El primer capí de esto, ojalá les guste: adapta y/o suceden los vídeos: Bienvenido a África, "Por arte de magia", El carnicero parte 1, El carnicero parte 2, El primer encuentro, Hospitalidad y El ángel de la guarda.
Sí. La primera vez que lo vio lo hizo pícaramente, obviamente él no era un hombre común en África: Se le notaba lo estadounidense, era excesivamente musculoso para ella; tenía hasta la pinta de un turista promedio si no fuera por eso; alto y con acciones lentas al bajarse y registrar su jeep, comunes en quien no tiene prisa y no sabe qué hacer en tierras ajenas. Interesante.
- Bienvenido a África –una recibida le cae bien a todos, pensó Sheva, mientras emulaba una sonrisa corta.- Me llamo Sheva Alomar.
- Chris Redfield –espetó conciso mientras estrechaba su mano, no se veía un hombre de muchas palabras al parecer- Su reputación le procede Sr. Redfield. Es un honor. –Continuó ella condescendientemente.- Gracias. Llámame Chris –contestó él en un acto de agrado, y prosiguió- ¿Así que vas a ser tú quien me acompañe?
- Sí. La situación es más tensa que nunca desde el cambio de gobierno –. Me lo imagino. Dicen que se ha convertido en un paraíso para los terroristas. –la apoyó. Lucía un hombre bastante empático, creyó Sheva, por lo cual le preocupó por un momento qué sería de él allí, y se lo hizo saber- Y no creo que se alegren mucho de ver a un estadounidense, aunque sea de la BSAA… Por eso me han encargado que sea tu compañera; mi presencia los tranquilizará.
- Seguro que lo hará… -afirmó él y ambos rompieron contacto visual. Aunque, sin ser notado, Chris miró hacia un lado murmurando un leve "compañera". Sheva volteó y le sorprendió verlo mirando melancólico el suelo - ¿Estás bien? –le dijo preocupada.
Le miró fingiendo todo- Sí, perdona… No es nada. En marcha. –lo que no supo ella, es que había recordado la lápida de su fallecida compañera, Jill Valentine.
Ya en marcha, Chris empezó una conversación con aire a monólogo- El número de víctimas no ha dejado de aumentar a lo largo de todos estos años de combate. Cada vez más, me pregunto si merece la pena luchar por todo esto –Sheva lo observó disimuladamente por el rabillo del ojo, quiso saber qué rondaba su cabeza, como para decir aquello. Tal vez algo trágico.- Quizás lo descubra algún día –finalizó él flojamente esperanzado. De verdad era todo un personaje, pensó ella.
Cesaron su andar cuando un soldado, un poco más de color que Sheva, los detuvo; estaba armado y no tenía cara de saludar. Chris no entendió ni por asomo el idioma que habló con su compañera, lo que sí, se molestó bastante ante la forma brusca e imprudente en que la agarró de sus hombros y, posteriormente, trasero- ¡Quítame las manos de encima! –Espetó ella furiosa, alejándolo y entregándole un papel, luego se volteó hacia él y le dijo con cara amistosa- Vamos –Chris asintió callado, mientras advirtió cómo el sujeto miró la retaguardia de Sheva y luego a él, con odio. "Lo único que sé es…" pensó mientras llegaba a la altura de ella "que tengo una misión que cumplir, y voy a llegar hasta el final." Una puerta se abrió concediéndoles el paso.
Siguieron así por el curiosamente soleado pero lúgubre pueblo, su "misión" ahora era encontrar al carnicero y conseguir más información sobre lo demás.
Llegaron a una especie de corral pequeño y apuntaron toda la zona con sus pistolas. Sheva aún no asimilaba que hace momentos atrás mató un tipo, al cual otro le inoculó un parásito por la boca. Se aproximaron a una ventana; afuera había un gran alboroto y abucheó ininteligible.
Se encontraba una torre alta de madera, y un tipo con lentes dirigiendo la multitud con un megáfono. Poco y nada se entendía de lo que decía, hasta que- ¡No sabes de lo que estás hablando! ¡Idos todos al infierno!
- Espera un momento, es… -por instinto Sheva se apegó más a la ventana, pero Chris la detuvo delicadamente poniéndole su mano en el hombro. Lo miró consternada, no sabía qué decir. Él sólo desvió su mirada hacia afuera nuevamente. Todo era un caos.
Allí, estaba el carnicero que hacia instantes atrás les había instruido y entregado sus armas. Peor aún: había una grotesca bestia enorme, semejante a un verdugo y con un hacha gigante, que lentamente se acercó al primero y lo ejecutó. Ambos corrieron la cara; ella se tapó con la mano izquierda, él cerró los ojos. Todo fue silencio por un momento, y luego… griterío.
Nada parecía empeorar hasta que el tipo con megáfono los pilló, ordenándole a todo el pueblo de hostiles ir tras ellos. Retrocedieron un paso alertas, luego apuntaron con sus armas al vidrio.
Tenía miedo. Mucho. Con el equipo Delta y Josh nunca se había enfrentado a algo así, no entendía nada, ahora debían correr por el pueblo evitando morir por sus habitantes o el Ejecutor y su enorme hacha. Y Chris lo manejaba todo tan bien, casi calmado cuando Kirk informó que pronto llegaría con su apoyo aéreo, mientras ella no hacía más que comentar lo muchos que eran los enemigos. Gran compañera era.
Pronto escucharon el sonido de un helicóptero, junto con un mensaje en su intercomunicador- ¡Poneos a cubierto! –se agacharon tras la primera seudo-muralla que encontraron, luego escucharon cómo un cohete fue lanzado desde los cielos y voló gran parte del lugar. Aún no procesaba todo, hasta que sintió cómo Chris la rodeaba con su cuerpo, protegiéndole principalmente con sus brazos; no pudo evitar recordar un diálogo anterior que tuvieron, justo después de recoger sus armas con el ahora muerto carnicero:
"- Recuerda que somos un equipo. Pase lo que pase, nunca nos separamos. –Le dijo Chris mientras rompía una caja buscando algún suministro.- Tranquilo, puede que no esté tan cachas como tú, pero sé defenderme. –Respondió ella, casi mofándose de sus músculos."
Se pararon y corrieron un trazo corto tratando de restablecer el contacto.