Los personajes de esta historia no son míos pertenecen a la gran Rumiko Takahashi, que nos dejó con trauma emocional por no terminar la historia. Yo solo tomé prestado sus personajes sin fines de lucro, solo para entretención.

-Los personajes hablan-

- "los personales piensan"-

Un rumor atrae a otro rumor

-No usaste condón- Le comentó, pero en ningún caso sonó incriminatorio.

-No-

-¿Por qué?-

-No lo sé…simplemente no lo sé- Salió de ella, pero no se alejó. En su lugar se recostó en la cama con parte de su cuerpo sobre Akane, hundió su rostro en la almohada intentando encontrar una respuesta a la pregunta formulada- "¿Por qué? Era consciente que debía usarlo, pero…no había perdido totalmente el control…sabía lo que hacía…yo sabía…yo quería…quería reclamarla…sin obstáculos…sin barreras...solo ella y yo…demostrarle que nos pertenecemos"-

La peliazul observaba a Ranma quien tenía el rostro oculto en la almohada, la respuesta brindada por él no la comprendía. En verdad ni ella lograba entender porque había preguntado aquello. Simplemente sabía que existían muchos asuntos pendientes, y que no habían sido capaces de aclararlos.

-Me enteré que sufriste una descompensación en la escuela…¿Cómo te sientes?- Volteó su cara para mirar a su mujer, quien lo observaba un poco confusa ante el cambio de tema.

-Ehhh …Sí, no me sentí muy bien, por eso me enviaron a casa- Ranma le hablaba con suma naturalidad, como si el hecho de estar ambos desnudos sobre la cama fuese lo habitual. Era consciente que parte del cuerpo de su prometido descansaba sobre su pierna derecha, y que la abrazaba por la cintura.

-¿Si te sentías mal por qué no me buscaste? Te habría llevado con Tofú-

-Te busqué, pero tú no estabas…al parecer tenías mejores cosas que hacer con Shampoo y Ukyo- No pudo evitar imprimir su molestia y celos ante su supuesta escapada con las prometidas bonitas.

-No tenía nada que hacer con ellas, solo las estaba evitando-

La menor de los Tendo solo lo miraba demostrándole su escepticismo al respecto, siempre utilizaba la misma excusa- Sí tú lo dices-

-Te estoy diciendo la verdad, justamente intentaba alejarlas de mí. Sabía que te molestaría que estuvieran acosándome- Se levantó, buscó sus bóxer y pantalones, sin mediar palabra se vistió a la brevedad, para sentarse nuevamente en la cama dándole la espalda a Akane y sosteniendo su cabeza entre sus manos.

Por su parte la peliazul se sintió cohibida por su desnudez, y cubrió todo su cuerpo con la manta, quedándose apoyada en el cabecero de la cama.

-Tus amigos me dijeron que te fuiste con ellas- Intentó contraatacar la muchacha.

-Esos imbéciles…estaba escapando de ellas, no me fui con ellas. Ambas cosas son muy distintas-Después de respirar profundamente continuó con la conversación- ¿Por qué sufriste una descompensación?-

-No lo sé…Creo que tengo muchas cosas en la cabeza, y me presioné…Tuve un día terrible…por eso te buscaba necesitaba hablar contigo sobre algo…algo que se dice en la escuela…unos rumores - Se cubrió más con la manta para buscar un poco de protección.

Ranma se tensó -"Rumores…¿serán a los que se referían Hiroshi y Daisuke?"- Giró para encarar a su marimacho, y se sorprendido con lo que vió. Akane, la fuerte y temperamental Akane mostraba un alto grado de vulnerabilidad, su postura era de alguien sumamente acongojada- ¿Qué rumores? ¿Qué está pasando?-

Era el momento de hablar, tenía toda su atención, no podía perder la oportunidad de definir ciertos temas- Mis amigas me contaron los rumores que circulan en la escuela…Hoy me sentía observada y que murmuraban tras mi espalda…y la razón es porque…porque se comenta…que nosotros nos acostamos- Apretó fuertemente sus ojos, no quería ver la reacción de su prometido.

El muchacho quedó estupefacto, no asimilaba lo escuchado. Si bien es cierto, es verdad que ya se habían acostado juntos, no lograba entender de cómo se enteraron en la escuela.

-Bueno…esa es la idea general…aparte de otras cosas que comentan- Dudaba en revelarle la totalidad de los rumores, porque ni ella sabía cómo enfrentarlos.

-¿Más cosas?¿Cómo qué?- Percibió un indicio de duda en su compañera, no le estaba diciendo toda la verdad.

-No es fácil para mí relatarte esto…pero esto también te afectaría a ti… supongo…-Se armó de valor abrió sus ojos y enfrentó directamente a las perlas azuladas- Se comenta que yo frecuento sitios de universitarios…que salgo con hombres mayores…Que te seduje y logré que te acostarás conmigo…pero que tú…te percataste que no era virgen…y por eso no te casabas conmigo…porque yo…porque yo era una cualquiera- Expuso toda la información, esperaba algún comentario, pero nada ocurría. Los segundos pasaban Ranma la miraba, respirando lentamente, la joven se percató que los labios de él estaban apretados y que una gota de sangre comenzaba a aparecer. Y entonces lo supo…Su prometido ardía de furia, sus puños apretados en sus costados. Su cuerpo estaba en la habitación, pero su mente no estaba en ese lugar. No tenía más alternativa que esperar su reacción.

Ansiaba con todo su ser golpear algo, lo que fuera, en estos momentos todo serviría para su cometido. A su mente llegaron rostros de la escuela, compañeros de salón, del equipo de deportes, de algunas chicas que se confesaban como admiradoras. Todo el mundo había pasado a ser su enemigo, no le importaba que quizás algunos fueran inocentes, para él todos eran culpables de escuchar o difundir semejantes rumores. Detestaba a toda la maldita escuela, ¿Cómo se atrevían a decir algo así de su prometida? ¿Cómo osaban a cuestionar su honor? ¿Por qué inventaban tantas mentiras?...Acaso no sabían que ella era lo más sagrado para él, que nadie en este mundo ni en ninguno otro debe intentar lastimarla así, con sucias y crueles palabras.

-Acabaré con ellos…con todos- Presuroso se puso en pie, recogió su camisa del suelo para cubrirse antes de salir en búsqueda de sus nuevos enemigos.

Akane se asustó, el silencio del ojiazul nunca era sinónimo de algo bueno. Cuando vió que se dirigía hacia la puerta mencionando que acabaría con todos, verdaderamente se preocupó. Sin pensarlo siquiera, se levantó de la cama envuelta en la manta y obstaculizó la entrada.

-Noooo…no hagas nada precipitado…no vale la pena- Pusó su palma sobre el fuerte pecho de su prometido para impedir su movimiento.

Definitivamente la mujer frente a él era una diosa, envuelta en forma descuidada con esa manta que cubría desde sus pechos hasta sus tobillos, mostraba una imagen encantadora. Tan dulce e inocente, pero a la vez tan seductora e invitándolo a recomenzar lo vivido hace minutos atrás.

-No permitiré que nadie dude de tú honor…no eres una…una…esa maldita palabra que dicen de ti- Con su callosa mano acariciaba su mejilla- Eres mía futura señora Saotome, y totalmente virgen cuando te reclamé- Tiró su cuello acercándola hacia él para besar sus labios. La sujeto por la cintura y profundizó el beso, quería transmitirle seguridad, que él estaba ahí para cuidarla.

El beso terminó con suma calma, se sonrieron cómplices- Gracias…Pero no hay nada que podamos hacer por el momento. Nabiki se está encargando de las averiguaciones-

-¿Nabiki? ¿Está enterada de esto?- Fue conducido por la peliazul hacia la cama donde ambos se sentaron a seguir conversando, manteniendo sus manos unidas.

-Sí Nabiki siempre sabe todo ¿Acaso dudas de su capacidad de intromisión?. La verdad es que ella tiene algo de culpa, le robaron el video de nuestro baile en la discoteca. Así que deducimos que de ahí vienen los rumores de que me relaciono con gente mayor. Por lo tanto si encontramos a quien robó la cinta, encontraremos al culpable…Quien lo hizo quiere perjudicarme, no solo dañar mi reputación sino también la de mi familia…Aunque tengo mis sospechas-

-¿De quién desconfías?-

-Ukyo…creo que ella es la culpable- Le dolió que Ranma soltará bruscamente su mano y se ubicara de pie frente a ella, instándola con la mirada a que se explicara con mayor detalle.

-Sé que es tu amiga, pero desconfío de ella. La noche que compartimos la tienda insinuó algo sobre habladurías que podrían producirse si alguien se enterara que nosotros dormimos en la misma tienda.

-Uchan no sería capaz de eso. Sé que te ve como una rival, pero ella no es vengativa. No te dañaría así. Créeme lo sé. Lo más probable es que hayan sido Shampoo o Kodachi, la primera siempre ha intentado usar trucos sucios, y bueno la hermana de Kuno está completamente loca.

-Bueno, a pesar de eso mis sospechas siguen hacia Ukyo. No puedes descartarla porque tú consideras que ella no lo haría-

-Creo que no piensas con claridad, Ukyo es inocente. Incluso si le cuento lo que pasa, ella se ofrecerá a ayudarnos-

-Ni sé te ocurra pedirle ayuda en esto, es algo que nosotros debemos solucionar. No confío en ella-

-Eres terca mujer, Ukyo es mi amiga no nos haría daño-

-Este rumor me está lastimando a mí, para todos tú figuras como víctima.

-¿Víctima?-

-Claro…tienes a una cualquiera como prometida- No fue capaz de mirarlo a los ojos al pronunciar aquellas palabras.

-No vuelvas a decir esa palabra me enfurece, tú no lo eres. Y moleré a golpes a quién lo insinúe- Levantó la barbilla de Akane para hacer contacto visual y dejar clara su opinión. Intempestivamente voces se escucharon de la planta baja. El joven artista marcial maldijo al percatarse que no estaban solos, a decir verdad en ningún momento se preocupó de que alguien estuviera en la casa y escuchara sus minutos de pasión.

-Al parecer ya no estamos solos, la familia debió haber llegado- El muchacho ordenó sus ropas para simular tranquilidad.

-¿Tú crees …ellos nos…escucharon?...Maldición Nabiki estaba en la casa- La peliazul repentinamente perdió el color de su rostro al ser consciente de la información que podría tener su hermana.

-Tranquila, estábamos solos. Nabiki se fue con ese odioso tipo, y por la naturaleza del ruido proveniente de la sala, la familia acaba de llegar. Así que yo iré a distraerlos para darte tiempo a que te vistas y ordenes un poco la habitación- Recorrió con la mirada el evidente desorden de ropa tirada, la cama deshecha- Nos vemos luego- Con un tierno beso en los labios de su marimacho, Ranma salió presuroso de la recámara-


Akane tuvo que cumplir con siete días de reposo como le indicó la enfermera de la escuela, fue obliga a mantenerse en cama y sin hacer esfuerzo, ya que toda su familia le prohibía salir de la habitación. Obviamente ella se opuso de inmediato, pero los argumentos irrefutables de su queridísima futura suegra, se los impidieron.

Inicio flash back

-Mi niña debes hacerme caso y descansar, en la semana que te dieron debes permanecer en cama, para recuperarte totalmente-Insistía la matriarca Saotome mientras la instaba a acomodarse en la cama.

-Tía en verdad no es necesario, solo fue una descompensación-

-Querida, no debes descuidar tu salud. Tu cuerpo está cansado de los días que pasaste en el bosque con mi hijo. Créeme yo lo entiendo, mi Ranma es todo un hombre y debió dejarte agotada. No quiero entrometerme en su relación pero espero que te haya dejado satisfecha, en caso contrario tendré que tomar medidas- Apoyó la mano en la katana para indicar de qué clase de medidas se trataban.

La peliazul roja como un tomate por las evidentes insinuaciones de la mujer, no sabía cómo defenderse, a veces la sinceridad de la madre de Ranma la desencajaba.

-¿Querida, acaso mí hijo no se comportó como un verdadero hombre?-

-Ehhh…Ehhhh- No sabía que contestar, aunque podía negar cualquier tipo de contacto cercano con su prometido, eso no aseguraba que su suegra no tomara las "medidas". Temía por la seguridad del ojiazul, más que mal tía Nodoka era de temer con la katana, y siquiera poner en duda la hombría de su único hijo, podía ser muy peligroso para él- Claro…claro que sí, no tengo quejas-

-¡Qué bien, no sabes lo feliz que me hace escuchar eso!-

Fin Flash Back

Lo bueno de permanecer tranquila en su habitación es que pudo relajarse y evitar pensar en los crueles rumores, Nabiki todavía no podía identificar al culpable, hecho que mantenía a la mediana de los Tendo sumamente molesta porque alguien le ganara en ingenio. Un hecho positivo de estar en reposo, es que descifró el motivo de su descompensación. Hace mucho tiempo que no le ocurría algo como aquello, el desmayo y las nauseas se debieron a la llegada de su período. Antes cuando tenía cerca de 14 años sus períodos eran acompañados de fuertes dolores y vómitos, pero con medicina natural esos malestares desaparecieron.

Por su parte Ranma se negó a asistir a la escuela la semana que Akane permaneció en casa, alegando que no era correcto que él como su prometido la dejara sola sin cuidados, hecho que emocionó a sus padres que veían ese avance como un claro acercamiento entre sus hijos. Finalmente el momento de retornar a los problemas llegó, ambos prometidos estaban caminando tranquilamente en dirección a la escuela, eran conscientes que causarían una batahola en el Furinkan, pero tenían que enfrentar la realidad.

-Akane, no quiero que te alejes de mí, incluso almorzaremos juntos. Enfrentaremos los rumores-

-Lo sé, me has repetido lo mismo en toda la semana. Pero una vez que un rumor se instaura es difícil que lo olviden, y menos uno de la magnitud en el que estoy envuelta-

-Estamos envueltos, ya te he dicho que no estás sola en esto. Yo estoy contigo. Además somos fuertes, nadie puede con un apuesto Saotome y una marimacho Tendo- Su comentario le costó que el maletín de su prometida se estrellara contra su cabeza.


Lamentablemente a veces la fuerza no es suficiente, Akane supo aquello apenas puso un pie en la escuela, que nada estaba olvidado. Todos los alumnos se volteaban a mirarlos y murmuraban entre ellos. Ranma los fulminaba a todos con la mirada, no dejaba que nadie se acercara, a excepción de sus amigas Yuka y Sayuri, quienes al verla llegar la tomaron de sus brazos y caminaron con ella al salón, con un atento ojiazul custodiándole las espaldas. Gracias a sus fieles amigas se enteró de todas las novedades, como ella lo suponía en la semana que estuvo ausente, fue el tema principal de la preparatoria. Aunque la alivió saber que existían personas que no creían nada de lo que se rumoreaba, pero otros especialmente admiradoras de su prometido no dudaron en cuestionar su honor. En síntesis, fue un día agotador, donde luchó por mantener la frente en alto y aparentar que nada le afectaba. Agradecía internamente que Ranma no la dejara sola, tenerlo a su lado la reconfortaba. Pero como siempre algo tuvo que ocurrir, a su prometido le asignaron la labor de limpiar el salón después de clases, junto con Daisuke, así que no tenía otra opción que irse sola a casa. Cosa que no fue bien recibida por el artista marcial, quien insistía que lo esperara, pero tener que permanecer más horas en la escuela no la entusiasmaba.

Cuando iba caminando rápidamente hacia la salida, para evitar las miradas de los alumnos que todavía permanecían en el patio, se convenció que los dioses se ensañaban con ella. Apoyado en un pilar del portón de entrada estaba Tashi impecablemente vestido con traje y con un enorme ramo de flores en sus manos. No tuvo más opción que acercarse a él, no podía fingir que no lo conocía, menos cuando la localizó y saludaba con ahínco.

-¡Akane¡ No sabes lo feliz que me hace verte!. Pensé que ya te habías ido, he estado varios minutos en este lugar y ya estaba perdiendo las esperanzas de encontrarte el día de hoy- La alegría del joven era contagiosa, la peliazul no pudo evitar sonreírle como respuesta.

-Hola Tashi, a mí también me da gusto verte-

-¿En verdad? No sabes el alivio que me provoca escuchar eso. He pasado toda una semana armándome de valor para visitarte. Sé que la última vez me comporté como un idiota inmaduro, por comenzar a discutir con tu prometido, sin considerar tu opinión. Te quiero pedir disculpas por aquello- El castaño le aproximó las flores para que ella las recibiera.

La muchacha era terriblemente consciente que numerosas miradas estaban sobre ella, tenía que salir de ese lugar cuanto antes. Cogió el ramo sin mucha delicadeza e intentó deshacerse del joven- Gracias por las flores. Pero tengo que irme a mi casa, ya es tarde. Lo siento, no puedo quedarme a charlar-

-No te preocupes, déjame acompañarte. Tengo mi auto estacionado en la calle, te llevaré al dojo-

-¡No¡- Su voz sonó varias octavas más altas, lo que no ayudó en intentar no llamar la atención- Muchísimas gracias, pero no es necesario. Gracias y adiós- Dejando a Tashi parado en el lugar reanudó su caminata, pero fue detenida por la mano del universitario.

-Pero Akane yo te llevo. No es necesario que camines hasta tu casa-

-Tashi no quiero más problemas- Sin esperar respuesta se zafó de su agarre y salió corriendo de la escuela.

-Maldición…preciosa eres difícil de atrapar…pero así es más interesante la caza- Ajustándose su elegante traje se dirigió a su coche.


-¡Ranma! Deja de mover los pupitres tan fuertes, los terminarás rompiendo- Se quejaba Daisuke, mientras escoba en mano barría el salón.

-Así termino más rápido, y vuelvo con Akane- Sin ser muy delicado el chico de la trenza acomodaba las sillas y mesas, o más bien las desacomodaba, con tanta fuerza y apuro en terminar rápidamente la molesta obligación de asear el salón.

-Hoy has estado muy sobreprotector con Akane, más de lo normal en ti. ¿Eso quiere decir que los rumores son ciertos?- Preguntó ingenuamente su compañero, pero al segundo de terminar su interrogante se arrepintió de lo dicho, porque Ranma lo tenía agarrado de la camisa elevándolo unos centímetros del suelo.

-No quiero escucharte decir nada referente a los rumores. Son toda una serie de mentiras. No dejaré que nadie ponga en duda el honor de mi prometida, ¿Te quedó claro?- Su amigo solo pudo afirmar con la cabeza, no fue capaz de emitir palabra alguna. El ojiazul lo soltó de forma brusca y siguió con su tarea.

-Yo…yo no me refería al honor. Nunca pensaría así de Akane, yo te preguntaba por lo del embarazo- Daisuke se arreglaba su ropa, no estaba molesto con su amigo por su descontrol, entendía que él estuviese a la defensiva por la situación.

-¿Embarazo?- Súbitamente Ranma sintió un escalofrió en su cuerpo, su mente intentaba procesar la palabra, incluso entenderla, ciertos hechos bloqueaban su cerebro. "¿Embarazada?..¿Akane?...¡Ella y yo tendremos un bebé?...¿Mi marimacho me dará un hijo?...Tengo que pensar con claridad…es posible…más que posible. No siempre nos hemos cuidado…la última vez ni siquiera quise ponerme condón…¿Pero no es muy pronto para saber si está embarazada?...Maldición debí haber puesto más atención en las clases de planificación familiar, y no haberme distraído con pensamientos calenturientos de Akane…Pero pensándolo mejor no creo que ella sepa que está embarazada, o si no me lo diría…¿Verdad?.

-¿Qué quieres decir con embarazada?-Ranma necesitaba obtener respuestas ya.

-Bueno a lo que significa la palabra, tener un hijo-Respondió el muchacho

-¡Eso ya lo sé imbécil, me refiero a qué rumores!- Estaba perdiendo la paciencia.

-Cálmate, tranquilo. Es que se comenta que Akane sufrió el desmayo porque está embarazada, ¿acaso no lo sabías?. En todo caso, el rumor no asegura que el hijo sea tuyo.

No sabía si estar molesto porque habían creado otro rumor de su mujer, o que insinuaran que ella esperaba un hijo de otro hombre. Definitivamente lo que más lo enfurecía era la segunda opción, que alguien siquiera pensara que Akane tendría un bebé que no fuera de él, eso jamás. Solo él la embarazaría. Necesitaba hablar con su prometida.

-Lo siento, tengo que irme- Tomó su bolso y salió velozmente del salón, con solo el pensamiento de un lindo bebé de hermosos ojos color miel.


"La carrera de la escuela al dojo me dejó cansada…en verdad estar tantos días en cama no ayuda para el cuerpo, mis músculos están resentidos. Por suerte Tashi no me siguió, aunque las flores eran bonitas no era correcto traerlas a casa, Ranma se hubiese enfadado, ya que detesta al amigo de Nabiki. Fue una lástima pero no tenía otra alternativa que tirar el ramo"- Iba tan ensimismada en sus pensamientos bajando la escalera, que el repentino y fuerte llamado de su prometido la asustó provocando que diera un paso en falso. Cuando pensó que caería de cabeza, las manos del ojiazul la sujetaban firmemente de la cadera.

-¡¿Están bien? Rayos! Akane no puedes ser tan descuidada para bajar las escaleras de esa manera. Pudieron haberse lastimado, definitivamente harás que me dé un paro cardiaco.

No sabía si sentirse asombrada porque su bobo personal llegara tan temprano de la escuela, o porque su voz se escuchaba realmente preocupada.

-No soy descuidada, tú me asustaste al llamarme de repente. ¿Por qué estás hablando en plural?. – Sintió como las manos de Ranma se posaban sobre su vientre.

-¡Chicos que bueno que los encuentro! ¡Tengo que hablar con ustedes!¿Qué están haciendo tan juntitos? Saben es un lugar público, si quieren arrumacos vayan a una habitación- La mediana de los Tendo hacia su aparición al pie de las escaleras.

-¡Nabiki!- Gritaron los aludidos simultáneamente.

-¿Qué? Solo era un simple comentario, ahora a mi habitación tengo novedades.


-Bueno por lo menos he tenido avances en mi investigación. Lamentablemente todavía no sé quien es el o la culpable, pero por lo menos tengo a algunos descartados. Mis sospechosos siempre fueron sus autoproclamados prometidos y prometidas, al final son los únicos que quieren verlos separados y quienes fueron en su búsqueda en las montañas.

-Eso es verdad, tiene sentido- Comentó el artista marcial de pie en la habitación de su cuñadita.

- Mousse queda fuera de la lista, él sería el más feliz con que ustedes formalizaran su relación. La chinita molesta no fue, ella no se apareció por la escuela en la mañana que se inició el rumor, además según mis fuentes estuvo ocupada desde que regresó del bosque con ustedes. Mi constante fuente de ingreso, Kuno Tatewaki no es culpable, él se enteró del rumor por una llamada que recibió de un alumno de la escuela, algo así como su aprendiz en el kendo. En resumen tres personas son inocentes. Por lo tanto, sigo sospechando de Ryoga, Ukyo y Kodashi.

-Ukyo es inocente- Aseguró Ranma sin un ápice de duda.

-Ryoga nunca haría algo así- Dijo decidida la peliazul.

-No estaría tan convencido, ese cerdo no es muy honesto-

-Lo mismo podría decir de Ukyo-

-Ya hemos tenido antes esta conversación Akane, Ukyo es inocente-

-Tranquilo par de tórtolos. Aunque ustedes tomen partido para defender a sus otros prometidos, yo los investigaré de igual forma.

-Ryoga no es mi prometido- En ese momento ella esperaba que él dijera lo mismo de la cocinera. El silenció siguió a su declaración, y eso la desilusionó.

-En verdad que eres lento cuñadito, en estos momentos deberías decir que Ukyo no es tu prometida, ese es el orden de las cosas.

-¿Qué? Pero yo…-Estaba un poco confundido, para él no era tema el supuesto compromiso con su amiga de la infancia, no entendía el porqué para las hermanas Tendo si lo era.

-Para él si lo es- La peliazul se paró bruscamente de su asiento y salió de la habitación.

-¡Akane, espera. No te enojes!. ¿Ahora que dije?- Miró a la castaña en busca de una explicación.

-Es más bien lo que no dijiste cuñadito. Y no pienso explicarte el asunto. No estoy disponible para ser terapeuta de parejas, así que arréglenselas solitos.


El enfado de su difícil prometida no se terminó en la cena ni antes de acostarse, apenas le dirigía la palabra, solo lo necesario para que la familia no hiciera sus molestas preguntas. Pero él estaba dispuesto a aclarar el asunto, teniendo horas para pensar, había logrado entender que Akane estaba celosa de Ukyo, de porque él no la negó como prometida."En verdad que eres terca marimacho, ella no significa nada para mí, es solo mi amiga. Tú eres mi mujer y mi futuro…sabes que las palabras no son lo mío"- Espero que todos durmieran para escabullirse en la habitación de la menor de los Tendo. Ella ni se percató del intruso, ni menos como él se acostaba a su lado. Si hubiese estado despierta hubiese presenciado como la manta era bajada hasta sus muslos y que una cálida mano se posaba sobre su vientre.

-¿Estas embarazada?- Ranma no pudo evitar besar el plano vientre de su mujer, acariciando con su mejilla esa zona.

El peso en su estómago la sacó de su sueño, pero no estaba asustada, inconscientemente sabía que era su prometido. Él levanto su mirada y le sonrió, sabiendo que la había despertado, por suerte la noche era clara y le permitía ver su masculino rostro.

-¿Qué ocurre?,¿Qué haces aquí es tarde?-

-¿Tendremos un bebé?-

No me condenen por la tardanza, originalmente este capítulo debió salir el mismo fin de semana que Experimentando la paternidad, pero no me fue posible. Sinceramente espero que no hayan perdido el curso de la historia, porque me demoré mucho en actualizar.

Gracias a todas y todos por estar ahí y leer.

Alisson