Bueno, hola a todos, ¿cómo estáis? Hacía muchísimo que no me pasaba por aquí, y bueno hace poco estuve viendo la película de El Hobbit, y me leí el libro y la verdad es que llevaba muchísimo tiempo intentado hacer una historia en el mundo de Tolkien y así que como esta historia nació. Espero que os guste.
Posiblemente esta historia a lo mejor no debía ser contada, quizás no fuera ni el momento ni el lugar adecuado para que se contara... Nadie sabía de la exitencia de aquel lugar, nadie sabía... bueno algunos si sabían de su existencia pero jamás contaron nada a nadie. Entre ellos había un hombre mayor, un hombre que se había marchado de aquella misteriosa y extraordinaria tierra para entrar en nuestro mundo por amor, su nombre, Owen... En sus tiempos de jovenzulo, este hombre se enamoró de una hermosa joven, la más bonita que sus ojos había visto en su vida, la más graciosa, la más simpática, la más todo para él, hasta su nombre era hermoso Caitlín... Su amor fue algo bonito, lleno de ternura pero... los tiempos oscuros empezaban a surgir en aquellas tierras de paz y tranquilidad. Quién iba a decir que aquel muchacho aquel del que estábamos hablando sería un príncipe y por su pueblo peleó pero no podía abandonar a la persona que amaba, ella lo era todo para él, decidió marcharse, sabía que aquella guerra no tenía futuro y escapó con ella. Pero ¿de qué manera consiguieron ir de su mundo al nuestro? La respuesta es fácil, por un espejo, un antiguo espejo de un poder inimaginable, una antigua reliquia donde alrededor de ella estaba escrito:
El camino a seguir siempre tiene una solución.
Así comenzó su nueva vida, se casaron tuvieron una hija y tiempo después, su hija se enamoró, se casó y dio a luz a una niña. Parecían tener una vida feliz pero la felicidad no durá para siempre... Los accidentes suceden y entre uno de ellos estaba la hija del hombre del que hemos estado hablando y su esposo murieron... Ambos se sumieron en una profunda depresión pero hubo algo que a ambos les hizo ver la luz... Su nieta, su pequeña y tierna nieta, aquella pequeña criatura que se había quedado sin nadie que la cuidara, no, ella recibiría todo el amor y el cariño de sus abuelos que se hicieron cargo de ella...
La vida siguió su curso y la pequeña Keyra-que así es como se llama nuestra pequeña-creció feliz, sus abuelos la amaban y para ella no había otra familia, se sentía afortunada de poder tener a unas personas tan buenas por familiares era estupendo, debía ser la chica más afortunada del mundo. Puede que no tuviera todo lo que ella pidiera porque no todo se puede conseguir en esta vida pero no se quejaba. Lo que ocurre es que las desgracias siempre vienen todas juntas. Caitlín, su amada y querida Caitlín enfermó y al tiempo la fría y oscura muerte se la llevó dejando en este mundo a un pobre hombre a cargo de una niña, que, aunque ya dejaba de parecer eso para Owen seguiría siendo su niña.
Muchos años habían pasado desde que aquel príncipe de aquellas tierras desconocidas había llegado a nuestro mundo a través de aquel espejo, ahora era un hombre mayor, que vivía una vida tranquila junto a su nieta. Guardó en el sótano todo aquello que trajo consigo, desde sus ropas hasta miles de manuscritos, lo que no sabía es que su nieta encontraría un antiguo libro que cambiaría toda su vida...
Este es el principio de mi nueva historia, la verdad es que debería acabar las otras que tengo a medias antes de empezar esta pero es que no se me ocurre nada para ella TT_TT, cuando pueda juro que las acabaré y que esta no se irá perdiendo, ¡lo juro! Buena hasta otra y comentarme :D
