El autor de esta maravillosa historia que voy a traducir es StarLight Massacre por lo que le pertenece todo el desarrollo de la misma y el invento de algunos personajes, mientras que la basa de la historia y otros personajes le pertenecen a la genial J. K. Rowling

Clasificación: M

Advertencias: Slash, violencia, parejas múltiples, malas palabras, sangre, Mpreg, fic de criaturas.

Parejas: Draco/Harry/Blaise/OPM/OPM(Otro Personaje masculino)

N/A: Esta historia fue adoptada de la autora de Beautiful Kaos y originalmente se llamaba Especie de Dragón. El concepto de Dracken es de ella, no mio; yo solo jugueteo con él. El primer capítulo está hecho de frases y piezas del primer capítulo que ella escribió antes de poner esta historia en adopción, yo lo he retocado y agregado un montón, pero la base para este primer capítulo le pertenece a ella.


Harry despertó en las tempranas horas de la mañana de su cumpleaños dieciséis para recibir algunos cambios muy sorprendentes, inesperadados y francamente un poco shockeantes.

La primera cosa que su mente mareada registró fue su visión. Todo era perfectamente claro. Nunca antes había visto con tan asombrosa claridad, incluso con sus lentes puestos y ahora la caja oscura que era su dormitorio en Privet Drive era toda una nueva experiencia para el joven mago.

Las pequeñas motas de polvo que flotaban en el aire, los trazos individuales de pintura en las paredes del dormitorio, las manchas de suciedad en la alfombra, lo podía ver todo. Los colores, notó, eran más vibrantes y había mucho más en todo, cada color, cada figura, cada patrón. Nunca supo que había tantos tonos de blanco antes. Su visión era mejor de la que cualquier humano podía esperar conseguir.

Después de mirar por veinte minutos las vetas en la madera de su maltratado vestidor de segunda mano Harry pensó que era mejor ver que otros cambios había obtenido mientras estaba durmiendo. Ojalá fueran tan maravillosos como su nueva visión.

Después de chequear que los Dursley aún dormían, caminó en puntas de pies por el pasillo hacía el baño. Al entrar solo pudo mirar en shock al reflejo que le devolvió la mirada desde el espejo. El chico en el espejo medía alrededor de 1,65 m. Su cara ya no era tan redonda. Tenía pómulos altos, una nariz fina que quedaba a la perfeción en su rostro y unos labios carnosos. Sus ojos que eran de un profundo verde esmeralda estaban enmarcados por pestañas largas y negras. Su pelo era seda pura y caía en cascada hasta la mitad de su espalda como una cascada de color negro. Su cuerpo era esbelto y se atrevía a decir curvilíneo. Su cintura era bien marcada y sus caderas eran más grandes y redondas de lo que habían sido antes. Tenía piernas largas y fuertes y un trasero parado. Su piel era perfectamente suave y sin ninguna mancha. Ni una peca o cicatriz marcaba su piel de color marfil. Era hermoso.

Después de quitarse sus ropas para tener una mejor mirada de si mismo, Harry una vez más perforó con la mirada el espejo. Difícilmente podía creer que la reflección en el espejo era él. Giró a su alrededor antes que sus ojos captaran el destello de algo. Miró más de cerca; tratando de ver que había capturado su atención. De pronto quedo boquiabierto parte de shock parte de horror. ¡Escamas!

Había pequeñas escamas blancas que se mezclaban tan perfectamente con su piel blanca que apenas podía decir que estaban allí. Después de mirar aún más cerca vio que las escamas estaban por todo su cuerpo. Estas empezaban en la cima de su cuello y bajaban por sus hombros y espalda. Luego continuaban bajando por su trasero y sus piernas. Ellas también brillaban en su pecho y estomago reflejando la luz del baño.

Las escamas no cubrían cada milímetro de su cuerpo, pero estaban ubicadas en algún tipo de diseño intrincado. Mirando su cara vio que allí también había, pero eran mucho más pequeñas que las otras, por lo que era fácil no darse cuenta y pasar las por arriba. Estaban en su frente y sus pómulos, y fluían sobre el puente de su nariz como un máscara. Acercándose más Harry ubicó escamas en su mentón e ¡incluso en sus parpados! No podía creerlo, esto tenía que era algún tipo de sueño extraño.

-¿Qué demonios soy? -se preguntó con un poco de pánico-. Tal vez soy algún tipo de serpiente o lagarto, ¿o tal ves un dragón? ¿Tengo alas?

Aún no había terminado su pensamiento cuando en su espalda surgió un dolor agonizante y agudo. Cayó sobre sus rodillas y jadeó tan silenciosamente como pudo así no despertaba a sus parientes, mientras tanto a sus hombros se había sumado un extraño peso después que una sensación de rasgadura y cálido líquido recorriera su espalda desnuda.

Mirando temerosamente el espejo vio que realmente tenía alas que brotaban de su espalda, estas estaban unidas a él por huesos finos pero sólidos que salían desde la base de su cuello hasta la mitad de su caja torácica para así poder soportar las inmensas alas de su espalda. Estaba sangrando pesadamente y las alas estaban cubiertas de coágulos de sangre y una mucosidad que parecía una membrana.

Las partes de las alas blancas libres de sangre estaban cubiertas de las mismas escamas blancas que el resto de su cuerpo, solamente que eran más largas, más fáciles de ver y se podían sentir los bordes mientras que las escamas de su cara eran completamente suaves al toque. Harry miró maravillado los hermosos apéndices que había obtenido. Eran casi ta grandes como él. Experimentalmente las flexionó cuidadosamente queriéndose acostumbrar a su sensación. Las desplegó tanto como pudo siendo cuidadoso de los accesorios del baño y de la luz encima de él. Estimó que aproximadamente sus alas medían cerca de 3,40 m. o 3,70 m.

¿Podré si puedo volar con ellas? Sería mucho mejor que volar en una escoba. ¿Me pregunto si es tan fácil ocultarlas como sacarlas?

Las alas inmediatamente se metieron en su espalda con el solo pensamiento y una pequeña contracción de los músculos de su espalda. Por suerte sin tanto dolor como cuando habían salido.

Mejor vuelvo a mi habitación antes de que los Dursley se levanten. Realmente no quiero tratar con ellos ahora mismo. Solo quiero arreglar mis cosas, pensaba Harry mientras se volvía a vestir e iba a su dormitorio. Gracias a Merlín que no estaré en esta casa otra noche. Para empezar no se para que fui enviado aquí. Voldemort ya se ha ido y todos los Mortifagos están en Azkaban. Bueno la mayoría de ellos, de cualquier manera estaré igual de seguro en el Caldero Chorreante.

Una vez en su habitación, ya vestido con sus ropas demasiado grandes, Harry decidió hacer algo de auto-investigación. Quería saber en que tipo de criatura se había convertido. Así que sacó todos sus libros sobre criaturas mágicas y se movió a través de ellos hasta finalmente en el último libro y a su vez el más grueso, uno que le había dado Hagrid el año anterior como regalo de cumpleaños, encontró un breve fragmento que posiblemente podía explicar la herencia criatura que había recibido.

Drackens

Los Drackens son un raza extraña de criaturas mágicas. Se creen casi extintos ya que el número de Drackens cae significativamente debio a que estas criaturas eligen cruzarse con humanos para evitar ser detectados causando que su línea de sangre se diluya y eventualmente muera.

La caída de la población Dracken también puede deberse a los magos, que los cazan por su sangre, órganos y escamas que son usadas en pociones, rituales y hechizos.

Los Drackens han sido clasificados criaturas oscuras desde 1840 por los Ministros de Magia de Gran Bretaña, América, Asia y Europa y consecuentemente considerados peligrosos para la sociedad.

Hay rumores de que hay menos de cien Drackens viviendo mundialmente, aunque no es claro si este número es exacto ya que los Drackens se han acostumbrado a ocultar sus características haciéndoles fácil mezclarse con los seres humanos.

Interesante. ¿Me pregunto si hay algún Dracken en Hogwarts? Seguro que no soy el único. Pero aquí dice que hay muy pocos..., Harry sacó de su cabeza esos pensamientos mórbidos y volvió al libro.

Hay dos tipos de Drackens. Los Dracken dominantes y las Dracken sumisas. O los Dracken Alfa y las Dracken Beta.

Los Drackens dominantes o Dracken Alfa como muchas culturas los conocen, son en un 98% hombres. Se ha comprobado que solo un 2% de los Dracken dominantes son mujeres. Los dominantes son muchos mas grandes y viciosos que sus contra partes sumisas. Esto es para proteger a sus sumisas y cualquier hijo que puedan tener.

Los Drackens dominantes son muy posesivos de todo lo que consideran suyo y son muy territoriales, esto en su mayoría se debe a la sangre de dragón en sus venas. Un Dracken dominante es aún más peligroso y vicioso cuando su sumisa esta en su época de celo, esta embrazada o anidando. Cualquier amenaza a su sumisa o sus hijos debe ser removida tan rápida como sea posible.

Los Drackens dominantes aparentan ser fríos y crueles. Solo con su sumisa y sus hijos muestra cariño. Pero incluso entonces el lado oscuro del Dracken puede ser mostrado cuando un dominante sigue siendo rudo ya que es inconsciente de su propia fuerza.

Un dominantes puede castigar a su sumisa si siente que esta ha hecho algo malo, aunque nunca le causaría a un daño permanente, como un Dracken y al igual que su contra partes dragones son unas criaturas muy vanidosas y orgullosas y tener una sumisa hermosa y perfecta puede ser una fuente de gran orgullo para un dominante.

La contraparte del dominante es la Dracken sumisa, o Dracken Beta, quienes generalmente suelen ser mujeres, aunque ha habido varios reportes de Drackens sumisos hombres; ninguno a sido verificado ya que sus compañeros dominantes los han escondido.

Los Drackens sumisos hombres, como las mujeres dominantes son excepcionalmente raros. Su rumorea la creencia de que los Drackens sumisos hombres son perfectamente capaces de quedar embarazados y dar a luz a sus hijos, pero esto es solo posible si el Dracken sumiso se reproduce con un Dracken dominante, has sido probado y verificado que su copulación con un hombre humano bloquea su natural ciclo reproductivo, volviendolo estéril e incapaz de concebir un niño. Esto no sucede en el caso de cualquier Dracken dominante que es capaz de embarazar a una mujer humana si lo elige, los hombres sumisos y las mujeres dominantes son anómalos y sin pruebas adicionales somos incapaces de separa el echo de la ficción o si puede ser posible o no que un hombre sumiso pueda embrazar a una mujer humana como su contra parte hombre dominante o si una mujer dominante se vuelve estéril al tener sexo con un hombre humano como sus contra partes mujeres sumisas.

Aunque las Drackens sumisas son más pequeñss que sus contra partes dominantes, pueden ser igual de peligrosas si se las provoca, el 90% de las muertes registradas por ellas fueron a causa de que sus hijos fueron amenazados o heridos. Es raro que un dominante mate a su sumisa, ya que al igual que sus ancestros los dragones, se espera que cuide de si mismo y de su familia; es la tarea de la sumisa proteger a sus hijos y no la de su dominante.

Una sumisa puede en algunos casos tener más de un dominante. Un poderosa Dracken sumisa requiere más de un dominante para poder quedar embarazada; no es claro porque, ya que como son tan pocos casi todos ellos se esconden en un lugar seguro para estar protegidos.

Tanto Drackens sumisas como dominantes viven muchos años, son adaptables y notoriamente difíciles de matar. Esto se debe a que su piel no se ve afectada ante la mayoría de los hechizos y sus escamas son altamente reflectivas, permitiendo a los hechizos rebotar en ellas. La única excepción es la maldición asesina, Avada Kedavra.

También se ha reportado que los Drackens son alérgicos al agua salada, y su larga exposición a esta puede causar que su piel se irrite e inflame. Aunque la alergia no es mortal puede causar serios daños que incluyen: picazón, ardor, forúnculos y si entra en contacto con los ojos de un Dracken por un periodo de tiempo prolongado puede causar ceguera.

Las características y rasgos de un Dracken incluyen:

Escamas: Los Drackens dominantes tienen escamas que cubren aproximadamente el 50% o 60% de sus cuerpos, excluyendo sus alas que están completamentes cubiertas de escamas con una separación de un milímetro. Los dominantes tiene escamas más oscuras que van desde el negro a rojos, azules, verdes y purpuras oscuros. Las Drackens sumisas tienen escamas que cubren aproximadamente el 75% o 80% de sus cuerpos. Las alas de una Dracken sumisa están enteramente cubiertas de escamas con una separación de un milímetro, pero son diferentes de las de un dominantes ya que las escamas en un comienzo son completamente blancas y con el tiempo cambian para reflejar el/los color/es de su/sus dominante/s.

Alas: Las alas de un Dracken dominante son más largas y poderosos, con medidas que van desde 7,60 m. en adelante esto depende de cuan viejo, alto, pesado y/o poderoso es. Los dominantes despliegan las alas frente a una potencial compañera. Cuanto más largas son las alas, más impresionarán a una sumisa. Las alas de las Drackens sumisas no son tan largas como las de sus contra partes dominantes, estas llegan a alcanzar medidas entre los 4,20 m. y 4,60 m. como mucho. Esto probablemente se deba a que las Drackens sumisas son más pequeñas y livianas que un dominante y también porque no las necesitan para atraer a su compañero. Tanto Drackens dominantes como sumisas pueden usar sus alas para volar, pueden viajar grandes distancias y a grandes alturas sin la necesidad de parar para descansar o sufrir de vértigo.

Colmillos/Garras: Tanto Drackens dominantes como sumisas tienen colmillos y garras, aunque estos dos pueden ser considerablemente más grandes en los Drackens dominantes. Los colmillos y las garras se mantiene enfundados hasta que lo necesiten para matar, cazar o protegerse. Ambos son largos y mortales, pero las garras de una Dracken sumisa son muy ácidas. Este ácido es secretado desde la base de la uña y puede cubrir las garras en segundos; el ácido es tan corrosivo que unos pocos rasguños pueden quemar a través de un cuerpo humano dejando un agujero de tamaño medio.

Ciclos de reproducción: Las Drackens sumisas se encuentran en celo varias veces al año, pero a pesar de esto se cree que hay solo dos periodos durante el año en los cuales puede quedar embarazadas. Los ciclos reproductivos varían con cada sumisa, pero el tiempo más común en el cual un Dracken queda embarazado es en invierno. El promedio de días en los que una Dracken sumisa está en celo es de diez días durante los cuales un Dracken dominante debe tener relaciones con ella casi continuamente para asegurar la mayor cantidad de hijos. Ni el dominante ni la sumisa se alimentan durante este momento de continua unión.

Embarazo: El periodo de gestación de una Dracken sumisa es de aproximadamente siete meses, durante este tiempo el Dracken dominante es tan protector de ella que es muy difícil que la deje salir de su vista y permita que alguien se le acerque, ni tan siquiera los miembros de su familia, la única excepción es si tiene más de un compañero, en dicho caso, solo al otro le permitirá acercarse. Se cree que para mantener a los hijos saludables y que crezcan fuertes el Dracken dominante necesita compartir sus fluidos con su sumisa. Él puede hacerlo mediante besos con su compañera para compartir su saliva, toques para compartir su sudor, eyaculando dentro de ella para darle su semen y alimentándola con su sangre. Los síntomas de un embarazo Dracken incluyen: nauseas, irritabilidad, cansancio, sensibilidad frente al frío, deseo de carne cruda y estallidos de magia accidental. Cuando se acerca el nacimiento la Dracken sumisa siente la necesidad de buscar lugares altos y oscuros. Una vez la sumisa encuentra/hace un "nido" adecuada estará ahí hasta después del nacimiento.

Nacimiento: Una Dracken sumisa puede dar a luz sola. A él/los dominante/s no se les permite entrar al nido hasta después del nacimiento. Un sumiso puede dar a luz entre uno y cinco hijos o "pollitos" como han sido etiquetados por el Ministerio. Una vez terminado el nacimiento y la nueva madre ha cuidado del pollito, a él/los padre/s se le/s permite entrar al nido. El pollito debe cuidarse por doce semanas antes de que sea lo suficientemente maduro para ser destetado si la madre lo desea.

Harry cerró el libro habiendo leído la sección varias veces. Tragó pesadamente y soltó el libro con sus temblorosas manos.

Soy un Dracken sumiso, pensó ausentemente, apretó sus manos ya que ellas continuaban moviéndose. Voy a tener un Dracken dominante como compañero, se espera que de a luz pollitos Dracken.

Harry respiró tranquila y profundamente para disipar el creciente ataque de pánico e hiperventilación. Se había ido a dormir siendo humano y había despertado siendo un Dracken sumiso. Un Dracken sumiso hombre, los cuales se creían mitos.

Esta bien. Puedo manejar eso. No es completamente horrible, se coaccionó a si mismo, tratando de no hacer ruido mientras caminaba hacia su ventana para mirar el mundo bajo la luz del amanecer.

Creo que podría disfrutar siendo un Dracken. Por supuesto, nunca podré decirle a nadie lo que soy. No hay nadie en que confíe con algo que cambia la vida como esto. Excepto tal vez Remus. ¿Los Drackens se llevan bien con las hombre lobos o son al igual que con los vampiros? A puesto a que se llevan bien, después de todo Remus era amigo de mamá y papá y ellos tienen que haber sido Drackens para que yo hubiera nacido. ¿Me pregunto si alguien sabe que eran Drackens? Probablemente no. Bueno si mis padres no le dijeron a Remus entonces yo tampoco debería hacerlo.

Harry suspiró ante la perspectiva de ocultarle esto a Remus, el hombre que había sido su sostén los meses que siguieron la muerte de Sirius. Pensando en Sirius le hizo a Harry preguntarse si su padrino sabía que su papá y su mamá eran Drackens. ¡Sirius era su padrino por el amor de Cristo! Había sido el mejor amigo de su padre y la transformación en Dracken de sus padres tendría que haber sucedido cuando ellos tenían dieciséis también, seguramente alguien tan cercano a su papá como Sirius tendría que haber notado los cambios. Eso le hizo pensar en la unión de sus padres; ellos no habían estado juntos hasta que tenían diecisiete, pero si los genes Dracken despertaban cuando tenías dieciséis, ¿qué había pasado durante esa brecha de un año? Ellos habían ido al colegio junto, Sirius había dicho que su papá se había enamorado de su mamá en el momento en que había puesto sus ojos sobre ella, ¿entonces porque les había tomado un año juntarse? Dudaba que lo descubriría.

Pensar sobre sus padres le hizo pensar en si mismo. A él no le gustaba nadie, no se había enamorado a primera vista de nadie, ni siquiera había tenido tiempo para explorar su sexualidad, tenía mucho menos practica de la que sabía que tenían sus compañeros de año. ¿Y qué si no le gustaba a su dominante? La sección que había leído no le decía nada sobre eso, pero eso podía explicar porque no podía forzarse a si mismo a comerse con los ojos a las chicas como Ron lo hacía y probablemente explicaba porque en cuarto año no había babeado por Fleur como los otros chicos.

¿Me pregunto si esto explica porque no tengo interés absoluto en las mujeres?, tal vez se deba a que no estoy destinado a estar con una. De cualquier manera un hombre podría protegerme mejor. Y si el era fuerte y peligroso podría ayudarme a proteger a nuestros pollitos. Mi compañero tiene que ser hermoso y poderoso. Un compañero poderoso me daría hijos fuertes.

El pensamiento le hizo ronronear profundamente de placer antes de que Harry volviera en si y se alejase de la ventana. ¿Qué demonios había producido es tren de pensamientos? ¿Bebés con dieciséis años? Su mente debería estar engañándolo.

Relájate. Relájete y tranquilízate, se calmó a su mismo Harry, abrazándose. Eso era tu instinto natural. La población Dracken está disminuyendo, tus instintos van a estar gritándote que tengas pollitos para aumentar los números. Mejor me acostumbro. Pelear solo me producirá más dolor y ya he tenido suficiente durante el ultimo tiempo de mi vida. Trataré de ser feliz. Todo saldrá bien al final, solo tengo que esperar y ver.

Harry suspiró otra vez. Estaba cansado de pelear, estaba enfermo del dolor. Quería ser feliz. Quería a un hombre fuerte y poderoso para llamar suyo y definitivamente quería niños a los cuales amar, proteger y cuidar. Tener su familia, su propia familia. Niños que confíen en él, que dependan de él, que lo amen y también tener a un compañero para que lo proteja, para que lo ame y para que cuide de él. Necesitaba eso y le agradecía a sus padres por ser Drackens lo cual le daba esta chance de ser feliz.

Harry se alejó de la ventana y puso el libro en el baúl antes de sentarse en la cama. No podía dejar que nadie excepto se compañero viera su verdadera forma, tendría que aprender a controlar su apariencia.

Primero se sacó la camiseta otra vez y deseó que sus alas aparecieran. El proceso esta vez fue menos doloroso, pero las alas eran aún acompañadas por sangre y Harry se tomó el tiempo necesario para acicalarlas y acariciar las escamas, se estremeció y las dejó, solo tocar sus alas era mil veces más placentero que las pocas veces en que se había masturbado.

Ya calmado y decidido a no tocarse sus alas de esa manera otra vez, Harry se concentró en aparecer sus garras y colmillos. Le tomó un poco más de control y poder desenfundarlos ambos a la misma vez, pero lo consiguió. Sus garras tenían 3 cm. de largo y eran muy afiladas. Se preguntó cuanto ácido podrían producir, pero no importa cuanto lo intentó no pudo hacer aparecer el ácido, Harry razonó que tal vez tendría que estar en peligro para que el ácido fuera secretado. Pasando sus garras suavemente sobre su cubrecama, lo cortó en cintas, sus garras podrían rasgar a través de la carne como un cuchillo caliente a través de la manteca.

Sus colmillos eran igual de filosos, aunque no tan largos como sus garras, ellos descansaban confortablemente sobre su labio inferior sin pincharlo cuando su boca estaba cerrada.

Luego Harry se concentró en hacerlos desaparecer. Primero sus colmillos y sus garras, luego sus hermosas alas blancas, y por ultimo usó toda su concentración para esconder sus escamas, esto tuvo una improvista reacción en su cabello que retrocedió en el cuero cabelludo hasta que fue su usual mata de cabello despeinada. Una vez hubo terminado Harry miró su reflección en la ventana, todo era igual a como había sido cuando se había ido a dormir la noche anterior.

La única cosa en que Harry no se concentró en desaparecer fue su nueva vista, había sido ciego por tantos años que ahora que tenía la libertad de no usar lentes, no iba a hacerlo. Si alguien preguntaba diría que se había hecho una cirugía durante el verano, pero dudaba que alguien comentara sobre eso, nadie veía más allá de su cicatriz. Aparentemente ni Ron o Hermione.

No había tenido palabra de nadie por todo el verano que había estado allí en el numero cuatro. No era que realmente lo había esperado, no después de su pelea con Ron durante el curso anterior. Hermione, no queriendo poner en peligro su flamante relación en ciernes con el pelirrojo no se había contactado con Harry tampoco. Estaba seguro de que superarían su idiotez eventualmente pero no estaba tan seguro de querer perdonarlos esta vez. Tal vez a Hermione, porque esta era la primera vez que se había vuelto contra él, ¿pero Ron? ¿Cómo podía seguir siendo amigo de alguien que había comprobado que se volvía contra el una y otra vez?


Había sido llevado a Grimmauld Place, el único lugar que Harry no había querido volver a ver. Las memorias y el dolor eran tan agudos que no tenía apetito por la comida de la Sra. Weasley, lo que la hizo preocupar y mimarlo incluso más, también encontró que no podía dormir durante la noche, aunque eso podía deberse al echo de que aún compartía una habitación con Ron, quien no le había hablado un palabra durante todo el verano y ni siquiera lo miraba a no ser por unas pocas miradas desinteresadas y burlas.

La mayor parte de su tiempo se mantuvo alejado de Ron y Hermione que se juntaban a susurrar y besuquearse en los rincones de las habitaciones en Grimmauld Place.

Escuchó que los adultos estaban preocupados por él, algunos eran menos corteses y comentaban que trastornado y desquiciado por la muerte de Sirius, algunos decían que nunca había estado seno mentalmente para empezar, que era antisocial, malhumorado y huraño. Siempre sonreía cuando Remus y los Weasley de más edad lo defendían viciosamente y casi violentamente cuando un miembro de la Orden se iba via floo desde la casa con una cacerola en la cabeza después de haber empujado demasiado lejos la paciencia de la Sra. Weasley.

Él les aseguro a todos que estaba bien, y realmente era así. No les gustaba mucho estar en Grimmauld Place otra vez, estaba preocupado por todos los Drackens dominantes que conocería, tenía pesadillas de quedar embarazado siendo un hombre y aveces tenía pequeños ataques de pánico por haberse convertido en una criatura, pero realmente estaba bien, pero nadie le creía. Se sentía liberado, libre como cuando volaba, Harry supuso que debido a las alas atadas a su espalda era que amaba volar, la maravillosa sensación de libertad del viento atravesando su cabello, el conocimiento de que podía subir y volar a donde quisiera, lo relajaba, y fácilmente calmaba la tensión en sus hombros.

Ginny se quedaba cerca de él al igual que Fred y George, estos le hacían reír, sonreír y salir un poco de su caparazón. Había veces que hacían preocupar a los adultos ya que lo veían jugando a atrapar a Ginny alrededor de la cocina, agachándose bajo la mesa, bordeando las sillas y tirando a las personas. Fred y George se les unían e incluso Charlie el cual se olvidaba que era un adulto. En esta ocasión Charlie que había sido atrapado por Fred, aunque había sido más que nada un golpe en la cabeza que un toque o tirón, se encontraba persiguiendo a Fred, lo que hizo a Harry razonar que tal vez no estaba jugando sino intentando asesinar a su hermano. El juego solo se detuvo cuando el almuerzo estaba listo y Harry no comió mucho, pero esto se debía que nadie quería estar menos tiempo en Grimmauld Place que él, lo cual le dijo a la Sra. Weasley y esta se alegró que no estuviera enfermo.

Agosto terminó sin incidentes mientras Harry dividía se tiempo en terminar con los deberes que no había podido hacer en lo de los Dursley gracias a la ayuda de Remus y Bill, deprimirse un poco, jugar juegos tontos con Ginny y ayudar a Fred y George con las creaciones de su tienda de bromas mientras evitaba a Ron y Hermione como a una plaga, varias veces Hermione había intentado ir a hablar con él, pero o bien Ron capturaba su interés o Harry salía corriendo antes de que ella pudiera abrir su boca. No quería hablar con ellos.

Cuando llegó la mañana del primero de setiembre Harry estaba sentado en la cocina esperando a que todos se alistaran para así poder salir rumbo a Hogwarts. Ya había empacado hace días, no había visto el punto en vaciar su baúl para volver a empacarlo unas pocas semanas después.

-¿Cómo te estas sintiendo Harry? -le preguntó Remus suavemente mientras se sentaba con él en la cocina oyendo la manada de elefantes que subía y bajaba la escalera y a Walburga Black gritar todo lo que pensaba sobre los sangre sucias y los traidores a la sangre-.

-Bien. Un poco excitado pero nada igual a como era cuando era más joven -respondió calmadamente Harry-.

Remus lo miró extrañamente. -Simultáneamente pareces haberte vuelto más infantil y más maduro este verano. Juegas esos juegos infantiles con Ginny para evitar que se aburra, aunque parece que te has vuelto un adulto antes de tiempo.

Harry miró mientras miraba a Remus, su única figura paternal que le quedaba. Durante el mes varias veces había querido decirle a Remus sobre su herencia Dracken, pero cada vez cambiaba a último momento. ¿Qué se suponía que tenía que decir? ¿Y si Remus reaccionaba mal y se el decía a todos los demás convirtiéndolo en un fugitivo? No podía tomar ese riesgo.

-¡HARRY! ¡REMUS! ¡NECESITAMOS IRNOS! -gritó la Sra. Weasley desde el vestíbulo-.

Harry saltó y abrazó apretadamente a Remus no es que eso hizo una diferencia notaba desde la manera en que el hombre lobo le devolvió el abrazo.

-Vamos cachorro, ¿estas seguro qué ya tienes todo?

Harry asintió. -Todo está empacado. Tengo mis libros nuevos y los materiales para el colegio y cheque dos veces haber empacado mis medias y boxers, vamos. No puedo esperar a salir de aquí.

Remus lo miró tristemente, sabiendo lo que quería decir; para él también era duro estar allí, donde tenía cariñosas memorias de un adulto Sirius antes de que le hubieran arrebatado de su vida una vez más. Mayormente se había quedado por Harry, y en una menor medida para decirle adiós a su viejo amigo, porque no había tenido la chance de hacerlo antes de que muriera.

-¿Hedwing ya está en camino a Hogwarts? -preguntó ya que vio a Harry cargar la jaula de la lechuza vacía-.

-Sí, la deje ir ayer así que estará esperándome allá.

-Entonces está bien, mejor vayamos yendo antes de que Molly nos vuelva a gritar.

Harry sonrió mientras reclamaba otro abrazo antes de entrar al vestíbulo donde se encontraba una nerviosa Sra. Weasley y un grupo de personas y baúles.

-¿Cómo vamos a ir a la plataforma? -preguntó curiosamente-.

-Una vez más en los autos del Ministerio -le dijo el Sr. Weasley que había escuchado la pregunta de Harry-.

Harry suspiró pero se metió en el auto que no estaban Ron y Hermione, cuando había llegado a la acera había mirado dentro de los autos verde oscuro que se ubicaban en la calle para evitarlos, no le importaba si terminaba en el auto de los "adultos", al menos eso significaría que tenía un poco más de tiempo con Remus.


Cinco horas después encontró a un Harry soñoliento y muy hambriento tomando asiento en la mesa de Gryffindor ubicada en el Gran Salón. Se sentó en el final, no teniendo el deseo de sentarse cerca de sus amigos. Ex-amigos, se recordó mordazmente. Obtuvo unas pocas miradas curiosas de sus compañeros de clase pero los ignoró. De todas maneras no era de sus negocios.

La sala se tranquilizó cuando la profesora McGonagall sacó el sombrero seleccionador. El sombrero viejo y andrajoso cantó la usual canción de las casas, pero dio un críptico mensaje amistoso sobre que la rivalidad de las casas pronto sería resuelta. Los nuevo primer año fueron sorteados en sus casas, para finalizar el último estudiante, un diminuto niño rubio, tomó asiento en la mesa de Ravenclaw, y después que el director hizo sus usuales anuncios, se les fue permitido comer.

Harry tuvo que ser cuidadoso de no apilar solo carne en su plato. En el pasado cuando había comido mayoritariamente frutas y vegetales debido a la dieta de los Dursley había encontrado que las frutas y los vegetales le hacían mejor a su estomago que la carne y paraba los cólicos por más tiempo, pero después había empezado a anhelar la carne más y más, incluso desde antes de su cumpleaños y la subsecuente herencia, esto debía ser parte de ser un Dracken.

En su opinión cuando más jugosa estuviera la carne mejor, así que en plato colocó un largo pedazo de un raro filete azul junto con vegetales y papas fritas. Una o dos veces Harry se encontró pensando en la delicioso que sabría encontrar algo más fresco donde hundir sus dientes. Ese pensamiento le hizo estremecer y no de disgusto.

Cuando estaba por tomar una mordida de su filete fue prontamente consiente de un par de ojos que lo perforaban. Discretamente miró a su alrededor buscando la fuente, no encontró a nadie hasta que miró a la mesa de profesores. Era Snape. Los ojos negros del profesor de Pociones lo estaban agujereando. Harry no pudo discernir que tipo de mirada era ni que había echo para ganársela.

Harry encontró los ojos del hombre por un momento antes de que rápidamente bajo la mirada, sus nuevos instintos le decían que sin un compañero dominante para protegerlo era indeseado tener una pelea con alguien que podía lastimarlo. Mirando cuestionadoramente a través de sus pestañas vio los ojos de Snape se achicaban con sospecha.

Harry alejó la mirada de hombre y mantuvo su cabeza inclinada hacia bajo por el resto del almuerzo. No podía permitir que nadie, menos que nadie Snape, descubriera su secreto.

Una delicada esencia llegó a su nariz y todo su cuerpo empezó a temblar y hormiguear, como si sus escamas estuvieran tratando de hacer una aparición indeseable. Empujó implacablemente la sensación. No podía permitir que aparecieran, no ahora, no enfrente de todo el cuerpo estudiantil. Solo esto podría significar un desastre para él.

El postre vino y se fue y recién ahí el director mando a los estudiantes a dormir. Harry esperó hasta que el vestíbulo se vació un poco antes de dirigirse a la torre de Gryffindor. Una vez entró al dormitorio ignoró a Ron, y les dijo buenas noches a Seamus, Dean y Neville, antes de cerrar las cortinas de su cama, desnudarse y meterse a la cama. Olvidando la preocupación de que Snape descubriera su secreto cayó dormido casi instantáneamente.


¡El curso había empezado hace dos semanas y esa suave esencia lo estaba volviendo loco! Estaba constantemente a su alrededor como si Hogwarts la estuviera produciendo. Lo estaba llevando al borde de la destrucción y ahora tenía que pelear contra si mismo para forzar a su lado Dracken a mantenerse tranquilo. Por supuesto que nadie lo notaba, por la cual Harry lo contaba como una bendición, la última cosa que ahora necesitaba era otra ronda de artículos periodísticos sobre cuando loco e inestable estaba.

Snape también estaba mirándolo implacablemente. El hombre era absolutamente inquebrantable. No importaba cuanto trata Harry de actuar invisible o desviar su atención a algo más, esos ojos estaba siempre allí, mirándolo. Como si Snape estuviera por encima de algo desagradable y hasta que Harry no parara de ser tan asustadizo y nervioso, él no pararía, pero lo que le sucedía a Harry era que estaba preocupado de que Snape figurara que era un Dracken, y eso no era algo que pudiera controlar, necesitaba un dominante, él solo no podía enfrentar a Snape, no ahora en que se había convertido en un sumiso, no cuando estaba tan concentrado en que sus escamas y alas no aparecieran un día y que todos lo vieran.


Era la noche de Halloween y Harry no tenía intención de asistir a la fiesta En su lugar tomando la ventaja de que todos los demás estaban en el Gran Salón dejó salir su lado Dracken por primera vez en dos meses.

Estaba en lo profundo del bosque prohibido, la luna, aunque no completa era brillante esta noche e iluminaba el camino del joven Dracken mientras se movía a través de la maleza. No es que necesitara la luz, ya que como un Dracken tenía una excelente visión nocturna, pero la luna era tan grande y hermosa esta noche que Harry estaba agradecido de que estuviera allí.

Después de caminar sin para por treinta minutos, Harry dedujo que estaba lo suficientemente lejos del colegio y apareció sus rasgos Dracken. Había sido tanto tiempo desde que había sido capaz y finalmente ahora podía hacerlo que Harry sintió la instantánea felicidad de ser libre. Su cabello, sus escamas, sus alas, sus garras y sus colmillos aparecieron. Las escamas blancas que cubrían sus alas y crecían en parches de su cara, cuello y manos brillaban tenuemente bajo la luz de la luna. Era una hermosa visión para ver, aunque no era como si alguien más fuera a apreciarla.

Ahora que el relax producido por dejar salir su Dracken había disminuido había algo más que había estado esperando hacer por los pasados tres meses, saborear carne cruda.

Abriendo sus mejorados instintos esperó escuchar el movimiento de algo. Pudo escuchar las ardillas en sus nidos, los búhos cazando su desayuno, los conejos mordisqueando el trébol, los ratones correteando por la maleza y entonces escuchó lo que estaba esperando escuchar, la caída de las pesuñas sobre las hojas del piso.

A unos 30 m. de él habían cuatro ciervos. En un instante Harry había partido, estaba corriendo a la velocidad de la luz, y antes de que nada más pudiera ser registrado había hundido sus colmillos en la vena yugular de una pequeña cierva. No era lo suficientemente fuerte para ir por un macho, el le dejaría eso a su compañero dominante.

Los tres ciervos restantes habían escapado y camuflado en el bosque. La cierva había enganchado a Harry y hecho caer en su intento por liberarse así que rápidamente había cortado su cuello con sus garras, silenciándolo de una vez por todas.

El sabor de la sangre era intoxicante y Harry difícilmente pudo evitar gemir fuertemente. Usando sus garras y colmillos arrancó trazos del la carne aún cálida y la devoró. Era la cosa más deliciosa que nunca había comido y no podía cansarse de ella. Se agachó y escavó desgarrando lo que estaba escondido con sus colmillos y garras para llegar a la carne tierna de abajo de los huesos.

A mitad de su comida Harry se quedó inmóvil. Ladeó su cabeza y escuchó, ignorando los riachuelos de sangre que corrían por su cuellos desde su mentón. Había algo ahí fuera. Su cabeza se movió hacia la izquierda y gruñó amenazadoramente.

El gruñido que le respondió fue un gruñido profundo y retumbante que le hizo sacudir hasta su núcleo. Harry retrocedió. La figura que salió de detrás de un grupo de árboles era un Dracken dominante. La primera cosa que Harry notó fueron sus alas. Ellas tenían una medida de al menos 6 m. y fácilmente empequeñecía a las suyas, las cuales envolvió fuertemente a su alrededor para resguardarse.

Harry observó al hombre. Era alto, media aproximadamente 1,90 m., era muy musculoso para un cuerpo tan esbelto, y no usaba camisa. Sus escamas eran de un obsidiana sin fin y un profundo amatista oscuro y se esparcían por la bronceada piel desnuda del hombre. Su cabello era tan oscuro como sus escamas y estaba cortada en capas que llegaban a sus orejas. Su cara lucía suave, fuerte, angular y exótica. Sus inclinados ojos índigos eran fríos y duros, pero estaban llenos caliente lujuria mientras devoraba tanta piel de Harry como podía, persistiendo en su cara y especialmente en su cuello.

El hombre le quitó la respiración a Harry y el oxígeno de todo el aire en los al rededores, y mientras que Harry tomaba un respiración profunda y estremecedora, el Dracken frente a él se movió.


Aquí esta el primer capítulo espero que lo disfruten y dejen reviews.