Prompt: Dos caminos
Pareja/Personajes: Kurama Norihito, Minamisawa Atsuishi
Fandom: Inazuma Eleven Go!
Advertencia: Que lo haya hecho yo cuenta como una.
Resumen: Que tal sí...
Disclaimer: Inazuma Eleven no me pertenece –si fuera mío, ah~… Kageyama y Rushe serían los padres de Hikaru. (Pensándolo así, creo que escribiré algo con eso. Lo juro)
Nota: Bien, Esto no tiene mucha explicación. Es más un What if, que escribí para Oveja-san
Aquello que nunca pasó.
¿Cómo serían las cosas ahora? Se pregunta mientras arregla su cabello, el flequillo no debería cubrir sus ojos.
El paisaje se mueve rápidamente ante su mirada, faltan pocos minutos para el partido, empero su mente está completamente en otro lugar.
Sus recuerdos se pierden en aquella ya lejana tarde donde junto a la puerta del director y con los rayos algo rojos del sol alumbrándolos, Kurama le preguntó
.
—Eso quiere decir que… ¿es enserio? — Su voz se oía trémula y tranquila, pero sus ojos dorados eran capaces de escrutar más allá. El temblor casi imperceptible del labio bajo del más pequeño era totalmente obvio para él.
—Sí—respondió, desinteresado mientras dibujaba las letras de la planilla que traía en su mano.
—Gassa Kunimitsu, ¿eh? Parece una buena escuela.
—Y lo es.
Termina con un tono cantarino, justo como el que usa cuando se da aire de grandeza que obviamente merece.
—Pues… Mucha suerte
Recuerda que fue lo último que le dijo, guardando sus manos en los bolsillos y haciendo una mueca algo extraña.
Quédate.
Sabe que fue lo que le quiso decir.
Quédate un poco más conmigo.
Es la frase completa que sabe dijo su corazón.
Pero Kurama simplemente calló. Y el mismo Minamisawa no hizo nada cambiar eso.
— ¿Suerte?—dijo con una sonrisita prepotente. Su marca personal— Eso debería deseártelo a ti. Estas en un barco que se hundirá pronto.
Finalizó con su tonito de superioridad, haciéndole una seña con la mano y entrando a la oficina del director.
Aquella fue la última vez que le vio, y si es sincero, debe decir que muchas veces repitió esa tarde en su mente.
¿Habría cambiado algo que el muchacho le dijera lo que él sabía que callaba?
Quizá sí, quizá no.
—Minamisawa, ¿en qué rayos piensas?— La voz de Hyoudou Tsukasa le sacó de sus pensamientos, logrando que frunciera por una mínima fracción de segundo su ceño.
—Nada importante, sólo en como destruiremos a ese equipo de quinta.
Responde medio en broma y medio en serio. Aunque no sabe si sus nuevos compañeros lo notaron.
Y como respuesta sólo recibe la suave risa de su interlocutor.
—Ya veremos, ya veremos.
Y Minamisawa suspira, algo frustrado. Demasiados pensamientos tontos rondando su mente los últimos días.
Quizá… sólo quizá…
El tren se detuvo. Las cartas estaban sobre la mesa, no había vuelta atrás.
Pero quizá… luego del partido quizá.
Notas finales: Lo siento, otl