Disclaimer: Los personajes son propiedad de Rumiko Takahashi, la idea para esta historia es mía.

Advertencia: Ortografía, pésimo intento de humor, etc.

Este fic participa en el Reto 5 días de Declaraciones extrañas, del foro ¡Siéntate!

Día tres: Chocolate.


— Cuéntame, ¿Qué tanto avanzaste el día de hoy? —Dijo viendo con severidad, una mujer de mediana edad sentada frente a un escritorio de fina caoba—. Más te vale que no me decepciones —Llevo a sus labios el cigarrillo a medio fumar que llevaba en la mano derecha

— Pues, verás... —sonrió con nerviosismo.

— ¡Habla ya, Byakuya! —golpeo fuertemente el escritorio con la palma de su mano, intimidando un poco al chico que estaba sentado frente a ella.

— Bien, bien, no te alteres, mamá —dio un largo suspiro y comenzó a relatar lo que sucedió esa tarde.


Kagura llego a toda prisa a la casa. Gracias a la escuela muy apenas tendría dos horas para prepararse.

Era muy poco tiempo para preparase, siendo esa una "ocasión especial".

Mientras en la cocina, Byakuya y Hakudôshi hacían desorden. Barras de chocolate sobre la mesa, chocolate a medio derretir esparcido en es suelo, sarténes y utensilios sucios, la cocina parecía un campo de guerra donde las municiones eran de chocolate y utensilios.

Todo era intencional.

Al escuchar como alguien bajaba las escaleras a toda prisa, Byakuya salió corriendo de la cocina en dirección a la puerta principal.

— ¡Kagura, espera!— grito desesperado.

— ¿Que es lo que quieres? Llevo algo de prisa —dijo a la vez que abría la puerta.

Se detuvo a la mitad del pasillo, tomo aire recuperándose de la carrera que hizo para alcanzarla—. Necesito que me ayudes con algo.

— ¿Ahora que? —Desde el umbral de la puerta, Kagura se volvió—. ¿Por que estas lleno de chocolate? —pregunto al verlo con la ropa manchada

—Verás, mamá nos dejo de encargo a Hakudôshi y a mí que preparáramos algo de chocolate para papá ya que ella no llegaría a tiempo para hacerlo por si misma. Y la verdad nosotros solos no damos una.

— Pues lo siento, yo ya tengo planes y se me hace tarde.

—Kagura, ¡por favor! sin ti no podremos hacerlo —La miró de forma suplicante aunque sabia que lo ultimo que dijo iría directo a inflar su ego.

Se quedo pensativa un momento. Soltó un suspiro, se giro y cerro la puerta— Bien, tú ganas.

Ambos caminaron a la cocina, al entrar, Kagura abrió los ojos sorprendida por todo el desastre que habían hecho— ¡¿Y esté desastre?! —Miro a Hakudôshi, y luego a Byakuya, estos nada mas se encogieron los hombros—. Ni crean que les ayudare a limpiar.

Dejo su bolso sobre el comedor, pusieron manos a la obra y se repartieron el trabajo. Sus dos primos eran casi bestias con el orden y la limpieza; tenia que cuidarse de que en sus pequeñas pelas por cualquier tontería no la ensuciaran.

En mala hora su tía se deshizo de los delantales, porque no se miraban "lindos" sobre su ropa.


La peor parte ya había pasado, ahora solo le daban le daban formas al chocolate par que tuviera una mejor presentación.
Mientras lo hacían, Byakuya y Hakudôshi se burlaban de ella.

— Creo que te falto mas acción con plastilina —Dijo Hakudôshi entre risas.

— De hecho, hasta éste enano les da mejor forma que tu.

— ¿Y que? Mi tío no se los pasara enteros—se defendió. — ¡Mierda! —mascullo entre dientes cuando miro el reloj de la cocina.

Termino de"amoldar" los chocolates que le faltaban con la mayor rapidez que pudo. Se acerco al lavabo y rápidamente se lavo las manos, mojándose sin querer un poco las mangas de la blusa. Camino hasta el comedor esquivando el desastre que había en el piso, Byakuya y Hakudôshi se miraron, el pequeño salto para bajar del banquillo que utilizaba para poder alcanzarla estufa.

— ¡Hey! Escribe la tarjeta que ira con los chocolates.

— No tengo tiempo, háganlo ustedes —se dispuso a salir de ahí.

— Tu forma de escribir es mejor que la nuestra, anda, hazlo —Rogo Byakuya.

— OK, ya, ¿Dónde esta la maldita tarjeta y la pluma? —vocifero mientras estiraba su brazo esperando a que le entregaran las cosas.

— Hakudôshi corre y tráela.

— Si — le dio a Kagura el pequeño sartén donde llevaba chocolate derretido y salió de la cocina.

Pasaron un par de minutos y no regresaba. Kagura caminaba de un lado a otro desesperada.

— ¡No la encuentro! —Gritó desde otra habitación—. Ven tú, Byakuya.

— Ya voy —Camino sin muchos ánimos fuera de la cocina, lo que a Kagura desespero.

— ¡Muévete, que se me hace mas tarde! —lo apresuro Kagura.


No pudo esperar mas, de hacerlo llegaría aproximadamente veinte minutos tarde, y si bien le iba. Dando grandes zancadas se dirijo a la estufa, tan solo dejaría el sartén ahí y se iría, ya había hecho mucho. Antes de siquiera llegar, resbalo por culpa de uno de los utensilios que estaban regados, inevitablemente cayó y por si fuera poco, al momento de la caída el chocolate que estaba en el sartén se derramo sobre su ropa.

Se tuvo que contener las ganas de hacer una rabieta y llorar de coraje.

Es cierto lo que por ahí dicen, a las prisas nada sale bien.

Como si hubiesen estado esperando el momento en el que 'una tragedia' ocurriera, sus dos primos regresaron a la cocina. Byakuya tuvo que darle un pellizco a Hakudôshi para que no se echara a reír.

Se puso de pie y se retiro a su habitación a buscar algo mas de ropa que ponerse –ya había soportado mucho como para mandar al diablo algo que en realidad 'quería'-, en todo el trayecto de la cocina hasta su habitación, dijo todos los insultos que se sabia, y al regreso los repitió.

Con el escándalo que se había armado, Naraku interrumpió su auto confinamiento solitario. Para cuando su prima bajaba las escaleras, él ya estaba al tanto de lo que había acontecido en la cocina.

— ¿Vas a un funeral? —pregunto con sorna, al verla vestida con ropa en color negro. Un color que no era el más apropiado para los que festejan el día de los enamorados. Claro, ella no estaba enamorada.

Se encamino hacia ella con intención de seguir molestándola. Era divertido ver sus expresiones de enojo de cerca.

— ¡No te me acerques! —se giro rápidamente. Clavo su mirada en él, tenia la esperanza de poder dañarlo, aunque sea solo un poco—. Suficiente tuve con aquel par de idiotas —Su respiración era parecida a la de un toro durante la fiesta brava. Le dio la espalda y camino a la salida sin detenerse a reclamarle.

Si, podría ser divertido hacerla rabiar, pero aun no se sentía con ánimos de hacerlo, no desde que su madre le dijo lo que le esperaba en un futuro no tan lejano.

— Eres mas amarga que el chocolate puro —soltó antes de que cerrara la puerta, estaba tan cansado de toda esa situación en la que sus padres y tíos los metieron solo por sus intereses.


— ¡¿Eso fue todo?! —de nuevo golpeo el escritorio sobresaltando a Byakuya.

— Si.

— ¡Para hoy tendrían que estarse besando y hablándose como retrasados! O por lo menos tratándose mejor —Con furia apago su cigarrillo en el cenicero.

—Mamá, hacer que dos personas se amen es difícil, y aun mas siendo esos dos.

— Por favor —sonrió de manera irónica—. Gracias a su edad son sacos repletos de hormonas a punto de explotar, además con todo ese morbo de ser primos, que es prohibido y mal visto, y blah, blah. ¡Ya tendría que haber pasado algo entre ellos! —Dejo salir un suspiro cansado. Apoyo la cabeza en su mano izquierda—. Sufrimos tanto convenciendo a Kagura de que la única manera de ser libre, era casándose. ¡¿Cómo se lo diré a tu tía?!

— A veces me das miedo.

— Da igual. Mejor dime ¿Por qué tienes un ojo morado?

— Pues, después de que Kagura intento asesinar a Naraku se fue a su habitación dejándonos solos. Yo quise ayudar a Naraku, pero el me dio un puñetazo por mentirle a Kagura.

— ¿Mentirle en que?

— Es que cuando vi que ella se escabullía a la cocina, intencionalmente dije que Naraku había sido quien cancelo su cita.

— ¡¿Y no fue así?! —exclamo emocionada.

— No, en realidad cuando ella se fue a duchar, Hakudôshi se metió en su habitación, tomo su celular y le envió el mensaje a Sesshômaru.

— ¿Y Naraku no dijo nada al respecto? —

— Lo intento, pero en ese instante Kagura se le fue encima. Aunque antes de saberlo, estaba "feliz" con que haya llovido. Dijo que así se ahorro el ponernos a hacer la danza de la lluvia.

— Mi hijo salió igual de demente que su padre —masajeo sus sienes con ambas manos— A todo esto, ¡¿Como metiste a mi pequeño en esto?!

— Pues tu "pequeño" nos escucho hablando esta mañana. Amenazo con decirles si no le daba la mitad de lo que me pagarás. Accedí a ello poniéndole como condición que me ayudara. Acepto con tal de fastidiarlos —. Se inclino hacia el frente en un innecesario intento de mantener el misterio— Pero te hará feliz saber que también dejo los chocolates que hicimos fuera de la habitación de Naraku —Volvió a su postura anterior, recargándose en el acolchado respaldo de la silla—. Conociéndolo sabrá que Kagura no los dejo ahí, pero le agradara molestarla con ello —Añadió con gracia.

—Enano cabrón. Por lo menos es más útil que tú.


Llevaba un buen rato encerrada bajo llave en su habitación. Tenía el reproductor de música al máximo volumen que le estaba permitido. La música era una buena salida para relajarse, pero que estuviera escuchando "I Fucking Hate You" solo la incitaba a querer salir de su habitación, tomar cualquier objeto que le sirviera como arma e ir a terminar lo que había dejado pendiente… asesinar a Naraku, pero le gustaba mas la idea de torturarlo hasta que le pidiera perdón. Si esa situación se presentaba, primero se cansaría ella.

Él lo sabia, y eso lo divertía.

Estaba molesto con las marcas en su cuello y los rasguños en sus brazos, tendría que utilizar cuellos de tortuga un par de días, ya que por ahora le tenía odio a las bufandas. No obstante, podría decir que todas esas marcas fueron gracias a una sesión BDSM. Como siempre, tomando ventaja de lo que le pasaba.
Cualquiera se imaginaria la típica escena bondage donde él tendría el papel del semental domador sobre la chica linda y sumisa, vestida en entallado y diminuto traje de látex negro y un par de zapatos de tacón de aguja, con canciones de fondo como mOBSCENE o algo mas apropiado como Ich tu Dir Weh. Siendo mas realista con ello, prefería una escena donde ambos protagonistas tenían una ardua lucha por ser quien domaba al otro. Eso si, nada de sogas, cintas, mordazas o vendas. Solo un par de esposas bastaban para divertirse.


Descargo toda la ira que aun quedaba en su cuerpo con una inocente y ahora deshecha almohada. Fue relajante hacerlo, pero ya era hora de dormir, apago las luces y se acurruco en su mullida cama cubierta por sus cálidas frazadas. Mañana le esperaba un duro día en la escuela, y aun seguía debatiéndose en si debía o no aclarar las cosas con Sesshômaru con respecto a su no cita.
Perdida en sus pensamientos fue cayendo presa en los brazos de Morfeo.

Todo hubiese culminado bien y en calma si su teléfono celular no hiciera un escándalo al recibir un nuevo mensaje de texto.

Aun por debajo de las frazadas, gruño por su sueño interrumpido. Saco solo un brazo y tomo su celular que descansaba en la mesita de noche de al lado. Lo llevo hasta ella, entrecerró los ojos gracias a la brillante luz que la pantalla emitía. "Nuevo mensaje de texto", podía leer en la pantalla una vez que sus ojos se acostumbraron a la luz.
Abrió el mensaje, después de todo se convenció, no solo torturaría a Naraku, también lo asesinaría.

Gracias por los chocolates...
Pero no entiendo porque los enviaste de manera "anónima", tus abstractos chocolates los reconozco al instante.
Aunque para serte sincero, prefiero las cosas amargas. Pero la intención es lo que cuenta, ¿no?
En fin, Espero que dentro de cinco años mejores tu forma de hacer chocolates.


Bien, ya pueden asesinarme :3

He roto las reglas del reto, tendría que haber publicado durante 5 días seguidos, pero no, se llevaron mi computadora, enferme, cuando me pongo a releer lo que escribí le agrego o le quito cosas, en fin.

La canción que Kagura escuchaba pertenece a la banda Godsmack (/watch?v=nK0ter21V38 ). No se, la escuchaba mientras escribía esa parte y me gusto.

Las otras canciones de las que hice mención son:
"mOBSCENE" de Marilyn Manson e "Ich tu Dir Weh" de Rammstein.

Y con lo del bondage y eso, siento estuvo de mas, pero era de noche, escuchaba las canciones antes mencionadas y pues, eso salió.

Bien trabajare lo mas rápido que puedo para el siguiente capitulo.

Si llegaron hasta aquí, espero que les haya gustado.

Gracias por leer.