Epilogo

Itachi atravesó la ciudad en completo silencio. La radio sonaba en la cabina de su auto pero nadie la escuchaba y sus ojos azabaches estaban colocados en las calles y los automóviles que cruzaban veloces las avenidas.

El lugar al que se dirigía se había convertido en tabú, tanto para él como para toda su familia, y era hasta cuatro meses después del trágico accidente que se atrevía a poner un pie cerca de la estación de trenes.

Ya casi no había rastros del accidente. El tren de esa ruta volvía a funcionar y si no fuera por la tierra áspera, no habría rastro alguno de la explosión. Al menos no una señal evidente, ya que él sabia de primera mano que muchas familias no volverían a ser las mismas después de ese día.

La ciudad de Konoha poco a poco se iba recuperando de la tragedia y las personas ya no hablaban con tanto fervor del tema. Al igual que la tierra iban sanando, unos más rápido que otros, pero esforzándose por salir nuevamente adelante.

Aparco el carro antes de llegar a la estación y perezosamente descendió del vehículo. Una parte de él aún no estaba preparado para enfrentarse al lugar de sus pesadillas, pero ya era el momento y no solo él estaba consciente de eso.

Rodeo el vehículo hasta la parte trasera y tomo un ramo de flores blancas con una mano y un par de muletas con la otra. Concentrado en la labor que hacía, se dirigió a la puerta del copiloto y desde atrás vio el cabello puntiagudo azabache meciéndose con el viento y el perfil serio de su hermano.

No pudo suprimir una sonrisa, apreciando más que nunca esas pequeñas cosas que podía vivir con él, poder verlo crecer, discutir y bromear. Todo lo que casi se lo arrebatan en un par de segundos.

Ahora claramente podía ver al hombre en el que Sasuke se estaba convirtiendo y se sentía tan orgulloso. Su hermano era valiente, el pilar que lo sostenía a él cuando debía ser al contrario, el que lo impulsaba a regresar al lugar del accidente para dejarlo atrás y poder continuar sus vidas. Aquel chiquillo orgulloso y frio de cuatro meses atrás había aprendido una dura lección dando paso a un joven más noble y agradecido con la vida.

Una vez estuvo junto a Sasuke, le ayudo a andar por la plaza que se había construido entorno a un monumento con los nombres de todos aquellos que habían fallecido. Con el rabillo de su ojo observo como Sasuke no separaba la mirada de ahí, y como su cuerpo se tensaba a cada paso.

Llegaron hasta el largo pilar en solemne silencio e Itachi solo pudo permanecer junto a su hermano mientras leía los nombres que lo formaban.

Ayugai Kai

Dazae Aoto

Erizawa Tora

Gensai Yu

Haru…

—Sabes que estuve sentado muchas veces junto a alguno de ellos – comento Sasuke sin apartar sus ojos del monumento. – Ni siquiera los conocía pero… — un nudo en la garganta impidió que Sasuke siguiera hablando, era la primera vez que lo hacía e Itachi le presto toda su atención. – Segundos antes de que pasara todo, Sakura y yo habíamos decidido salir al día siguiente… todos ellos también tenían planes…

—Es injusto, lo sé. Pero no hay nada que podamos hacer al respecto, vengarnos solo creara una cadena de dolor y perdidas inocentes.

Sasuke no dijo nada, pero sus puños apretaban fuertemente las muletas hasta dejar sus nudillos blancos y su amarga expresión constataba lo mucho que le costaba digerir la idea.

Itachi se agacho y deposito las flores junto a muchas otras y encendió uno de los inciensos que ahí se encontraban. Otra sonrisa surco sus labios cuando se levantó y miro hacia el frente.

—No llegues tarde, o mama me matara. – le dijo revolviéndole el cabello. Sasuke hizo una mueca de desagrado intentando apartarse pero su condición no le daba muchas opciones. – y recuerda lo que te dije esta mañana.

Se marchó sonriendo, sin ver el fuerte sonrojo en las mejillas del menor, pero sabiendo exactamente como lucia.

—Maldito – murmuro Sasuke fulminando la espalda de su hermano.

—Sasuke-kun. – Las maldiciones desaparecieron de su boca y casi al instante olvido el enojo que sentía por su hermano.

Sasuke se giró, encontrándose con Sakura a pocos pasos de él y ninguno dijo nada mientras ella se acercaba a su lado. Él se limitó a observarla maravillándose con su inocente belleza y embriagándose de la fragancia que el viento desprendía de ella. Nunca lo diría, pero en el momento en que la chica perdió la consciencia en el tren, él se había rendido y había aceptado dichoso los brazos de la muerte siempre y cuando su último recuerdo fuera ella. Había pensado en su madre, padre y hermano sintiéndose terriblemente triste al darse cuenta de todas las cosas que no podrían vivir juntos. La imagen de su estúpido mejor amigo también llego a su mente, insultando por dejarse morir tan rápido y no luchar.

Pero para él ya no había razón para luchar, por algún motivo sentía que estaba bien y que tal vez en otra vida tendría la oportunidad de estar juntos.

Cuando escucho la voz de Sakura llamarlo una vez más, había dado por hecho que estaba muerto hasta que la cálida mano de ella sosteniendo la de él, le hizo abrir los ojos buscándola y encontrándose en un hospital con gran parte de su cuerpo vendado y sin sentir dolor alguno debido a la cantidad de analgésicos.

Ella había llorado al verlo despierto y él le había dedicado una débil sonrisa. No hubieron palabras esa noche, solamente se regalaron la mirada llena de sentimientos tan fuertes que no tenían palabras y ambos se entendían de esa manera.

—Sakura. – saludo dejando atrás sus pensamientos. Sasuke se recargo en una de las muletas dejando una de sus manos libres y acariciando la delicada piel de la chica.

Juntaron sus frentes en un gesto íntimo y cargado de sentimientos, y luego el deposito un casto beso en los labios de ella.

Sakura le sonrió al separarse, con sus mejillas siempre sonrosadas. Sus ojos verdes viajaron al monumento frente a ellos y una profunda tristeza los invadió.

—No sé qué haría si tu nombre estuviera escrito ahí – le dijo, abrazándolo por la cintura. — ¿Sabes? Antes de perder la consciencia pensé que estaba bien, al menos había logrado hablarte y dedicarte mi último aliento.

—Hn. – respondió Sasuke, acariciando el cabello rosado y esforzándose por mostrar una sonrisa arrogante. – andas bastante sentimental hoy, ¿segura que el medicamento no te afecta?

— ¡Idiota! – exclamo ella soltándose repentinamente y dándole un pequeño golpe en su hombro herido.

— ¡Auch! – se quejó Sasuke observándola con resentimiento, pero Sakura ya estaba algunos pasos alejada de él con sus brazos firmemente cruzados sobre su pecho y un puchero molesto en sus labios. Sus ojos verdes volvían a brillar con vitalidad y enojo pero ya no había rastro de tristeza en ellos. Sasuke sonrió satisfecho. — Ahora estoy seguro que te amo.

La repentina confesión tomo por sorpresa a Sakura, que lo miro atónita por un par de segundo. Su cuerpo poco a poco se destenso y una sonrisa se abrió paso en sus labios.

—Yo también lo estoy, Sasuke-kun.

Ella volvió a abrazarlo y él se apoyó en ella dejando a un lado las molestas muletas. Ahora él tenía un mejor apoyo en su vida, uno que duraría para siempre.

A lo lejos, escucharon la algarabía de Naruto y sus otros amigos, rodeando la camioneta de Itachi y ninguno de los dos puedo evitar sonreír.

—Itachi quiere que cenes con nosotros esta noche.

Sakura diviso al hermano mayor de Sasuke y como este la saludaba a la distancia. Le regreso el saludo y su atención volvió hacia Sasuke.

—Me parece una estupenda idea. Apuesto a que él sabe tus oscuros secretos. – sonrió con travesura.

—Sakura, no te atreverías…

La chica soltó una carcajada y él un suspiro derrotado.

Juntos se alejaron de la piedra memorial, comenzando una nueva etapa y comprendiendo lo valioso de la vida.

—FIN—

NdA: Hola a todos y gracias por sus review tan alentadores sin ellos no me hubiera animado a escribir el epilogo porque mi primera intencio habia sido matar a los protagonista... pero todo se quedo en la intencion, al menos en este fic.

Espero que lo hayan disfrutado y no hayan sufrido de un coma diabetico en este ultimo capitulo que me parece bastante cursi.

Gracias a todos.

Asdasd: Lo habia dejado tan abierto porque no me decidia entre dejarlos vivos o muertos... no podia hacerle eso a los personajes. Queria que al final todo fuera tan rapido, precisamente para causar desconcierto y tal vez revolver un poco los sentimientos de los lectores.

OlgaCatherine: Gracias por tus palabras y por volver a la compu para dejarme el comentario *-* precisamente no queria que se percataran mucho de la cancion mas que todo para incubrir el final y no arruinarlo y con lo que me escribes supogo que cumpli mi cometido. Yo odio los song fic que escriben la letra de la cancion en medio, por eso, aunque me base en canciones intento nunca hacer algo parecido. Gracias por tu comentario, espero que te haya gustado el final.

ConyM: Al final me convencieron de hacer el epilogo. No me atrevi a matarlos cono te pudiste dar cuenta.