De nuevo aquí con la traducción de la historia The End of You and Me, original de ExcellentDriver, que tan amable me dio permiso de traducirla.

Debo decir que ya tenia bastante tiempo quería subir el capitulo, pero muchas cosas pasaron en mi vida, así que lo pospinia, Gracias a Jessy (Tú) por su opinión acerca de algunas palabras.

Por cierto alguien conoce a mi beta bebe2580, si pudieran informarme si está bien, no he sabido nada de ella y bueno me preocupa.

La Serie Bones y esta historia no son mías.

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"Eso fue divertido." Christine sonrió ampliamente cuando salían de la pista."Creo que hasta podría ser mejor que Parker."

Booth se rió entre dientes.

"Ahora, no sé nada de eso, tendremos que comprobar si es bastante bueno en esto la próxima vez que venga a visitarme." Se sentó junto a su hija en la banca y la ayudo a quitarse sus pequeños patines. Esta ha sido su rutina dominical desde hace tiempo, ir a la pista de patinaje sobre hielo y patinar toda la tarde. A Christine le costó mucho al principio, pero su hija no era del tipo del que renuncia a las cosas tan fácilmente. Se caía sobre el hielo y le pedía ayuda para levantarse. Ahora semanas más tarde, ella finalmente pudo hacerlo atreves de la pista entera sin caerse o tomar su mano. Ella estaba muy orgullosa de sí misma, sí, así era.

"Ya no soy un bebé, papá. Sam es un bebé." Ella frunció el ceño mientras su papá le ponía sus zapatos rosas con brillos. Esta fue su más reciente afición: todo tenía que tener brillo. "Tengo casi cinco años."

"Oh, ¿cinco? No, no… yo no creo." Booth bromeo.

"Si, es verdad. ¿Recuerdas el año pasado cuando tuve mi fiesta y había un mago que me dio una Barbie Mariposa de color purpura que saco de su sombrero? Y Michael estaba corriendo por qué le pedí que tomara el teléfono de Parker por que se que se enoja cuando tomamos su teléfono es divertido y Parker salió corriendo tras de él y Michael tropezó con tío Sweets, que estaba tratando de alcázar mi corona que se cayó de mi cabeza y fue a dar debajo de la mesa y entonces se cayó tirándose un diente." Ella salto del banco y tomo la mano de su padre.

Booth guardo los patines en la mochila y se levanto también.

"Si, recuerdo." ¿Cómo podría olvidar eso?

"Ese era mi cuarto cumpleaños, cinco va después de cuatro y me dijiste que mi cumpleaños esta cerca."

"Bueno supongo que es verdad entonces. Pero… siempre serás mi bebé. No importa la edad que tengas, Grillo." Booth la levanto en sus brazos y el beso su mejilla, solo consiguió una sonrisa suave como recompensa. Su pequeña hija se estaba haciendo grande. A veces sentía como si fuera ayer cuando ella era del tamaño de su antebrazo.

"¿Podemos tener un poco de helado ahora?" Ella sonrió. A ella no se le permitía comer azúcar durante la semana, pero los fines de semana eran una historia diferente.

B&B

"¿Cuándo viene Parker de visita otra vez?" Christine lamio la bola de helado de vainilla, sus trenzas se ondeaban y rebotaban alrededor de su cabeza. Después de cuatro años, Booth se había convertido en un estilista profesional.

"No sé, cariño. Ahora está de regreso en la escuela, por lo que probablemente no volverá hasta Navidad."

"¿Cuánto falta para Navidad?" Pregunto con curiosidad.

"Tres meses a partir de hoy."

"Me encanta la Navidad." Christine sonrió.

"Me encanta la Navidad también." Él estuvo de acuerdo.

"Y a mamá le encanta también."

La mención de su madre hizo que sintiera un nudo en el estomago. Han pasado seis meses ya, pero el tiempo no lo hacía sentir mejor. Especialmente cuando Christine hacia comentarios como este y le recordaba como solían ser las cosas. Ella tenía razón al decir que a su madre le encantaba la Navidad. A pesar que Brennan no creía en la religión, celebraban Navidad todos los años desde que se hicieron una pareja. Iban a comprar un árbol perfecto y luego regresarían a casa para decorarlo juntos. Cuando Christine aún era un bebé, estaba sentada en su porta bebe viendo las luces y a sus padres instalarlas, cuando ella se hizo mayor, ayudaba felizmente a poner los adornos en el árbol y le daba a Booth ordenes sobre cómo colocar las luces. Ponían villancicos y bailaban hasta que Christine estaba tan cansada que se quedaba dormida en el sofá. Y entonces llegaba el momento para que Brennan y él tuviera su propio tiempo de diversión.

Se pregunto cómo las cosas fueron decayendo tan rápido después de eso. ¿Cómo pudo dejar que las cosas terminaran como lo hicieron?

Han pasado nueve meses desde que todo empezó a ponerse mal, seis desde que salió de casa. Seis meses desde que él hablo con ella de algo que no fuera su hija.

"Es ¿Papá?" Christine le pregunto algo y se dio cuenta que su mente se había ido por un momento.

"Lo siento, ¿qué me preguntaste, Hija?"

"Inglaterra, Inglaterra, ¿está muy, muy lejos?"

"Sí, muy lejos. Tenemos que tomar un avión para llegar allí."

"O un barco, ¿verdad? Mamá me mostró un mapa y dijo que hay un océano entre Estados Unidos e Inglaterra."

"Eso es verdad."

"El Dr. Kyle le pregunto a Mamá y a mi si queríamos viajar en su barco." La sangre se helo en sus venas al escuchar ese nombre. Así que le Dr. Kyle estaba todavía en el Jeffersonian, y, al parecer, seguía muy interesado en Brennan. "Pero no me gusta viajar en barco, hace que me duela el estomago."

Christine frunció el ceño y se parecía tanto a su madre que su corazón dio un vuelco. Tenían los mismos ojos azules, y cuando ella fruncía el ceño, arrugaba su pequeña frente exactamente de la misma forma que Brennan lo hacía cuando estaba confundida o simplemente no estaba contenta por algo.

"Tú y mamá ¿estuvieron en el barco de Dr. Kyle?" No podía dejar de preguntarle.

Ella asintió con la cabeza, su boca estaba demasiado ocupada con su helado para responder.

"Tuve que ponerme un chaleco salvavidas. Yo no quería porque sé nadar, pero mamá dijo que yo tenía que usarla de todos modos." Ella se encogió de hombros.

Booth se pregunto porque Brennan no le dijo eso. Por supuesto, dadas las circunstancias de su separación, no era de extrañar que ella decidiera no mencionar al Dr. Kyle.

Le importaba un comino que quisiera salir con el Dandi, pero no había manera en que le permitiría llevar a su hija con ellos.

"Michael tuvo que usar uno también y él sabe nadar."

"¿Michael estuvo ahí también?" Eso fue una sorpresa.

"Sí, y la tía Angela y Hodgins y Sam, que también tuvo que usar un chaleco salvavidas, pero él si debía por que no sabe nadar, y la tía Cam y Wendell y Clarissa y Clark…"

"Por lo tanto, ¿todo el Jeffersonian?"

"¡No era todo Papá, no cabrían en el barco!" Christine se rió.

Se veía tan adorable, riéndose así, con helado en la punta de la nariz y sus ojos azules brillando porque no podía dejar de sonreír.

"Pero fue divertido, ¿estar en el barco?" Le pregunto.

"El Dr. Kyle me dejo conducir la rueda grande y fue muy divertido, pero después mi barriga dolía y mamá me dio un medicamento que era desagradable." Ella hizo una mueca.

"¿Lo era?" se río entre dientes.

"Sí, mamá me dijo que sabia como a cerezas, me gustan las cerezas papá, pero eso no sabía nada como a cerezas."

"Entonces, no más barcos."

"El Dr. Kyle le dijo a mamá que podíamos volver al barco en cualquier momento que quisiéramos." Christine dijo. "Dijo que la próxima vez nos podía llevar a un lugar donde pudiéramos meternos al agua y ver peces."

Por supuesto que sí. ¿Qué pasaba con Brennan y los chicos con barcos?

"¿Quieres subirte al barco otra vez?"

"No lo sé. Yo no quiero tomar esa medicina repulsiva de nuevo." Ella sacudió la cabeza. "Pero me gustaría ver a los peces."

"Bueno, podemos ir al acuario, así puedes ver a los peces y no sentirte enferma." Él sugirió. "¿Qué te parece eso?"

"Me gusta el acuario." Ella sonrió. "¿Mami puede ir también?"

Ella le pregunto tan esperanzada que le rompió el corazón. Dudaba que Brennan quisiera ir con ellos. El acuario, al igual que los helados en el Restaurante, era parte de su rutina de fin de semana. Durante las primeras semanas de la separación, Christine le preguntaba porque su mamá no iba con ellos a sus paseos, o al restaurante, pero dejo de hacerlo cuando empezó a notar que solo hacia triste a su padre.

Christine dormía todas las noches con su madre, no quería cambiar su vida aún más por estar entre su nuevo y pequeño departamento y la casa de su madre, pero la veía casi todos los días. La recogía del preescolar y la llevaba a casa o al Jeffersonian. Podía llamar y hablar con ella en cualquier momento que él quisiera. Cuando Brennan volvió después de haber huido con Christine que era solo un bebé, Brennan le prometió jamás alejarlo de su hija de nuevo y ella estaba manteniendo su promesa.

Sin embargo, no era lo mismo. Echaba de menos despertar con el toque de una pequeña mano en su hombro o apretando su cara. Echaba de menos el olor de los panqueques y café recién hecho por la mañana. Echaba de menos la leerle cuentos a su hija antes de que se durmiera.

Y la echaba tanto de menos, a ella.

No era solo el extrañar a su novia o la madre de su hija. Él extrañaba a su pareja a todo lo que esa palabra significaba, ella era su confidente, su amante y su mejor amiga. La echaba tanto de menos, más que a nada.

"No creo que quiera venir, Grillo." Intento sonreír, pero su esfuerzo no fue suficiente.

"Pero mamá ama el acuario, nos encantan los delfines." Christine dijo esperanzada.

Lo estaba matando. Miro el reloj y vio que eran casi las ocho.

"Oh, mira la hora, tengo que llevarte a casa, bebé." Booth decidió que era mejor cortar esa conversación antes de que fuera a lugares a los que no quería que llegara.

Booth pago la cuenta y se llevo a Christine que tenía el ceño fruncido, al coche.

Su hija generalmente habladora estaba muy callada de regreso a casa. Ella envolvió sus pequeños brazos alrededor de su cuello y lo abrazo con fuerza mientras él la sacaba del coche para llevarla a casa.

"No me gusta que te vayas y que no duermas aquí más, papá." Ella respiraba contra su cuello.

Él la abrazo un poco más fuerte. Odiaba este momento incluso más que ella. Odiaba no poder llamar nunca más a La Poderosa Cabaña su casa. La casa que él ayudo a construir con sus propias manos, la casa que le dio tantos buenos recuerdos. La casa de su familia.

Era como si el destino se estuviera riendo de él. Hace poco más de un año, estaba seguro que no podía ser más feliz. Parker estaba pasando el verano con ellos, Christine estaba sana y feliz y Brennan lo hizo sentirse bendecido todos los días. Su vida estaba llena de risas, amor y felicidad.

Pero ahora ya no era así. Parker estaba de regreso en Inglaterra, no hablaba más con Brennan. Christine era la una razón por la que se levantaba por las mañanas, la que lo hacía mirar adelante por un nuevo día. No sabía como hubiera sobrevivido a esto sin su hija, la que iluminaba sus días.

Y fue por eso que se sorprendió al escuchar del viaje en barco hasta hoy. Debido a que veía a su hija todos los días y hasta esta tarde, no había escuchado de esto. Esto debió suceder el sábado pasado, cuando tuvo que ir en una asignación de trabajo con el FBI. Pero aun así, es sorprendente que Christine lo hubiera mencionado hasta hoy.

Al sonar la alarma del reloj miro hacia abajo, su tiempo había terminado, tenía que tocar el timbre de la casa. Él tenía una llave, por supuesto, pero no quería asustar a Brennan, mientras llevaba a Christine – decidió que tal vez era hora de tener una pequeña charla con Brennan. Ella puede que desee ir a navegar con su médico, pero no había manera que ella llevara a su hija con ellos a sus espaldas.

Espero sus comentarios. GRACIAS.