PD: Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins y solo la historia y la trama es mia.

Llego un poco tarde a la casa; como siempre, soy lenta cazando desde que Gale ya no esta conmigo.

Si es cierto, vivo con Peeta Mellark desde que combatimos contra el capitolio, pero entre nosotros 2 no ha pasado nada; nada de nada.

A veces lo deseo, a veces lo odia pero aun asi siento que lo amo. El cocina y me alimento con sus mejores panes, yo cazo y traigo a casa las mejores presas de carne, compramos mantequilla, queso philadelphia, mermelada, miel y cosas asi para sazonar nuestros sándwiches.

Nos besamos poco, tal vez demasiado poco para vivir juntos, somos una especie de amigovios, que se quieren, viven juntos pero nunca se dicen te amo y nunca viene a cabo el contacto físico.

Fue ese día, ese día en el que enloquecí conmigo misma, tuve una pesadilla en donde estaban Prim y Rue corriendo por el capitolio, y una mutacion de Finnick las perseguía queriendo matarlas. –Aaaaah!- me despierto asustada cuando el muta logra alcanzar a Prim, sin embargo me doy cuenta que era solamente un sueño. Quise irme a la habitación de Peeta acurrucarme un rato a su lado pero el ya se había ido, aun asi Peeta dejo una nota que decía:

"Amor hoy regresaré temprano pues me prometiste algún día enseñarme a cazar" con amor Peeta.

Cogí la nota entre mis manos, la guarde en mi bolsillo y seguí mi mañana tranquila, desayune, me bañe y finalmente tome mi arco, mi carcaj con las flechas suficientes tomando en cuenta que Peeta nunca ha cazado y tiene una pésima puntería.

-Hola Katniss- escucho desde debajo de la casa. Inmediatamente pienso en Peeta y bajo corriendo a toda velocidad por las escaleras.

-Mi amor- le digo mientras mis brazos rodean su cuello, su fuerte y musculoso cuello. –listo para ir de caza?- le pregunto con tono retador y burlon a la vez.

El se rie, me coje la mano sabiendo que yo llevo las cosas, cerramos la caza con llave y nos vamos caminando hacia la pradera, para luego cruzar la valla que no esta electrificada nunca mas.

Llegamos, solo hay palomas hoy, y uno que otro granso, sin embargo solo logramos cazar 1 paloma gracias a que Peeta hace sonidos con su pierna falsa y su puntería de niño pequeño jugando con una catapulta. Finalmente ya agotados nos recostamos en un árbol mientras el agarra mi mano con suavidad, la acaricia con ternura y yo lo volteo a mirar, le sonrió y el me devuelve la sonrisa con un dulce beso en los labios, pero no se porque le metí la lengua a la boca, explore cada rincón que nunca había tocado antes, eso me éxito, y bastante.

Todo iva bien hasta que me di cuenta, otra vez, otra vez esa maldita hambre, o deseo debería llamarlo, ese que me hace desear mas de el. Siento como su mano jala de mi cintura para acercarme mas a el. Su respiración es caliente y sus labios bajan a mi cuellos, tengo ganas de gemir pero reprimo mis impulsos para que Peeta no pare.

Por debajo de su playera meto mis manos y con las yemas de mis dedos rozo con cuidado cada centímetro de su espalda. Las manos de Peeta no me tocan, yo quiero que me toquen pero Peeta es demasiado caballeroso como para tocarme sin mi permiso asi que decido quitarle la playera delgada y blanca, acaricio su pecho y lo beso por todas partes pero Peeta sigue sin tocarme, solo me besa, de la boca al cuello y vuelve a subir

-Deberíamos parar Katniss- me dice Peeta serio

-No Peeta!, no te dejare hacer eso, no hoy- le digo un tanto enfadada por cortar mi momento de lujuria.

Peeta no insiste mas y me sigue besando apasionadamente hasta que por fin siento sus manos intentado quitarme la playera, yo me detengo para ayudarlo y lo beso nuevamente mientras el acaricia mi cintura con suavidad.

Nos besamos un rato mas, quizá 5 minutos mas y recuesto a Peeta sobre las hojas secas del bosque, ahora sus manos están sobre mis pechos cubiertos con mi sencillo brassier negro

-Puedo?- me pregunta Peeta

Antes de responderle me lo desabrocho yo misma y me lusco ante el. Es la primera vez que un hombre me ve desnuda, porque Cinna no cuenta.

Peeta juguetea con mis cenos, los besa y da pequeños pellizquitos a mis ya erectos pezones, y cuando me veo recuerdo esos cursos de sexualidad de la primaria… Peeta también debe de tener algo mas erecto asi que bajo la mirada a su entre pierna para asegurarme. Y no me equivocaba, estaba duro como una roca, mas tieso que un edificio. No me resisto a tocarlo pero Peeta se aparta de mi

-Perdón Katniss, no pude….. Evitarlo- me dice un tanto sumiso

Le sonrio,me acerco y lo sigo besando mientras toco a través de su pantalón y siento poco a poco como se endurece mas. Peeta mete la mano a través de mi pantalón a lo cual no pude evitar gemir

-Ooooh Peeta mi amoooor- gimo al sentir su mano allí. El solo sonríe y sigue tocándome, o mas bien masturbándome con el dedo. Yo me quito el pantalón y el resto de ropa para quedarme completamente desnuda y pura ante el. Inmediatamente el también se quita el resto de la ropa y no puedo evitar alejar mi vista de esa cosota. Nunca había visto uno, y no pensaba que fueran tan grandes.

No olvides dejar tu comentario y presiena el bonon de allí -

para leer el siguiente capítulo aun mas HOT que este.