N/A: hola! primero que nada: Death Note no me pertenece, ya quisiera yo, me pertenece el 99,99% de la historia, el otro 0,01% soy cosas que usaré de la historia original... bueno, pasen lean, no mata dejar R&R (cuantos mas haya, más frecuente subo caps)e, y probablemente nos veamos en otra nota de la autora, espero que les guste-Luana
Roger entró a la cafetería y pidió silencio.
-Quiero presentarles a sus nuevas compañeras: Nikki, -Dijo dirigiéndose a una niña a su lado, para después dirigirse a otra- y May.
Nikki era una niña con los cabellos más oscuros que nadie se podría imaginar, y estaban peinados en dos ágiles roscas detrás de su cabeza y solo cuatro mechones rebeldes enmarcaban su cara. Su piel era pálida, y sus labios en un tono rosa pastel; junto con los finos rasgos de su cara parecía una hermosa niña inofensiva. Pero había algo en Nikki que llamaba la atención de cualquiera: sus ojos. No eran como los ojos de cualquier otra persona; mientras su ojo izquierdo era azul como el cielo, su ojo derecho era verde como el pasto. Nikki era algo bajita, y llevaba puesto un simple vestido blanco, y en una de sus manos un violín. May, por otra parte, era unos años mayor que Nikki. Ellas debían tener la misma diferencia de edad que tenían Near y Mello. May era totalmente diferente a Nikki, en cuanto a aspecto físico. Los cabellos de May eran rojos como la sangre en la raíz, pero mientras caían onduladospor su espalda se degradaban a un dorado; su frente estaba cubierta por un flequillo recto color sangre. Si, mientras que lo que resaltaba en Nikki eran sus ojos, en May era su cabello. Pero los ojos de May no se quedaban tan atrás: eran de un extraño color naranja. Su piel no era tan pálida como la de Nikki, sus labios eran más rojizos y sus razgos no eran tan delicados; la hacían parecer sufrir. May era alta y delgada, de su cuello colgaban unos grandes auriculares naranjas; y tenía puesta una camiseta que parecía quedarle grande, llevaba un hombro al descubierto y las mangas cubrían parte de las palmas de sus manos, sin mencionar que el borde le llegaba más allá de la cadera. Una mochila, que parecía media vacía, colgaba de su hombro. También tenía puestos unas calzas negras y unas botas negras.
-Son hermanas, -Continuó Roger- y debido a la "falta de espacio" deberán compartir cuarto con Matt y Mello.
Matt levantó la cabeza de su PSP al escuchar su nombre, y la bajó como si nada, pero luego volvió a subirla al ver una hermosa melena rojiza. Nikki miraba hacia todas partes, no le gustaba la sensación de ser un bicho raro. Miró a su hermana, quien le devolvió la mirada como diciendo: "todo estará bien".
-Así que, chicos, trátenlas bien. Continúen con su almuerzo; y May, Nikki, bienvenidas a Wammy's House.
Mello se giró en su asiento para seguir comiendo, algo regañadientes, puesto que tendría que compartir el cuarto con dos chicas, y una de ellas le hacía pensar en Near. Pero al ver la cara de Matt, no pudo contener sus risas, y comenzó a reírse a carcajadas. Matt lo ignoraba y seguía con la mirada a May.
-¡Así que te gusta la chica nueva! ¡Y no digas que no! -Le soltó Mello, lo que hizo que Matt volviera a Tierra.
Matt no dijo nada, solo se quedó callado y rojo como un tomate. Volvió a su PSP, y no había pasado ni medio nivel cuando escuchó una dulce voz detrás de él.
-¿Puedo sentarme?
Matt se volteó lentamente, y Mello casi explotó a carcajadas, pero le hizo un favor a su amigo y aguantó sus risas.
-S-si... c-claro. -Titubeó Matt.
May le dedicó una sonrisa y se sentó junto a Matt. Mello vio la mirada de auxilio de Matt, riendo le preguntó a May:
-¿Cuál era tu nombre?
-May... y tú debes ser Mello, -Se giró hacia Matt, que la miraba de reojo- y tú, Matt. Entonces estoy hablando con mis compañeros de dormitorio.
-Entonces Roger te contó sobre nosotros.
-Sólo mencionó tu "hermoso" historial. Pero sé leer. -May señaló con el pulgar al PSP de Matt que tenía escrito en un costado "Matt".
-¿Y tu hermana?
-¿Nikki? Está sentada con el chico de cabello blanco,... le dije que si se quería sentar con otra persona, que lo hiciera.
Mello apretó los dientes al ver a su futura compañera de cuarto compartir la mesa con Near, pero ahora que se fijaba, eran bastante parecidos, solo que Nikki parecía hecha a color y Near solo blanco.
-Oye, -May notó a la perfección el gesto de Mello- no creas que mi hermana habla con todo el mundo. Básicamente es muda, y habla en muy pocas ocasiones; y solamente la he visto entablar una verdadera conversación conmigo.
-Entonces, tu hermana es de pocas palabras -intervino Matt- Pero por lo que veo a ti te gusta hablar.
Matt se golpeó mentalmente, había sonado como un completo idiota. Se iba a disculpar, pero se cruzó con la mirada de May, con una ceja alzada, pero después sonrió.
-Si voy a compartir cuarto con ustedes, creo que almenos deberíamos llevarnos bien, ¿No crees? Pero si quieres hablar de ese tipo de gustos, Nikki es una maestra con el violín, de verdad tiene un don para eso.
-Supongo que te habrás dado cuenta de que todos aquí tenemos una especie de don, o adicción, o como quieras decirle. -Le interrumpió Mello con su típico tono de irritado.
-Lo he notado, -Respondió May con mucha tranquilidad, mientras pinchaba unas papas de su plato- como he notado que pedirte un trozo de chocolate sería una pérdida de mi tiempo. -Se llevó la papa a la boca, mientras se inclinaba para ver a qué estaba jugando Matt en su PSP.
Matt intentaba no mirar a May, lo que seguramente lo haría perder el nivel, y acabar con su racha de buena suerte
-¿Cuántos años tiene Nikki? -Le preguntó Mello de repente.
-Ocho, bueno, casi ocho. ¿Y el niño sentado junto a ella?
-Se llama Near, -Respondió Matt, antes que Mello, para evitar lo que podría llegar a decirle; sin apartar la mirada de su PSP- y también tiene cerca de ocho años.
-Entonces... -Mello volvió a retomar la conversación, y le dio una mordida a su chocolate que se partió con un sonoro "crack"- ¿Cuál es tu adicción, May?
Ella se detuvo en seco cuando estaba masticando. Después de unos segundos, en los que estuvo paralizada, tragó con fuerza y bajó la cabeza.
Imágenes de un desastre volvían a su mente; ella abrazando a su hermana, protegiéndola, convenciéndose a sí misma y a su hermana de que todo iba a estar bien. Sabía que no era así. Que esto ya era un punto extremo, que era probable que ella misma hubiese firmado la sentencia de muerte de ambas. "No te atrevas a mirar por la ventana, cariño, todo está prendido fuego..."
-May, ¿Estás bien? -La voz de Matt la hizo volver a la realidad. "Gracias, Matt".
-Si, estoy bien, respondiendo a la pregunta, mi adicción fue la razón por la que Nikki y yo terminamos aquí.
Matt casi se atora con las palabras, y le dirijió a Mello una mirada amenazadora. Él hizo como si nada.
-¿Eras drogadicta o alcohólica? -Preguntó Mello, con total despecho.
May lo fulminó con la mirada, y se puso de pie como impulsada como un resorte.
-¡Por supuesto que no! -Le gritó- ¡Prácticamente vivía para mantener a mi hermana con vida! ¡Si no ninguna de nosotras estaría aquí! ¿Estás seguro de que eres inteligente?
En la otra parte de la cafetería, Nikki casi terminaba de comer. Le había sorprendido que Near no le hablara, ni siquiera un "Hola", que simplemente siguiese jugando con sus robots. Pero enseguida, baj{o su mirada a su plato y penso: "Cuanto menos hable, mejor". Pero de repente, sintió la necesidad de hablarle.
-Mi nombre es Nikki. -Dijo en un murmullo casi inaudible.
-Disculpa, ¿Dijiste algo?- Preguntó Near, dejando el robot en la mesa.
Nikki negó lentamente con la cabeza hacia abajo. Tomó su violín, que estaba junto a ella (ella y Near eran los únicos sentados en esa mesa) y se lo colocó en el hombro.
-Por cierto, Nikki, mi nombre es Near. -Le dijo él, mirando en otra dirección y con su mano retorciéndose un mechón de su pelo.
Nikki sonrió levemente, y tocó un acorde en su violín, pero fue lo más que llegó a hacer, sintió todas las miradas de la cafetería sobre ella. Miró a su alrededor, y sus sospechas fueron aseguradas, toda la cafetería se había girado al escuchar el violín. Nikki, insegura, volvió a ponerse su violín en el hombro, y volvió a empezar a tocar un melodía corta, pero difícil para alguien promedio de su edad. Sus dedos se desplazaban por las cuerdas del diapasón del violín como si tocara esa melodía desde el día en el que había nacido, y el brazo que sostenía el arco del violín tenía un vaivén que haría que cualquiera se cansara con solo verla tocando. Al terminar, sintió que Near la miraba de forma extraña, pero al mirarlo, solo percibió una mirada neutral. Aun que los ojos de Nikki decían: "¿Nunca viste a nadie tocando el violín?"
-No me malinterpretes, -Le dijo Near, como si leyese su mente, sin embargo, su voz sonaba tan neutra como lo era su mirada- No soy el único que cree que tocas bien el violín.
Bastante alarmada, Nikki se volvió a voltear, y vio algunos niños que la miraban como impresionados, y otros que habían vuelto a sus asuntos, pero que aún la miraban de reojo. Volvió a su posición anterior, avergonzada, y con las mejillas rojizas.
-No entiendo de que te avergüenzas, si tocas muy bien. Además, con esos ojos, no esperes ser una más del montón tan fácil. Tus ojos te hacen destacar bastante, ¿Te han dicho que tus ojos son muy interesantes?
Nikki levantó la cabeza, ahora tenía una sonrisa dibujada en sus labios.
-¿Conoces a tus compañeros de habitación? -Preguntó Near, Nikki se limitó a negar con la cabeza- Tu hermana está sentada con ellos.
Nikki buscó con su cabeza a May; la localizó sentada junto a un chico pelirrojo que la miraba de reojo, no muy disimuladamente; y un rubio, que en un principio confundió con una mujer.
-Diría que al terminar el almuerzo vayas con ellos. -Le aconsejó Near con tranquilidad, y volviendo a jugar con su robot.
Nikki solo se encongió de hombros.