Bueno, estoy un poco nerviosa. Es la primera vez que escribo sobre el género de Harry Potter y eso impone mucho respeto. Quiero dejar constancia de que ni Harry Potter ni sus personajes son obra mía, sino que son de JKRowling. Si lo fueran, el protagonista no sería Harry Potter sino Draco Malfoy y los Slytherin no serían los malos de Hogwarts. Aquí os dejo el capítulo. Espero que os guste.
MALFOY VS WEASLEY
Todos en Hogwarts estaban expectantes. El partido entre Ravenclaw y Slytherin estaba a punto de empezar. Todos sabían lo que eso significaba: Scorpius Malfoy volvería a enfrentarse con Rose Weasley. Esto no era novedad ya que siempre estaban compitiendo en una lucha constante sobre quien de los dos es el mejor, aunque no se puede comparar la lucha académica donde estaban empatados dedido a su brillantez, con la posibilidad de que ambos pudiesen lanzarse una budger a la cabeza. Obviamente, el partido de Quidditch era una opción más emocionante , por lo que todos los alumnos de Slytherin, Ravenclaw e incluso Griffindor y Hufflepuff habían asistido, y, como era lógico, las gradas estaban completamente llenas. Todas las casas apoyaban a gritos a sus favoritos y Scorpius y Rose recibieron el mismo apoyo. Por increíble que parezca, Scorpius había conseguido ganarse el cariño de profesores y alumnos debido a su brillantez académica y sus altos valores morales y a Rose la apoyaba su extensa familia, sus numerosos amigos y varios profesores que la adoraban por su carácter humilde y poco presuntuoso. Era extraño, pero solo en los partidos en los que competía con Scorpius dejaba de ser una buena chica y se convertía en una chica agresiva y muy segura de si misma. Todos los alumnos esperaban este partido con ansia durante todo el año ya que era el más peligroso, dinámico y agresivo de todos gracias a la intensa rivalidad entre Scorpius y Rose. Siempre intentaban hacer las mejores piruetas, competir por alcanzar la snicht y, si podían, intentaban herirse mutuamente. Su rivalidad empezó siendo por motivos familiares, pero conforme los dos chicos empezaron a conocerse, su rivalidad se hizo más intensa por una simple razón: No soportaban la perfección del otro. Scorpius odiaba a Rose por ser tan inteligente, por su innegable belleza (había descubierto que las pelirrojas le llamaban la atención) y por su irritante forma de ser. Si algo odiaba Scorpius en una chica era que fuese orgullosa y obstinada, y Rose, como buena Weasley Granger, era ambas cosas. Siempre acababa por enloquecerlo (en todos los sentidos en los que se pueda enloquecer a un chico física y psicológicamente). Rose no soportaba a Scorpius por ser rubio. Sí, puede parecer infantil y estúpido en alguien como Rose, es decir, de una Ravenclaw tan inteligente como ella, pero es que a ella le atraían los rubios como Goyle había atraído a Crabbe, es decir, con intensidad rayana en lo problemático. Rose sabía que Scorpius Malfoy le estaba vetado por innumerables razones (empezando porque su padre lo odiaba a él y toda su familia) y el hecho de que Scorpius fuese el maldito chico más rubio de toda la escuela no se lo ponía fácil. Al menos eso le daba un motivo para odiarlo si le sumamos los que ya le tenía. A saber: Era listo, era físicamente perfecto, era vanidoso, era mujeriego y, encima, era caballeroso con todo el mundo menos con ella. ¡Si hasta se llevaba bien con su hermano! Ah, y no podemos olvidar que es rubio. Muy rubio.
Pronto llegó la comentalista Lucy Weasley y la grada de Hufflepuff la ovacionó. Su casa la adoraba y ella les correspondió el saludo con una graciosa reverencia y una enorme sonrisa. Era una chica un tanto insegura de si misma y el que la apoyaran de esa forma significaba mucho para ella. Cogió el micro con decisión y tomó asiento al lado de la directora Minerva McGonagall.
-¡Buenas tardes Hogwarts! -Todos gritaron devolviendo el saludo- ¿Estáis preparados para ver otro intento de asesinato por parte de Rose Weasley y Scorpius Malfoy? -Las gradas se dividieron entre alumnos muertos de risa y los que respondían a la pregunta con diversión- Ya me lo imaginaba. Veo que estáis impacientes por el partido entre Slytherin y Ravenclaw, o como lo llamamos todos: Malfoy vs Weasley. ¡No lo retrasemos más! -Los alumnos gritaron emocionados- ¡En el equipo de Slytherin tenemos a la guardiana Megara Zabinni, a los bateadores Lisa y Julius Goyle, a los cazadores Alexander Nott, Lorcan Scamander y Albus Potter, y como buscador y capitán el equipo tenemos al chico que esperaban... Scorpius Malfoy!
Las gradas aplaudieron a rabiar ante los nombres de Megara, Alex, Lorcan, Albus y, sobre todo, Scorpius. Éste último apareció dando una complicada pirueta con la que cualquier otro hubiese acabado dándose contras las gradas, pero él la hizo a la perfección. La casa de Slytherin lo aplaudió fervorosamente.
Antes de que Lucy volviera a hablar, Alexander lanzó un beso en su dirección y, mientras Lucy se ponía muy roja, todas las gradas estallaron en carcajadas y silbidos poco recatados. Sabían que Alex estaba muy interesado en ella.
-Esta me la pagas Nott -Siseó Lucy cuando pudo volver a hablar. Alex le guiñó un ojo y Lucy hizo un tremendo esfuerzo por no suspirar delante del micrófono y de la profesora que la estaba mirando con cara de... ¿Picardía? ¡Oh Merlín, que trauma! -Ahora tengo el honor de presentaros al equipo de Ravenclaw. -Dijo Lucy intentando volver a tener el control de la situación- ¡Aquí llega el guardián Cormac McLaggen Jr, los bateadores Louis Weasley y Lyssander Scamander, las cazadoras Dominique y Roxanne Weasley y Lia Chang, y... como buscadora, capitana del equipo y némesis de Scorpius Malfoy tenemos a... Rose Weasley!
Las gradas empezaron a animarla a gritos. Rose salió montada en su escoba como si ésta fuese una tabla de surf y los espectadores fuesen olas. Fue impresionante ver como los esquivaba, rodeaba y saltaba con una separación de escasamente medio metro. Los Ravenclaw no pudieron evitar alardear a gritos y los Slytherin los miraron con desprecio y desdén. La señora Hood apareció y todos los jugadores descendieron a oir su típico discurso de que quería que hubiese juego limpio.
¿Para que lo repetía si sabía que iban a jugar como les diese la gana? -Pensaron todos.
Rose y Scorpius se dieron la mano con firmeza y se fulminaron con la mirada. Todos contuvieron el aliento: Iba a ser un partido muy largo.
La señora Hood trajo el clásico maletín negro donde guardaban las diferentes pelotas. Liberó primero las bludgers que salieron disparadas al cielo, le siguió la snitch a la que todos perdieron de vista a los cinco segundos de ser liberada y, por fin, la señora Hood liberó la quaffle, lo que señaló el comenzo del partido.
Roxanne se hizo rápidamente con ella y se dirigió velozmente con su Nimbus 3000 al aro central donde la estaba esperando Megara. Le lanzó un tiro bastante complicado de rechazar, pero Megara no solo lo rechazó sino que se lo devolvió y Roxanne tuvo que hacer un giro de emergencia para que la quaffle no le diera de lleno en la cara. Albus aprovechó la jugada y cogió la quaffle sin dificultad. Roxanne lo miró incrédula.
-Lo siento Roxy -Dijo Albus encogiéndose de hombros- pero no por ser mi prima tedré un trato especial contigo. No sería justo. Además, me gusta impresionar a mi chica -Dijo señalando con la cabeza a Megara que lo miraba con una media sonrisa muy seductora. Dicho esto, se dirijió como un rayo a lo aros de Ravenclaw. Roxanne lo siguió con la cara roja de indignación. Albus le dió la quaffle a Alexander Nott y él hizo el primer tanto colándole la quaffle a Cormac.
-¡Primer tanto del partido! -Chilló Lucy muy metida en su papel de comentalista -¡Slythrin 10 Ravenclaw 0!
Las gradas se animaron aún más y empezaron a gritar cosas como: "Muy buena Nott" o "McLaggen deja de fijarte en las piernas de Weasley" y lo mejor de todo, el canto que se inventaron los Slytherin: "¡McLaggen pervertido, la quaffle te han metido!" lo que hizo que Cormac se pusiese muy colorado. Rose prefirió no saber a que Weasley se refería el público ya que habían acortado el uniforme de los equipos dejando a los jugadores con pantalones por la rodilla y a las chicas con una falda a la altura de medio muslo, lo que era, en opinión de Rose, algo extremadamente degradante para las jugadoras. Alexander aprovechó el caos que había formado el público para dirijirse volando a la torre donde estaban Lucy y la profesora McGonagall y, lanzándose un hechizo amplificador en la garganta dijo:
-Lucy te lo dedico. ¿Tengo que dedicarte algún tanto más para que salgas conmigo mañana a Hogsmade?
En las gradas se hizo el silencio. Todos los jugadores dejaron de moverse. Incluso Roxanne y Albus dejaron de pelear por la posesión del quaffle. Todos querían escuchar la respuesta de Lucy. La señora Hood al ver que nadie se movía, paró el partido.
Lucy se había quedado sin habla. Si lo de antes había dejado su corazón desbocado ahora estaba segura de que iba a sufrir un paro cardiaco. No podía ni pestañear.
Rose se preocupó y, dejando el duelo de miradas que había mantenido con Scorpius, se dirigió hasta donde estaba situado Nott. A través de los grandes cristales que formaban la cabina vió a McGonagall lanzándole un hechizo a una muy colorada Lucy. Rose se volvió hacia Nott y le apuntó con el dedo índice en un gesto acusador.
-¿Cómo se te ocurre gritarle algo así? -Le chilló muy indignada- ¿No sabes lo sensible que es Lucy? ¡Podría haberle dado un ataque o algo peor!
Nott puso cara ofendida y se defendió.
-Yo solo le he pedido una cita. ¿Es eso un crimen Rose? No se me ocurrió una manera mejor que ésta. Además, ¿Crees que su familia me hubiese dejado acercarme a ella?
Rose se puso roja de pura rabia.
-¡Yo no te habría impedido acercarte a ella Alex! ¡Yo solo me preocupo de su bienestar y, por lo que veo, ahora no se encuentra en muy buen estado! ¿Es un crimen preocuparme por ella Alex? -Ironizó ella usando las mismas palabras que usó él.
Alexander se relajó al comprobar que Rose no tenía nada en su contra y le dijo:
-No te incluía cuando dije "Sus primos" . El resto de ellos, quitándoos a Albus y a ti son irracionales. A vosotros dos no os incluyo en esa categoría. Y me parece bien que te preocupes por ella, pero no hagas un drama. ¿Ves? -Dijo señalando a una Lucy con mejor aspecto- Ya está bien.
Scorpius se acercó a ellos y con cara de estar cabreado le espetó a Alex:
-¿Desde cuando la tuteas? -Dijo señalando de mala manera a Rose con la cabeza- Me da igual la relación que tengáis fuera del partido pero ahora estamos jugando y no me gusta que mi equipo confraternice con el enemigo.
-Otro exagerado -Dijo Alex rodando los ojos- Scorpius solo estamos hablando de su prima Lucy, y tuteo a Rose desde el año pasado. Nos sentaron juntos en Adivinación y... ¡Voilá! Nuestra amistad surgió del mutuo desprecio que le tenemos a la asignatura. Y ahora, vais a disculparme porque pienso exigirle a Lucy una respuesta.
Alex se acercó dos metros a la cabina donde estaba Lucy y se puso a hablar con ella. Scorpius y Rose volvieron a fulminarse con la mirada y Scorpius sonrió ladinamente. Rose se estremeció. Conocía esa sonrisa en él. Siempre la usaba antes de decir algo hiriente.
-¿Sabes? -Empezó Scorpius con un brillo peligroso en los ojos- Estaba pensando en si...
-¡Bravo Malfoy! -Cortó Rose rápidamente con el corazón latiéndole a mil por hora- Sabía que algún día lo conseguirías.
Scorpius rió sarcásticamente. Su humor había empeorado notablemente.
-¿Necesitas que te recuerde que soy mejor que tú en pociones? -Dijo el rubio con sorna.
-No lo necesito. Yo no olvido nada -Dijo Rose bastante irritada- Pero parece que tú si olvidas que yo soy mejor que tú en astronomía, y eso que tu segundo nombre es el de una constelación -Dijo Rose con el tonillo de sabihonda que Scorpius tanto odiaba.
-Pues yo soy mejor que tú en Herbología y tu nombre es el de una flor -Contraatacó Scorpius.
Rose empezó a ponerse colorada de furia. Le faltaba muy poco para lanzarse sobre ese rubio tan creído y estrangularlo.
-Vaya Malfoy, veo que el tinte mágico no te ha frito las pocas neuronas que tienes -Dijo Rose con suficiencia.
Ahora fue el turno de Scorpius de ponerse rojo de ira. Apretó la mandíbula y alzó la cabeza con aire presuntuoso.
-Mira Weasley -Siseó- Creo que te has equivocado de rubio. Con mi pelo y mis ojos no se mete nadie. ¿Acaso me meto yo con el arbusto rojo que tienes por pelo?
Rose abrió los ojos como platos.
-Si no te gusta mi pelo no lo mires -Bufó indignada.
-¿Como no voy a mirarlo si se ve a diez kilómetros de distancia? -Dijo Scorpius con suficiencia.
Rose no pudo más y se acercó a Malfoy. Acercó su cara a él y con una mirada muy amenazante y propia de un ganster le espetó:
-Mira principito, estoy harta de tí. Sigue así y...
-¿Y qué? -Retó él.
-Y te lanzaré una bludger que hará que te sea imposible engendrar herederos para tu vasto imperio.
Scorpius sonrió con esa media sonrisa suya que hacía suspirar a toda la población femenina de Hogwarts. Sin embargo, Rose estaba tan ofuscada que la pasó por alto.
-Gracias por recordarme lo rico que soy. Es una pena que no puedas decir lo mismo de ti.
-Al menos mi familia gana su dinero honradamente. ¿Pudo tu familia decir eso en la época de el innombrable?
Todas las gradas soltaron un"Oh" con muchas oes y eso hizo que Rose se percatara de lo que había dicho. Se sintió miserable. Miró a su alrededor y vió a todo el público mirándolos, incluso los jugadores habían dejado de mirar a Alex y Lucy para centrarse en ellos. Rose sintió la súbita necesidad de disculparse.
-Oye Malfoy, lo siento. Me he pasado. No tenía ningún derecho a...
-Pues no. No tenías ningún derecho a decir nada de mi familia. Yo no dije nada de la tuya -Dijo él cortante.
Rose se sintió aún peor al ver que él tenía razón.
-Lo sé, y por eso quiero pedirte perdón. De veras que lo siento. No soy quien para juzgarte ni a ti ni a tu familia.
Scorpius soltó una risa irónica y la miró con diversión.
-Dile eso al resto del mundo mágico, porque no hacen otra cosa que juzgarnos y mirarnos por encima del hombro -Dijo con dureza.
La voz de Lucy los hizo salir de su combate verbal.
-Alexander Nott, has hecho que me dé un ataque y me has demostrado que estás completamente loco -Dijo con un tono de voz furioso a través del micrófono- Pero sí, saldré contigo mañana a Hogsmeade. Solo intenta no provocarme más ataques.
Todas las gradas estallaron en vítores olvidando el incidente ocurrido entre Rose y Scorpius y los primos de Lucy la miraron como si estuviera loca. Todos excepto Albus, que se acercó a un Nott con una expresión muy ufana y le dió una palmadita amistosa en la espalda.
-Serpiente rastrera y traidora -Le gritó Roxanne a su primo. Éste ni se dignó a mirarla.
La señora Hood volvió a tocar el silbato anunciando la continuación del partido.
Louis se hizo con la quaffle y le metió un tanto a una despistada Megara que había estado observando como Roxanne casi hace caer de la escoba a Albus. Megara miró a Louis con rabia.
-¡Eres un aprovechado! -Le gritó muy indignada.
-Puede ser -Dijo éste muy sonriente- Pero al menos no me distraigo.
-¡Slytherin 10 Ravenclaw 10! -Dijo Lucy muy emocionada- ¡Y de momento no se ha avistado la snich! ¡Este partido promete!
Todas las gradas gritaron afirmando las palabras de la chica.
Las horas se fueron sucediendo y el partido no acababa. El sol se estaba ocultando y la tarde estaba cayendo rápidamente para dejar paso a la noche. No obstante, el público no se desesperaba, al contrario. Los alumnos que se quedaban afónicos de tanto animar eran reemplazados por otros que tenían voz para dejar sordo a un troll, las rimas y cánticos se entonaban sin parar y los jugadores no paraban de pelearse. Lia Chang estuvo a punto de tirar de la escoba a Victoire en un placaje bastante agresivo porque ésta le había dicho que tenía cara de rata. Louis le había lanzado una bludger a Julius Goyle cuando éste había intentado golpear con el bate a Rose y le había alcanzado en el brazo izquierdo al chico. Roxanne y Albus no paraban de intentar hacer caer al otro de la escoba y Megara no paraba de insultar a la morena. Lysander y Lorcan habían empezado una competición para intentar averiguar quien metía más tantos en la portería contraria. Perdieron la cuenta cuando hicieron 2350 cada uno. Alexander no paraba de insinuarse a Lucy, aunque lo hacía de forma más recatada para alivio del pobre y desbocado corazón de la chica. Lisa Goyle como se aburría se dedicaba a lanzarle bludgers a todo el mundo (incluso a los jugadores de su equipo) y Scorpius y Rose no paraban de lanzarse pullas que le hacían hervir la sangre al otro.
-Slytherin 3700 Ravenclaw 3710 -Gritó Lucy medio ronca al marcar Lysander otro tanto- El partido continúa y sigue sin haber rastro de la snitch. ¿La encontrarán los buscadores o el partido tendrá que ser aplazado para mañana?
Antes las palabras de Lucy los espectadores empezaron a gritarle palabras de ánimo a Rose y Scorpius. Después de las horas que llevaban allí ,el tener que irse sin saber quien ganaba se les hacía intolerable.
Rose empezó a desesperarse. ¿Es que ese partido no iba a terminar nunca? Miró a Scorpius y vió que tenía una expresión entre fastidiada, hastiada y desesperada. De pronto, Rose vió algo que la animó. Había visto un reflejo dorado alrededor de Scorpius y no, estaba segura de que no se trataba de su pelo. Se acercó bastante a él pero se detuvo cuando una duda la asaltó: ¿Como demonios iba a quitarle la snitch delante de sus narices? Conocía al rubio, y no tenía ni un platino pelo de tonto. Seguro que haría alguna de sus artimañas para quitarle la snitch en el último momento. Después de pensarlo mucho decidió que lo mejor era distraerlo y coger la snitch mientras hablaban.
Rose terminó de acortar la distancia entre ella y el rubio.
-¿Cansado Malfoy? -Dijo forzando una sonrisa irónica.
-No creas -Dijo Malfoy con un brillo pervertido en los ojos- Hay cosas que me agotan más.
Rose abrió mucho los ojos y se puso todo lo colorada que pudo, es decir, mucho.
-Eres un cretino.
Scorpius alzó una ceja en un ademán muy Malfoy.
-No sabía que cuando te sonrojabas perdías tu capacidad de lanzar buenas pullas. Créeme, lo tendré en cuenta.
Rose llegó al límite de su capacidad para aguantar imbéciles y decidió poner fin al partido antes de que la llevaran a Azkabán por matar al último Malfoy existente. Vió con el rabillo del ojo como la snitch seguía revoloteando alrededor de Scorpius y alargó el brazo hacia ella. Justo cuando sus dedos la rozaron algo le impidió mover el brazo: Scorpius se lo había sujetado con una mano.
Rose abrió los ojos y Scorpius rió con sarcasmo.
-¿De verdad creías que era tan estúpido como para no saber que la snitch estaba detrás de mi, Weasley? Por si no lo sabes -Explicó con aire condescendiente- las alas de la snitch producen un siseo bastante audible al moverse a tanta velocidad y, para tu desgracia, no estoy sordo.
Rose sintió ganas de estrellarse contra alguna de las torres por estúpida.
-¿Entonces si sabías desde hace rato donde estaba por qué no la cojiste? -Chilló Rose iracunda.
Scorpius rió con diversión al ver la frustación de la pelirroja.
-Porque quería averiguar cuanto ibas a tardar en verla y si de verdad creías que podrías cogerla delante de mi. No tenía ni idea de que fueras tan ilusa Weasley.
Rose perdió completamente los estribos y alargó el otro brazo para coger la snitch que no hacía más que revolotear alrededor de ellos dos. Scorpius la sujetó con dificultad ya que Rose no paraba de revolverse.
-¡Suéltame desgraciado! -Gritó ella muy frustrada- ¡Voy a coger esa snitch aunque sea lo último que haga!
-¡Antes tendrás que pasar por encima de mí Weasley! -Chillo Scorpius sin perdiendo todo rastro de diversión anterior.
-¡Rose y Scorpius han divisado la snitch y están peleando por conseguirla! -Grito Lucy atrayendo la atención de todo el mundo- ¿Quién se hará con ella?
-¡Yo! -Gritaron ambos al unísono mientras se fulminaban con la mirada.
Todos tenían los ojos fijos en ellos. Incluso los jugadores se habían olvidado de su función. Ellos y el público empezaron a animar a los buscadores.
Rose forcejeó con Scorpius durante unos agónicos segundos más y en su titánico duelo consiguió soltar un brazo. Scorpius vió desesperado como Rose iba a hacerse con la snitch y, en un arranque de súbita inspiración la agarró del cabello y la besó. Rose se quedó estática, con los ojos abiertos, el brazo suspendido en el aire y la mano rozando la snitch.
El públicó ahogó un grito de la impresión.
Scorpius se aprovechó de la situación y cogió la snitch. Ésta se cerró en torno a su mano. Scorpius se dió cuenta de que seguía besando a Rose y se separó de ella. Nadie dijo nada ni hizo nada durante unos interminables segundos. Fué Lucy quien, con voz conmocionada rompió el silencio:
-¡Scorpius Malfoy ha cojido la snitch! ¡Slytherin gana a Ravenclaw con una diferencia de 140 puntos!
Nadie dijo nada. Toda atención de los presentes estaba fija en los dos buscadores que les acababan de dar el chisme del siglo. Rita Skeeter ya podría estar frotándose las manos con avidez. Tenía escándalo para una buena temporada.
Rose salió de la ensoñación en la que había estado sumergida al oir la voz de su prima anunciando el resultado del partido. Lívida de rabia, se fijó en la mano de Malfoy y vió a la snitch atrapada en ella. Rose comprendió que había perdido y el mundo se le vino encima. Acababa de perder de la manera mas rastrera posible.
Rose levantó la cabeza con aire digno y se dispuso a descender al suelo cuando oyó la voz de la última persona a la que quería oir.
-Oye Weasley, no te lo tomes así -Dijo el rubio con una calma asombrosa- Mira el lado positivo, solo se me ha ocurrido recurrir a eso para ganarte, lo cual demuestra que eres buena.
Lo cierto es que Scorpius se sentía miserable por haber tenido que recurrir a un truco tan impropio de él y quería que Rose no lo culpara. Bastante tenía con la voz de su consciencia que, en esos momentos, amenazaba con consumirlo vivo.
Rose no pudo más. Se dirijió como una flecha hacia Scorpius y le cruzó la cara de un bofetón que sonó en todo el campo. El público abrió los ojos de par en par.
-Eres la persona mas rastrera, mezquina y ruin que conozco -Dijo Rose al borde del llanto- No quiero volver a cruzarme contigo en lo que me resta de vida. ¿Me oyes? Ahora sí que te odio.
Scorpius volteó la cara y la miró sorprendido. Cuando vió que Rose estaba a punto de llorar conprendió el alcance de lo que había hecho y se le pasaron las ganas de insultarla por pegarle.
-De acuerdo, reconozco que me merecía el golpe, pero tampoco es para que te pongas así. Yo solo...
Súbitamente, Mégara rompió el intento de Scorpius de explicarse.
-¡Scorpius, cuidado! -Chilló la morena con cara de pánico.
Rose y Scorpius se giraron a la vez y vieron como Louis lanzaba una bludger en dirección al rubio. Este se quedó congelado por la sorpresa. Para Rose fue como si el tiempo trascurriese a cámara lenta. Vió la expresión de ira de su primo al lanzarle la bludger a Malfoy, como éste abría los ojos de la sorpresa pero no se movía del sitio y como la bludger se acercaba hacia él cada vez más. Rose, siguiendo un instinto que no supo explicar, hizo lo primero que se le vino a la mente: Interponerse entre Scorpius Malfoy y la bludger. Ésta le impactó a la pelirroja en el centro del estómago haciendo que escupiera sangre. Antes de desmayarse oyó mucho jaleo a su alrededor y la voz de Malfoy que le decía:
-No sé porque lo has hecho Weasley, pero te aseguro que no lo olvidaré jamás.
Rose se despertó con la sensación de tener un Colacuerno Húngaro devorándole las entrañas. El mareo, por suerte se le pasó rápido y pudo comprobar que, efectivamente, estaba en la enfermería. Buscó a sus primos a su alrededor y frunció el ceño al no encontrarlos. Lo que sí la sorprendió fué ver a Scorpius Malfoy dormido en una postura a todas luces incómoda en una de las butacas de la enfermería. El chico tenía el ceño fruncido y tenía aspecto de estar agotado.
-No se ha movido de tu lado en todo el fin de semana -Dijo la enfermera apareciendo repentinamente y consiguiendo sobresaltar a Rose- No quise asustarla pero llevaba cinco minutos aquí y no paraba de mirar al señor Malfoy, así que tuve que intervenir.
Rose asintió un tanto confusa.
-¿Cuánto tiempo llevo aquí? -Preguntó con voz adormilada.
-Dos días enteros. Me asombra que no se haya despertado antes con todo el alboroto que han formado sus primos. Han intentado matar al señor Malfoy más de una vez, así que les he prohibido la entrada.
Rose asintió conforme a las palabras de la enfermera.
-Me parece bien. Bastante trabajo tiene ya como para que le sumen más -Dijo con tono práctico.
La enfermera asintió con satisfacción ante las palabras de la chica.
-Me pasaré más tarde a revisarla -Miró a Malfoy- Dijo que no se iría hasta que hablase con usted así que hágalo y mándelo a la cama. Si no le hace caso dígale que le daré una poción asquerosa como castigo. Lo último que necesito es que un alumno se duerma en los pasillos de la escuela.
Rose asintió y la enfermera se fue más tranquila. Miró a Malfoy y le dió pena tener que despertarlo, pero cuando antes hablaran, antes lo perdería de vista para siempre. No, no se le había olvidado el incidente de la snitch.
-Malfoy -Llamó Rose suavemente. El rubio ni se inmutó- Malfoy -Empezó a llamar con insistencia y el rubio empezó a removerse en el asiento- ¡Malfoy! -Gritó.
El rubio se levantó de golpe y grito:
-¡Mamá fue un accidente! ¡Yo no le tiré el pastel a Parkinson aposta!
Rose alzó una ceja y se mordió el labio para no reirse. Scorpius miró a su alrededor confuso y cuando vió donde estaba, con quien estaba y la estupidez que acababa de gritar, sus mejillas adquirieron toda una gama de diferentes tonos de rojo.
-Como apreciarás -Dijo Rose con un tono burlescamente formal- No soy tu madre, y me parece estupendo que le tiraras un pastel a Agatha Parkinson. Esa chica es odiosa.
Scorpius asintió intentando volver a ser el arrogante de siempre a pesar de que su orgullo había sufrido un duro golpe.
-Sí que lo es. Además de cazafortunas, ya que intentó engatusarme para quedarse con mi dinero. Fué una completa ilusa si en algún momento llegó a creer que lo conseguiría. Pero no estoy aquí para hablar de ella -Dijo Scorpius yendo al grano.
-Ya lo suponía. Di lo que tengas que decir y vete a dormir. La enfermera me ha pedido que te diga que debes dormir o te dará una poción para que lo hagas.
Scorpius alzó una ceja pero pasó por alto el comentario.
-Muy bien. Empezaré ya para poder irme lo antes posible -Dijo un tanto enfadado.
-Te escucho -Dijo Rose reflejando una serenidad que no poseía.
-Antes de hablar sobre lo que pasó en el partido me gustaría saber como estás -Dijo Scorpius con expresión culpable.
A Rose la pregunta la pilló desprevenida.
-¿Co-como estoy? ¿A que te refieres? -Preguntó nerviosa.
-Pues a si te duele algo. El impacto de la bludger con tu estómago fue muy fuerte. No comprendo porque te pusiste delante de mi para defenderme después de lo que me dijiste -Dijo evidentemente confuso.
Rose comprendió rápidamente a lo que se refería.
-Estoy bien, creo que sobreviviré -Bromeó Rose tratando de quitarle hierro al asunto- y no tomes en cuenta lo que te dije.
Scorpius la miró muy sorprendido.
-Pero...
-Pero nada -Lo cortó ella- No pienso esas cosas. Es solo que... tengo muy mal perder.
Scorpius asintió sintiéndose mejor consigo mismo. La verdad es que las palabras que le dijo Rose le había afectado y ahora al saber que no las pensaba le quitaba un enorme peso de encima.
-Sigo sin saber porque te interpusiste entre la bludger y yo -Dijo Scorpius adoptando un aire implacable.
-Pues, porque... supongo que te lo debía -Dijo Rose bajando la voz y la mirada en un gesto muy tímido- Te lo debía por... lo que dije de tu familia.
Scorpius abrió los ojos impresionado. No tenía ni idea de que Rose fuese una chica tan noble.
-No tenías porque hacerlo -Dijo Scorpius asombrado- Además, ya me pediste perdón ¿Recuerdas?
-Claro que lo recuerdo. Al igual que recuerdo que no pareciste tomarlo en cuenta.
-Bueno -Dijo Scorpius dándole la razón- Supongo que estaba un poco ofuscado.
-Comprendo -Dijo Rose comprensivamente- Tu turno. ¿Por qué me besaste?
-Porque fue la única manera que se me ocurrió para conseguir distraerte y poder ganar -Dijo Scorpius con aplastante sinceridad- Debo decir que hacerme recurrir a algo así demuestra que eres buena.
-Me tomaré eso como un cumplido -Dijo Rose con una sonrisa muy dulce.
-¿Por qué te molestó tanto que te besara? -Preguntó el con curiosidad.
La expresión de Rose cambió de relajada a herida.
-Porque... para mí un beso significa mucho, y tu lo convertiste en... un engaño.
Rose lo miró a los ojos y Scorpius pudo ver claramente en ellos la confusión de sus emociones.
-Entiendo tu punto de vista Weasley, pero no lo comparto. Un beso no es algo trascendental, no es tan importante como... como otras cosas. Me sorprende que te pongas así por una nimiedad como esta. Comprendería tu postura si te hubiese metido mano o si me hubiese aprovechado de ti pero, ¿Por un simple beso? No es nada especial.
Rose se quedó sin habla durante unos segundos y Scorpius pudo ver como sus azules ojos se abrían y su piel adquiría un tono muy rojo. Scorpius no pudo dejar de pensar en lo fascinante que era que las pecas de Rose dejaran de verse cuando ella se ruborizaba de ira o vergüenza. Cuando Rose se repuso de la sorpresa cogió impulso y se levantó de la cama para quedar frente a Scorpius.
-¡Claro que no lo entiendes, eres un idiota que no le da valor a nada! -Gritó ella fuera de si- Si no has conocido a una chica decente en tu vida no es mi problema Malfoy.
Scorpius arqueó una ceja ante la repentina pérdida de control de ella.
-¿Se puede saber que te pasa ahora Weasley? -Scorpius de repente tuvo una revelación- No me digas que nunca antes te había besado un chico -Dijo abriendo mucho los ojos y con tono de incredulidad.
Rose se puso inmediatamente a la defensiva.
-¿Qué demonios te importa a ti mi vida privada Malfoy? ¿Acaso te pido que me cuentes con cuantas te has acostado? Dicen las malas lenguas que no son pocas las que han pasado por tus sábanas.
Scorpius alzó aún más la ceja que ya tenía previamente levantada.
-No tengo porque responderte a eso -Dijo cortante- Y a ti no debería importarte. A no ser -Dijo con una sonrisa seductora- que tú también quieras ver mis sábanas.
Rose, completamente avergonzada y furiosa hizo lo primero que se le ocurrió: Girarle la cara al arrogante Malfoy de un bofetón.
Scorpius giró la cara lentamente hasta volver a colocarla donde estaba. Miró con furia a Rose y acercó su rostro al de ella hasta que solo los separaban unos míseros centímetros. Cuando Rose creyó que se iba a morir de un ataque de nervios, el rubio le dijo:
-Weasley, eres una completa mojigata.
Scorpius se apartó de Rose y se sintió muy satisfecho consigo mismo al ver como ella apretaba con fuerza los puños y su cara se ruborizaba hasta alcanzar un tono rojo furioso bastante preocupante. Después se asombró al ver como la chica esbozaba una sonrisa irónica y slytheriana y sus ojos azules emitieron un destello peligroso.
-Te demostraré lo equivocado que estás Malfoy -Dijo Rose herida en su orgullo.
Acto seguido ocurrió algo increíble: Rose cogió del pelo a Scorpius y lo empezó a besar con fiereza. El chico solo atinó a abrir los ojos y quedarse aún más pálido de la impresión. No obstante, cuando transcurrieron unos segundos y el chico se recuperó de la sorpresa hizo algo de lo que no se creía capaz. Sí, le correspondió el beso con la misma fiereza que utilizó ella.
Poco a poco el beso fue subiendo de intensidad y, mientras ella le bajaba la cabeza agarrándolo del pelo ya que Malfoy era más alto que ella, él la agarró de las caderas y la pegó a él con firmeza. Rose sintió que estaba perdiendo la cordura cuando la mano de él empezó a bajar por su espalda lentamente. Ella siguió besándolo, disfrutando de la tortura que suponía sentir la mano del chico recorrer su espalda gracias al fino camisón de la enfermería. Scorpius supo que estaba traspasando límites que no debería cruzar pero, en ese momento, sus instintos se habían apoderado de él y ya no era dueño de sus actos. A menos que Weasley lo detuviera, el seguiría hasta el final. Rose sentía la mano de Scorpius bajar cada vez más hasta llegar al final de la espalda. Justo cuando esa mano iba a recorrer un lugar mucho menos recatado, ambos oyeron un carraspeo que los sacó de esa dulce locura a la que habían sucumbido. Ambos miraron al marco de la puerta y se les cortó la respiración. Allí, de brazos cruzados, mirada reprobadora y sonrisa sarcástica, estaba Lily Potter.
-No sabía que en una enfermería pasasen cosas tan... inteseresantes -Dijo la pequeña de los Potter con ironía- Y yo que creía que era un lugar asqueroso donde la gente no paraba de sufrir o dormir. Gracias por demostrarme lo contrario.
Rose y Scorpius se separaron y la pelirroja miró de mala manera a su recien llegada prima.
Lily se puso más seria y dejó el sarcasmo de lado al ver la cara de su prima.
-Solo venía a ver como estás. Hemos obligado a Hugo a que vaya a la cama porque, junto a Malfoy, no se ha separado de tí en estos tres días y la única manera de convencerlo ha sido prometerle que vendría a verte, así que aquí estoy.
Rose se sintió culpable por haber mantenido en vela a su hermano.
-Estoy mejor. Ya no me mareo y puedo caminar. Me duele bastante el estómago pero no es nada que no pueda soportar.
-Sí, te veo con mejor aspecto -Dijo Lily recuperando el tono sarcástico- El cambio de "medicina" te ha sentado de maravilla.
Rose se ruborizó nuevamente ante el descarado e insinuante comentario de su prima.
-Bueno, yo mejor me voy. Creo que Malfoy y tú tendréis cosas que aclarar -Dijo Lily dando media vuelta para irse.
-¡No! -Gritó Rose aterrorizada. No estaba preparada para tener una clarla con Malfoy después de lo que acababa de pasar- Él ya se iba, ¿Verdad Malfoy? -Dijo Rose mirándolo elocuentemente.
Scorpius asintió deseando desaparecer de allí para poder pensar con calma en la metedura de pata que acababa de cometer.
-¿Ves Lily? Quédate y así me cuentas como le fué a Lucy con Alexander en su cita en Hogsmade -Dijo Rose en un repentino momento de inspiración.
La cara de Lily se iluminó ante la idea de cotillear con su prima sobre la cita del siglo.
-Bueno -Dijo Lily fingiendo hacerse de rogar- Pero solo lo hago para que tengas un poco de compañía femenina.
Rose suspiró aliviada y se volvió a meter en la camilla. Scorpius empezó a alejarse hacia la salida. Justo cuando estaba a punto de cruzar el umbral, desvió la vista hacia Rse y la vió mirándolo de reojo mientras finjía poner atención a las palabras de su prima.
Scorpius supo que desde ese día, nada volvería a ser igual entre ellos.