Hola, debo decir que éste es mi primer fic de esta pareja... y no sé qué estaba pensando cuando comencé a escribirlo, dudé mucho en publicarlo. Así lo pongo.

Va a ser de aproximadamente once capítulos de los cuales hasta ahora llevo seis escritos y pienso terminarlo, porque no me había enganchado antes con una historia mía como en ésta ocasión. Creo que me gusta y espero a ustedes también.

Al final dejaré más explicaciones, por lo pronto recalco que la historia es totalmente AfuroxAtsuya, aunque en éste capítulo se mencionen otras.

Advertencias: Lenguaje violento, muerte de personajes.


I'll be with you

Capítulo I

Aquella tragedia ocurrió cerca de las 11:38p.m en una avenida principal de la ciudad Inazuma. Tres segundos bastaron para el impacto fatal. La frase ''la vida se puede ir en un parpadeo'' aplicaba perfectamente en el caso.

Las tres personas que viajaban en el automóvil sufrieron graves daños, tres segundos… solo eso fue suficiente para dejarlos de tal manera, un hombre en estado de ebriedad manejando una camioneta en contra fue la razón de la fuerte volcadura de aquél deportivo azul del año. Los daños materiales eran lo que menos preocupaba, aún había dos prensados y alguien que por el fuerte impacto había salido disparado al menos cinco metros adelante.

La gente que pasaba por la misma avenida auxilió de inmediato a los jóvenes. Pobres, apenas pasaban alrededor de sus veinte. Una mujer los reconoció, ellos eran jugadores de fútbol soccer, al menos de hace unos años. Su memoria ayudó a identificarlos ante las autoridades correspondientes, quienes de inmediato comenzaron la búsqueda de sus identificaciones.

Los paramédicos llegaron junto con los miembros de rescate, que lucharon contra el retorcido acero para sacar a las dos personas que aún se encontraban en el auto sin poder salir, mientras que un par de doctores y un grupo de enfermeros atendían al joven que quedó tendido en el asfalto, las caras de angustia por parte de los médicos se reflejaron en seguida, uno negó con la cabeza. Colocaron al joven en una camilla y lo conectaron a un tanque de oxígeno. La ambulancia partió a toda velocidad.

Los rescatistas hicieron huecos con su maquinaria para sacar a los otros dos, con mucha ayuda y cuidado eso se logró, primero sacaron a la persona que viajaba en el asiento de atrás, los enfermeros dieron un suspiro de alivio al verlo consciente, pero en estado de shock. Se había dado cuenta de que el joven que tenía a su lado no estaba. Rápidamente los hombres que trabajaban atendiendo a ese joven le dijeron que el otro chico había sido trasladado al hospital. Estaba agresivo y desesperado, no le importaba su brazo roto ni su herida en un lado de la ceja, quería ir con el. Tuvieron que aplicarle unos calmantes para vendarlo y colocarle una gasa, antes de adentrarlo en una ambulancia.

Quedaba el dueño del automóvil, quien seguía inconsciente. Fue un duro trabajo quitarle los fierros incrustados en las piernas, si sobrevivía seguramente quedaría postrado en una silla de ruedas de por vida.

Para sacarlo tuvieron que retirar una de las puertas deshechas y cinco personas de ayudantes. Tenía golpes en su rostro y cortadas en los brazos.

Los enfermeros restantes rápidamente trabajaron en controlarle la hemorragia para después llevarlo junto a los otros a Urgencias.

La prensa no tardó en llegar, la información rápidamente llegó hacia la casa de cierto legendario goleador, quien se encontraba con la visita de su novio y dos amigos suyos, disfrutaban de una buena película en un canal local y el mensaje de última hora interrumpió su velada.

Información de última hora, esta noche, cerca de las 11:38p.m se suscitó una volcadura en la avenida principal de Raimon City. El percance provocado por la imprudencia de un hombre en estado de ebriedad dejó el saldo de tres jóvenes mal heridos que ya fueron rescatados. Una testigo los pudo identificar, y confirmaron sus nombres cuando se encontraron sus identificaciones.

Los nombres de los afectados son: Terumi Afuro, el conductor del auto, Suzuno Fuusuke y Nagumo Haruya como sus acompañantes. Los tres se encuentran en Urgencias del Hospital local.

Los mantendremos informados.

El pelirrojo que se encontraba en uno de los sofás escuchando atentamente se puso de pie inmediatamente, al igual que todos los presentes estaba impactado.

-No es cierto… -Negaba con la cabeza, apretando los puños.- ¡Mido-kun! Debemos ir con ellos, necesito saber que Nagumo y Suzuno están bien o moriré de angustia.

El mencionado asintió con la cabeza, se notaba también la preocupación en sus ojos negros, después de todo esos dos eran sus amigos de la infancia.

-Debemos ir todos… -Dijo Shuuya decidido, mientras tomaba las llaves de su auto.- No vamos a dejarlos solos en estos momentos, Hiroto. ¿O estoy mal, Fubuki?

-De acuerdo contigo, espero estén bien… -Le tomó la mano al moreno.-

-Gracias chicos.

Goenji sabía que esos tres no tenían a nadie en la ciudad, por ello decidió ir a verlos, a parte de la preocupación de Hiroto y Midorikawa, sabía que detrás de los ojos de su novio Fubuki se escondía una angustia por saber el estado de Afuro. Después de todo le ayudó mucho en el pasado. Le acarició la mano cuando llegaron al estacionamiento, demostrándole que estaba a su lado, el ahora entrenador solo le dedicó una sonrisa. Descendieron los cuatro del auto, y rápidamente fueron a preguntar por el estado de los ex jugadores de Corea en la recepción de Urgencias.

-Nagumo Haruya se encuentra estable y consciente, solo recibió unos golpes… y uno de sus brazos está roto –La enfermera bajó la mirada.- Se encuentra en éstos momentos en la habitación del otro chico, Suzuno Fuusuke. No quiere despegarse de él.

-Gracias al cielo –Suspiró Hiroto.- ¿Y cómo está Suzuno?

-Me temo que no se puede hacer nada por él… sufrió daños en la columna. Lo siento mucho.

-¿Q-Qué? No es posible…

Midorikawa solo bajó la mirada.

-Salió disparado por el impacto… fue uno de los que más daño sufrió. Deberían de ir con su amigo de cabello rojo, él debe hacerse a la idea de que…

-Ni lo diga… -Ordenó Fubuki.-

-No… a estas alturas yo creo que hay que dejarlo solo con él. –Hiroto sabía perfectamente lo que pasaba entre sus dos compañeros, por lo que prefirió dejar que se despidieran a solas.-

-¿Cómo se encuentra Afuro? –Preguntó Fubuki.-

-El está consciente… pero muy delicado. Pueden pasar a verlo, solo dos personas.

-Shuuya… -Nombró el de cabellos plateados.-

-Te acompaño, si es lo que quieres.

-Gracias… ¿A dónde tenemos que ir?

-Aquí a la vuelta, en el 201, en el 200 es la habitación de Suzuno Fuusuke… por si alguno quiere pasar a verlo.

-Muchas gracias.

Doblaron el pasillo del hospital, los lamentos y las palabras de Haruya podían escucharse incluso con la puerta cerrada. Le pedía al albino que abriera los ojos, que no lo dejara solo, que sin él no era nadie… el dolor que se apoderaba de su garganta era demasiado fuerte. Sin embargo seguía animándolo a despertar. ''Despierta ya, te prometo que te daré un litro de helado si lo haces''.

Midorikawa no pudo evitar llorar al escuchar a Nagumo hablar así, Hiroto lo tomó en sus brazos, no era conveniente quedarse ahí. Salieron un rato a la cafetería del hospital.

Goenji y Fubuki entraron a la habitación de Afuro después de que el moreno les indicara a sus acompañantes que saldrían en un momento.

La imagen que tenían del autonombrado ''Dios'' era totalmente distinta a la del joven que yacía con moretones y cortadas por todas partes de su cuerpo, en una camilla blanca cubierto de una sábana. Conectado a una sonda y a un par de catéteres, el rubio de cabello lacio y largo volteó a ver lentamente a sus visitantes. Podría ser que eran las últimas personas que esperó ver.

-Shuuya Goenji –Miró al mencionado.- y Fubuki… Shirou. –Desvió la vista al otro.- No esperaba verlos… pero gracias por venir…

-No agradezcas, yo pedí venir contigo.

-Y… ¿Cómo están… Haruya y… Fuusuke? La enfermera no me quiere decir nada…

Los visitantes se miraron a los ojos de manera confundida, no sabían que contestar. Pero el peligris habló.

-Nagumo está bien… pero Fuusuke… -Calló enseguida.-

-Ya entiendo… -Arqueó las cejas.- al menos no me iré solo de aquí, pero pobre Haruya… sufrirá mucho.

Fubuki se acercó más al de ojos carmín, y con cuidado le tomó una de sus manos.

-No te rindas fácilmente.

Afuro sonrió un poco ante el cálido tacto de la mano de Shirou, hacía tanto no sentía un calor humano tan parecido…

-Lo siento… yo sé que me queda poco tiempo. Me alegro de ver esos ojos que tienes por última vez… ya no muestran tristeza desde hace tiempo. Goenji hace buen trabajo…

-¿A qué te refieres?

-… cuando ayudé a Raimon… te veía de lejos, en tu mirada había algo… estabas triste, tenías miedo incluso de jugar fútbol… por eso… decidí tomar tu lugar y esperar a que… superaras ese miedo. ¿Goenji… te ayudó, cierto?

Era posible volver a recordar con solo mencionar un momento, tantas cosas se le vinieron a la cabeza. Si, Shuuya le ayudó mucho, y Afuro aunque haya sido de manera breve, también le tendió la mano.

-Si, gracias a él soy mi propio yo. –Le sonrió.-

-Me alegra mucho… aunque creas lo contrario. –Sonrió de lado.- Me hiciste recordar el tiempo en el que era un completo creído… que vergüenza.

-L-Lo siento.

-No te disculpes…

Un grito desgarrador proveniente de la habitación de al lado y la movilización de las personas que se encontraban atendiendo al albino rompieron con la tranquilidad del ambiente. Se podía escuchar a Nagumo gritar y llorar con un profundo dolor, Afuro solo miró al techo con una mueca parecida a una sonrisa mientras unas lágrimas corrían por sus mejillas. Su amigo se fue, lo alcanzaría en unos minutos más.

''No me puedes dejar, joder Fuusuke ¡despierta! Te necesito, te necesito… Hijo de puta ¡todavía no te había pedido que te casaras conmigo! … no me dejes mi amor…''

La sensación que Fubuki tenía en la garganta era aterradora, como si alguien le estuviera asfixiando. No sabría como actuar si a Goenji le pasara algo parecido, seguramente estaría igual que Haruya… ni pensarlo.

Los ojos negros de Goenji se clavaron en los de Shirou, intentando calmarlo solo con una mirada, cosa que logró, aunque sea logró calmarlo un poco.

-Fubuki. No quiero que vayas a llorar… no convivimos mucho pero… debo confesarte que tus ojos me gustan más cuando tienen brillo…

-Afuro…

-Goenji… cuida mucho a tu novio… Es lo más importante en tu vida… o algo así me dijiste hace poco…

-Yo vivo para eso, no necesitas decírmelo.

-Bien… -Sonrió.-

El dolor que tenía en la cadera cada vez se hacía más fuerte hasta casi dormirle la espalda, era como una bruma pesada que le carcomía las células. Dolía cada vez más y se esparcía a la vez a más partes de su cuerpo. En poco tiempo le comenzó a faltar la respiración, cosa que intentó disimular pero era evidente que respiraba de manera entrecortada.

Sentía como sus pulmones eran aplastados y como su corazón intentaba salirse de su pecho. Fubuki se alarmó al verlo sudar y respirar con tanta dificultad.

-Afuro, llamaré al doctor.

-No… q-quédate…

-Pero…

-Por favor… quiero tu compañía… -Susurró el rubio por su falta de aire.-

Le daba gracias a todos los dioses que no sentía las piernas o seguramente lo que lo mataría sería el dolor extremo. Sin embargo seguía sintiendo los pulmones pesados. Parpadeó y se le nubló la vista, apenas podía abrir los ojos.

Volteó su mirada y vio directamente a los ojos a Fubuki, quien se sorprendió al verlo llorar con más fuerza.

-Espero… ver unos ojos… como los tuyos… en la otra vida.

Con lo último que le quedaba de fuerzas apretó la mano del peligris, mientras le dedicaba una sonrisa. Fubuki al ver esa acción intentó contenerse, era doloroso ver a alguien de esa manera, ciertamente le recordó a lo que le pasó a su familia. Pero decidió no llorar, Afuro no quería verlo así por alguna razón.

-Afuro… estoy contigo.

El rubio volteó su rostro al techo, sus ojos cada vez le pesaron más y terminó por cerrarlos por completo. El dolor desaparecía pero ya no logró sentir su cuerpo… ¿Así era la muerte? Sus recuerdos le pasaron por la cabeza en unos segundos, su infancia, su vida en la Zeus Academy, su paso por Raimon, sus días en Corea junto a Haruya y Fuusuke, Fifth Sector, sus alumnos… Fubuki, su amor imposible. Lo último que pudo escuchar fue a Goenji gritar que mandaran a un doctor y a un Nagumo que entró de repente a gritarle que tampoco se fuera. Fubuki siempre lo sostuvo de la mano. Nunca le dejó.

Hora de defunción: 1:15a.m

-Afuro… -Mencionó con lágrimas en los ojos.- nos volveremos a ver.

Partieron del hospital después de recoger a Midorikawa y a Hiroto, quienes decidieron alojar a Haruya unos días en su casa. Porque nada dolía más que perder a la persona que amas.

''Espero… ver unos ojos… como los tuyos… en la otra vida.''

Jamás pensó que ese deseo pudiera hacerse realidad.


Como pudieron ver, las parejas aquí fueron tres: AfuroxShirou, ShuuyaxShirou, HaruyaxFuusuke. Solo las utilicé en este capítulo porque a partir del segundo comienza la trama y me concentraré en otras, incluyendo la principal: AfuroxAtsuya.

Va a estar confuso el cambio de situación, claro, pero ahí entraré yo aclarando dudas.

Lamento haber hecho sufrir tanto... bueno no, me entretengo.

Este primer capítulo será el único narrado en tercera persona, mi reto principal es terminar este fic en una primera. Espero hacerlo bien

Actualizo sábados, hasta el próximo.

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R.