En realidad pensé que mi primer fic en donde Sakuma se viera involucrado sería uno con Kidou, pero se me vino la idea y ahora salió esto.

Será una serie de capítulos cortos en donde relatamos la vida matrimonial entre Sexy-Genda y el morenazo de fuego, Jirou. Y otro más. Espero disfruten de la historia como yo al escribirla.

Advertencias: Lenguaje inapropiado. Semi AU.


El sueño de los dos

I: Decisión

-Kojiro –Pronunció en un tono de voz infantil.- ¿Cuántas veces más tengo que pedírtelo?

El mencionado giró la cabeza para mirar a su ahora esposo, desde hace días el moreno de cabellos platinados le insistía mucho con esa idea, que trataba de un paso demasiado largo en sus vidas y por supuesto que era de pensarse con tiempo y detenidamente. Rodeó los ojos, y eso que llevaban apenas dos semanas de casados ¿Qué le esperaría en tres años?

-Sakuma, entiende lo que opino… no creo que estemos listos para eso.

-No, tú eres quien cree no estar listo –Chasqueó la lengua y frunció el ceño.- yo sé lo que quiero y tengo fe en que puedo hacerlo, con o sin tu ayuda. Ahí me enteraré si fue un error o no casarme con un idiota como tú. –El castaño respiró hondo.-

-No sabes lo que dices ¿Crees que puedes cargar con una responsabilidad tan grande tú solo? –Preguntó calmado.- Solo te recuerdo que tu trabajo te consume vivo, incluso ahora que estamos juntos casi no nos vemos. ¿Y qué dices del mío? Soy futbolista, portero titular. ¿Tendríamos tiempo de hacernos cargo de una situación así?

-Siempre lo haces tan difícil, si nos lo proponemos claro que podríamos hacerlo. Me habías dicho que soñabas con eso… -Arqueó las cejas, mostrando tristeza.- y también me provoca una gran ilusión.

-Jirou… -Lo abrazó de la cintura de manera protectora.- si, es un sueño que tengo, pero no a ésta edad. –Apegó mas su cuerpo contra el, pues sabía la reacción que el contrario probablemente iba a tener.-

-¿Qué tiene de malo la edad? –Reclamó.- perdóname la grosería pero me rompe las pelotas que hables de esa manera –Se giró para mirarlo a los ojos.- ¡Ya no somos aquellos niños de catorce años que jugaban a los novios! ¿Veinticuatro y veintiséis se te hace una edad poco madura? ¡Eh!

Genda no podía contradecirlo, porque Sakuma tenía la razón, era cierto que ya era buena edad para tomar responsabilidades, pero aún así dudaba un poco, no por el de ojos ámbar… sino por él mismo. ¿Tendrían un buen futuro? ¿Podría brindarles una buena vida?

-Jirou, con mi trabajo de futbolista no viviremos toda la vida –Mencionó serio.- ¿Qué pasaría entonces si me transfirieran a otro lugar, por ejemplo? ¿De un día vivir en Inazuma a otro en donde repentinamente debemos mudarnos a Sicilia, Grecia, España, incluso a México?

-Lo obvio, te seguiría a donde fueras, no es que quisiera dejarte ir solo por el mundo. No quisiera perderte ahora que te tengo. -Toma su mano suavemente.-

-Cariño, me gusta la idea –Interrumpe el moreno.-

-¿Entonces por qué me contradices siempre que hablamos de esto?

-Porque no se si pueda hacerlo. –Se sentó en la cama, abrazando sus piernas.- ¿Crees que sería un buen… padre? –Lo miró para buscar una respuesta, a lo que el de cabello largo le miró con ternura, y se sentó a su lado abrazándolo por el cuello.-

-Eres buena bestia. –Rió.- Serías un perfecto padre, no lo dudo y tu tampoco lo hagas.

-Sabes, el niño sería muy afortunado al tener un padre como tú, Sakuma. Tan cariñoso, trabajador, y tsundere. –Bromeó.- Tan dedicado a lo que hace, serías un muy buen ejemplo.

-Idiota. –Le dejó un golpe en la cabeza, a lo que éste se quejó.- Si estamos los dos juntos todo saldrá bien, pero Kojiro… no me niegues la oportunidad. Podremos hacerlo, los dos criaremos a ese nuevo miembro de la familia.

Genda ablandó su expresión y tomó al del parche entre sus brazos, susurrándole al oído por fin su respuesta.

-Está bien… adoptemos un hijo. –Sonrió.-


Los capítulos serán así de cortitos, no me maten pero es parte de la historia.

Actualizaré cada vez que pueda.

R.