Vale, he decidido que por San Jorge voy a hacer una série de One-Shots, uno por parejas relevantes de la série de cazadores de sombras y los Orígenes. No se aún si los haré salteados, así que habrá que ver. Los iré colgando por día, desde hoy hasta que los acabe. Así, compenso no poder regalar una rosa a los lectores... jejejej.

AVISO: No actualizaré a menos que reciba una mínima de 10 reviews por cap, porque asumiré que no interesa.


Pelea de cosquillas

Jace se acercó despacio por el suelo, a gatas. Se movía lentamente, como un guepardo, los hombros bajando y subiendo mientras se arrastraba. No quería hacer ruido y estropear su laborioso plan. Se recogió un par de mechones detrás de las orejas para que no le molestaran delante de los ojos, y continuó avanzando. Vio el cuerpecito menudo de Clary, dormida al sol de agosto en el jardín de la casa Herondale. Se habían ido de vacaciones a Gales mientras Jocelyn y Luke estaban de luna de miel, solos ellos dos. Jace ya era mayor de edad, y mientras la chica viajara con un adulto, todo iba bien. Él quería irse un tiempo a la mansión, buscar, indagar sobre su pasado, sobre quién era. Descubrir que la casa seguía allí solo había sido un incentivo más para hacerle viajar. En un principio iba a ir solo, pero cuando Clary le dijo que quería acompañarle, no le dijo que no. Lo único que había mencionado era que si su madre se enteraba, le mataría.

Y allí estaban, nadando entre su pasado.

Aunque no todo era trabajo. La tierna y húmeda hierba verde bajo él ayudaba a no hacer ruído. Se mordió el labio y sonrió cuando sintió que se le escapaba una risa. Controló su respiración para que ella no le oyera. No creía que durmiera muy profundamente. Llevaba una camiseta enroscada bajo el pecho y unos shorts para poder tomar el sol. Su pálida piel empezaba a ponerse roja. La sonrisa de Jace se hizo más amplia. Cuando estuvo junto a ella, se puso de pie sobre las rodillas, contemplándola un instante. Era espléndida, toda ella. Las pecas le resaltaban mucho más ahora, con el sol, y el cabello rojo estaba desparramado tras su cabeza en un abanico de fuego. Una ola de calor le recorrió el cuerpo por dentro, y respiró hondo. Aunque el fuego celestial ya no fuera tan intenso como al principio, si que era bastante desagradable. Engarfió los dedos, y se inclinó sobre ella con cuidado. Le pasó la boca muy suavemente por la línea áurea de su estómago, ascendiendo. Ella se removió, y empezó a abrir los ojos, y entonces él sonrió contra su piel.

-Jace, ¿qué...?-murmuró, todavía medio dormida.

Entonces él empezó a hacerle cosquillas en los costados. Clary abrió los ojos de golpe y empezó a retorcerse sobre la toalla donde estaba tendida, riendo.

-¡Jace, para ya... vamos!-intentaba decir Clary entre risas.

Él se colocó a horcajadas sobre ella para tener mejor acceso a sus zonas sensibles. La pasó una mano a la parte baja de la espalda, haciéndole más cosquillas.

-A este juego... también puedo... jugar yo...

Clary enredó las piernas alrededor de su cintura y giraron, quedando Jace bajo ella. ya no estaban sobre la toalla, y Jace podía notar la humedad de la hierba mojada en la espalda, pero no dijo nada. Tenerla así, sobre él, tan juntos...no quería estropear eso. Le puso las manos en las caderas, y le acarició con suavidad la espalda con los pulgares.

- Te advierto que no tengo cosquillas. Soy un guerrero, y soy un hombre.

Clary sonrió, y se inclinó sobre él, mirándole los labios. Como le tentaba que hiciera eso... cada vez que lo miraba así le entraban ganas de besarla y no parar jamás. Se hundió en sus ojos verdes, y se inclinó un poco hacia delante para besarla, olvidando el juego de las cosquillas y el frío en la espalda cuando notó una de las manos de Clary se deslizó por sus riñones hasta su espalda. Se estremeció de frio primero, y luego de algo más... No. Lo había encontrado.

Jace se retorció sobre si mismo bajo Clary, mientras se reía.

-¡Para! ¡Piedad, por el Ángel!

Se retorció durante un rato, hasta que Clary decidió que ya había sufrido bastante, y le soltó.

- ¿Conque a prueba de cosquillas, hum?-sonrió ella, moviendo la cabeza, apartándose el pelo a un lado, e inclinándose sobre él. Le rozó la punta de la nariz con la suya, respirando su aliento. Lo miró a los ojos, y Jace se quedó sin aliento. El verde de los ojos de Clary se había oscurecido ligeramente, y la pupila se le había dilatado un poco. Un ligera rubor le había cubierto las mejillas. Le acarició la cara. Sus ojos se desviaron a sus labios, inconscientemente, deseando probarlos.

- ¿De verdad quieres hablar de eso ahora?-murmuró Jace, pasándole el pulgar por la sien con suavidad. Su mano se deslizó bajo el cabello rojo fuego hasta la nuca de Clary, y la atrajo hacia él, tirando de ella hacia abajo.

Sus labios se encontraron, a penas un suave roce. Compartieron el aire que respiraban unos instantes, antes de que él decidiera volver a presionar su boca contra la de ella, con más fuerza ahora. le perfiló el contorno de los labios con la lengua, sintiendo como se estremecía, y la piel de la espalda se le ponía de gallina. Clary atrapó su labio inferior y tiró de él hacia atrás sin fuerza. Le coló las manos bajo la camisa negra de hilo, acariciando la piel surcada de cicatrices de antiguas batallas, y por las de antiguas Marcas. Jace aumentó la presión del beso, y los hizo girar de nuevo. Quedaron sobre la toalla. Se irguió un poco, sin dejar de besar a Clary, que se inclino hacia delante, persiguiendo sus labios, mientras él se quitaba la camisa mojada y llena de tierra, y la tiraba hacia atrás sin mirar.

Volvió a inclinarse sobre Clary, pero esta vez no busco sus labios, sino que deslizó la boca por la línea de su mandíbula y bajó hasta el cuello, dejando suaves besos de mariposa. No quería ir deprisa, quería disfrutar de la paz del campo, de la intimidad del valle, del espléndido día soleado... Ahora entendía por qué los Herondale habían construído allí su hogar. Aquel lugar era privado y abierto, incluso en aquel tiempo, donde la construcción masiva había conquistado la mayor parte de las parcelas de tierra verde sin edificar. Aquel era... un pequeño paraíso.

Besó la marca en forma de estrella del hombro de Clary, y luego volvió a su cuello, concretamente a la yugular. Ella le enterró las manos en el pelo, enredando los dedos entre las hebras rubias, y tirando de ellas hacia atrás sin demasiada fuerza, aplastando las puntas entre los dedos. Jace sentía que se iba, que su mente se deslizaba a un lugar mucho más lejano y agradable, más abstraído...

Jadeó y se incorporó de golpe, apartándose de Clary, con la respiración acelerada. Sentía los latidos rápidos como los de un colibrí de Clary bajo su mano, que descansaba sobre el corazón de ella. Sin entender que pasaba, la chica lo atrajo hacia si, besándolo de nuevo, con los labios hinchados y más rojos que antes. Él se apartó de ella lo justo para respirar, apoyando su frente en la de Clary cuando sintió un ramalazo de fuego rasgarlo por dentro.

- Pídeme... que pare-jadeó.

-¿Por qué...?

-Pídemelo-le dijo, mirándola a los ojos.

Ella se incorporó sobre los codos, y le pasó una mano por la mejilla, preocupada.

-¿Estás bien?

Jace cerró los ojos un instante, separándose de ella, y asintió cuando notó que el calor empezaba a remitir. Había sentido el fuego burbujear en su sangre, como si le hirvieran las venas.

- Estoy bien, es solo que... pensé que te iba a quemar-respondió. Abrió los ojos y se miró las manos. Estaba sentado en la toalla, frente a Clary-. Bueno, hemos batido un récord. Es lo que más hemos aguantado, ¿no?

Ella asintió. Hizo una mueca de disgusto.

-De momento.

Jace se rió. Se tumbó, poniéndose un brazo sobre la cabeza, ya recuperado, y la envolvió con un brazo, arrastrándola hacia abajo con él. Ella soltó un gritito de sorpresa y le golpeó el el pecho por asustarla. Le rodeó la cintura con un brazo, y Clary se acurrucó contra él, apoyando la cabeza en su pecho desnudo. Acarició con los dedos la herida sobre su corazón, la fea cicatriz vertical dónde lo habían atravesado Valentine y ella, y dónde, tiempo atrás, la Marca de Lilith había brillado roja y maligna. Distraída, le trazó suaves círculos sobre la piel.

-Jace-dijo. Lo oyó murmurar. Sonrió. No tenía que levantar la cabeza para saber que estaba con los ojos cerrados. Una de sus manos le acariciaba el pelo-. ¿Cuando tenemos que regresar?

-¿Cuando vuelven tus padres?-preguntó, sin darle mucha importancia. Clary sonrió. Había dicho "tus padres", y no "tu madre". Ya consideraba a Luke como su padre.

-El jueves que viene.

-Pues el Miércoles que viene-respondió él, resuelto-. No quiero que acaben con mi vida prematuramente. Aunque creo que sería Jocelyn quién me mataría. Luke se limitaría a dirigirme una dura mirada esperando que bajara la cabeza y admitiera que no volvería a pasar, cosa que yo no cumpliría.

Clary se rió, y cerró los ojos, dejándose llevar por la quietud que inspiraba aquel lugar, mientras escuchaba los latidos del corazóon de Jace y acompasaba su respiración a la del chico.


Bueno, gente, esto es todo. La siguiente pareja será... Alec y Magnus! Ya sabéis, 10 reviews, o no hay malec... :)