Anna Kyoyama es una joven taquillera del metro con poca suerte en el amor. Su sueño es salir con Hao Asakura, un guapo ejecutivo que todos los días toma el metro sin fijarse en ella. Un día Hao tiene un accidente en el metro y, aunque Anna le salva la vida, queda en estado de coma. Cuando va a visitarlo al hospital, y los familiares de Hao creen que ella es su prometida, Anna no se atreve a decirles la verdad. La situación se complica porque Yoh, el hermano de Hao, empieza a sospechar que Anna no es la novia de su hermano y todo se complica cuando él se enamora de ella. Basado en la película protagonizada por Sandra Bullock ''Mientras dormías''.

Rescatando a mi príncipe

ANNA POV

Cuando era niña soñaba con ser igual que mi padre, recuerdo hasta el último detalle con él, era un verdadero filósofo, siempre me estaba diciendo: ''Anna la vida no siempre resulta como uno la planea'', claro que no me daba cuenta que se estaba refiriendo a mi vida.

Recuerdo las historias que me contaba y las que más me gustaban eran las que trataban de mi madre; me llevaba a la iglesia donde se casaron y me contaba cada detalle de ella. Una vez le pregunte a mi padre cómo sabría que estaba enamorada, y me dijo: ''Anna, tu madre me regaló algo que sólo alguien que me conociera bien pudiera dármelo, me regaló el mundo''….En realidad fue un globo con una luz dentro, pero para él fue el mundo…

Pues bien, la primera vez que le vi no me dio precisamente el mundo, sólo 105 yens (equivale aprox. un dólar) para el tren, pero yo soñaba todos los días con verle, acudía todas las mañanas de lunes a viernes, entre las 8:01 y 8:05 a.m.

Era maravilloso, era mi príncipe azul, cabello castaño largo, lacio y sedoso, tenía un cuerpo atlético y perfecto, y una mirada que hipnotizaba, y su voz tan encantadora… bueno, nunca nos hemos hablado y me imagino que su voz ha de ser así, pero sé que algún día lo haremos, sé que algún día encontraré la forma de presentarme y será perfecto.

Era un día frío en la ciudad de Tokyo, la navidad estaba por llegar y todo mundo se encontraba haciendo compras, la gente iba de aquí para allá y como el tren bala es uno de los transportes más usados en la ciudad, los taquilleros tenían mucho que trabajar, en especial una chica rubia, quien por no tener familia, siempre le tocaba trabajar en las fiestas. Claro, la paga por quedarse en esas fechas no estaba tan mal y un dinero extra le sería muy útil, así que aceptó como todos los años, quedarse a trabajar.

Anna se encontraba sola y aburrida en la cabina, era víspera de Navidad pero aún era temprano, así que casi no había mucha gente transitando. Estaba perdida en sus pensamientos cuando de pronto, el chico de sus sueños le compra un boleto para el metro, ella no se había fijado quién era, hasta que escuchó a alguien que le dijo:

-¡Hola, feliz navidad!- dijo el chico que ella siempre había amado en secreto, mientras Anna se quedaba embobada por su sonrisa sin poder decir nada, ya cuando él se había retirado, ella empezó a decir:

-Claro, bonito abrigo, te queda muy bien, feliz navidad igual, ¿quieres casarte conmigo? ¡Te amo! ¡Ay, Anna! Eres una tonta, desperdiciaste la oportunidad de tu vida.

Mientras Anna discutía consigo misma, a lo lejos pudo observar que unos ladrones se acercaron a su ''príncipe'' y lo asaltaron, cuando salieron huyendo uno de ellos lo empujó a las vías del metro haciendo que él a la hora del impacto quedara inconsciente, Anna al ver la escena salió corriendo para ayudarlo, con precaución bajó hacia donde él estaba para tratarlo de despertar.

-¡Auxilio! ¡Ayuda!- gritaba Anna. –Joven, joven, ¿se encuentra bien? Por favor responda, abra sus ojos por favor- insistía cada vez más Anna cuando de pronto escuchó el sonido del tren.- ¡Oh, no! Oiga por favor, levántese, un tren viene muy deprisa, es un tren bala, por favor.- Pero Anna al ver que no reaccionaba, actúo con valentía y con toda la fuerza que en ese momento surgió debido a la adrenalina, lo cargó y se empujó junto con él al otro lado de la vía.

Una vez salvados, el joven empezaba a abrir los ojos hasta que vio los de una chica que se encontraba encima de él, Anna al verlo así, le dijo con una enorme sonrisa:

-¡Hola!- pero el joven al escucharla se volvió a desmayar.