Holaaaaaaaaaaaaaa…

Perdonenme la vida, la existencia y cada respiro. Tuve problemas con la pagina la semana pasada. Pero he vueltooo y no solo a actualizar Control, pondré uno que otro OneShot que he hecho en ratos de ocio.

Sin más lean, disfruten.

Personajes: M. Kishimoto

- Ladywithmoustache :3

CAPITULO 8

Luego de una larga y confusa explicación entendí la relación del par de mujeres sentadas ahora frente a mí tomando cada una té. Se conocían de un casting anterior, donde lucharon entre ellas, se sabotearon mutuamente, sin sentido, ya que al final ninguna de las dos pudo quedarse con el puesto.

Miraba mi café esperando que hablase y rompiera el incómodo silencio que de repente nos rodeaba.

- Bien – habló Sakura, como si leyera mi mente – Supongo que debemos dejar las cosas en el pasado –

Ino le sonrió como quien no quiere la cosa – Supongo que es lo mejor –

Yo sonreí sinceramente, al parecer el día sería grandioso. Un sonido me hizo desviar la atención, una llamada entrante a mi celular donde brillaba el nombre de Naruto Uzumaki hizo que mi corazón diera un vuelco en su puesto. Miré a Sakura y a Ino, como pidiendo permiso para contestar. Las dos me regalaron una sonrisa y pude ver el brillo de emoción en su mirada. Tome el móvil y me levanté de la silla, me aleje escasos tres metros de la mesa donde estaban. Suspire y sin más apreté el botón para recibir la llamada.

- Hola – contesté con un hilo de voz. ¿Cómo era que me ponía tan nerviosa?

- Buenos días – me dijo con su tono de voz tan serio y sexy al mismo tiempo - ¿Merodee tus sueños? –

Solté una risita, era lo más "romántico" que me había dicho en todo el tiempo – No se sueña aquello que es realidad –

- Buena respuesta señorita Hinata –

- ¿Soñaste tu conmigo? – me aventuré a preguntar.

- Creí que así era hasta que desperté y seguías en mis brazos – estuve a punto de derretirme al escucharlo – ¿Puedo saber tus planes para el día de hoy? – preguntó. Volvía el Naruto controlador, con un toque encantador, pero allí estaba su necesidad de saber todo lo que hago.

- Bueno, estoy desayunando con Sakura e Ino – miré a las mencionadas que parecían muy interesadas en mirarme de lejos, me sonrieron al verse sorprendidas – Y creo que ellas me ocuparan todo el día –

- ¿Sakura, eh? – dijo – Te llevará al lado oscuro donde se hacen la manicura y se compran toneladas de ropa – se burló.

- Conozco ese lado, y si es ese el plan creo que ese par terminara siendo inseparable al final del día –

- ¿Necesitas dinero? – bien, aquella pregunta no me la esperaba para nada. No, claro que no lo necesitaba, y es más, no lo quería.

- No es necesario – dije, tratando de no exaltarme.

- Si quieres algo solamente debes llamar, no importa el precio –

- No soy de grandes gastos – susurré, incómoda por la repentina dirección de las cosas.

- Lo sé, pero quiero satisfacer cada una de tus necesidades –

- Te necesito a ti – cambiar el tema al ámbito sexual merecía la pena. Recibí solo silencio de su parte.

- No debes decirme esas cosas teniéndote tan lejos – bien, había trastocado un poco al señor Uzumaki tal como tantas veces hacía conmigo – Procura decirme lo mismo al regresar y así nos ahorramos el sufrimiento de soportarnos lejos físicamente –

Mierda, verdad. Se supone que no rogaría – Lo siento, es una oferta de un solo día y para mañana ya no voy a repetir esas cuatro palabras –

- No seas cruel Hinata Hyuga – vaya, con el apellido incluido la advertencia era más que explicita – Porque tengo más experiencia que tú siendo muy, muy cruel –

- Estoy dispuesta a averiguarlo –

El creciente calor en mi cuerpo me indicaba que la plática se estaba sobrepasando, no quería terminar hecha un desastre de ganas en ese lugar, una cafetería pública donde todos podrán verme y menos frente a Sakura e Ino.

- No juegue con fuego, Señorita Hinata –

- Si hablamos de ti se me hace imposible no querer jugar un poco –

Una risa se escapó de su boca y quise tanto tenerlo en frente para observar su sonrisa perfecta – Debo viajar más seguido, te pones divertida con mi ausencia –

- ¡Claro que no! – me quejé – Detesto saber que estás lejos –

- Es algo que tenemos en común – afirmó y me sentí completa – Debo irme ahora, tengo una reunión en 5 minutos –

- De acuerdo, ten cuidado y… piénsame un poco –

- ¿Con ropa o sin ella? – preguntó travieso.

- Como prefieras tu –

- De acuerdo, sin ropa será – otra risa se escuchó – Saludame a Sakura e Ino –

- Lo haré – sonreí para mí misma – Adiós –

- Adiós – no quise ser yo quien colgará – Y Hinata… -

- ¿Sí? –

- Te quiero – aquellas palabras se clavaron en mi pecho de qué manera. Era increíble escucharlo. Ni siquiera daba para articular un "yo también" – Llámame cuando puedas hablar y se te haya pasado el shock, sé que también lo haces – ¿Tan evidente era mi sorpresa?

Escuché la línea cortar de su lado, ¡que tonta! ¿Cómo no pude decir al menos un "yo también"? Mire estúpidamente la pantalla del móvil, como incapaz de creer que hace segundos por medio de él escuche las palabras que me llenaron por completo. Dos tontas palabras que juntas ahora lo eran todo para mí. Un "te quiero" de Naruto Uzumaki.

Volví a la mesa y noté enseguida las miradas inquisidoras de mis dos acompañantes. Las miré confusa.

- ¿Y...? – habló Ino – ¿Qué te dijo? –

Tragué saliva e intente soltar el nudo de mi garganta – Que él… las saluda – dije sajando el tema.

- Claro y por eso quedaste boquiabierta un minuto, ¡no nos veas cara de tontas! – se quejó Sakura.

- Y, y… y que me… me quiere – dije en un susurro. ¡Vaya que era increíble!

Sakura abrió la boca en una perfecta "O" y luego gritó de alegría - ¡Que te quiere! ¡Demonios, en toda la vida jamás había conocido a una chica que escuchara esas palabras de Naruto Uzumaki! –

Ino la miró sorprendida y me sonrió – Te ves tan feliz Hinata –

- ¡Debe estarlo! – Sakura me tomó las manos – Desde que te vi supe que eras la indicada –

Le sonreí, me encantaba la exageración. Era cierto que estaba totalmente feliz y no estallaba en mis pedazos solamente porque la física no lo permitía.

- ¡Esto debemos celebrarlo! – gritó.

Ino sonrió - ¡Estoy de acuerdo! –

Las miré sin poder ocultar la sonrisa de mi rostro, ¡Demonios estaba feliz! ¡Sí! ¡Que todos lo supieran! - ¡Claro! –

Después de terminar el desayuno, tal y como predijo Naruto, me llevaron juntas al lado oscuro. Ese donde reina el feminismo y te arreglan el cabello, las uñas, usan vestidos rosas y te maquillan para lucir como princesas. Luego de toneladas de ropa y miles de tiendas por fin comprendí que esta noche íbamos a salir, 3 mujeres, solas, a celebrar un "te quiero"… y ahora que pensaba todo con menos euforia me preguntaba qué iba a opinar el que pronunció tales palabras.

Como señal divina mi teléfono de nuevo sonó y me arriesgue a perder el bello color celeste que adornaba mis uñas por contestar – Hola –

- Buenas tardes – su voz de nuevo me hizo temblar, sentir una corriente por toda la espalda.

- Naruto – susurré.

- ¿Qué tal? – habló como todo un galán.

- Bueno, atinaste a los planes, te hablo desde el lado oscuro –

Una risa se escuchó – Mujeres, son tan predecibles –

- ¿Te parece? – dije fingiendo enfado.

Sentí cómo de repente me era arrebatado el móvil, vi a Sakura tomarlo y gritar efusivamente - ¡Naruto! – la vi sonreír lo que indicaba que él la había reconocido enseguida - ¡Estoy dejándote a Hinata como toda una princesa! – afirmó.

La miré sonriendo, era un poco como yo quería ser, quería poder ser así de extrovertida a veces.

- No es todo, esta noche le enseñaré a divertirse – mi pánico se encendió de manera instantánea, yo quería informarle de aquello. Sakura seguía sonriendo mientras yo me aniquilaba mentalmente pensando en la posible opinión de Naruto. Bien, no quería amarrarme y quedarme en casa, pero… solo un día atrás me dijo que somos pareja y hace horas me dedicó un te quiero, ¿qué iba a pensar si salgo sola la primera noche cuando sale de la ciudad? – Bien, te devuelvo con tu chica –

El teléfono tocó mi piel y me sentí tan cobarde de contestar.

- Hola – hablé intimidada.

- Ten cuidado esta noche – no sonaba enojado, sonaba tan normal, aquello me asustó aún más.

- Lo haré –

- Llámame antes de dormir – pidió.

- Lo haré –

- Bien – era el adiós.

- Naruto… - suspiré y tomé todo el valor posible – Te quiero – dije, tan segura de aquel sentimiento como de que aún vivo.

- Hinata… - susurró – Recuerda llamar antes de salir, adiós – sin más cortó.

Aquello me bajó el ánimo de una manera brutal. Claro que estaba enojado por mi repentina salida. Sin embargo observé a Sakura e Ino hablar de qué color le quedaría mejor a la otra. Sus sonrisas me impedían negármeles esta noche, no podía hacerles eso. No era como que fuera a terminar en la cama de cualquier tonto que se me atravesara. ¡Todo saldría bien!

Pasadas las 6 de la tarde, reunidas en mi departamento nos vestíamos, cuando digo "nos" me refiero a que ellas se probaban mil vestidos y yo opté por un vaquero y una blusa cómoda. Dado que no es lo mío la presentación personal de una mujer, ellas me maquillaron y peinaron e incluso cambiaron mi atuendo a un bello vestido rojo ceñido al cuerpo. Sakura insistió en tomarme una foto, por lo general era yo quien estaba tras la cámara y no frente a ella, pero hice lo posible por salir bien.

Antes de salir tomé mi móvil, el que había dejado supuestamente conectado cargando la batería, ¡sorpresa! No cargó absolutamente nada. Se había desconectado y no lo noté por arreglarme. Llame como había prometido, pero de luego de 10 intentos donde me mando a la contestadora opté por un mensaje, explicando que no contestaría más tarde porque mi celular decidió no cargarse, dejándole el número de Ino para cualquier llamada que deseara hacerme.

- ¡Nos vamos! – avisó Ino zarandeando las llaves del coche sobre su cabeza con mucho ánimo - ¡Hoy es noche de chicas! –

Sakura la acompaño con un gritito y yo solo me reí al ver la escena.

Llegamos a un pequeño bar, muy lujoso a pesar de su precario espacio. No era el tipo de lugar donde se esperaría una pelea, ni shows de gente borracha, era de hecho un lugar muy bello y donde al parecer entraba solo gente de alto estrato o posición. Un solo vistazo de Sakura al portero nos dejó pasar como si nada. Al entrar vi las mesas con bellos manteles rojos y decoraciones de color dorado, era de verás un lugar hermoso.

La música sonaba en la justa medida, en la pista de baile era algo más alta, por obvias razones. Luego de una bebida nos pusimos de pie, el trato era evitar totalmente a los hombres, era noche de chicas, y eramos 3 chicas comprometidas, o algo así. Sakura y su loquefuera con Sasuke, Ino y su noviazgo con Sai y yo… bueno yo estaba con Naruto, no entendía muy bien de qué manera, pero estaba con él.

Empezaron a dolerme los pies, usar tacones no era mi especialidad. Cansada revisé mi móvil, que milagrosamente seguía vivo y tristemente sin una sola llamada de él.

Sakura e Ino me miraron con los ojos muy abiertos, les regresé la mirada confundida. De repente sentí un toque en mi brazo y me obligó a girarme. Mis brazos cayeron a cada lado y mi rostro reflejó la sorpresa, él estaba allí.

- ¿Me concede esta pieza, señorita Hinata? – me preguntó sonriendo de lado.

Asentí… le concedería incluso la vida, señor Uzumaki.

Continuará…