AAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY! SNIF! SNIF! TOT

K SA ACABAO!

Yo esto…no sé si debería escribir esto al final o al principio -.-U

Es la primera vez que acabo un fic largo, aunque 15 capítulos no sea precisamente una canidad enorme…pero, no me arrepiento de haber escrito esta historia, en lo absoluto, y pensar que esta fue la primera de Eyeshield que escribí

Pido disculpas por los errores, no solo gramaticales, como cuando creí que a Suzuna la llamaban Taki, los motes del gran e irremplazable Hiruma que no sabía o no me acordaba y substituí. También por lo más importante.

La falta de actualización. Ese es un problema que debo solucionar, ah sí, por los que tengan dudas, no lo sé por un acaso, SOY UNA CHICA, es que ya me he visto con casos que se creían que era un chico Mea culpa, antes de publicar fics, o sea de registrarme como autora en fanfiction, los escribía constantemente, y solía usar mucho el POV´S y como era un chico el prota siempre...pues se me pego la manía, que aún conservo pero intento no cometer mucho.

Yo, Alvissaoikitsunechan o AlvissAKC que es más fácil de escribir, os estoy agradecida a todos, especialmente a vosotros, Vegetanime y Konekokidpheles (los que me comentais siempre los fics vamos) y que sobretodo en los comentarios, llamadme infantil pero cada vez que miro, no muy constantemente la verdad, a ver si alguien ha dejao review, siento una gran emoción, y me da tanta pena acabar de leer los vuestros, que me hacen emocionarme de lo amables que sois, que, espero de verdad siempre satisfaceros con mis fics de Eyeshield 21 y de esta diabólica, explosiva, masoquista, divertida, y mejor pareja (a mi modo de ver, claro, no sé vosotros) AgoHiru.

Pero sobre todo, esta no es solo mi primera historia Eyeshield 21. Llegar a haber conocido esta serie, a Hiruma, Agon y a los demás personajes extrovertidos que me han hecho caerme de culo por la risa, se lo debo todo a una persona, de la cual, no sé si mencionarte por lo de la privacidad pero tú ya sabes que hablo de ti ;)

Muchas gracias por mostrarme Eyeshield 21 y One Outs.

En mi Rankin de series favoritas siempre encabezo y encabezara, MÄR eso no lo puede cambiar nadie, pero, mi segunda serie favorita (k era Naruto) fue remplazada al segundo episodio de Eyeshield 21, nunca en mi vida olvidare esta serie, ni a ninguno de vosotros lectores y lectoras que habéis hecho que me haga la solemne promesa de llegar a los 100 fics de la pareja AgoHiru.

Ahora, no me enrollo más, MUCHAS GRACIAS POR TODO Y DISFRUTAD ESTE ÚLTIMO CAPI DEL INTERNADO DE LOS LOCOS TWT

Cap. 15. Todo acabo así…

Los escalofríos le recorrieron la columna vertebral. Y le llevo solo, un par de segundos para acordarse de esa voz, para buscarla en su registro mental en el que recordaba absolutamente todas las caras, voces y acciones de las personas que había visto una sola vez en su vida, pero claro, a esta solía verla casi todos los días. Con lo que parecería un puchero, vete a saber, el rubio vestido de gato se giró para encontrarse cara a cara con su jodido novio, que sonreía de manera retorcida, sin siquiera molestarse en ocultar la mirada poco inocente que le echaba al gatito que tenía delante. Hiruma, harto de que esas manitas le sobaran su culito le aparto para quedar a unos centímetros y encaminarse a la lamparita que había en el escritorio, para encenderla y que la habitación quedara un poco iluminada, ya que no se acostumbraría al foco fluorescente de la luz del techo. Agon se sentó en la cama descaradamente, quitándose las gafas, no sabía si reírse o regocijarse de Hiruma, vestido de gato, con cascabel y todo, ¿de dónde cojones venía con esas pintas? Al principio tenía pensado sorprenderlo haciéndose pasar por un ladrón o algo así, pero fue solo verle que no pudo evitar abrazarlo y tocarlo, si es que solo le faltaba decir "Miau, miau" y se le lanzaría encima para hacerlo suyo sin piedad alguna.

Hiruma se volteo al rastas para mirarle con suspicacia, no es por nada pero esa forma en que le miraba no aseguraba nada bueno.

─¿Qué coño haces en mi habitación, idiota?-pregunto entre dientes.

─Ohh…pues…puff…¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!-empezó a carcajearse echando la cabeza hacia atrás agarrándose el estómago, tumbado ya en la cama-¡Es que no puedo tomarte en serio, basura! Jujuju, ¡Con esas pintas no pareces un aterrador demonio surgido de lo más profundo del infierno, pareces salido de los Aristogatos! ¡JUJUJU!

Las manos de Hiruma temblaban de rabia, pura, pura, pura rabia. Si tan solo tuviera un arma a mano…(Sí, Anezaki le quito todas las que llevaba encima) podría quedarse a gusto con solo llenarle el culo de balas, solo con eso, sería feliz. Pero, seamos sinceros, sin armas una pelea cuerpo a cuerpo con Agon era un acto temerariamente suicida, pero, ¿cómo iba a vengarse de esa humillación? (Pues tú lo hiciste vestirse de maid sexy y hacer striptease y lo gravaste en video ¬¬/H: No es lo mismo/ ¬¬U) Una luz oscura, demoniaca y malvada se encendió en la cabecita del rubio gatito demonio, provocándole una oscura sonrisa mientras veía al rastas descojonarse vivo tumbado en su cama. Su mirada se volvió seductora y su sonrisa pícara mientras, como un gato se subió en las piernas del rastas, sentándose, por extraño que os parezca, la cola se movía de un lado a otro (Hay que ver como hacen los disfraces hoy en día xD) y este, al notar el peso encima de él y como su basura le miraba de esa forma, se sonrojo un poco por lo provocador que se veía.

─Así que…no puedes tomarme en serio-ronroneo en su oído mientras lo lamía, mientras movía las manos como si se estuviese limando las uñas en el pecho del rastas-¿Y así me tomas en serio, rrrrastitas?

─¿Ah? ¿A ti que leche te han dado, basura?-pregunto extrañado por el cambio de actitud, aunque en el fondo encantado por esas acciones que le hacía.

El rubio sonrió alzando una ceja.

─Se te ha ocurrido a ti solito el chiste, ¿o te han ayudado a pensarlo, idiota?

─Y…ya ha vuelto-contesto el rastas.

─No sé de qué te quejas-se sentó erguido encima de sus piernas-Igualmente, ¿Qué hacías aquí? Podría haber traído un arma y haberte disparado.

─Nah, tú nunca harías nada contraprudente-sonrió de medio lado tomando al chico por la cintura-hay algo que quiero preguntarte…prácticamente desde que nos conocimos.

El ahora estirado en su pecho gatito (Yai, es que me encanta llamarlo gatito n\\n) presto atención al rastas haciendo círculos con un dedo en el pecho de Agon, en actitud aburrida. Las esmeraldas cuestionaron los oscuros ojos ahora sin las gafas, a la espera de la pregunta, aunque tampoco parecía tener ganas de responderla siquiera.

─Hiruma, hace años, cuando era un mocoso, encontré a un niño estúpido, que ahora debería tener tu edad-explico mirando el techo, para intentar recordar aquella imagen-ese día, fue la primera persona que se atrevió a encararme, insultarme y encima irse de rositas, lo único que puedo recordar es que llevaba una gorra...cuando nos cruzamos, me pareció sentir la misma rabia que sentí con ese chico, por eso te pregunte si me conocías-se enderezo un poco para mirar al rubio a los ojos-¿Eres tú?

El QT le estuvo mirando un buen rato, hasta que de repente abrió los ojos como platos.

─Oh…creo que te has confundido, jodido rastas-esbozo una gran sonrisa-Ese chico de la gorra…pues sí, en teoría debería haber sido yo.

─¿Eh?

El gatito se rasco la cabeza, como si intentara pensar el mejor modo de explicárselo.

─Puess…ese chico sí y no era yo, era...bueno la ropa y la imagen era yo pero no lo era-se dio cuenta de que le estaba liando más-Argh, yo y el jodido viejo nos cambiamos la ropa y el aspecto para una broma.

─Entonces el chico de la gorra…-sus ojos ya casi es que parecían dos globos hinchados a punto de explotar.

─Kekeke, sí, es tal como lo piensas-sonrió felinamente recostado en el pecho del rastas mirándole traviesamente, os lo repito, ni puta idea pero la cola se movía de un lado a otro-El "chico de la gorra" como tú lo llamas, es en realidad Musashi.

El rastas se dejó caer totalmente en la cama, con la cara prácticamente casi blanca. Todos estos años, pensó en aquel mocoso que le desafió, creyó que había encontrado a la primera persona que era capaz de plantarle cara, después de aquello conoció a ese rubio y le vio tan parecido…pero un momento…si aquel era Musashi…

─¿Por qué tenía los ojos verdes?-pregunto levantándose de golpe, y suerte que agarro al rubio si no se hubiera caído.

─Porque le hice ponerse lentillas, idiota, ¿Cómo iba sino a tenerlos?

─¿Y las orejas?-dijo palpando las de Hiruma, sacándole un sonido extraño al portador de estas.

─De goma-giro los ojos hacia un lado-¿Alguna pregunta más?

Un beso fue su respuesta. Salvaje y posesivo mientras las manos fuertes y morenas le agarraban de la cintura, dándole apretones de vez en cuando para descender hasta los muslos y seguir sobándole de forma sensual, el "dulce gatito" por fin se enfrasco, si ese rastas quería jugar…Rompió el beso para poder dirigirse al oído-punto erógeno del rastas descubierto por el rubio-del cual sabía que o es que le molestaba mucho o que le gustaba, fuese cual fuese el verdadero motivo, a Hiruma le encantaba hacerlo porque sabía que molestaba mucho al genio. Y este, claro, no pudo evitar soltar un jadeo, joder, le tenía dicho mil veces que no le hiciera eso, desde la primera vez que empezaron a toquetearse –pero nunca lo hicieron porque el rubio se negaba, motivo, el futbol americano, no quería que le doliera el culo para gatito demonio le mordisqueo el lóbulo para luego lamerlo e introducir su juguetona lengua, provocando los escalofríos en el rastas. Este busco a tientas la cremallera para ir quitándole el traje de gato, le costó encontrarla porque estaba muy ocupado comiéndole la boca para que esta le dejara en paz el oído. A pesar de las múltiples ideas perversamente morbosas que tuvo para aprovechar ese disfraz de gato, se contuvo por el simple hecho de que necesitaba estar dentro del rubio ya, así que en un momento dejo al rubio desnudo mientras él mismo acababa de quitarse la ropa. Ya los dos desnudos, no espero a los preliminares, hizo que el gato…digo que Hiruma abriera las piernas, cosa que le costó un puñetazo en la cabeza, ya que el rubio se quejaba de que ni siquiera le había preparado, ignorando las quejas de su amante se introdujo de un golpe, gimiendo y echando la cabeza hacia atrás, entre el placer y lo que superaba ahora, el dolor a esa entrada apretada que se la exprimía dolorosamente. Hiruma grito, sin importar que le oyeran, se cago en su puta madre y en to gritando que ojala le metieran un cañón en el culo y sabría por lo que estaba pasando ahora mismo. Eso provoco que Agon se riera, joder, ese rubio estaba loco. Y él también, todos los del internado no estaban precisamente bien de la cabeza, esa locura de su rubio fue lo que le enamoro y lo que le divertía, era lo que hacía de ese ser diferentes a los demás, se había enamorado de un loco sádico. Cuando, más o menos se acostumbraron mutuamente (Más tirando a unos quince minutos entre insultos y golpes) Agon agarro las piernas delgadas separándolas tanto como pudo para comenzar a moverse sin piedad, con las mujeres podía ser cuidadoso, dulce, lento para ellas, esto le daba otro punto a favor a Hiruma, con él podía expresarse como mejor sabía, practicando el sexo duro. Oh, sus fantasías con el rubio, las muchas veces que soñó con tenerlo sometido, y no en solo un ronda, ¡Por supuesto que no! Iban a estrenar su relación formal-porque asumía y dictaba que eran una pareja ya quisiera el rubio o no y sino ya se encargaría de convencerlo-de la manera más agresiva, salvaje y placentera posible, jodiendo hasta más allá del amanecer. Hiruma dio un puñetazo en el colchón, apretando los dientes y enviando la mirada más furiosa al techo, ahora mismo sentía como si le estuvieran partiendo en dos, el dolor se apodero de su cuerpo y lo único que podía hacer como mínimo para disminuirlo era mover las caderas al mismo ritmo que le marcaba el moreno. Iba a matarlo, definitivamente iba a matarlo por eso, ¡¿Per por qué coño era ese idiota tan animal?! Todo su cuerpo vibró cuando el rastas le dio en su próstata, y eso lo noto el moreno, llevaba años haciéndolo como para no darse cuenta de que tocaba el punto dulce, por eso mismo, dio con fuerza en otros lugares o no llegando a tocar ese sitio, solo para molestar un poco al rubio. Con el tiempo que pasaron juntos, Agon ya debería saber qué es lo que pasaba si le negaba lo que quería al rubio, este se enderezo para agarrarle la cabellera al rastas y tirar para que echara la cabeza hacia atrás.

─¡Puto rastas de mierda! ¡O me jodes bien o te juro que te arranco los testículos!-amenazo mirándole a los ojos, dejándole claro que iba en serio.

Agon sonrió aceptando el reto, después de todo, pensaba dejar claro quien tenía el control. Siguió a un ritmo que de vez en cuando golpeaba a la próstata del rubio, entregándole momentos placenteros que hacían que el rubio suspirara o cuando no le complacía según como quería tenía un método para que Agon le obedeciera. Se volvió a enderezar para rozar sus labios con una sonrisa traviesa, y cuando el moreno, gustoso, creía que quería un beso, ladeo la cabeza y le mordió el lóbulo provocándole una sacudida medio placentera al rastas.

─¡Cabrón!-jadeo el rastas-Así que quieres jugar duro…

─Kekeke, ya te lo he dicho, si no me jodes bien te arrancare los testículos y pienso hacerlo de la manera más dolorosa posible…

─¿A ti de donde te sacaron? ¿De Saw o de un manicomio?

Hiruma sonrió cruelmente, dejando los ojos en blanco y riéndose con todos los colmillos a la vista mientras unos murciélagos le envolvían. Sí, definitivamente ese rubio debajo de él no era humano. Para vengarse, Agon utilizando su impulso divino mordió los pezones juguetonamente provocando que su amante se revolviera debajo de él, gruñendo como una bestia. Ya pasados unos minutos en la que los dos estaban llegando al límite por la fuerza y violencia en que lo hacían, acabaron por alcanzar el clímax gritando como dos animales salvajes provocando no solo eco sino que los que cruzaban el pasillo en ese mismo instante corrieran asustados a sus habitaciones.

El rubio se dejó caer bocabajo en la cama, cansado disfrutando del placer que aún recorría su cuerpo. No le duro mucho.

Agon le arrastro hacia él montándosele encima, separándole de nuevo las piernas y obligándole a ponerse a cuatro patas. Grito frustrado cuando quiso quejarse y lo único que recibió fue una embestida, que fue directamente a lo más adentro de sus entrañas, dándole en su punto dulce, creando ciertos temblores en su cuerpo que llenaban no solo de ego sino también de morbosa lujuria al de arriba.

─¡Agh! ¡A-Agon!-jadeo cuando el moreno continuo embistiendo sin esperar a que se acostumbrara.

Agon lamio la alargada oreja derecha, jugueteando con los pendientes y dándole pequeños mordiscos. Mientras con las dos manos agarraba con fuerza la delgada y huesuda cadera mientras entraba y salía a un ritmo más rápido.

─Kukuku, dime, gatito~-se burló dándole un cachete en el muslo al rubio.

Acto seguido se llevó una patada por detrás del rubio, aunque no le dolio le hizo ir más lento para reprocharle.

─¿¡Qué coño haces, basura?!

─¡A mí no me trates como a una de tus putas zorras, cabrón o te castro!-rugio el rubio, obviamente molesto por el cachete.

─¿Ahh? Tienes razón, ellas al menos sabían cómo follar, gatito virgen.

─¡ME VUELVES A LLAMAR GATITO Y TE…AGH! ¡JODER!-fue más un grito que un gemido, pero no pudo acabar la frase que ya le estaba dando en ese punto dulce otra vez.

El moreno agarro un pelín demasiado fuerte las caderas para entrar más adentro, lo necesitaba, necesitaba correrse otra vez ahí dentro, ese perfecto culo del rubio, ninguna vagina se podía comparar a esta sensación de necesitar con desesperación tomar a ese demonio y hacerlo suyo una y otra y otra vez. Con un gemido más largo y grave el rastas acabo provocándole otro orgasmo al de debajo.

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Ya una vez entrados en calor y tras unas cuantas peleas más, el rubio se sentó en las caderas del moreno auto penetrándose apretando los dientes, nadie le dijo que esa polla era tan grande que le costaba horrores que se le metiera.

Empezó a moverse a ritmos ligeros, por supuesto pensaba acostumbrarse a esa jodida polla antes que darle caña a ese rastas. Pero este siempre quería fastidiar sus planes e ir al grano, era un jodido impaciente, sonrió con la típica maldad en él, ya era hora de darle clases de paciencia a ese idiota. Bajo su cabeza al estómago moreno y con su lengua y dientes trazo líneas que poco a poco se enrojecían por los arañados de sus dientes, finas líneas rojas de sangre que empezaba a desperdiciarse, por supuesto, siempre sirviendo a los demás y no en beneficio propio, Hiruma se dispuso a ayudar al rastas lamiendo la sangre para después clavarle los colmillos con ganas en las partes tiernas del estómago. Agon siseo de dolor, moviendo las caderas, si ese capullo iba a torturarlo al menos que acelerara el ritmo. Hiruma noto las manos en sus caderas, como siempre recurría a la fuerza para conseguir su objetivo, pero Hiruma conocía otros puntos débiles de Agon, que ni el mismo rastas sabía que poseía semejante información, lo cual le permitía domar al dios salvaje hasta el punto de controlar su lujuria. Con la mano derecha, acaricio la ingle raspándola con sus garras para bajar a los testículos y masajearlos lentamente, con todo el tiempo del mundo, sin prisa alguna porque realmente no la tenía. El ritmo al que se movía seguía siendo lento pero constante, mientras que con la mano izquierda se paseó por la piel debajo de los brazos creando entre cosquillas y agradables sensaciones al rastas que suspiro extasiado, nunca pensó que ese demonio aprendiera rápido, y joder que bien lo hacía…Con la boca y su peligrosa lengua, el rubio lamió todo el pecho del moreno, parándose a sus pezones y succionándolos lentamente, a ese contacto el rastas se retorció, quería ir más rápido. Hiruma sonrió de acuerdo con que por ahora la tortura para ese maniaco del sexo era suficiente, por ahora. Echo la cabeza hacia atrás suspirando moviéndose tan rápido como podía con ayuda de las ásperas manos que le agarraban la cintura, cerró los ojos con fuerza al sentir que le daba ahí, justo ahí…Une vez más alcanzaron la cúspide sudorosos y con los rostros algo sonrojados.

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Ya pasadas las cuatro de la mañana lo habrían hecho unas siete veces, con esta la octava. ¿Por qué no sospecho en ningún momento, que el libro que posiblemente en su jodida vida se hubiera leído entero el rastas era el Kamasutra? Le hizo ponerse en muchas posiciones raritas, que ni siquiera entendió como demonios las hicieron.

Ahora con las piernas cruzadas en la cintura morena, el rubio se agarraba clavando las garras en la sudorosa espalda mientras el rastas le lamia el cuello, embistiéndolo sin temor alguno, cualquiera diría que a ese tío no se le acabarían nunca las pilas. Hiruma tenía los ojos entrecerrados, nunca antes sintió tanto placer debería ser porque con cada orgasmo provocado por las fuertes embestidas de ese animal, su próstata se ablandaba o algo raro porque cada vez que Agon la tocaba sentía que su cuerpo se volvía loco, se retorcía y no aguantaba ni siquiera los gemidos. Él, que era un experto en el autocontrol, no era capaz de aguantar siquiera que Agon le follara, a la octava vez sabía que acabaría desmayándose si continuaban el ritmo, apenas descansaban para continuar jodiendo. Por no decir que la anterior vez el rastas tuvo la idea de no dejarle correrse, cuando llegaba a casi su límite, Agon salía de su interior y esperaba un poco antes de meterse por sorpresa y aumentar su lujuria. Oh…otra vez…

─Ah…ah…joder….Aagon…la tienes jodidaa…mente grande…-jadeo apenas con voz, estaba demasiado cansado y todo su cuerpo estaba bañado en sudor, aun no sabía ni como no se resbalaban de lo empapados que estaban.

─¿Ya estas…cansado, basura?-sonrió con burla. Por supuesto que él aguantaba muchísimo más tiempo, pero estaba claro que el rubio con ocho veces caía muerto.

Hiruma no respondió, al menos no entendiblemente, grito de placer cuando le dio otra vez en su punto dulce. El rastas gimió cuando las paredes internas le rodearon de forma que apenas sí podía moverse, Hiruma estaba cerca, y ahora mismo él también andaba cerca de llegar a su límite. Agarrando los muslos y apretándolos ganándose otro sonido delicioso del rubio, aumento el ritmo cerrando los ojos y perdiéndose en la piel del cuello de Hiruma, respirando el aroma varonil y de metal, llenándose de esas olas de placer que le inundaban, hasta que por fin llegaron, sintió su sangre caer pos su espalda cuando el rubio le clavo las garras por el clímax más dulce y placentero que había tenido hasta el momento.

Cansados y sudorosos, apenas se levantaron de su posición, dejando reposar sus cuerpos agotados. Agon se incorporó un poco para besar al rubio en los labios, llamándole la atención por semejante gesto, ya que esa clase de besos era raro en ellos, que se guiaban más por la lujuria o para molestar al otro, así de fácil.

─Oye, basura…

─A saber que dices…

─Cállate, idiota-no estaba molesto, más bien feliz-Ya somos pareja.

─¡Agh! ¡Que cursi suena eso!-se quejó con una mueca.

─¿¡Aahh?! ¡Maldito bastardo, he dicho que somos una pareja y la somos!-rugió molesto.

─Que sí, que sí…no grites o vendrán a ver porque coño parece que hayan estado dos osos peleándose en mi cuarto…

Reino el silencio hasta que…

─Kukuku…

─¿De que te ries, jodido rastas?-abrio un ojo mirándole con desgana.

─¿Sabías que desde que hemos empezado a hacerlo, aún llevas las orejas de gato en la cabeza?-se burlo tocando las orejas rubias-Oh, que gatito más…

─¡MALDITO JODIDO RASTAS! ¡QUE NO ME VUELVAS A LLAMAR "GATITO" O TE CASTRO!-grito furioso mientras le agarraba de las rastas tirando de ellas causándole dolor al otro que intentaba librarse.

─¡Suéltame! ¡Estas como una puta regadera, basura, se te va la pinza!

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Meses más tarde…

─¿Qué quieres ahora jodido rastas?

Agon se acercó a su pareja enseñándole un sobre, el cual solo causo que el rubio alzara una ceja sin entender muy bien que quería con eso.

─¿Dentro de ese sobre hay algo que valga la pena?-pregunto apoyándose en el escritorio donde le pillo estudiando para el próximo examen el rastas.

─Si tu libertad no vale la pena, lo rompo, basura-sonrió cuando vio que eso hizo que las orejas puntiagudas se movieran.

Hiruma en seguida le presto atención, no entendiendo que quería decir, pero sin embargo la mención de libertad le provoco que se pusiera alerta. Agon le dio el sobre y al abrirlo abrió sus ojos esmeralda, sorprendido e impactado, dentro del sobre había un informe, donde estaba no solo su expediente, sino papeles con certificados que decían claramente que había…que había…

─¿Tu familia…me ha adoptado?-le pregunto casi sin saber que decir.

─Aja.

─¿Pero cómo coño lo has hecho?

Agon sonrió tirando del rubio para que se levantara y poder quedar frente con frente mientras le envolvía posesivamente la cintura.

─Tú no eres el único con un don para el chantaje, o para falsificar ciertas firmas…

─¿Pe…Pero porque has…?-Agon le silencio con un fugaz beso feroz.

─Para que el próximo año, o sea cuando este acabe, salgas de esta prisión y vengas conmigo, no pienso dejarte con estas basuras-frunció el ceño al olfatearlo-y menos con ese maldito pateador de mierda…

Hiruma apenas tenía palabras, pero solo sonrió mostrándole toda su dentadura. Si le hubieran dicho que su pareja le iba a sacar de allí no habría planeado cuando tenía 11 años poner una bomba y explotar el internado (por suerte la bomba solo bolo los baños y los heridos solo fueron un par de chicos, ah, sí, y el director perdió el sentido del oído de una oreja, por eso le castigo durante…un par de años a servicios comunitarios, claro que mando a sus esclavos a hacerlos por él).

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Aún no sabía porque se dejo convencer, pero Danny, algún Punk de la banda de Punks del Punk llamado Earl, más un friki llamado Jurely, vaya nombre por cierto, decidieron ese último día del año escolar dar una especie de concierto. Se hubiera negado, pero la letra que escogieron, fue una de sus favoritas, y por alguna razón se sentía un tanto identificado con ella.

Estaban en el teatro o sala de reuniones, todos los alumnos y profesores del internado estaban allí, la directora se veía emocionada y Sasune lo iba a grabar en video, iba, porque le robo todas las baterías y tal.

Danny salio el primero al escenario y cogio el micrófono.

─¡Hola internado Deimon! ¡Esta tarde, queremos despedirnos de los alumnos que el año que viene se van, también queremos despedirnos de otros que se vayan a otras instituciones escolares! Y-miro a la directora-Queremos agradecer el tiempo que hemos pasado juntos.

Le paso el micrófono al rubio dándole un codazo, ya que la parte incomoda venía ahora.

─Y queremos agradecerte, jodida Anezaki…-Mamori gruño-Directora Anezaki que hayas hecho tanto por nosotros-joder tenía ganas de vomitar, pero sonrio siniestramente-Sobre todo yo, quiero que sepas que te agradezco cuanto me has aguantado, creo que hablo por todos cuando digo que hemos tenido el deshono…el honor de tener con nosotros como directora a Mamori Anezaki, la mejor jopuarda.

Muchos rieron y otros solo aplaudieron con nerviosismo.

Mamori miro a Sasune confundida.

─¿Qué es una Jopuarda?

─No lo sé-contesto sinceramente.

(Jopuarda: Mezcla inventada por los alumnos internos del internado, posiblemente creado por cierto rubio, de joputa o en idioma cristiano hija de puta y petarda)

─Bueno, internado Deimon, gracias por todo y esta canción va por todos vosotros-dijo Danny mientras todos se colocaban en su sitio-y Hiruma-san, esta vez procura no darle a nadie con la mano en la boca.

El rubio le dedico una mirada asesina que hizo que el pelirrojo se callara, aunque también provoco risas en algunos, menos en cierto rastas que se sobo la boca recordando en cierto momento de la obra que el rubio le metió una ostia.

Las luces se apagaron y el escenario se ilumino por focos débiles, posiblemente para ocultar a los músicos y al cantante para que no les diera tanta vergüenza.

El rubio, por una vez, se dedicó a fondo, por una vez haría algo "normal".

Tomo aire antes de empezar a cantar, con su voz profunda y un tanto grave.

─ " I am a question to the world~

Not an answer to be heard~

Or a moment that's held in your arms~

And what do you think you'd ever say?~

I won't listen anyway, you don't know me~

And I'll never be what you want me to be~"

Agon le miro, a pesar de la oscuridad, pudo ver a su rubio, era extraño, oírlo cantar de esa forma, concentrado, y con un sentimiento como si lo que estuviera cantando lo hubiera vivido. Muchos se sorprendieron de la voz del rubio, esa que nunca dejaba escuchar y que muy pocos conocían, y Agon se sentía privilegiado, porqué él le escucho cantar con esa voz hipnotizadora mucho antes que todos los idiotas de ese salón.

─ "And what do you think you'd understand?~

I'm a boy, no, I'm a man~

You can't take me and throw me away~

And how can you learn what's never shown?~

Yeah, you stand here on your own~

They don't know me 'cause I'm not here~"

Musashi sabía, que esa emoción que salía de Hiruma, la misma que casi nunca dejaba ver solo era porque esa canción le traía nostalgia. Sonrió mientras envolvía su mano con la de su pareja, quien también sonrió, sabía lo difícil que era ver que los hermanos pequeños crecían, y tenía el presentimiento que dejar que su hermano y ese rubio siguieran su propio camino, haría que Agon viera el verdadero significado de lo que suponía enamorarse de alguien y querer estar a su lado siempre.

─"And I want a moment to be real~

Wanna touch things~

I don't feel~

Wanna hold on and feel I belong~

And how can the world want me to change?~

They're the ones that stay the same~

They don't know me 'cause I'm not here~"

Mamori se secó unas lágrimas que salieron sin querer de sus ojos, le era tan extraño oír a ese chico cantar esa canción, sabía que Hiruma se iria del internado, y tras tanto tiempo regañándole, ahora…se sentía como si viera a un hijo alzar el vuelo, un hijo al que regaño, castigo, amenazo, y sin embargo sentía que ese chico sería del que más se acordaría. Sasune le presto un pañuelo entendiendo los sentimientos de la directora, ella también echaría de menos a ese rubio, después de todo, fue uno de los internos que más recordaría ese internado, quizás se hablaría de lo malo que era, pero para ellas dos, seria siempre el mismo chico travieso que quería demostrar que podía conseguir todo lo que quería a cualquier precio. Y sobre todo, su esfuerzo y dedicación hasta lo exhaustivo por el futbol americano.

─" And you see the things they never see~

All you wanted ~

I could be~

Now you know me and I'm not afraid~

And I want to tell you who I am~

Can you help me be a man?~

They can't break me as long as I know who I am~"

─Hiruma-san…-dijo con admiración Sena, mirando con orgullo a su capitan, sin duda, ese hombre era alguien increíble.

Suzuna sonrió, acurrucándose contra él (Sí, estos dos están juntos xD)

─Sena, You-nii siempre será nuestro comandante del infierno, y ya sabes que tienes que cumplir la promesa que te hizo hacer-sonrió también admirando a su ídolo.

El castaño asintió, se haría cargo de los DevilBats. En todos esos meses, no solo se ganó la amistad y el respeto de muchos, también se ganó el respeto y la igualdad de Hiruma, quien le dijo que quería que se encargara de llevar al equipo a las victorias.

─Hiruma-san…no te defraudare.

─"And I want a moment to be real~

Wanna touch things~

I don't feel~

Wanna hold on and feel I belong~

And how can the world want me to change?~

They're the ones that stay the same~

They don't know me 'cause I'm not here~"

Kurita empezo a llorar un poco triste, sabía que se separarían dentro de poco, y sin embargo aún se negaba a creerlo, Hiruma, Musashi y él siempre serían los fundadores de los DevilBats, siempre serían los mejores amigos, como hermano, ahora sentía que perdía al hermano que nunca tuvo, aquel que le dio la oportunidad de jugar al futbol americano, el que le prometió llevarle a la Christmas Bowl, el que cumplió su promesa...

El mismo que se separaría de ellos…

─" They can't tell me who to be~

'Cause I'm not what they see~

Yeah, the world is still sleepin'~

While I keep on dreaming for me~

And their words are just whispers~

And lies that I'll never believe!~"

Hiruma, parpadeo para ocultar las lágrimas, sí, esta canción era una que había escuchado hace tiempo, la misma que escucho días antes que…se podría decir que aquella canción la escucho en los pocos días felices que tuvo con su padre. Recordaba las miles de veces que intento llamar su atención y él simplemente le acariciaba la cabeza y pasaba de largo, las veces que se iba y no regresaba hasta tarde, las veces que regresaba borracho y se desquitaba con él, esta canción fue una de sus favoritas y una de las que más odiaba…Sin embargo…

"A la mierda el pasado" pensó con determinación buscando toda su voz para cantar lo mejor que pudo ese final.

─"And I want a moment to be real~

Wanna touch things~

I don't feel~

Wanna hold on and feel I belong~

And how can the world want me to change?~

They're the ones that stay the same~

They don't know me 'cause I'm not here~

I'm the one now 'cause I'm still here~

I'm the one 'cause I'm still here~

I'm still here~

I'm still here~

I'm still here!~"

(Aplausos y vitoreos a mogollón)

Hiruma dirigio sus ojos a un punto, para ver a aquella persona. Aquel jodido rastas que cambio su vida, y por un segundo le dedico la sonrisa más sincera que tenía.

Sí, a la mierda el pasado…

END~

Muchas gracias por leer este fic de solo 15 capitulos, os agradezco de corazón que me hayais seguido hasta aquí y lo siento por la tardanza…

La canción era la versión inglesa de Sigo aquí de la película El planeta del tesoro, yo me he fijado en la letra de GOO GOO DOLLS - I'M STILL HERE, os la recomiendo porque m´ha llegao TwT

GRACIAS POR SEGUIR EL INTERNADO DE LOS LOCOS!

QUE HIRUMA OS VENDIGA!