Hola, agradezco infinitamente a aquellos a los que les gusto Tienes Suerte, me encantó leer sus comentarios.
Por eso como algunos pidieron, publicare más de esta alucinante pareja. Tengo planeado alrededor de 6 capítulos para este fic, ya veré si lo alargo más o no.
Espero que lo disfruten.
Declaimer:
Naruto NO es mío, es de Masashi Kishimoto.
A/U: -"Tú dices quien, cualquier chica está bien, veras que puedo lograrlo"-"Bien, entonces a ella"-Esas palabras fueron su condena. Quería demostrar que era el mejor, que superaba a su hermano en todos los ámbitos, pero quizás no era el más indicado para atrapar a una chica tímida. Pero tal vez el lobo desearía aun más de lo permitido a esa torpe oveja.
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Episodio
I
Intenciones de un lobo negro
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No tenía en mente quererte, solo tenerte.
Eras mi objetivo en ese entonces.
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Lo odiaba, odiaba el hecho de que siempre fuera comparado con él, con su hermano; sus padres, sus profesores, sus amigos aunque fuera un pequeño comentario sin importancia lo comparaban con él. Que si era más hábil, que si era más fuerte, más inteligente, más atractivo. En cualquiera de ellos pasaba a estar en segundo lugar la mayoría de las veces y lo odiaba. Él era él y su hermano era su hermano, no había punto de comparación entre ambos, porque simplemente nadie es igual en el mundo, así es Sasuke Uchiha no era igual a Itachi Uchiha. Sin embargo eso no quitaba que su humor se tornara malo cada vez que alguien lo sacaba a colación. Mucho más si esa persona era su mismo hermano, que si bien se llevaban de una manera pacífica y fraternal la mayor parte del tiempo no restaba que debes en cuando Itachi quisiera molestarlo. Oh claro que no, si no lo molestara no sería un buen hermano mayor.
Por eso al verlo en el parque completamente solo, aprovechó para hacerlo.
—Que sorpresa, pensé que estarías con Naruto y los chicos-comentó sentándose junto a él en el mismo banquillo. Se parecían un poco, ambos con el pelo negro carbón y ojos filosamente oscuros, pero mientras Itachi usaba el pelo algo largo Sasuke lo tenía rebelde y corto.
—Hmmp-gruñó y ese sonido era el principal de su repertorio de contestaciones. Aparentemente no estaba de humor, tenía el ceño fruncido y el Ipod que sostenía estaba en una canción a medias, dándole a entender que se encontraba escuchando música con los audífonos que ahora reposaban en su cuello -. ¿Qué quieres?
—Solo quería saludarte, ¿A caso no puedo?-Sasuke estrechó la mirada.
—Piérdete Nii-san, no estoy para soportarte-aclaró levantándose.
—Padre ya te lo dijo ¿no?-sonrió como era característico en él -. Sobre el compromiso.
—Que tengas una prometida me tiene sin cuidado. Pero que quieran conseguirme una es otra cosa-dijo entre dientes.
—Solo quieren asegurar nuestro futuro-musitó en son de comprensión.
—Tú pudiste escogerla, yo tengo que asistir a estúpidas citas de matrimonio-rezongó.
—Si no estás de acuerdo solo niégate, sabes bien que no es obligatorio-recomendó, su hermano bufó y desvió la mirada -. ¿O es que no quieres hacerlo?
—Mamá…-comenzó -. Mamá dijo que podría encontrar a alguien como Chisa* para mí. Que igual que tú, podría encontrar una "maravillosa" novia-su tonó era agrio.
—¿Volvió a compararnos?
—Es inevitable que lo hagan-resopló -. Es realmente odioso.
—Entonces es verdad ¿no? si logra molestarte es porque también lo crees-habló sabiendo que Sasuke se enfadaría.
—Tú no eres mejor que yo-declaró irritado.
—¿Es así?-sonrió ante la mirada asesina de su hermanito.
—¡Por supuesto!-exclamó.
—Demuéstralo en ese caso. Por ejemplo, consigue una novia- Sasuke lo miró mal -. Oh, lo olvidaba no te gusta habar con las chicas. Para ti son una molestia ¿No? al parecer en eso no puedes superarme Sasuke- se burló y admiró la expresión de su hermano, le agradaba molestarlo, puesto que hacia caras iguales a las de cuando eran niños.
—Lo hare-aseguró -. Tú dices quien, cualquier chica está bien, veras que puedo lograrlo- era pan comido, cualquier chica era atraída por él, aunque fueran molestas y las odiara, sería capaz de conquistar a la que sea.
—Bien, entonces a ella-apuntó sonriendo, el moreno menor se giró para ver de quien hablaba su hermano mayor.
No lo demostró pero realmente se sorprendió de ver a Hinata Hyuuga, caminado con sus usuales pequeños y lentos pasos hacia algún punto desconocido. Tenía el pelo largo y azulado, piel blanca y ojos como un par de perlas. ¿Por qué tenía que ser ella? De entre todas las chicas que había, ¿Por qué precisamente tan extraña criatura? Eran compañeros de asiento en el instituto y sabia de sobra que era una persona terriblemente torpe y que parecía un avestruz porque siempre escondía su rostro al abochornarse por pequeñas cosas. Pero no podía retractarse no era algo que estuviera en su disco duro. Había dado su palabra y la cumpliría.
—De acuerdo, ella será.
Entró al salón y rebobino su plan mentalmente mientras clavaba con disimulo su vista en la chica que era su objetivo. Había pasado un buen rato pensando cómo iniciar su acercamiento y por lo menos tenía una noción de cómo hacerlo. No podía llegar de buenas a primeras y comenzar a hablarle, claro que no, quedaría dañada su imagen ante todos, no es que le importara mucho ese detalle pero en verdad que sería extraño ver que él iniciara una conversación con una chica, sobre todo porque ya era bien conocido su repudio hacia el sexo femenino. Cortesía claro esta de las lunáticas que se autoproclamaban sus fans. Sería difícil lograr su cometido, si se consideraba su forma de ser y que la chica en cuestión era un espécimen por demás raro.
Largó un suspiro y a paso pesado se acercó a su asiento, ahora agradecía que fuera ella su compañera de pupitre, cosa que estaba a su beneficio. Su penetrante mirada se enganchó en la delgada silueta de Hinata, observándola de reojo, analizando mas afondo sus ademanes, quería ver si había algo rescatable en esa chica, ya que por lo que sabia y había visto Hinata Hyuuga no podía ser considerada un prospecto de novia, absurdamente patosa, pasaba más tiempo en el suelo que de pie, e increíblemente vergonzosa, ningún chico además de su amigos podían acercársele sin temor a tener que ser responsables de un desmayo, pero debía haber más en ella. Era algo linda si la observaba bien, sus manos eran delicadas y se movían con nerviosismo en torno a un libro que desconocía si leía realmente o solo era una simple pantalla, sus orbes constantemente se movían hacia la puerta. Como si esperara algo.
—¡Hey Teme!-escuchó la atolondrada voz de su mejor amigo llamarle, notó que la ojiperla se sobresalto un poco y casi automáticamente se cubrió el rostro con el epítome, dejando ver desde su posición el carmín que nacía en sus mejillas. Ah ya lo entendía.
En realidad esperaba a alguien.
—Cállate Dobe-ordenó molesto-. Genial- pensó. Lo que le faltaba, no solo era extraña sino que además parecía estar interesada en el estúpido de Naruto Uzumaki, su mejor amigo desde el preescolar.
—Demonios contigo Sasuke. Tan temprano y ya estas de mal humor-reclamó el chico acercándose a él, se sentó en el escritorio delante del de ellos. Tenía el pelo rubio y ojos azules con un tinte infantil para su edad.
—No, pero quiero evitarme escucharte decir una estupidez por la mañana-contestó hastiado.
—Cabrón-gruñó el rubio frunciendo el ceño -. ¿Buscas pelea no es así?-ttebayo- se inclinó con intenciones de saltarle encima para golpearlo.
—Chicos ya basta, no empecemos el día como todos los demás-pidió alguien agarrando a Naruto del brazo. Ambos pudieron ver una mata rosa. Los ojos jades de Sakura Haruno reprocharon al par.
—Pero Sakura-chan-protestó el ojiazul.
—Nada de peros ya tengo suficiente con las reuniones del comité como para estar aguantándolos desde tan temprano-exclamó apartando un mechón de pelo rosado de su rostro. La pelirosa era bien conocida por su inteligencia además de ser la presidenta del comité disciplinario de la escuela -. Además deja de molestar. Por cierto Kakashi-sensei dijo que no ha recibido tu reporte de la novela Sasuke-kun -le comunicó -. Dijo que tenías que entregárselo a mas tardar el martes de la próxima semana- asintió, no es que no lo hubiera hecho, solo que había tenido otros asuntos y lo había olvidado por completo.
—¿Sasuke-perfecto-Uchiha no ha entregado una tarea?-dijo el Uzumaki completamente estupefacto-. Esto debe ser el apocalipsis-exageró melodramáticamente -. ¡Todos sálvense!-gritó aterrado. Minutos después se encontraba en el suelo gracias a un golpe en conjunto dado por la Haruno y el Uchiha.
—Estúpido Dobe-bufó.
—Pero si es raro que no hayas entregado un trabajo Sasuke-kun, ¿Necesitas ayuda?-Sakura era tal vez la única chica que podía hablarle sin que la quisiera asesinar con su mirada; la razón era sencilla, ella ya no estaba interesada en él. Antes si, era una de sus tantas fans pero luego de haber sido rechazada ella siguió hablándole y le aseguró que eso era cosa del pasado, además podía notarse que estaba interesada en otra persona.
—No, ya lo hare yo.
—Aunque si la necesitas, puedes pedírselo a Hinata-informó la ojijade inocente. El moreno se sorprendió y percibió que la mencionada se removió inquieta al escuchar su nombre -. ¿No es así Hinata? Después de todo tu sacaste una nota mucho más alta que la mía en la clase de Kakashi-sensei.
—¿Eh? Ah…b-bueno, y-yo s-si él l-lo q-quiere…-tartamudeó agachando la cabeza -. Tal vez pueda ayudarle-susurró cohibida.
—Entonces, después de clases Hyuuga- expresó mirándola fijo. No necesitaba ayuda realmente, pero era una muy buena excusa para acercarse a ella sin que pareciera extraño.
—S-si-escondió su rostro tras su copete.
—Sakura-chan, veo…veo pantaletas rosas, son lindas-musitó Naruto entre sueños -. No me toques ahí Sakura-chan-rió y su cara tenía una mueca pervertida. La susodicha se sonrojo notablemente y furiosa lo tomó del cuello de la camisa.
—¡Bastardo pervertido!-chilló arrojándolo contra una silla.
Bueno Naruto no era un obstáculo muy grande para superar. Si ella estaba interesada en él, conseguiría hacerla olvidar rápidamente.
El silencio reinaba entre ambos, solo siendo débilmente rasgado por el sonido del papel de las páginas al ser cambiadas. Estaban completamente solos en la biblioteca, hacia un par de horas que la escuela había terminado y ellos no eran de los que se ponen a hablar porque si, a él porque no le gustaba y a ella porque su nervios le ganaban. Era sorprendente que aun no se hubiera desmayado considerando que llevaba un buen rato temblando y moviéndose impacientemente.
—Hyuuga- fue el primero en romper el mutismo. La chica dio un respingo y se giró con lentitud.
—¿S-si? ¿T-tienes a-alguna du-duda?-inquirió con un hilo de voz.
—¿Por qué siempre tartamudeas? No te han dicho que es molesto-se golpeó mentalmente por decir aquella sandez -. Perfecto, ahora creerá que eres un patán-reclamó en su fuero interno.
—Y-yo-desvió su vista al suelo -.S-si, si-siempre me l-lo di-dicen. Pero…
—Entonces deja de hacerlo-recomendó aligerando su voz, lo menos que quería era asustarla.
—Es que, n-no t-tengo tanta con-confianza-susurró avergonzada.
—Eso debe ser agotador-musitó-. Hyuuga, acércate un segundo-pidió serio, ella se exaltó por la petición. Lo miró completamente aterrada y confundida -. No te hare nada-prometió. La peliazul vaciló por un momento, sus ojos divagaban entre él y otro punto de la habitación debatiéndose entre hacerlo o no. Finalmente obedeció, no era capaz de negarse -. Bien cierra los ojos, confía en mí-declaró al ver el temor en sus ojos perla. Lo hizo, cerró sus ojos. El corazón le latía desbocadamente.
—¿U-Uchiha-san?-masculló temblando ligeramente por estar tan expuesta y sin una pista de las intenciones del moreno. A ella le daba miedo estar a solas con él, porque le temía, Sasuke Uchiha le daba terror. Desde el primer momento, él tenía un aire que la hacía paralizarse, como si no pudiera escapar de su presencia. Como si tenerlo cerca la atrapara en alguna especie de laberinto terrorífico.
—No abras los ojos ¿Entendido?-cuchicheó cerca de su cara. La observó, temblaba más que antes y sus pómulos estaban inundados de sangre, los labios entreabiertos se movían ligeramente ante la incertidumbre de sus intenciones. Sonrió era como una oveja lista para ser comida por un lobo. Un lobo negro. Con sutileza alzó sus manos y las posó en e la cara de la ojiperla, haciéndola estremecer ante tal acto, una acción completamente inesperada por su parte.
—¿U-Uchi-Uchiha-s-san?- su boca se sacudió con horror.
—No tartamudez-ordenó -. Dejaras de hacerlo, si no quieres que…-sus palabras se quedaron en el aire cuando chocó sus labios contra los de ella. Su cuerpo se movió por la sorpresa e intentó resistirse tirando de ella misma hacia atrás. No pudo liberarse. Estaban de pie ahora, pero ella era su prisionera.
—N-no-suplicó cuando sus labios fueron momentáneamente liberados de los de él, lo empujó con sus manos -. Por-por favor- nuevamente la besó, aprisionó con una mano sus muñecas impidiéndole protestar. El pánico la invadió de pies a cabeza, nublándole la vista y cegando cada centímetro de su cuerpo.
Seria devorada.
—Cada vez que tartamudez, te besare-declaró soltando su boca, dejándola convertida en una muñeca de trapo sin fuerzas.
—¿Por qué?-estaba al borde de las lagrimas, jamás imagino que sería atacada por el moreno.
—Porque te quiero-contestó con voz grave.
—¿Q-que?
—Te lo dije-estrechó su mirada y se inclinó de nueva cuenta hacia ella. Hinata cerró los ojos esperando que la besara otra vez, temblando, siendo incapaz de mantenerse de pie con sus rodillas que eran semejantes a la gelatina. Se apiadó de ella, no quería que lo odiara de por vida, aunque ya estuviera mas encaminado a eso. Deposito gentilmente sus belfos en la frente de ella, una acción tierna por su parte -. No es mi intención que me odies-profirió alejándose para recoger sus cosas.
—¿Uchiha-san?
—Nos vemos mañana, Hinata-se despidió lanzándole una última penetrante mirada. Bien ya tenia un avance, si es que lo podía llamar así.
—No…puede…ser-musitó entrecortadamente cuando él había desaparecido.
Cayó de rodillas, puesto que la fuerza la había abandonada, no podía ser cierto ¿verdad? Sasuke Uchiha no la había besado ¿verdad? Lastimeramente el calor en sus labios le decía la realidad.
Estaba perdida.
Sasuke Uchiha la quería y ella desconocía sus verdaderas intenciones, porque era simplemente estúpido pensar que ella le gustaba.
El lobo negro quería devorarla.
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Continuara
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* Es el nombre de la Occ que es prometida de Itachi.
Espero que hayan disfrutado del primer capítulo.
Dejen sus comentarios y sugerencias, estaré gustosa de leerlos.
Nos leemos.
Yanne!