Capítulo 10

-Si… Creo que esa será la mejor manera para que todos esos demonios puedan irse al infierno de una vez. La mayoría de sus almas están atrapadas en el portal y poco a poco se irán liberando cuando su parte mortal perezca. El saiyajin Turles también está pasando por la misma situación…

Mientras decía aquello, Enma Daioh Sama reanudaba poco a poco su labor. Sellando y enviando a las almas al Infierno o al Paraíso, el resto de los ogros a su cargo, e incluida Unarai Baba, escuchaban sus palabras con atención. La bruja reflexionó un momento, hasta que dijo al fin:

-Entonces… ¿el saiyajin deberá pelear contra ese malvado de Freezer?

-Así es.

Unarai Baba sonrió.

-Bueno, fue muy bueno que hayas permitido que Freezer conservara su cuerpo. En el Infierno le esperan muchos castigos que deberá cumplir antes de que su alma pueda ser limpiada.

-Y cuando eso suceda, habrán pasado muchos años. Bueno, tú y yo a penas y los sentiremos, pero para él, la eternidad puede durar tan sólo un minuto. Por cierto, hay algo que quiero saber…

Nuevamente, el Guardián del Otro Mundo hizo una pausa para dirigir su atención a la bruja.

-Hablé con esa diablesa llamada Mera. Según esto, ella era la nueva reina de la Tierra del Demonio.

Visualizando a la diablesa pelirroja, Unarai Baba asintió.

-Algo de eso me dijo Turles.

-Bien. Pero, según las palabras de Mera, tú ya conocías a Shura y a ella desde mucho tiempo atrás…

-No sé de qué te sorprende –interrumpió la bruja, dando un tono despreocupado a su voz-. Sabes que puedo detectar todo tipo de presencias…

-No estoy sorprendido, sino más bien… intrigado.

Unarai Baba comprendió hacia dónde iba la conversación.

-Necesito saber algunos detalles –continuó el Guardián-. Según esto, hiciste un trato con Shura para que sellara el portal que comunicaba a la Tierra. Sin embargo, existían dos puertas. Una de ellas fue cerrada por el propio Shura y la otra, según el Dios de la Tierra, acaba de ser destruida por Piccolo. ¿Sabías también ese detalle?

-Por supuesto que sí.

-Entonces, cuando ese saiyajin llegó a la Tierra con intención de invadirla, Goku le perdonó la vida, pero al parecer, él recibió la ayuda –tú ayuda- para llegar a su nave. El saiyajin llegó a Gokyusan, atraído por la maldad de su alma. Y Shura pensó que, de algún modo, ese saiyajin maligno es un "pago" de tu parte. Así que dime, ¿cuál era el verdadero beneficio que tú obtendrías en todo esto?

-¿Me culpas a mí de todo lo que pasó? –protestó la bruja, casi en tono infantil.

-No. Simplemente creo que son acontecimientos que no creíste que se descubrirían tan rápido. No te preocupes. Sé que no estás del lado de los demonios, pero también entiendo que eres una mujer de negocios.

Para ser una persona explosiva, Enma Sama guardaba una fría calma para esta ocasión. La bruja, por su parte, guardó silencio, pero luego de pensar un rato, en el que Enma Sama lo había quitado su mirada sobre ella, por fin respondió:

-Creí que sería más fácil de lo qué pensaba, pero no fue así… ¿Sabes?, el negocio de la adivinación en la Tierra deja bastante dinero, pero la incredulidad y escepticismo de las nuevas generaciones hace que la magia ya no sea lo que fue hace tiempo. La magia existe, y es peligrosa, pero supongo que las amenazas de Cell o Freezer no se comparan con todo lo que yo he aprendido en quinientos años…

-¿Qué quieres decir con todo esto?

-Es muy sencillo, Enma. Mis peleadores, como Akkuman, por ejemplo, a pesar de que ha estado a mi servicio por muchos años como el resto de mis peleadores, consideré que ya era tiempo de hacer contacto con todo lo nuevo de esta época…

Enma Daio Sama sonrió un poco.

-Ah, vaya… Entonces, una vez que el saiyajin hubiera llegado a Gokyusan, irías de nuevo a ver a Shura, para hacer un nuevo "intercambio"…

La anciana de cabello lila frunció el ceño.

-Pero ese avaricioso de Shura vio más en el corazón de Turles cuando se conocieron. Lo supe hasta después, cuando Turles llegó a la Tierra. Yo ya había decidido que ese saiyajin fuera mi nuevo peleador aun sin haberlo visto antes, pero al ver que poseía las semillas del Árbol Sagrado, supe que Shura ya había hablado con él antes.

-Entonces, ¿me estás diciendo que antes de que Turles llegara a la Tierra tú no lo conocías y que el hecho de que ese saiyajin llegara con Shura fue simple "casualidad" y que ya había ido a Gokyusan dos veces?

-¡Sí! ¡Es como si los saiyajin estuviesen "atraídos" por todos esos seres, crean en ellos o no!

-¡Ja! ¡Y me lo dices a mí! ¡Goku ya conoció a más de cinco dioses y creo que cada vez se impresiona menos!

Enma sonrió un poco al recordar al saiyajin criado en la Tierra. Pero recuperó la seriedad al visualizar al saiyajin de piel gris.

-De todas maneras, no creo que hubiera sido conveniente que ese saiyajin estuviera como uno de tus peleadores…

-Lo sé –respondió Unarai Baba, dueña de sí de nuevo-. Hay seres que simplemente no pueden redimirse de algún modo. Por eso, cuando Turles llegó a la Tierra por segunda vez, supe que debía traerlo ante ti.

-Fue lo mejor… Ahora, el alma de Shura ya fue juzgada y está en el Infierno –comunicó el Guardián.

-¿Dejaste que conservara su cuerpo?

-Aunque haya sido un demonio, considero que quizás merezca ofrecer la revancha limpiamente…

-Turles lo mató… ¿peleará de nuevo contra él?

-No. Será contra Mera.

-Y Turles, ¿peleará contra Goku?

-Eso… él lo decidirá.

La conversación siguió varios minutos más sobre el destino del resto de los demonios. Hasta que al final, Unarai Baba se despidió. Necesitaba volver a la Tierra y según sus palabras, dejaba en las manos de Enma Daioh Sama el destino de cada uno de los demonios.

O-O

Había sido traición después de todo. La avaricia de los demonios iba siempre acompañada del poder y las riquezas simbólicas o físicas. Mera había ostentado a ser la nueva reina de la Tierra del Demonio, pero aunque había adquirido bastante fuerza, no era la suficiente para vencer a Shura. Y de la nada, Turles apareció. El saiyajin no se regía por los códigos universales de las batallas, tenía sus propias reglas, orientadas más a la supervivencia que al estilo de un genuino guerrero.

Esta vez, desprovista de su espada o cualquier otro instrumento de batalla, tenía frente a ella al antiguo rey.

Esa y el resto de las batallas, se realizaría en los campos consumidos y desérticos del Infierno. Antes de que la batalla entre la diablesa y el rey muerto hubiera terminado, el portal a la Tierra del Demonio estaba perdiendo fuerza. Casi poco menos de la mitad de las almas que lo mantenían abierto, habían sido liberadas.

O-O

-¿Qué clase de broma es esta? –pensó en un primero momento Freezer mientras veía al saiyajin de pie ante él. Aquel guerrero ante él era un saiyajin, sin duda, pero no aquel contra quien había peleado en Namekuseí. Aquel era Kakarotto. Goku, el guerrero de la Tierra. Pero este, era distinto. Comprendió que la naturaleza de ambos era distinta pese a pertenecer a la misma raza.

Pero aquel saiyajin llevaba la armadura que alguna vez usó su ejército.

-Ese miserable…

Por otro lado, Turles observaba a Freezer.

Definitivamente, no era lo que esperaba, pero por él, había pasado muchos años buscando algo para fortalecerse. Por alguien a quien ni siquiera había visto antes, pero había oído hablar cosas terribles de él.

Y ahora, Freezer estaba muerto. Muerto, por los saiyajin, humillado por los saiyajin. Y al parecer, aun ahora, no podía librarse de ellos aun. Habían llegado al Infierno para atormentarlo.

Sonrió confiado. El tormento no acababa todavía para el tirano espacial.

A varios metros de distancia el uno del otro, rodeados por los ogros y demás almas infernales, además de que en el Planeta Gran Kaio, había guerreros observando, ayudados por los Kaiosama, Pai Ku Han fue el encargado de transportar a Freezer hasta donde la pelea se llevaría a cabo y también, de mantener el orden en el Infierno antes, durante y después de la pelea.

-Te aplastaré, miserable gusano… -comenzó a hablar a Turles el tirano con todo el desprecio en su voz-. No quedará nada de ti en pocos segundos…

La sonrisa de Turles se amplió más.

-Si eso crees… Veamos si eres tan atemorizante como Vegeta y los demás creían…

-Asesiné a Vegeta, como lo haré contigo –respondió rápidamente su rival.

-No te confíes, Freezer, los saiayjin no somos de confianza…

Freezer se limitó a soltar un gruñido. Totalmente de pie e inmóvil, examinaba atentamente al saiyajin. En definitiva, hablaba demasiado, pero si iba a tener el placer de asesinar a un saiyajin de nuevo como en sus buenos tiempos. No había porqué precipitarse entonces. Turles no era un súper saiyajin.

Antes de que alguno de los ogros tuviera la oportunidad de anunciarlo en voz alta, la pelea comenzó. Ambos contrincantes desaparecieron de la vista de todos.

O-O

Desde el comienzo, la pelea había sido intensa. Los golpes que daban y recibían uno del otro resonaban atreves del aire sin que alguno de los dos bajara la guardia. Aunque el combate se desarrolló en el aire, en ciertos puntos de la pelea, tanto Turles como Freezer tocaban tierra para tomar impulso y seguir con la batalla. Sólo una distracción bastaba para que alguno de los dos obtuviera la ventaja.

Alguno de los dos disminuyó la velocidad de los impactos y para sorpresa de todos, instantes después, Freezer había sido lanzado a tierra, abriendo un cráter a su alrededor. Tras él, el saiyajin buscó al tirano, tocando tierra también y dispuesto a atacar.

Turles no daba la menor oportunidad de contestar cada ataque. Sus puños chocaban duramente contra el pecho y estómago de Freezer, para luego hacerlo retroceder más con alguna patada directa a los costados del tórax o incluso a la cara.

-¡Está locogo! –dijo Goz, mientras una onda de Ki del saiyajin les revolvía el cabello y levantaba oleadas de polvo a su alrededor-. Aun sin que Freezer haya contestado un golpesogro, lleva las de perder… ¡Debe detenerse!

Turles no estaba loco, pero en algo el ogro tenía razón: si Freezer no contestaba aun uno de los golpes, era simplemente porque se estaba divirtiendo. Sabía exactamente cómo peleaba Turles y aunque no tuviera mucho parecido con el estilo de pelea de Goku, Vegeta o cualquiera de los guerreros que se había enfrentado antes, Freezer tenía una ventaja en cuanto su nivel de pelea. Aún no había usado el cien por ciento de sus poderes.

El resultado había sido el esperado de parte del tirano: Turles creía que había obtenido la ventaja. Era tiempo de matar lentamente sus esperanzas. Giró su cuerpo en un movimiento totalmente impredecible para Turles, enroscando su cola alrededor del cuello del saiyajin mientras aquel sentía lentamente una poderosa asfixia.

-Creo que ya te di oportunidad de divertirte un poco –dijo Freezer, con un tono imperioso en su voz-. Monos despreciables…

Turles debía pensar una manera rápida para liberase, así que en una de sus manos, su Ki empezó a fluir en un ataque. Freezer vio aquello y rio burlonamente, pues creyó que sería capaz de resistirlo. El saiyajin soltó el ataque sobre el torso del tirano y casi de inmediato, liberó a Turles. Le había dolido. Una marca rojiza se formó en medio de su pecho.

-¡Maldito! –exclamó después, mirando a su rival con odio-. ¡Me las pagarás caro!

Cuando el saiyajin cargaba nuevamente otro ataque de Ki más peligroso que el anterior en una de sus manos, Freezer desapareció de su vista. Incapaz de sentir el Ki del tirano, giró su cabeza sorprendido a todas direcciones, mientras recibía sobre su espalda una patada venida desde arriba. Como eso no lo derribó, pero lo hizo desaparecer el Ki concentrado en su mano, recibió un nuevo golpe sobre su cabeza. Esta vez, fue Freezer quien terminó en el suelo. Turles levantó una de sus manos y cargando todavía más rápido su Ki, lanzó una técnica parecida a un aro de energía de destellos dorados. La zona voló en pedazos y aun antes de que se disipara el polvo, Turles ya había encontrado a su oponente. La emoción de volver a contar con sus instintos bélicos, fundados entre lo más salvaje y brutal, era algo que Freezer esperaba a cierta medida, sin embargo, había de admitir que lentamente, el saiyajin lo había sorprendido en más de una ocasión. El tirano se quedó inmóvil y con los ojos cerrados.

Turles, aun con ese sepulcral silencio, se aproximó a Freezer y antes de que cayera al suelo, le dirigió un puñetazo en el estómago. Freezer abrió los ojos por fin. Más que gemir, soltó un gruñido de furia y desapareció de la vista de Turles.

Turles permaneció quieto. Observaba a su alrededor atentamente con sus furiosos ojos negros mientras con su muñeca, limpiaba la sangre que salía de una de las comisuras de sus labios. Luego, de pronto flotó algunos metros y también desapareció.

La tierra comenzó a temblar. Nuevamente, se escuchaba el impacto de fieros golpes.

O-O

Varios tensos minutos siguieron después.

Los ogros y demás testigos, seguían la pelea, fascinados y sorprendidos.

Entre tanto, Freezer comenzaba a impacientarse. En más de una ocasión, el saiyajin había logrado hacer fluir su sangre fuera de su cuerpo, con toda clase de cortes y golpes. No es que le dolieran, pero su orgullo estaba desmoronándose nuevamente por culpa de un saiyajin.

-¡Ya basta! –dijo el tirano, levantando la voz en una improvisada pausa en la que los dos cruzaron algunas palabras-. No sé quién te crees para venir ante mí y enfrentarme. Eres un maldito saiyajin, eres débil. ¡Terminaré contigo de una vez!

A su vez, Turles sonrió levemente, fijando sus ojos negros en el tirano.

-Soy un saiyajin. Tienes motivos para odiarme. En cambio yo, es la primera vez que te tengo frente a frente. Te desprecio y he pasado mucho de mi tiempo tratando de superarte. Mandaste a matarme incluso aun sin conocerme. Supongo que te daba igual que clase de saiyajin era. Quizás por ese motivo sobreviví… Tenía qué sobrevivir de ti…

-Y ahora… es algo irónico que en lugar de que huyeras a esconderte como las ratas que son todos los saiyajin, viniste ante mí para que te asesinara estúpidamente…

-Tengo mis motivos, Freezer… Y uno de ellos es saber si cumples con mis expectativas…

-¡Cállate!

O-O

Más golpes fueron lanzados y recibidos por el saiyajin. Correspondía, sin embargo, y sin que pudiera evitarlo, poco a poco iba volviéndose lento. Freezer ahora no le dejaba oportunidad de descansar un poco.

"Kakarotto venció a este maldito… Kakarotto pudo hacerlo…"

"Kakarotto es un saiyajin, como yo…"

"Pero él no es Kakarotto… Él es Goku…"

-¡¿Ya se te acabaron las ganas de seguir fanfarroneando, mono estúpido?! –interrumpió sus pensamientos Freezer, con un nuevo puñetazo seguido de sus palabras-. ¡No eres un súper saiyajin como Goku y aunque lo fueras, no sería rival para mí! ¡Eres basura!

El nombrar aquel saiyajin criado en la Tierra, hizo que Turles perdiera más de su concentración. Freezer aprovechó ese momento y con sus puños, lanzó al saiyajin al suelo.

Flotando, metros delante de él, Freezer levantó su brazo derecho. De la punta de uno de sus dedos fluyó un ataque de Ki color negro.

Los ogros y el resto de los presentes lanzaron una exclamación de preocupación. Pai Ku Han también observó el ataque del tirano espacial, pero permaneció tranquilo y con los brazos cruzados sobre su pecho.

-¡Muere de una vez, maldito saiyajin!

Turles observó el ataque. Lo más rápido que su cuerpo le permitió, intentó ponerse de pie, pero Freezer, al ver esto, no esperó más y lanzó su ataque.

O-O

El inmenso ataque de Ki no pudo ser contenido por Turles y usó lo que quedaba de su energía para que la explosión no fuera tan devastadora y dañina. Sin embargo, se llevó la peor parte en su pecho y sus manos. Cuando el polvo se despejó y se fue yendo, Freezer, Goz y los demás pudieron ver que Turles había perdido por fin mucha de su movilidad.

-¡No puede ser! ¡Turles está muy débil! –comentó Mez.

Inmóvil, con los ojos cerrados y tumbado cara arriba, el saiyajin respiraba con dificultad. Aun no perdía la conciencia, pero a simple vista se podía ver que ya no le era posible ponerse de pie.

-¡Grandísimo estúpido! –le gritó Freezer, flotando delante de él a unos cuantos metros de distancia todavía- ¡Pero mientras sigas con vida, yo no me detendré! ¡Esto aún no termina!

Turles, por toda respuesta, miró a su rival, sonriéndole furiosamente.

Freezer lanzó un gruñido furioso y con gran velocidad, se aproximó a Turles, comenzando a golpearlo sin piedad.

O-O

En el Planeta Gran Kaio

-Ya basta ¡Freezer jamás tendrá honor a la hora de pelear! ¡Sigue siendo un maldito!… ¡Kaiosama, haz que se detenga! ¡No es necesario que ese infeliz siga atacando de esa manera! ¡Ya ganó la pelea!

-No podemos hacer nada, Goku. El saiyajin aceptó pelear en esas condiciones…

El saiyajin criado en la Tierra cerró sus ojos nuevamente.

-Lo sé… Hasta las últimas consecuencias… Sólo espero que termine pronto para él…

-¿Por qué te preocupa? ¿No peleaste contra él hace años al igual que con Freezer? Los dos son seres malignos…

-Sí, Kaiosama… Pero los dos son guerreros y hasta tú sabes que en una batalla, la pelea debe ser honorable… Dejé a Turles con vida con la esperanza de volvernos a enfrentar. De que aprendiera a tener ese honor…

-Claro. El honor es importante.

-Y creo que si va a pelear contra Freezer hasta el final, debe saber qué es el honor, pero sin ese orgullo de ser un saiyajin, sino por sí mismo…

Kaiosama sonrió.

-Vaya… a veces no eres tan distraído como pienso que eres…

O-O

-¡Muere!

El ánimo de Freezer lo hacía sonreír ante el debilitamiento de su rival, el cual, se resistía a perder su espíritu de pelea. Tarde o temprano, pensó el tirano, el saiyajin le estaría suplicando por su vida. Pero ese momento no llegaba.

La sonrisa de Freezer desapareció cuando uno de sus golpes fue detenido por la mano de Turles, tomando su puño. El tirano espacial se liberó, furioso.

-¡Mírate! ¡Pronto estarás agonizando ante mis pies! ¡No tiene caso que continúes soportando mis ataques!

En definitiva, Freezer era un oponente fuerte. No se comparaba al poder de Shura, Mera y al resto de los demonios y guerreros que fue enfrentando a lo largo de su vida. Era un poder terrible, pero no temible. No tenía ya fuerzas para continuar defendiéndose. Era una extraña tranquilidad, incomprensible incluso para él. El hecho de que su muerte llegaría si continuaba enfrentando a Freezer le perturbaba, sin embargo, eso era lo que al final buscaba. Goku era su rival, pero Freezer había sido la causa verdadera de sus viajes por el universo. En general, lo único que había hecho, era cambiar el orden de los acontecimientos. Porque al final, su suerte invariable le decía que debía morir, como el resto de su raza. En manos de Freezer.

-Aquí estoy, Freezer, esperando…

-¡Maldito! –vociferó su oponente.

Freezer levantó su brazo derecho. Una energía muy poderosa de Ki fluyó de su dedo índice hasta Turles, quien lanzó un grito de agonía cuando el tirano espacial levantó su brazo. Atravesado por el tórax con esa técnica semejante a un rayo de luz, Turles abrió uno de sus ojos al mismo tiempo que su boca, de la cual, una considerable cantidad de sangre escurrió. También de su pecho salió ese líquido escarlata. En pocos segundos, se veía cómo goteaba esa sangre sobre la tierra de forma copiosa.

O-O

Freezer sonreía triunfal. La victoria había sido más sencilla de lo esperado.

Agonizaba. Esperaba el final. Los ogros lo rodeaban. Las voces le parecían lejanas mientras Freezer protestaba al ser llevado por Pai Ku Han de vuelta a su prisión.

Derribado, casi inconsciente, la mirada de Turles se perdió por un instante en medio de todo y de todos. Un mar de recuerdos llegó a su mente, desde que él era un niño en el Planeta Vejita, viviendo en compañía de su padre, asesinado por sus congéneres en nombre del Rey Vegeta y Freezer, su posterior viaje y conquista del planeta al que fue asignado, donde dejó de ser niño para transformarse en guerrero… Luego llegaron los años al servicio de Freezer y Vegeta, su escape del tirano, su llegada a Gokyusan y el intercambio en el que se hizo del Árbol Sagrado… Vio de nuevo al Árbol Sagrado crecer por primera vez ante sus ojos y la sensación en la que experimento el aumento de poder al probar sus frutos… Sus días como pirata espacial y que, con ayuda de sus secuaces, aniquilaba cualquier planeta y que esa vida llegó a su fin cuando llegó a la Tierra, donde supo que vivía Kakarotto gracias a Raditz. Goku –como se hacía llamar el saiyajin- le había perdonado la existencia…

De vuelta a Gokyusan para pagar su deuda, donde volvió a ver a Mera… ¿Seguía viva? Ya no importaba…

El dolor y un frío mortal lo fe invadiendo…

¿Moriría? Era claro que sí…

¿Había cumplido con su deber?

Debía averiguarlo…

Los latidos de su corazón resonaban en sus oídos. Primero rápidos, luego moderados, finalmente lentos… Sus ojos miraban las nubes doradas y una leve sonrisa se dibujó en su rostro mientras el resto de los ogros lo fueron rodeando…

Veía imágenes borrosas… Y todo se fue oscureciendo y quedando en silencio…

Mientras Pai Ku Han hacía que Freezer volviera de nuevo a su prisión en el Infierno, Goz inclinó su cuerpo hasta el saiyajin inmóvil. Extendió su brazo libre y con sus dedos, cerró los párpados del guerrero.

A pesar de la sangre y las incontables huellas de los golpes que recibió durante la pelea, su rostro reflejaba una tranquilidad que quizás en vida, nunca experimentó.

O-O

-Murió.

-Así es, Goku –respondió Enma Daioh Sama-. ¿Quieres pelear contra él todavía?

Con una sonrisa tranquila, el saiyajin respondió:

-¿Debería hacerlo?

-Bueno, no en realidad. Eres libre para decidirlo.

Goku se dio la vuelta, colocando dos dedos en su frente mientras buscaba el Ki de Kaiosama en el Planeta Gran Kaio.

-Bueno, ya sabes, tu eres el que decide a dónde van las almas… Te lo dejo…

Y sin más, el saiyajin desapareció.

-Claro –sonrió Enma, desde detrás de su escritorio-. Pero sigue siendo malvado… Y en el Otro Mundo hay reglas…

O-O

Turles sintió una extraña calidez en su rostro que lo hizo reaccionar.

Se vio rodeado de luz sin ver ningún Sol cerca, además de que nubes doradas lo rodeaban en medio de un cielo casi rosado.

-¿Dónde estoy? –se dijo confuso.

Pero antes de que pudiera examinarse, su atención se fijó en una estrella que comenzó a brillar a su lado.

La luz del astro se fue aproximando hasta quedar delante de él, la cual, fue apagándose lentamente hasta tomar la forma de una mujer pelirroja que él reconoció y sin darle tiempo a llamarla por su nombre, la figura de la mujer fue haciéndose pequeña mientras la rodeaba un vapor blanco. En pocos segundos, su cuerpo fue difuminándose, hasta quedar convertida en ese vapor incorpóreo.

Turles ya no experimentó ningún tipo de dolor, pero sentía gran ligereza sobre su cuerpo.

-Saiyajin…

-¿Mera?

Una suave risa femenina se escuchó.

-Creo que ésta será la última vez que nos veamos… Ese Enma Daioh sama hizo que recuperara mi alma después de que Shura me mató en el Infierno…

-¿Peleaste contra Shura? ¿Perdiste?

-Bueno… Supongo que todos mis esfuerzos por superarlo no hicieron que me hiciera más fuerte que él… Pero está muerto… Di todo de mí en esa pelea… Creerás que soy estúpida, pero estoy tranquila…

Turles guardó silencio. Contrario a lo que ella esperaba, él no se burló ni la reprimió. Solamente preguntó:

-¿Qué nos pasará ahora?

-No lo sé… Somos almas malvadas… Estaremos en el Infierno o borrarán nuestra memoria para nacer en otro ser…

Turles escuchó atentamente las palabras de ella. Quiso levantar una de sus manos, pero no pudo…

La voz de ella lo interrumpió.

-¿Te arrepientes de algo?

Bajo el brillo y humo de su incorpórea presencia, él sintió ganas de sonreír.

-¿Eso importa ahora?

La risa de ella se escuchó nuevamente.

-Creo que no…

Un ligero viento los fue rodeando a ambos mientras una luz comenzó a cubrirlos.

-Pude ver que nuestros cuerpos fueron reducidos a cenizas, lo cual significa que reencarnaremos… Ahora me recuerdas, pero cuando tu alma sea limpiada, ya no sabrás quién fuiste ni podrás rememorar nada de tu vida pasada…

-No creo que extrañe mucho de la vida que llevé…

-Alégrate. Ya no serás de nuevo un saiyajin con esa suerte negativa…

Ahora, la risa de Turles se escuchó.

-Ni tú una diablesa condenada a obedecer órdenes…

-Se sentirá bien la libertad, ¿no?

La luz se intensificó más. Pronto dejaron de verse, pero se escucharon por última vez.

-Suerte, Turles…

-Nos veremos, Mera…


Los personajes y parte de los lugares mencionados son propiedad de Akira Toriyama


¡Hola!

Y esto, se terminó… xD

Muchas gracias a todos aquellos quienes siguieron esta historia de principio a fin y a quienes la comentaron, en especial a Diosa de la Muerte, 01PrincessaCandy01 y daughterofrisingsun. ¡Gracias, chicas!

Y ahora, a seguir a otros proyectos :D

¡Saludos!