El director miraba con un semblante aparentemente tranquilo… el único fallo era su ceja que temblaba demostrando su asombro. Había hecho apuestas en cuanto tiempo tardaría en entrar el primer alumno por la puerta de su despacho por algún mal comportamiento. Ahora le debía dinero a su mejor amigo. Nunca había creído que un par de críos acabasen en su despacho antes, incluso, de empezar las clases.
Mandó salir a la chica primero después de echarle una bronca de las que duran más de media hora. La chica se fue sin cenar a la habitación, era parte de su castigo. Un castigo débil por ser el primero de muchos tantos y por aún no empezaron las clases.
El chico tuvo su otra ración de reprimenda a la cual se quedó dormido durante ella. Se acabó yendo sin que se lo dijese el director, se despidió con un nos volveremos a ver y se fue por donde había venido. En la sala solo quedaba el director y el jefe del comité.
-La chica debería tener un castigo más severo…
-Vitna está becada como todos. Cada uno que está aquí por su propio mérito. Cada uno tiene su característica… en esta beca se seleccionaron para que los compañeros consigan hacer que entre sí mejoren su formación. Ella es una pieza más de este rompecabezas en el que tú también juegas, Arthur Kirkland. Es tu trabajo controlarla… además del resto del consejo estudiantil Hetalia/Club de disciplina. Tienes un gran peso en tus espaldas… y sé que serás capaz de soportarlo.
Arthur sintió como su corazón latía con más fuerza. El director acababa de admitir que él era el mejor y que confiaba en él. Que ni su primo Alfred le podía hacer sombra… y un montón de cosas más como estatuas con su nombre y… bueno, su imaginación no tienen límites. Salió del despacho del director con una gran sonrisa cínica…
Hay tres tipos de personas:
- 1º: Las que se duchan.
- 2º Las que no se duchan.
- 3º Las que odian irse a duchar pero una vez que está en el baño le es imposible salir.
Ella era del tercer tipo. Después de aguantar al director había ido a su habitación y de allí cogió sus cosas y fue en busca del baño. Se metió en una ducha a regaña dientes… después de meterse bajo la ducha comenzó a divagar sobre la vida, la existencia y los gatos. Bueno… qué se le va a hacer. Estaba en el pequeño cubículo de la ducha que estaba por ahora limpio. La mampara separaba la ducha del resto del gran baño común. Tenía suerte que la ducha tenía donde colgar la toalla y su neceser con el gel corporal y el champú extra enorme comprado al azar… Llenó sus manos del champú y se lo untó por toda la cabeza. Era de esas personas que utilizaban en exceso los champús… un bote enorme solo le duraba dos semanas cuando a una persona normal le duraba un mes y medio.
Después de casi una hora y cuarto cerró el grifo del agua. Oyó como las chicas ya estaban al otro lado, impacientes a pesar de haber diez duchas más en la planta. Aunque teniendo en cuenta que en esa planta había pocas chicas no se deberían quejar.
Se enrolló en su toalla y salió. Se encontró con unos ojos verdes.
-Terrorista.
-Facha.
Se llamaron a la vez con sus respectivos motes "cariñosos". Dos pasos después de cruzarse ambos se pararon y se miraron el uno al otro. Ambos solo llevaban una única toalla. Arthur enrojeció al ver que la hermanita pequeña no era tan pequeña… y que las sudaderas podían esconder demasiadas cosas.
Vitna miró alarmada a su alrededor… estaba rodeada de tíos TODOS en condiciones muy expuestas como la suya. Era bueno descubrir que algunos de sus compañeros tenían cierta tableta de chocolate… pero preferiría descubrirlo cuando su cuerpo estaba casi por completo expuesto. Tragó saliva y rompió el profundo silencio expectante.
-¿Se puede saber que hacéis aquí panda de pervertidos? ¿No veis que el baño es de mujeres o es que ahora todos habéis reconocido ser de la otra acera?
Kirkland despertó del extraño sueño que lo impedía reaccionar.
-Eres tú la pervertida, este es nuestro baño. Así que agradecería que te pusieses algo de ropa y fuese directa al despacho del director. Está claro que eres tu quien se equivoca.
En ese mismo momento entró otra chica. Ni les prestó la menor atención. Fue a parase junto a otro chico, uno de los más altos que justamente tenía cara demacrada. Todos miraban atónitos como empezaba a desnudarse hasta que alguien la cubrió con una toalla.
-No es muy heroico dejar que una dama este expuesta ante estos estudiantes.
Se acercó a Vitna con una sonrisa, digamos la típica que sale en los anuncios… Le puso su enorme camisa alrededor de los hombros. Es chico era uno de los pocos que todavía estaba vestido.
Una tercera chica entró por la puerta. Se quedó en shock, no reaccionaba. Un chico se acercó a ella y le tapó los ojos.
-Esto es algo que no puedes ver, Cris.
La chica reaccionó y comenzó a golpearlo mientras le gritaba lo imbécil que era y que su nombre no era ese. Aparte de dejar todo claro que era el peor hermano del mundo por confundirla siempre con su gemela.
El baño de la tercera planta era un caos. Tal caos que el director se acabó enterando e hizo acto de presencia asombrado de ver la pequeña guerra campal que había dentro sobre a quién pertenecía el lavabo. Todo acabó con la voz profunda y alta del director…
-Es un baño unisex. ¡No debéis tener problema alguno! ¿O es que sois unos niños pequeños berreones? Dejad de quejaros u os pongo a todos a comenzar las clases mañana mismo sin fines de semana libres. Vosotros elegís. Este baño pertenece a todos los habitantes de la tercera planta. Tanto chicas como chicos. Ahora a dormir panda de críos.