Hola chicos y chicas ! :)

El día de hoy tuve un ataque de inspiración, por lo que no pude evitar el publicarlo :D Esta historia no tiene nada que ver ni está ligada a mi anterior publicación "La amo y siempre lo haré"

Disclaimer: K-on! no me pertenece, si así fuera, probablemente habría mucho más Ritsu y mucho mucho Mitsu :3

Pues... ¿qué más puedo decir?

¿disfruten la lectura?


Odiaba este sentimiento, ¿ira? no... ¿desprecio? tampoco, ¿celos? definitivamente, Ritsu me había platicado de cuando salió con Mugi, y... sonaba tan feliz, yo obviamente estaba molesta! pero conmigo misma, si yo... si yo hubiera aceptado el salir con ella, Ritsu y yo hubiéramos hecho todo eso, no Mugi y Ritsu.

Alejé esos pensamientos de mi mente, yo sé que le gusto a Ritsu, era casi imposible no notarlo, solo... estoy esperando a que ella se anime a decirme, solo espero que falte tanto tiempo, "¿por qué no le declaras tú?" pensó mi mente repentinamente, ese esa un pensamiento bastante común en mi, pero la verdad... me daba miedo que eso que yo veo con obviedad, resulten ser mis esperanzas elevadas debido al gran amor que siento por mi mejor amiga.

Suspiré, a parte... a Mugi no le puede gustar Ritsu, ¿verdad?, yo sé... bueno, yo creo que a ella le gusta Sawa-chan, así es como debe ser, Mugi quiere a Sawa-chan mientras Ritsu y yo nos amamos mutuamente, o ¿realmente debía ser así? Sinceramente quería gritar, ¿por qué mi mente decide trabajar tanto en las ocasiones que desearía jamás se hubiese encendido?

Escuché a alguien tocar la puerta de mi habitación, lo cual me sacó de mis pensamientos, anhelaba que fuera Ritsu, que llegará, me abrazara, dijera que estaba enamorada de mí, que soy la única a la que amará alguna vez, que ella y yo estaremos juntas para siempre. La puerta se abrió, me sobresalté y vi una rubia cabellera asomarse, sabía quien era.

-Hola Mio-chan, ¿puedo pasar?- Mencionó Mugi, con su serena sonrisa, Mio la observó un momento y asintió. - Vengo a hablar de algo importante, Mio.- La rubia cambió su serena sonrisa a un rostro serio e ilegible, esto puso nerviosa a la pelinegra quien tan solo tragó saliva y le dio una seña para que prosiguiera.

- ¿Te gusta Ricchan, cierto? - Preguntó la rubia, el rostro serio jamás dejó su rostro, esto comenzaba a asustar a la ojigris, que por un momento estuvo a punto de decir "no" pero algo en ella sabía que al contestar eso, le daría carta abierta a la ojiazul sentada frente a ella poder cortejar a la energética baterista sin miedo a tener un inconveniente con Mio.

- Sí, de hecho, creo que estoy enamorada de ella - Respondió la bajista, con una voz temblorosa, enorme sonrojo y mucha determinación.

La rubia frente a ella se limitó a observarla, -Lo siento, Mio-chan, pero Ricchan también me gusta, - La Ojou-sama buscaba la mirada de Mio y la encontró, se vieron profundamente a los ojos por un largo rato, no sabían cuanto fue, pero Mugi prosiguió hablando. - Te daré una gran batalla, ¿sabes?, tengo la desventaja de que a ella ya le gustas, pero yo... yo la puedo conquistar. - La determinación jamás dejó la voz de la tecladista, quien ahora también estaba sonrojada enormemente.

- Yo tampoco me dejaré vencer.- La bajista le sonrió a la tecladista y esta le devolvió la sonrisa.

En eso el teléfono de ambas sonó, un mensaje de Ritsu había llegada, las estaba invitando a ambas a pasar un día como el que pasó con Mugi.

Mugi rápidamente le contestó diciendo que llegara a la casa de la pelinegra, que ahí la estarían esperando. La rubia le sonrió a la pelinegra, le extendió la mano y la pelinegra la tomó. Sabían que sería un juego limpio, finalmente, solo la mejor, ante los ojos de Ritsu, sería la ganadora.