Hola a todas! Espero que les guste este pequeño fic que leerán a continuación, la verdad es que me inspire mucho en una canción de Noel Schajris "Mi Mejor Amiga", cada vez que la escuchaba me imaginaba esta historia, pero hoy me anime a escribirla... bueno aquí la dejo! :)
Link de la canción para que la escuchen! :D
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-dialogo-
"pensamiento"
Mi Mejor Amiga
Yo conocía como nadie cada detalle de ti
Sabia todos tus defectos y cosas que no es de decir
Porque son para mí.
Era primavera en la bella ciudad de Tokio y dos jóvenes se encontraban conversando en una hermosa plaza, estaba atardeciendo.
-Inuyasha ¿Te acuerdas cuando nos conocimos?- dijo una bella joven mientras miraba fijamente el atardecer, desde donde estaban se podía apreciar en su plenitud.
-Claro que si Kagome, tú estabas en esa fiesta junto al estúpido de Koga y cuando se quiso aprovechar de ti, te salve ¿A qué viene la pregunta? ¿Me puedes explicar que está pasando? ¿Para qué me llamaste? Tenía otras cosas que hacer, sabes –Inuyasha miro confundido y enojado a Kagome. Llevaban ahí más o menos media hora y no había hablado en todo ese rato, hasta ahora. La verdad es que desde hace un tiempo que ella estaba actuando muy extraño, cada vez que la miraba fijamente a sus ojos ella miraba a otra parte o cada vez que le tocaba el brazo para hablarle, se asustaba y se alejaba rápidamente de él, casi ni le dirigía la palabra, la verdad no entendía nada.
-Sabes, ese día creo que no te agradecí lo que hiciste por mí, si no fuera por ti no sé qué hubiese pasado conmigo- Kagome lo miro por unos instantes e Inuyasha por una extraña razón, se sintió muy triste, esos ojos achocolatados que siempre se veían alegres, ahora lo miraban melancólicos... ¿Qué le pasaba?- esa noche Koga estaba muy borracho y no estaba consciente de lo que hacía, yo…
-Kagome, si me llamaste para defender a Koga, no te resultara. Tú sabes que ese lobo no estaba tan borracho como para no saber lo que hacía en ese momento, así como tampoco lo estuvo ahora. Siempre hace lo mismo, se emborracha, hace estupideces y tú lo defiendes… ¡Pareciera que te gustara o algo así!- se sentía molesto la verdad, no entendía ese afán que tenía Kagome de defender a todo el mundo que la había dañado, para el Koga era una basura, siempre sería una basura.
Ahora dices: "Ya no puedo no quiero engañarte más…
Ya no puedo ser tu amiga, porque las verdad es que
siento mucho más"
-Pero si no hubiese sido por él, jamás te hubiese conocido- lo dijo tan despacio que le costó entender lo que dijo. Y tan rápido como lo dijo recordó ese encuentro.
*** 5 años atrás ***
Bien, debía admitir que la fiesta en la que se encontraba ahora ¡Estaba buenísima! Había muchas mujeres, música y lo que todo hombre necesita… ¡alcohol! No es que el fuese un alcohólico ni nada de eso, ¡pero vamos! ¡Tenía apenas 18 años! ¡Estaba en la flor de su juventud! Podía hacer lo que quiera.
-¡Inuyasha!- y ahí estaba su amigo de grandes travesuras desde su infancia, Miroku siempre estuvo a su lado desde que tenía memoria la verdad, cuando uno tenía un problema, el otro estaba ahí para ayudar, y cuando a uno de los dos lo atrapaban… pues la verdad es que los dos caían- ya estaba pensando que no vendrías Jajajaj ¿Que te paso?- cuando llego a su lado le paso un vaso con un extraño liquido adentro, de segura era alcohol.
-Lo mismo de siempre, ya sabes.
-¿Problemas con los viejos?
-¡Din, din, din! ¡Tenemos un ganador! - dijo sarcástico mientras daba un pequeño trago a su vaso, y no se había equivocado, era alcohol.
-¡Vamos! ¿No seas amargado, porque no vamos a saludar a Koga mejor?- le dijo travieso mientras literalmente lo arrastraba.
-¿Y por qué no mejor vas y te tiras de un puente?-Koga y él no se llevaban muy bien, es más... ¡Ni se llevaban! Había una innata rivalidad entre ambos que no se podía negar, siempre andaban compitiendo quien era el mejor, ya sea el mejor del futbol, de karate, quien tenía a la mejor mujer ¡En fin! Lo odiaba- aun no entiendo cómo me convenciste de venir a este lugar sabes- dijo mientras daba otro sorbo a su trago.
-¡Oh vamos! Es una fiesta hombre y sabes que ese Koga invito a todo el colegio como fiesta de despedida así que, deja de quejarte y por lo menos salúdalo- Miroku estaba buscando al mencionado con la vista hasta que lo encontró rodeado de puras mujeres- ¡Ahí esta!
Ambos se acercaron, aunque Inuyasha sin ninguna prisa, y al estar más cerca, pudieron ver como este sostenía muy firmemente a una mujer a su lado. Inuyasha no pudo evitar analizarla y grabar cada detalle de ella en su memoria, era hermosa.
Empezó su análisis desde sus hermosas piernas, las que podía apreciar gracias a la diminuta falda que estaba usando, pero sin caer en lo vulgar claro, subió la vista y pudo ver unos senos no tan grandes, pero tampoco muy pequeños, eran del tamaño preciso para unas manos grandes, unas manos como las de él, con este pensamiento no pudo evitar sonrojarse y que cierta parte de su cuerpo reaccionara.
Pudo apreciar su hermosa cabellera que le llegaba hasta más debajo de la cintura, se veía suave al tacto, pero lejos lo más hermoso de ella era su cara, tenía unos hermosos ojos achocolatados que estaban adornados por unas pestañas largas, su nariz era respingada, su piel tenía un bronceado exquisito y su boca… ¡Dios! Su boca era muy tentadora, le dieron ganas de acercarse y besarla y mordérselos, succionárselos, hacerles mil y una cosas. Jadeo ante este pensamiento ganándose la mirada extrañada de su amigo que siguió avanzando hasta que llegaron a Koga.
Al llegar, Koga presento a la mujer que se llamaba Kagome, al parecer era la nueva conquista de Koga y por una extraña razón, que no quiso analizar, Inuyasha se sintió muy enojado, no podía imaginarse como ella podía estar con Koga. Todos estaban charlando animadamente menos Inuyasha, lo único que hacía era mirarla. Después de varios minutos en donde estaban rodeados de puras mujeres, se sentía ahogado.
-Miroku, iré un momento al jardín, ¿De acuerdo?- estaba seguro que su amigo ni si quiera lo escucho, estaba demasiado entretenido hablando con una mujer, así que se dio la vuelta y se alejó. Necesitaba un poco de aire, había estada en todo la fiesta bebiendo y la verdad estaba medio mareado, estaba pensando seriamente que lo mejor sería irse de una vez a su casa, pero cuando se disponía a darse la vuelta escucho un grito de una mujer, de seguro era su imaginación, pero cuando se disponía a irse, lo volvió a escuchar y esta vez más cerca. No lo pensó dos veces y salió en busca de dónde provenía ese grito y ahí fue cuando lo vio.
Kagome estaba tirada en el pasto con Koga encima de ella, cuando los vio estaba dispuesto a irse, no se quedaría a ver eso y menos si era Kagome entregando a otro hombre, le molestaba… y mucho, pero cuando escucho el grito de Kagome supo lo que estaba pasando, Koga quería abusar de ella.
-¡Suéltame Koga! ¡Suéltame!- Kagome inútilmente trataba de zafarse del, pero estaba tan borracho que pesaba más de lo que de costumbre y estaba muy violento, eso lo demostraba sus adoloridas muñecas que eran firmemente agarradas por él y las tenía a cada lado de su cabeza.
-Vamos Kagome, sé que me deseas, porque no cooperas y así seré gentil eh?- le empezó a dar besos por el cuello dejándole unas marcas que de seguro.
-Por dios Koga, suéltame ¡por favor! No me hagas esto, ¡te lo suplico! ¡Estas borracho!- no pudo evitarlo y se puso a llorar.
-¿Qué no oíste? ¡Te dijo que la soltaras!- Kagome sintió como el peso de Koga era retirado de su cuerpo y pudo ver claramente como Inu… Inu… bueno, como uno de los amigos de Koga, le daba un fuerte golpe en su estómago, dejándolo arrodillado ante él.
-Que te metes tú, bestia, cof cof!- Decía mientras se sostenía el lugar donde lo golpeo y lo miraba lleno de ira- ¿Por qué no te vas y nos dejas solos a los dos eh?
Kagome, quien rápidamente al verse libre, se levantó y se acercó a Inuyasha buscando refugio, estaba asustada y antes que quedarse con un loco que quería abusar de ella, prefería quedarse con alguien que la había salvado. Koga al ver esta reacción por parte de ella se cegó por los celos y se lanzó contra Inuyasha para golpearlo en su mandíbula, pero previniendo lo que vendría, Inuyasha lo esquivo ágilmente y le dio otro certero golpe dejándolo esta vez desmayado en el piso.
-¿Estás bien?- no pudo evitar tomar entre sus manos el rostro de Kagome y limpiar cuidadosamente sus lágrimas- no te ves linda llorando ¿sabes?- ella lo miro y no pudo evitar que más lagrimas fueran derramadas por su hermoso rostro y se abrazó con fuerza a él.
-¡Estaba muy asustada! Pensé que nadie vendría y… y… tenía miedo- no pudo evitar que un pequeño hipo se le escapara de sus labios, lo que ocasiono que Inuyasha sonriera y la llevara lejos de ahí, lejos de la fiesta, lejos de Koga.
Ambos se acercaron a una banca que encontraron cerca de un parque y se sentaron. Inuyasha la abrazo y la acerco a su pecho para sentir como aun sollozaba en su pecho, debido al gran susto que había pasado. Si no fuera porque la tenía en sus brazos, volvería donde Koga y lo molería a golpes por lo que le había hecho.
-Lo importante es que estas bien y que nada malo te paso- se sentía tan bien tenerla entre sus brazos, le acaricio sus largos cabellos, comprobando que eran tan suaves como él pensaba. Dejo que llorara hasta que se sintiera mejor- ¿Mejor?- la miro directamente a sus ojos, los cuales estaban enrojecidos por el llanto, pero que la hacían ver hermosa de todas formas.
-Mejor, gracias- se separó de él, para la desilusión de Inuyasha y se arregló lo mejor que pudo su ropa- Discúlpame, tengo muy mala memoria ¿pero tu nombre es…?- Inuyasha la miro dolido ¿no se acordaba de su nombre? Él se sabía el suyo de memoria y solo lo había escuchado una o dos veces.
-Inuyasha, un placer- puso su mejor sonrisa fingida para no demostrarle que le había dolido esas simples palabras mientras estiraba la mano a modo de saludo.
-Un place Inuyasha, mi nombre es Kagome- sonrió mientras estiraba su mano. Como a pesar de lo que recién había pasado podía sonreír. Eso hizo que sintiera mucho más…. ¡Aprecio! Si aprecio por ella y que le agradara mucho más.
***De vuelta con Inuyasha y Kagome***
Inuyasha no pudo evitar que una sonrisa ante el recuerdo de esa noche, se quedaron horas hablando en esa banca y desde ese día se volvieron grandes amigos.
Ambos se volvieron el confidente del otro, se contaban sus secretos, sus inseguridades, sus mayores sueños, ¡todo! Kagome sabía todo de él, así como el de ella, no había secreto que no supieran y eso era raro debido a que ambos eran muy reservados en cuanto a su vida. Cuando llego la hora de elegir universidad, ambos quedaron en la misma en la ciudad de Tokio, pero el estudiando arquitectura y ella para ser profesora.
Es verdad que cuando la conoció se sentía… atraído por ella ¡bien! no solo atraído, le gustaba y mucho, y por eso al poco tiempo de conocerse, cuando ambos estaban en un bar compartiendo una que otra cerveza, no pudo evitarlo y le confesó a Kagome lo que sentía por ella, pero ella solo le dijo que estaba confundido y que lo único que podía ofrecerle era su amistad. Díganle estúpido, arrastrado o como quieran, pero prefirió mil veces tener su amistad que no tenerla a su lado.
Inuyasha volvió a mirarla, sentada en esa banca en donde conversaban por horas. Al mirarla pudo apreciar los cambios que ha tenido durante esos cinco años desde la primera vez que la vio, su cuerpo estaba más desarrollado, su pelo era más largo llegándole casi a sus caderas, su actitud no había cambiado mucho que digamos, ya que a pesar de tener 22 años y el 23, muchas veces debía tratarla como si hablara con una niña de 15 años, pero debía reconocer que esa actitud tan inocente era lo que la hacía atractiva para muchos hombres, pero para el ya no.
Tu conocías como nadie cada rincón de mi ser
Historias que a nadie he dicho
Secretos que solo a ti te conté
Todos esos sentimientos de amor que tuvo alguna vez hacia ella, ya no estaban, ahora solo era su amiga, su mejor amiga. Debía admitir que al principio, después de la confesión que le hizo, era extraño estar cerca de ella, pero como dicen por ahí El tiempo todo lo cura. Ahora la quería, claro que sí, pero era su amiga, su hermana, la cuidaba de todos, si alguien la lastimaba, ahí estaba el a su lado. Muchas veces los confundían y decían que eran novios en la universidad debido a la actitud celosa que tenía con ella, pero es que después de todo lo que ella ha pasado, ¡Sentía que debía protegerla!
-Kagome, en verdad dime ¿Qué está pasándote? Hace un tiempo que te noto extraña y ya no me hablas como antes…
-Inuyasha hay algo que debo decirte y… no sé cómo lo tomaras la verdad- agacho su cabeza encontrando mucho más interesante el pasto que se encontraba a sus pies que mirarlo a él.
-Pues dímelo, nunca ha habido secreto entre nosotros, sabes que me puedes decir lo que sea Kag- la miro con una sonrisa, esperando a que de esta forma encontrara más confianza y le dijera que es lo que hace tanto tiempo la estaba atormentando.
-Inu hace tiempo debí decirte esto... lo que pasa es que yo…-pero su conversación fue interrumpido por un celular, de hecho era el celular de Inuyasha que estaba sonando- Inuyasha, podrías apagar eso por favor- lo miro molesta.
-Es Kikyo, debe ser algo importante- y como si hubiese dicho lo peor cosa de todo el mundo, vio claramente como su cara pasada de una molesta a una llena de ira y enojada se paraba de la banca y desde la altura lo miraba molesta ¡Es más! Si las miradas mataran, estaba seguro que el ya no estaría ahí- ¿Kag?
-¡No me digas Kag! Sabes me harte de esto… desde que estas con Kikyo no es lo mismo, cada vez que estamos hablando y te llama, me dejas sola y al final te marchas, si tienes un compromiso conmigo, lo dejas botado solo porque ella te dice… ¿Crees que no sé qué ella te ha dicho que no te acerques a mí? ¿De verdad me crees tan estúpida Inuyasha?
-¡Pero qué te pasa Kagome!- bien, en este punto ambos estaban molestos, el por la forma en que le estaba hablando y ella…. Bien no tenía idea porque estaba molesta, pero no se iba a quedar atrás- ¿Por qué me dices esas cosas que son mentiras haber?-ambos estaban tan cerca el uno del otro que podía sentir la respiración del otro.
Extraño no tenerte aquí, dentro de mi vida
Y lo más triste es que perdí, lo que más quería
Debo confesar aquí, que nunca por nadie había sufrido así…
Mi mejor amiga…
-¡Porque es verdad Inuyasha! ¿O me dirás que miento? El otro día cuando se supone me acompañarías a comprar el regalo para Sango ¿Qué hiciste? Dime ¡Que hiciste!- cada vez que le hablaba le picaba con el dedo índice su pecho, tratando de esta forma que sus palabras tuvieras más efecto, o solo porque quería golpearlo, no lo sabía.
-Pues…- y como si recién se hubiese dado cuenta de lo que hacía, se dio cuenta que tenía razón... ese día Kikyo le pidió que la acompañara a casa de sus papas que lo habían invitado a comer, y no le pudo decir que no, es decir ¡Era su novia! ¡Su Kikyo!
-¡Ves! Sabes que digo la verdad ¡Esa arpía solo te quiere para ella! ¡No te deja compartir con nadie más! O mejor dicho, ¡No te deja estar conmigo!
-Kagome no permito que le digas así a Kikyo ¡Ella es mi novia! ¡Debes respetarla!-furioso la agarro de los brazos y empezó a zamarrear.
-¡Respetarlas mis polainas! ¡No merece ningún respeto mío! ¡Ahora suéltame!-inútilmente trataba de zafarme, pero entre más lo hacía, más la acercaba a mi cuerpo y así poder inmovilizarla.
-No te soltare hasta que me digas que te molesta tanto-la acerco más a él si era posible y Kagome repentinamente se quedó muy quieta y miraba hacia el suelo- Kagome que te molesta ¿Que no esté contigo? ¿Qué no te acompañara a comprar el regalo?… ¿Que este con Kikyo?- bien era una pregunta estúpida la última, pero no pudo evitarlo y esta salió de su boca antes de siquiera poder pensarla
-Sabes creo que lo mejor que podrías hacer es irte con tu noviecita y dejarme en paz… estoy cansada, cansada de luchar, cansada de las discusiones, cansada de todo-un suspiro se escapó de su boca y nuevamente trato de zafarse, consiguiéndolo esta vez y alejándose hasta quedar a una distancia prudente.
-No me iré Kagome hasta que me digas lo que ibas a decirme-si ella creía que se iría así nada más, estaba muy equivocada, ella lo llamo, lo cito ahí y si era para decirle algo, pues no se iría hasta que ella lo dijera.
-Olvídalo, ya no tiene caso…-¡no! ¡Eso sí que no! No iba a evitarlo ahora. Se acercó rápidamente a ella y la acorralo contra un árbol. Pudo observar como la respiración de ella se ponía irregular e inútilmente trataba de zafarse de la prisión en la que la puse.
Siempre fui claro contigo no eras tan solo una a más
Sí, me enseñaste a vivir, lo que nunca con nadie he
vivido jamás
-Kag, si crees que me iré sin sabes que es lo que te pasa estas muy equivocada- la miro ahí, a su merced, parecía una oveja desvalida que había sido atrapada por un lobo. Ante este pensamiento no pudo evitar que una sonrisa apareciera en su rostro y acercar su rostro a ella- ¿Me dirás que es lo que te pasa?-la miro directo a los ojos los cuales estaban esquivos.
-I.. Inu.. yasha basta… aléjate-sentí como sus manos trataban de alejarme, pero por una extraña razón eso me excito y solo logro que me acercara más a ella. No era la primera vez que estábamos así los dos, ya que siempre conseguía que me digiera las cosas de esta forma cuando se ponía necia, pero ahora era diferente. Podía sentir como sus pechos se apretaban contra mi torso, sentía el calor que emanaba su cuerpo, la sentí temblar en mis brazos y eso me animo a acercarme más aún si era posible- Inuyasha, aléjate ¿sí?- la vi cerrar los ojos como si quisiera huir de algo ¿A que le temía?
-Kagome, mírame- vi como negaba con su cabeza y eso solo me causo confusión, más que confusión, me sentí triste y no pude evitar que mi voz sonara así- Por favor… mírame- sé que no se pudo negar ante mi petición, ya que levanto la mirada y en ellos vi dolor, pero también vi deseo y no sé en qué momento o como paso, pero me encontraba atrapado entre los brazos de Kagome y sus labios.
Me quede en shock en el mismo momento que sentí sus labios sobre los míos, ¡¿Qué estaba pasando?! Trate de alejarla de mí lo más suave posible, pero solo se aferró más a mí. Podía ver sus ojos cerrados, sentía su respiración sobre mi cara, sentía como sus labios se movían contra los míos y debo reconocer que sabía cómo besar, pero eso no me hizo flaquear, aun trate de alejarla de mí tratando de hacerla entrar en razón cada vez que se separaba de mis labios
-Kag... Kagome… que… - cuando sentí su lengua rozando mis labios me sentí desfallecer, fue el roce más excitante que hubiese sentido en mi vida hasta ahora y no pude no responderle. Con un hambre que yo mismo desconocía la empecé a besar y la empuje contra el árbol y escuche como soltaba un pequeño gemido que me inundo por completo. Empecé a bajar mis manos hasta posarlas en su cintura y no pude evitar apretarla suavemente y soltarla, apretarla y soltarla escuchando como su respiración se aceleraba aún más y su beso se ponía más fiero.
Estaba tan concentrado besando a Kagome que no supo en qué momento ella había abierto mi camisa y ahora tocaba mi pecho de una forma… enloquecedora. Me separe de ella rápidamente al darme cuenta de que estaba haciendo.
-Kagome, esto no está bien, tengo novia, tu eres mi amiga, esto no debió pasar- me di la vuelta y me aleje de ella rápidamente, no fuera a hacer cosa que me lanzara sobre ella y... mejor ni pienso que podríamos hacer.
-Inuyasha, hay algo que quiero decirte desde hace tiempo- sentí como se acercaba a mí y me agarraba de mis brazos para darme vuelta, me miro a los ojos y con una mirada decidida me dijo lo que hace años había esperado escuchar- Te amo, te amo como no tienes idea y me duele mucho verte con Kikyo o con cualquier mujer.
-Kag… yo- y ahí estaba, lo que hace cinco años era lo que más anhelaba escuchar, pero ahora que estaba frente a mí, no es lo que quería oír.
-Sé que piensas que esto lo debí hacer hace muchos atrás y que ahora no es el mejor momento- la mire sorprendido, es lo mismo que estaba pensando en este momento, bueno no por nada es mi mejor amiga ¿no?- Pero ya no puedo más con este sentimiento, de verdad ¡Te amo!- sé que estaba esperando una respuesta ¡Algo! Pero ni mi cuerpo ni mi mente estaban reaccionando en este momento- dime algo Inuyasha
-Lo siento Kagome, pero yo no siento lo mismo que tú, amo a Kikyo- vi cómo me miraba por unos segundo, como queriendo decirme algo, pero solo se mordió su labio y agacho la mirada- te quiero Kag, pero solo como mi amiga, lo siento.
Me sentí la peor basura del mundo cuando vi sus hermosos ojos llenarse de aquel liquido salino que tanto detestaba ver, me acerque queriendo abrazarla, pero ella se alejó de mí en el momento que vio mis intenciones y eso me lastimo más de lo que pensaba.
-Entiendo Inuyasha, no es que estuviese esperando que me digieras que también me amaras ni nada de eso, solo… solo necesitaba decírtelo de una vez por todas-cuando me miro, vi todo el dolor que sentía en esos momentos, pero aun así me sonrió como siempre lo hacía.
-Kag...-intente acercarme de nuevo pero ella se alejó de mí.
-No te preocupes Inuyasha, yo… yo siempre estaré para ti, soy tu amiga, eso no va a cambiar, haremos como que no pasó nada ¿SI?- aunque por dentro decía que no, lo único que atine a hacer fue mover mi cabeza en forma afirmativa- te diré porque te llame Inuyasha.
-¿Mmmhh? ¿Y qué es?- no es que esperara que hiciéramos como si nada, pero el ambiente en el que estábamos ahora era muy incómodo, me sentía raro al tener a Kagome frente a mí, esquivando mi mirada, a una distancia bastante de mi como si tuviera lepra o algo así, no sé porque pero me moleste por su actitud.
-Me voy Inuyasha, la universidad me ofreció irme un semestre a Estados Unidos y… la acepte- me miro directo a los ojos esperando mi reacción la cual no se hizo esperar.
-¡¿Qué cosa?! ¡Como llegas aquí y me dices que te vas! ¡No puedes hacerme esto, escuchaste!- me acerque a ella sin importarme lo que acababa de suceder y antes de que pudiera alejarse la abrace fuerte contra mi pecho, la escuche llorar e inútilmente hacia esfuerzos por soltarse.
-¡Déjame Inuyasha! No tienes derecho de reclamarme ante mi toma de decisiones, eres un egoísta, insensible…. –no pudo continuar con segura era un mar de insultos porque se puso a llorar amargamente sobre mi pecho.
Como puedes perder tiempo para poderte alejar
Parece que se te olvida fuiste tú que me propuso una amistad
-Kag, no te vayas ¡Quédate a mi lado por favor!- no podía imaginar que haría sin Kagome, todos los días se iban juntos a la universidad, es verdad que ya no pasaban largas horas hablando ¡Pero éramos amigos!
-Lo siento Inuyasha, es lo mejor para mi carrera profesional… y también para mí- me miro con sus bellos ojos y me perdí en ellos- durante mucho tiempo eh tratado de dejar esto que siento por ti, pero tener aquí me lo hace difícil- ¿De verdad la estaba haciendo sufrir tanto como para que quiera irse? Fue tanto mi desconcierte y la culpa que sentí que cuando la sentí moverse en mis brazos, la deje libre inmediatamente- Yo… me iré y estudiare para sacarle provecho a esta oportunidad que se me ha dado y si tengo suerte- sentí como una de sus manos se posaba en mi mejilla haciéndome estremecer por el dulce contacto- te podre olvidar.
-¿De verdad tienes que irte?- retuve su mano en mi mejilla, cualquier persona que nos viera pensaría que somos una típica pareja de enamorados o algo así, pero aquí estamos… dos amigos, sufriendo, lastimándonos.
-Es lo mejor para todos Inu, Kikyo estará feliz con mi partida, tú podrás concentrar en ella si preocuparte que una niña como yo este molestándote y yo… yo podre olvidarte y cuando vuelva, volveré a hacer tu amiga de siempre- al ver su sonrisa parecía tan sencillo... ¿Pero de verdad quería que se fuera?
-¿Cuándo te vas?
-Dentro de 3 días
*** 3 días después ***
Ahí se encontraba el, tirado sobre su cama con la mente hecha un caos. Estos tres días lo único que ha pensado es en Kagome. No es que estuviese dudando de lo que sentía por Kikyo, a ella la amaba con todo su corazón, pero Kagome, ¡era Kagome! Su amiga, su confidente, su hermana y se iba a ir ese mismo día a estudiar lejos de la ciudad, lejos de su familia, lejos de él.
Suspiro, no podía seguir así. Si eso era lo mejor para Kagome, el la apoyaría, es decir, cuando él se le confesó también se alejó de ella un tiempo y después volvieron a ser grandes amigos, tal vez eso es lo que le hacía falta a ella y cuando volviera, seguirían tal cual. Con este pensamiento en mente se levantó de su cama y se dirigió a arreglarse para ir donde Kagome y acompañarla junto a todos al aeropuerto para irse
Mientras se bañaba, dejo que el agua corriera por su cuerpo, no pudo evitar cerrar los ojos y recordar ese beso que se dieron en la plaza, recordaba perfectamente el sabor de sus besos, la suavidad de su piel, podía sentir sus manos recorriendo su cuerpo y jadeo ante este pensamiento, ¡Dios! ¿Que había sido eso? Abrió los ojos y término con esa ducha que en vez de relajarlo, lo puso peor de lo que ya estaba.
Quería a Kagome, claro está, pero no podría ofrecerle amor, solo amistad. Frunció el ceño cuando se dio cuenta que hablaba como si quisiera convencer a alguien de eso y ese alguien era él. Sacudió su cabeza para sacar esos pensamientos y se vistió rápidamente para partir al aeropuerto donde seguro lo estarían esperando.
*** Aeropuerto de Tokio ***
Al llegar al aeropuerto, atrasado más encima, se encontró con que todos se estaban despidiendo ya de Kagome, por lo que apresuro el paso.
-Kagome hija, no olvide llamar cuando llegues a Estados Unidos y decirme como llegaste, ¿De acuerdo?- le decía la señora Higurashi mientras la abrazaba fuertemente- y no hables con ningún desconocido.
-Si mama, no te preocupes- sonrió mientras recibía muchos besos de su madre en su cara.
-Hermana, ¿Podrías comprarme unos videos juegos cuando llegues allá?- decía el menor de los Higurashi mientras miraba a su hermana que se agacho a su altura para revolverle el pelo mientras le sonreía.
-Claro que si enano, solo si te sacas buenas calificaciones, si no, no te daré nada- Inuyasha, que ya había llegado observaba como se despedía de varios amigos que tenía y cada uno le daba palabras de aliento para su nueva aventura.
-¡Amiga, te extrañare tanto mientras no estés aquí!- ahí estaba Sango, la fiel amiga de Kagome, nunca la había dejado sola en todos los años que él la conocía, le caía bien, pero cuando se enojaba mejor ni cruzarse por su camino.
-¡Yo también te extrañare amiga! Te escribiré y hablaremos por chat ¿Te parece?-le sonrió mientras limpiaba las pequeñas lagrimas que habían en el rostro de Sango.
-¿Y a mí también me escribirás y hablar por chat supongo, cierto?- bien, no debió decir eso, ya que vio como Kagome se daba vuelta lentamente para mirarme y quedarse callada por una largo rato según él.
"¡Tonto! ¿Se te olvido que uno de sus objetivos del viaje es alejarse de ti?" ante este pensamiento no pude evitar hacer una mueca que pase desapercibida para todos, menos para ella.
-Claro que si Inuyasha, aunque no sé si puedas, ya que eres un hombre muy ocupado- bien, eso tenía un claro significado para el... no le escribiría ni le hablaría por chat. Suspiro ante ese hecho y lo único que pudo hacer fue estirar sus brazos esperando que se le acercara y poder darle un abrazo que tanto ansiaba. Kagome lo miro por unos segundos, le sonrió y se acercó a paso lento para dejarse envolver por sus brazos.
Extrañaría tanto tenerla así, en sus brazos, sumisa a las caricias que le daba en el pelo, poder protegerla del mundo, sentir su aroma, su calor ¡Todo! Suspiro nuevamente, pero esta vez se ganó una mirada extrañada de Kagome, pero no le dio importancia y siguió en sus brazos por unos minutos más.
Escucho como su vuela estaba a punto de partir, debía dejarla ir, lo sabía, pero no quería, ¿Porque era tan difícil despedirse se los seres que uno quiere? Cuando se separó de sus brazos se agacho lo suficiente para depositar en su mejilla un suave beso de despedida, ganándose un sonrojo y una sonrisa de parte de ella
Ahí se encontraba ahora, mirando como su amiga se perdía entre el mar de gente para entrar a ese avión que la llevaría lejos, la extrañaría mucho y esperaba que esos 6 meses pasaran rápido. Con un suspiro dio media vuelta y se fue de vuelta a su departamento a seguir con su vida
Extraño no tenerte aquí, dentro de mi vida
Y lo más triste es que perdí, lo que más quería
Debo confesar aquí, que nunca por nadie había sufrido así…
Mi mejor amiga…
Fin cap 1
NO LO PUEDO CREER! Wuau! Hace tiempo que no hacia esto de escribir saben? Jajaj la otra historia que hice la otra vez fue cuando era más chica y la leo ahora y me di cuenta que faltan muchas cosas aun jajaj
Espero que les haya gustado la historia, Se nota que el pobre de Inuyasha esta medio confundido ¿O no? Hay muchas cosas que pasaron entre ambos, tengo pensado hacer el cap dos desde el punto de vista de Kagome obvio! Pero primero quiero saber si les gusto o no la historia, yo quede feliz con lo que hice y bueno.. esperare sus review!
Saludos miko kaoru-sama :D
Dejen sus reviews! Jajajaja :*