auto frente a él. "¿Hablas en serio?"

"¿Parece que estoy bromeando?" Preguntó, rodando los ojos. Freddie se orilló en la estación de gas más cercana, rápidamente saliendo del auto con Alexis.

Sam bostezó, estirándose y girándose. Frunció en seño cuando su vista se enfocó en la rustica y vieja estación de gas. "Tengo usar el baño. Alexis, vigila a los niños por mí, ¿Sí?" Cuando no obtuvo un 'ok' en respuesta, se giró, solo para encontrarse con que Alexis no estaba en su asiento; estaba afuera con Freddie. Sintiendo la preocupación inundarla, salió del auto y fue hacia donde estaban parados. "Um, ¿Qué está pasando aquí?" preguntó, confusión por todo su rostro.

"Papá pasó por encima de un pedazo de vidrio que se enterró en la llanta y tiene un hoyo ahora," Dijo Alexis.

"No, escucha. Tenemos la de repuesto. Te dije que la subieras esta mañana," Dijo Freddie, alivio calmando su rostro. Cuando vio la expresión en el rostro de Sam, no hizo más preguntas. "No pusiste la llanta de repuesto ¡¿Verdad?!"

"Aquí vamos de nuevo," susurró Alexis, colocándose de nuevo sus audífonos. "mientras ustedes dos discuten el asunto, estaré escuchando música. Y cuando no lleguemos al ensayo de la boda de la tía Carly y el tío Gibby, voy a decirles que fue porque ustedes dos estaban muy ocupados discutiendo."

"No, Alexis," Dijo Freddie, tratando de mantenerse en control. "Tu madre y yo resolveremos esto como adultos. Déjame usar tu teléfono." Dijo Freddie, estirando la mano hacia el teléfono de su hija.

"Claro, pero te advierto: mi batería esta apunto de-" comenzó Alexis, pero entonces su teléfono de pronto se apago. "Morir" terminó.

"Sam," Dijo Freddie, girándose hacia su esposa. "¿Dónde está tu teléfono?"

"Oh, vamos, ¡Sabes que se lo aventé a ese predicador extranjero!" Respondió. "¿Dónde está tu ñoño teléfono?"

"Lo dejé en casa. Accidentalmente lo dejé en la barra de la cocina cuando preparaba tu 'Pedido sándwich de jamón'." Dijo Freddie.

"Mira, solo ve a la estación de gas y pregunta por un teléfono." Le dijo Sam, obviamente molesta. "Estoy segura de que te dejarán usarlo."

"Ugh, bien," Comenzó Freddie. "¿Pero qué tal si…?"

"Ve" Demandó ella.

"Voy." Dijo él, alejándose de ellas.

Lindo, ¿Cierto? Es una historia sumamente divertida, :3 si les gustó dejen review, saben cuan feliz me hacen los reviews.

Los capítulos son así de cortos, al igual que la otra historia que se llama Una terrible decisión, Otra oportunidad, un reinicio, y un nuevo amanecer (yo y mis títulos gigantes) así que ambas se estarán subiendo simultáneamente, cuando ustedes en sus reviews digan.

Gracias por su tiempo! Se les quiere!