Teen Titanspertenece a DC Comics.
Este es un fic de fan para fans.
Advertencia: Insinuaciones slash (chicoxchico), si no te gusta, te sugiero no leer. La historia está referida a la serie animada Teen Titans.
Aclaraciones:
—.— = cambio de momento, misma escena
—.—.— = cambio de escena
—.—.—.— = cambio brusco de escena
Los héroes rescatan personas,
pero los superhéroes rescatan héroes
–.–.–
34.- Fin del juego
—¡Robin! —Esa parecía Starfire— ¡DETENTE!
—St-rfir… —sus ojos se medio cerraron en intento de aguantarse las veces que le tronaron los hombros al moverse—. Ro-in…
–.–
Speedy se tambaleó por aquel túnel, iba encorvado mientras se cogía de un brazo; por éste le resbalaban unas hilerillas de sangre de una herida que llevaba entre el cuello y el hombro izquierdo. Trastabilló pegando la punta del pie con una piedra, mas sólo se detuvo unos instantes, se sacudió el rostro, parpadeó aclarándose la vista y se siguió hasta donde visualizó un hueco.
—Vamos Red-X, ¡elimínala! Es una orden.
Con una caída como de medio piso, el pelirrojo observó a lo lejos a quienes buscaba. Cyborg estaba tirado cara contra el suelo, Slade le pisaba por la espalda y traía en una mano su bastón.
—Robin, ¡suéltala! ¡Es Starfire!
Red-X apretaba fuerte el cuello de la fémina y, rehusándose con lo último que podía, le soltó mientras él se jalaba hacia atrás y pegaba contra el suelo. En aquel momento se formó una abertura y esa fue suficiente señal para el pelirrojo quien, ya con el arco en mano y la flecha tendida, soltara una flecha directo al moreno.
—Gmgg...
Robin se llevó una mano al hombro, la flecha, filosa, le había penetrado clavando toda la punta. Asió a los lados hasta que logró sacarla pero, inmediatamente se llevó las manos a la cabeza y la apretó comenzando a gritar.
Desde su lugar, y algo impresionado, Slade apretó los puños con fuerza y mandó inmediatamente robots al ataque. Era tiempo de que se encargara personalmente de cierto invitado, pero Cyborg, que de la nada se hubiera levantado, le cayó encima con un golpe a la cara que lo envió pared atrás.
—¡No sabes cuanto moría por hacer eso! —el chico robot se masajeó la muñeca y volvió a atacar.
En su lucha, mientras se retorcía de dolor, Robin observó por entre las rendijillas de ojos una maraña pelirroja muy cerca de él, se trataba de Starfire, estaba desmayada.
—Star…
Se apretó más la cabeza, sentía que le iba a explotar.
—¡Robin! —Unos brazos lo jalaron por los hombros y le instaron a dejar de encorvarse—. ¡Robin, ¿me escuchas?! —y le sujetó con más fuerza—. Te hemos inyectado unos nanobots para combatir los otros, ¡necesitas ceder!
Alerta ante todo momento, el mayor giró algo impresionado, no sospechaba que lo supieran.
–—¿Sorprendido? —Cyborg se sacó la sangre que resbalaba de su labio inferior, pero seguía complacido con aquella reacción.
Evitando un nuevo golpe, el mayor dio tres pasos para atrás y cruzó las manos a la espalda, señalando que no necesitaba de tanto esfuerzo para combatirlo, y por debajo de su máscara sonrió. Robin parecía hacer caso nulo y seguía luchando, así que todo seguía a su favor.
—Robin, ¡mírame! —Speedy lo empujó lo mejor que pudo, hombros contra el piso y se le subió encima para que éste dejara de doblarse—. ¡Hazlo por tus amigos! ¡Hazlo por Star!
—S...-r… —le pudo ver, cerca, inconsciente, después se giró hacia él, apenas y podía distinguir una masa.
Slade se confió un poco, ceder no estaba en su naturaleza y eso significaba que tampoco en la de Robin. Pero al verlo intentar relajarse mientras el otro le llamaba, lo molestó. Golpeó a Cyborg lejos y saltó para ir de lleno contra el pelirrojo, quien rodó con Robin a cuestas, le jaló a un lado y apenas tuvo tiempo suficiente para lanzarse evitando una patada a sus costillas.
—¡Muchacho impertinente! Pensé haberme encargado ya de ti, pero lo voy a solucionar.
Slade giró con una pronta patada que golpeó al otro por la quijada y le lanzó contra una pared de la cual cayeron algunas piedras encima suyo. Speedy se removió dolorido y soltó un ligero grito antes de apretar los dientes cuando recibió otra patada al estómago y después fuera tomado del cuello golpeándole nuevamente contra las piedras atrás.
—¿Unas últimas palabras? —El pelirrojo apretaba el brazo con sus manos intentando que aflojara el agarre, su rostro se estaba colocando rojo. Sin pensarlo dos veces, Slade apretó en puño su otra mano y lanzó el golpe, pero Speedy, más veloz, amarró las piernas sobre el brazo para hacer un ancla y soltarse rodando a un lado; tras ello la flecha con el detonador que le dejase a la espalda, detonó.
El impacto había sido tan fuerte que la pared se destrozó y Slade salió volando por ello. Speedy tuvo que apresurarse a salir cuando las rocas encima de su cabeza amenazaron en aplastarle. Con un saltó se encontró afuera, él rodando a un lado y su carcaj medio metro a la derecha. Se arrodilló y observó el panorama, el otro se levantaba sacudiéndose polvo del traje y algo de sangre que empapaba su brazo izquierdo.
Se encontraban cerca del mar, sobre una pequeña planicie de un acantilado bastante alto donde las olas estaban rompiendo abajo con furia inundando todo el ambiente a sal húmeda. Ese día el mar estaba picado.
Ha como pudo, se alcanzó una flecha, apoyó el arco al piso y cuando apuntó levantándolo, el brazo le tembló. —Gg… —Afianzó más exigiéndoselo y achicó los ojos, la vista la tenía borrosa y apenas y sentía podía mantenerse lucido.
—Dame tu mejor tiro, chico —el mayor comenzó a correr hacia él.
Soltó la flecha cuando lo vio venir, pero Slade la golpeó como si nada. Entonces se le cayó por fin el arco e iba a caer de lleno también él, pero el otro lo sujetó por el cabello, le asió a un lado y llevó la rodilla contra su cara y sin soltarlo lo atrajo para rematarlo con una patada al pecho que lo lanzó a la orilla de aquel arrecife.
Otra detonación se escuchó entre las paredes de aquella cueva y al salir, Robin abrió los ojos ante la impresión, Slade estaba adelante sujetando a su pelirrojo amigo por el cuello de su franela roja, dejándole en vilo por el filo de la caída al mar. Speedy parecía inconciente.
—Que esto te sirva de lección, Robin —afiló las palabras mordazmente y soltó al menor.
—¡SPEEDY!
Horrorizado, el otro fue corriendo, pero como era de esperarse, Slade se interpuso. Enojado, Robin le golpeó, intentó saltarlo y, retrocediendo, observó desesperanzado como el mayor tronó los dedos haciendo aparecer un par de cyborgs justo delante de él, que ni bien de haber llegado, explotaron.
La detonación le hizo ir contra el piso y cubrirse hasta que las piedrecillas ya no llovieron y el piso dejó de temblar, entonces se levantó en busca del pelirrojo. No esperó por los otros que le gritaban, lanzó un cable anclándolo y saltó cuesta abajo donde podía ver el cuerpo del pelirrojo en la arena.
—¡Robin, espera!
Le dolía el pecho. Le dolía dentro de manera que no entendía. Pero no se detuvo corriendo entre la arena hasta que llegó donde él, se había arrancado la mascara y ahora estaba echado de rodillas, girándolo para revisar si respiraba.
—¿…?
Una sombra a lo lejos entre algunas piedras llamó su atención. Al principio pensó que se trataba de su visita pasada pero, cuando éste disparó una soga y se movió entre las rocas desapareciendo rumbo a la ciudad, descifró de quien se trataba.
Hubo un quejido y los ojos azules descendieron.
—¿Speedy?
Se calmó cuando lo vio moverse un poco más, él seguía vivo.
—¿Robin?
Cyborg junto con Star llegaron, estaban a su espalda. Raven, a quien habían logrado reanimar, se encontraba ayudando a Aqualad y a Beast Boy. Al ver que todo pintaba mejor, el de piel morena se relajó y, acercándose por atrás, le tendió el antifaz colocándoselo en un hombro.
—Apresurémonos, aún debemos revisarlo.
Ni bien, Robin se colocó la mascarilla e intentó levantarlo, Star se lo impidió, y éste sólo observó como Cyborg le pasaba de largo y era él quien lo ayudaba. Lo aceptó y también aceptó dejar que la fémina le ayudara a él.
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Robin se levantó de golpe, sudando. Era muy regular que por aquellas fechas se le presentara la misma pesadilla. A sabiendas que no podría continuar durmiendo, cedió a levantarse trastabillando un poco, golpeándose el dedo chiquito del pie, vociferando injurias y de ahí hasta el lavabo para poder asearse.
No pudo asesinarlo cuando lo de Star y tampoco lo hizo cuando lo de Speedy. Y aunque Slade había sido el peor enemigo que hubiese tenido, aún estaba libre pese a todos sus esfuerzos.
En Robin, los nanobots habían sido neutralizados y se realizó un examen a los demás Titanes sin encontrar algún contaminante, pero el cómo había logrado infectarle en un principio, seguía siendo un secreto que el mayor se llevara.
Se miró en el espejo, ojeroso, terminó por secarse la cara y bostezó hondo.
—Imaginé que estarías despierto —parado al umbral de la puerta, con unos vaqueros y una sencilla camisa roja, Speedy le sonrió y apuntó hacia atrás, en dirección a la salida—. ¿Qué te parece un desayuno?
Ya despertando, el moreno asintió, se miró una vez más al reflejo y dejó la toalla a un lado para ir en busca de ropa de civil. Tenía hambre y unos panqueques con doble mantequilla y miel comenzaban a acaparar su pensamiento.
—Has llegado temprano.
—Hoy me tocó guardia, así que aproveché.
El pelirrojo aún llevaba unas vendas a las muñecas y, fuera de tener cuidado con las costillas, iba en una pronta recuperación. Por su parte, Robin cojeaba de vez en cuando, pero progresivamente menos.
—¿No olvidas algo?
Robin lo miró si entender, entonces lo entendió y caminó por ellas colocándoselas antes de salir.
—Ahora que recuerdo, me debes una comida.
—No era comida, sino cena.
—Es lo mismo para mí—se encogió de hombros—. Pero si insistes, cena también será. ¿Es una cita?
Ambos se perdieron por el ascensor continuando la discusión de la charla y, sin perder turno, el pelirrojo recordándole al otro lo lento que era.
Slade tenía razón, no iba a olvidar esa lección, pero no como él creía, sino como Speedy le enseñara. Así que, la próxima vez que lo encontrara, no dejaría que nadie más saliera dañado, sin importar el precio. Ya no más.
–.–.–.–
—¡Te ves lindísima! —a Starfire le brillaron los ojos como dos grandes rubíes y juntó las manos de manera muy contenta al ver su obra, entonces se agachó y le abrazó fuerte—. ¡Ahora probemos el moño morado, Silkie!
Y contenta, sacó el listón rosa y comenzó con el otro, mientras el pequeño gusano polilla daba de mordiscos intentando quitarse el listón.
–.–
Fin
Comentarios: Bueno, aquí llegamos al final. Espero que les haya gustado.
Curiosidades: ¿Sabían que se hace una referencia a Batman en la pelea entre Robin y Slade en "el aprendiz"? Cuando Slade le dice a Robin que sería como un padre para él y éste responde que él ya tiene un padre, aparece una bandada de murciélagos del techo. Esa es una clara referencia al héroe. Dato sacado de losteentitans.
Ni hablar, gracias por su atención.
Me despido y cualquier cosa manden un mail facilítense la vida y dejen un review.
Fin de la transmisión...