Espero les guste, no se olviden de dejarme su comentario.
Cuando todo se trata de amor Ga Eul, esta claro no es la mejor pero cuando todo lo que ama esta en juego, ella no se va a dejar ganar aun que parezca imposible.
Oh Ha Ni sabe que su amor por su príncipe de hielo es imposible, por eso se va a ir a buscar algo imposible, para demostrar que es el Caracol de Noé.
De dos peligros debe cuidarse el hombre nuevo: De la derecha cuando es diestra, de la izquierda cuando es siniestra.
Mario Benedetti
-No llores, no debes llorar- se dijo, su voz apunto de quebrarse intentaba ser fuerte mientras lágrimas rodeaban la sonrisa que intentaba mantener en su rostro, su cabello negro azabache caía de manera lacia y poco lucida por su rostro enmarcado, tal cual un cuadro funerario.
Ji Yeong pensó, mirando la revista, el escultor parecía feliz en Suecia, eso era seguro. Todos estaban haciendo algo, pero no, Ga Eul seguía como ella misma lo dijo, tonta, a la espera, ¿de que?, de ser la primera persona que el escultor visitare, pero aún faltaba dos años y mientras ella esperaba todo el F4 ya tenía trabajos bien pagados como era de esperarse en las compañías de sus padres, aun que Ji Hoo fuese ya un médico consagrado y Jandi estuviese apunto de serlo, no era todavía capaz de saber que quería hacer con su vida.
Su rostro dulce, se veía congestionado, no quería ser una inutil, ya no. Su padre tenia razon, habia estado demasiado tiempo prestando atención a otros y no a su propia vida, además en aquel momento necesitaban ayuda con la parte económica, aquello no iba nada bien en la familia Chu.
Parándose de su maltrecha cama, miro el calendario, como pequeños círculos rojos envolvían los días pasados, los días en que no habías visto ni vuelto a escuchar de su querido alfarero. Un suspiro cansado y una sonrisa aún más forzada, mirando a Yi Jeong y a la chica que permanecía a su lado, como su novia, ¡malditas revistas!
Un fuerte ruido en su puerta la hizo salir de su ensoñación, pocos segundos después su madre apareció, diciéndole que le buscaban, una mujer de apariencia enfermiza, ojos decaídos, parecía haber sido hermosa, en un tiempo pasado, mientras ahora sólo quedaba la sombra de lo que había sido una vez.
-¿Chu Ga Eul?- la aludida solo asintió, haciendo una reverencia.
-No creo que me conozcas- dijo, su voz sonaba calmada -Soy la madre de So Yi Jeon.
-Oh...- no supo qué decir, ni siquiera sabia que hacer. -Disculpe, yo... Yo, yo-
-Tranquila, te tengo una propuesta- una sonrisa un poco orgullosa apareció en los labios carmín de la mujer, enseñando la portada de una revista, que para desgracia de Ga Eul ya había visto, muchas veces en los últimos días. -Pienso hacer que mi hijo vuelva, y tu me vas a ayudar.
-¿Yo?- Dijo aún tartamudeando -¿Yo que puedo hacer?-
-Hija, no dudes nunca de lo que un hombre enamorado puede hacer-
-Pero, el esta en Suecia aún faltan dos años para que vuelva -Le contradigo la peli negra, un poco triste.
-No, el volvera por el matrimonio del chico ese, Goo Jun Pyo - informo la madre -Es cosa de mostrarle un incentivo para que se quede-
-¿Entonces?- aún no comprendía, eso era seguro para la So.
-Eres tan inocente como me informaron, va a costar- su voz cambió a un poco más ambiciosa -Pero vas a ser la futura novia de Yi Jeong, él así estará siempre conmigo-
-Yo...-
...
-Tonta, tonta... ¡Tonta!- lo sabía, pero no lo quería aceptar Baek Seung Jo, ya vivía con ella y por su propio gusto pero y ahora se iban a casar, eso no podía ser cierto. Hae Ra le quería y él la quería a ella, ya no podía interferir.
Te necesito masculló, su ojos comenzaban a llenarse de lágrimas, nuevamente. Una, dos, tres. Tres veces había tocado la puerta, pero nada ocurría. Escuchando un ruido sordo, se alarmó y entró apresurada a la vieja casa donde había residido anteriormente, junto a la familia Baek y su padre.
-¡Eun Jo!- no sabía que hacer, el niño estaba tendido en el suelo, gritando de dolor, comenzó a vomitar. Oh Hani miró alarmada primero al chico y luego a su blusa estaba llena de ¿pizza?...
-¿Que hago?- preocupada llamó a Baek Seung Jo, este no pareció muy feliz al contestar o al menos esa fue la primera idea de la castaña, aunque en aquel momento poco le importó.
-¿Que quieres?-
No podía hablar gracias a las lagrimas que corrian por sus mejillas sonrojadas. -Eun Jo, nose que le sucede estaba tirado en el piso vomitando cuando lo encontré, no se que hacer tengo miedo- lloriqueo, mirando al niño y llamando repetidamente.
-Tranquila, ¿puedes ver que haya ingerido algo o tenga algún golpe?- pregunto al otro lado el muchacho con su habitual calma.
-Pi...pizza ¡Veo Pizza!-
-No lo muevas muy fuerte, y llama a la ambulancia estaré en el hospital cuanto antes-
Poco después de diez minutos de eterno miedo por parte de la chica, llegaron los paramédicos llevándose al niño, tomando su bolsa salió tras ellos...
-Como esta- pregunto Oh Ha Ni, al doctor, una vez que hubiese salido de la habitación del Baek.
-Tranquila- su sonrisa la deslumbró, y su parecido con Seung Jo era notorio -El esta fuera de cualquier peligro, solo necesita descanso- su sonrisa parecía ser el tranquilizante necesario para que la castaña ya que ocurrió de manera casi instantánea.
-Creo que deberias cambiarte- su sonrisa creció, mientras señalaba la camisa de la chica.
-¡Oh!- dijo para luego mirar su ropa llena de vómito naranja-Oh, no-
Para Ji Hoo, aquello fue extraño principalmente porque la chica no parecía querer un autógrafo o acosarlo de manera que resultara alarmante, de hecho ni siquiera parecía saber de él.
-Soy Yoon Ji Hoo - se presentó, aquello no fue tan normal, ya que nunca lo había hecho.
-Soy Oh Ha Ni-
-¿Como esta Eun Jo?- `pregunto, apareciendo de la nada Baek Seung Jo.