Prólogo

Que Misty hubiera decidido tan repentinamente volver a viajar con Ash le estaba resultando de lo más contradictorio al chico. No comprendía nada, ya que en más de una ocasión él le había propuesto a su amiga que le acompañase en sus nuevas aventuras, y siempre había recibido una negativa como respuesta. Que si tenía mucho trabajo en el gimnasio, que si sus hermanas la necesitaban, que no soportaría pasar tanto tiempo con él… En fin, todo tipo de excusas…

Y de pronto, ella había preparado su mochila, y justo cuando él partía de Pueblo Paleta hacia su nuevo destino, ella había aparecido junto a él.

Ash no podía negar que aquello le había sorprendido y agradado al mismo tiempo. La echaba de menos, no le importaba reconocerlo… Además, estaba acostumbrado a viajar acompañado, y no le apetecía viajar solo…

Sin embargo, a las dos horas de salir, ambos estaban enfrascados en una de sus absurdas y escandalosas discusiones.

-¿Tenemos que pasar justo por este maldito atajo lleno de horribles bichos?—preguntaba una y otra vez Misty, a voz en grito—¡Ay! Y encima todo lleno de pinchos, me estoy poniendo las piernas hechas un cromo…

-Usa pantalón largo como yo y no te quejes—replicó Ash, harto de las protestas de su amiga.

-Me gusta ir con pantalón corto—dijo ella.

-Pues calla de una vez, por favor—suplicó Ash, tapándose los oídos. Pikachu miraba a ambos alternativamente y reía. Había echado de menos las peleas—Ya falta poco.

-¡Eso has dicho hace media hora!—exclamó Misty, tratando de esquivar los matojos—¡Seguro que nos hemos perdido! ¡Otra vez con tu mal sentido de la orientación!

-¡Maldita sea, calla de una vez!—chilló Ash, volviéndose hacia ella—¿Por qué no te has quedado en tu gimnasio? ¡Aún estás a tiempo de volver!

-¡Pues no me importaría!—gritó Misty, casi con lágrimas en los ojos. Ash bajó la guardia, sorprendido por ver a su amiga tan afectada. ¿Qué le ocurría ahora?—¡Estaría en cualquier sitio mejor que contigo! Pero ya no puedo quedarme en el gimnasio… ¡Y todo por tu culpa!—apretó con furia los puños—¡Por tu culpa!

-¿Por qué me echas la culpa?—le preguntó él, harto—¡No te obligué a venir!

-No, pero si no hubiera sido por... –musitó Misty, sin explicarse en absoluto—¡Maldita sea!

Ash cada vez comprendía menos a su histérica compañera de viajes.

-Estás loca—le escupió él, girándose de nuevo. Continuó caminando, seguido por Pikachu—Pasa de mí y olvídame.

-¡Eso quiero hacer!—gritó ella—En cuanto salgamos de este maldito bosque y lleguemos al puerto nos iremos cada uno por nuestro camino.

-Perfecto—dijo Ash. De verdad lo creía. La odiaba cuando se ponía así.

Prosiguieron el camino en sepulcral silencio.

Misty no podía quitarse de la cabeza en horrible problema en el que Ash la había metido… ¡Y él sin saberlo! Maldito estúpido que nunca se enteraba de nada… ¡Cómo lo odiaba!

Ahora, por su culpa, debía desaparecer durante meses…o años… Y para colmo él se atrevía a reprocharle. Suspiró y continuó andando tras él, como en aquel viaje que iniciaron siete años atrás, cuando no eran más que unos niños. Pero en esta ocasión no permanecería junto a Ash durante tanto tiempo. Viajaría con él hasta el puerto, y en cuanto él tomase el Ferry hacia Makoko, ella se marcharía a Hoenn, por ejemplo. Al menos sabía que allí estaban May y Max… y tal vez pudieran alojarla en su casa durante un tiempo…

Observó a Ash desde atrás y lo odió con toda su alma. Seguía llevando una ridícula gorra de entrenador mediocre, y esos guantes sin dedos pasados de moda… En esos momentos, odiaba todo de él… Incluso su manera de andar, siempre con grandes zancadas y tan seguro de sí mismo… ¡Le hubiera pegado un puñetazo allí mismo!

Ash, por su parte, deseaba con todas sus fuerzas que Misty desapareciese de su lado. Siempre era tan quisquillosa, tan gruñona, tan insoportable…

Y no lo entendía.

Porque el último mes junto a ella había sido bastante divertido y tranquilo. Tanto Misty como Brock, Tracey, Iris y Cilan se habían quedado en Pueblo Paleta disfrutando de unas merecidas vacaciones. Todos lo habían pasado muy bien. Misty e Iris habían congeniado de lo lindo, ambas riéndose de él en todo momento… Pero de broma, claro… Apenas había habido discusiones o malas caras…

Ash tenía un buen recuerdo… Excepto de aquella noche en la que celebraron esa fiesta loca…

Resopló con fastidio y trató de quitarse de la cabeza los recuerdos de aquella noche de pesadilla…

Brock, Cilan y sus cókteles especiales, cargados de alcohol, y tan dulces que invitaban a repetir una y otra vez…

Iris y sus constantes insinuaciones sobre él y Misty. .

Su confusión y su arrebato celoso, porque la chica no cesaba de charlar con Tracey…

Su creciente estado de embriaguez… Los tragos que bebió Misty también.

Los cuchicheos de los demás.

La habitación de Misty, sus besos, sus ropas en el suelo…

Su locura.

¡Maldita sea! ¿Por qué no podía deshacerse de esos horribles sucesos?

Resopló con rabia y aceleró el paso. Quería dejar atrás a esa endiablada pelirroja.

Solo esperaba que el motivo de su decisión de acompañarle de nuevo, no tuviera nada que ver con aquella fatídica noche.


Como aquí en España ya es dia 28... Felicidades Andy! He iniciado un nuevo fic que se me acaba de ocurrir y te lo dedico como regalo de cumple! Espero que te guste!

Y a todos los demás... Espero que disfrutéis de mi nueva historia (y os hayáis repuesto de "El último verano" jejeje)