Bueno, aquí vengo a poner una idea que se me ocurrió ayer en la noche. No es uno de los mejores títulos que pongo, pero supongo que le va bien.
Esta historia esta narrado en primera persona, algo que yo no hago normalmente, pero de repente se me ocurrió esto.
Espero y les guste.
Love Thing.
7 de la mañana, la misma hora de siempre. Como todos los días, tengo que prepararme para ir al academia privada Yokai, así es el nombre de la escuela. Mientras hago mi higiene personal y arreglo mis cosas para el día, les diré un poco sobre mí. Mi nombre es Aono Tsukune, un estudiante promedio, con habilidades ordinarias y... bueno, lo que se diría, normal. Pero, eso no es lo importante. Lo importante en la preparatoria, además de la escuela, es en que círculo social te encuentras; sí, así es. Es la ley de todas las preparatorias. Y como soy un chico ordinario, no se esperen mucho.
-¡Tsukune! ¡Baja a desayunar!-. Escucho que mi madre me llama. Ella es Kasumi Aono, para mí, es la mejor madre de todas, tenemos el mismo carácter, tranquilo y amable. Esas palabras describen bien a mi madre.
-¡Ahora voy!-. Así son todas las mañanas, bajo a la cocina, donde me espera un par de panes tostado con mermelada de fresa, que es mi favorito, y jugo natural de naranja. Después de eso, es hora de ir a la escuela. Voy en bicicleta, para hacer ejercicio y estar en forma. Retomando lo que les dije sobre los círculos sociales, creo que es la cosa más tonta que se ha inventado. Ya he llegado a la escuela, es normal. Como de costumbre voy a mi casillero, para ver los libros de hoy. -¡Ahhh!.
-jajaja, ¡Idiota!-. Alguien me aplasta contra el casillero, y claro que duele. ¿El causante? Saizou Komiya, alguien que va en mi mismo salón. Él también es popular, pero no me malinterpreten, él no es guapo, ni esta en el equipo de fútbol. Este chico es un bravucón, es muy normal en las escuelas, y lo malo es que siempre esta molestándome. Quisiera meterle su merecido, pero mi forma de ser, no me lo permite.
-ah, ay, me duele. Será mejor ir a la enfermería.- Siento que mi brazo ha sido aplastado por un auto. El edificio de la academia es en forma de una H, a lado derecho esta un gran campo de fútbol americano, bueno, por ese lado esta la enfermería, donde las porristas del equipo, están ensayando. Es imposible no pasar por ahí, para ir a la enfermería. Ahí están las porristas, con su falda de color naranja un poco arriba de la rodilla, descubierto en el estomago, y en la delantera, hay una playera sin mangas de color blanca, que dice "Yokai Gakuen". Una de las chicas más codiciadas esta ahí. Tiene el cabello azul amarrado a una cola, sus ojos son púrpura, tiene buena delantera y es una de las chicas más sexis del campus. Ella es Kurono Kurumu, líder de las animadoras y es la chica que puede conseguir a cualquier hombre. Obvio que es por el cuerpo que tiene o tal vez es por que es linda o... bueno, tal vez no es una "santa" (o como se diría en el antaño, ya no es una "señorita"). Es una de las chicas inalcanzables para chicos como yo. Yo sigo mi camino hacia la enfermería, pero me acerco a las bancas en forma de escalera para ver algo peculiar. Alguien esta sacando fotos, con una cámara instantánea. Usa el uniforme desabotonado, su cabello es negro, tiene una banda roja en su cabeza, un amuleto con figura de lobo que es un collar y sus ojos son un poco rojos con violeta.
-oye, ¿Qué estas haciendo?
-¡Wahh! Ah, eres tú. No me asustes de esa forma.- Él es Ginei Morioka. Gin, para los cuates. Es mi mejor amigo; va en segundo año y yo en primero, pero asistimos al club del periodismo. Yo escribo los artículos y él hace las fotos.
-perdón Gin-sempai, ¿Otra vez tomando fotos de Kurumu?
-así es, se venden muy bien en el club de fans. ¿Otra vez Saizou?
-ah... sí, otra vez.
-ya dale su merecido a ese idiota, no puedes seguir dejándote.
-bueno, la próxima vez lo haré.
-siempre es lo mismo contigo, pero bueno. Nos vemos en el club.
-sí, Gin-sempai.
Después de ir a la enfermería, y que me pusieran una pomada para el golpe, es el momento de entrar a clase. Son 6 filas, yo me siento en la primera del lado derecho, hasta atrás. De pronto, toda la atención de los chicos se dirige a una sola persona. Una chica completamente hermosa, de piel pálida, ojos rojos, cabello plateado y un cuerpo muy bien dotado con muchas curvas, entra al salón. Esa chica es Akashiya Moka, es la chica más hermosa y más popular de todas.
-oh, ¡Moka se ve tan hermosa hoy!
-¡Todos los días se ve hermosa!-. Esos eran algunos de los comentarios que hacían los chicos sobre Moka. En verdad que es la chica más codiciada y también, inalcanzable para mí. He estado enamorado de ella desde el primer día en esta academia. A pesar de su actitud fría, yo pienso que es alguien muy linda... que hay más de lo que se ve a simple vista. Ella se sienta en la parte de en medio, donde Kurumu también se sienta por ahí. Aunque tiene el cabello plateado, es por herencia de familia y, sobre los ojos rojos, es una enfermedad extraña que solo ella tiene; no le hace nada al sentido de la vista, solo cambia las pupilas de color, a ella le queda muy bien.
-oye Tsukune, la clase ya va iniciar. Deja de mirar a Moka de esa manera.- Me dijo mi mejor amiga, Mizore Shirayuki. Ella es muy bonita, aunque los demás chicos no lo piensen así. Ella es algo solitaria y fría, pero cuando esta conmigo no es así, es una gran amiga. También va al club de periodismo, ella escribe novelas, es muy buena.
-no la estaba mirando... bueno, un poco.- Dije sonrojado, no podía evitarlo. Desde que me arrolló con su bicicleta ese día, no he parado de pensar en ella, sobre todo porque vi lo linda que Moka-san puede ser. Las clases pasaron como de costumbre, no pongo mucha atención, ya que solo observo a Moka-san. Es increíble como estar enamorado te puede hacer tan idiota o despistado. Llegó la hora del almuerzo, para luego ir a las actividades de mi club. Esta sería mi hora favorita, si pudiera estar en paz. La cafetería es como un campo minado, si haces algo equivocado con las personas equivocadas, lo pagarás. Siendo intimidado por Saizou casi toda mi vida, me he vuelto algo tímido, y aunque quiero declarar mi amor hacia Moka-san, no he podido hacerlo. Aunque... ¡Algo me alegra! Moka-san tampoco ha tenido novio, ha rechazado a cualquier chico que se le ha declarado, ¡Por lo que aún tengo oportunidad! Aunque... viéndolo de otro punto de vista, también es algo malo, pues tampoco tengo muchas posibilidades. Moka-san se sienta con Kurumu, a pesar de ser muy popular, y aunque puede tener al chico que quisiera, no le coquetea a nadie. Ella en verdad es diferente a todas las chicas, es decir, uno piensa que...
-Tsukune, vayamos a desayunar.- Mizore me jala y al mismo tiempo, me baja de mi nube. Nos sentamos en una de las tantas mesas que hay. Mientras sigo observando a Moka-san, desde lejos.
-¿Por qué no se lo dices?
-¿Qué? Es decir, yo... en serio ella me gusta, pero... creo que yo no le gusto a ella.
-¿Cómo lo sabes?-. ¿Cómo lo sé? Estoy más que seguro que ni siquiera sabe como me llamo. Si tan solo ese día que me arrolló, le hubiera invitado a desayunar o le hubiera hablado, tal vez... hubiéramos sido amigos. Pero eso ya es imposible.
-Mizore, ella es inalcanzable, jamás estaría con alguien como yo.
-Tsukune... no seas tan duro contigo mismo. Tú eres un chico muy amable, por eso somos amigos, en cuanto ella vea eso en ti, estoy segura que le gustarás.
-¿Cómo estás tan segura?
-por que soy mujer, sé como piensan las mujeres.-Ahí va otra vez con su instinto femenino. Tal vez tenga razón, y aunque suene muy convencida, yo me conozco y sé que jamás podría declararme.
-Tsukune, ya deberías de declararte, sino, alguien se te va a adelantar.
-hola Gin-sempai.
-hola Mizore.- Gin tomo asiento y como siempre, empezaría a darme ánimos de que me declare, como si él fuera un don Juan o la doctora corazón. -Tsukune, tienes que declararte. Va a pasar un año y tú ni has besado a una chica.
-¿Y tú ya lo has hecho?
-hmp, para que veas. Pero en serio, podrían robarte a Moka-san, aunque no los culpo, con ese cuerpo, ¿Quien no quiere a una mujer así?- Gin-sempai saco su cámara y fue a cazar las panties de las chicas. Gin-sempai era muy famoso, pero de pervertido. Pero era muy bueno, porque no lograban cacharlo, corría demasiado rápido.
-yo creo que deberías de decírselo, no tienes nada que perder, al contrario, tienes mucho que ganar.
-Mizore, ya deja de leer tantas novelas románticas, no sirven para nada. Soy demasiado tímido, no podría hacerlo si esta rodeada de gente, me matarían antes de llegar a ella.
-entonces hazlo cuando no tenga a nadie a su alrededor, será más fácil. Tienes que hacerlo.
La hora del almuerzo casi acaba. Por suerte ya he comido y Saizou no está, así que puedo estar tranquilo. Todos siguen adentro, yo, como no tengo nada más que hacer, voy por los pasillos. Lo que vi no me agrado en lo más mínimo. Moka-san estaba atrapada por el maldito psicópata de Saizou. ¿Qué hago? ¿Qué hago? Maldición, ¡Tengo que hacer algo!
-¡Oye Saizou! ¡Deja a Moka-san en paz! O... lo vas a pagar.
-jajaja, tú, ¿Qué vas a hacerme?-. Saizou liberó a Moka-san, menos mal. Pero solo lo hizo para darme una paliza.
-yo... yo voy a... ¡No voy a dejar que le hagas daño! ¡Si ella no quiere estar contigo, pues ni modo!-. Saizou me metió un golpe en mi nariz, tal vez fracturándomela, ¡Pues esto sí que duele!
-heh, deja de hablar tonterías. Nos vemos al rato, Moka.- Saizou se retira, después de dejarme en ese estado. Empiezo a creer que usa esteroides o algo así. Por que esto se siente como si hubiera tenido una manopla en su puño.
-oye, ¿Estás bien?-. Me preguntó Moka, ella se preocupa por mi. Tal vez si tengo oportunidad de que sea mi novia.
-yo... sí, ¿Tú estás bien?
-sí, gracias. Fue... muy valiente lo que hiciste, em...
-Aono Tsukune.
-¿Vas en mi salón?-. ¡Oh no! Ella ni siquiera sabe que existo. De verdad... que no tengo oportunidad.
-yo... sí, sí, la verdad es que sí. No hay problema por lo de antes.
-que raro, yo no te he visto. Bueno, luego nos vemos.- Ella se despidió con su mano y yo solo la ví alejarse. Luego de esto fui al club del periodismo, donde ya estaban todos. Solo eramos tres, contándome a mí.
-oye Tsukune.
-¿Qué pasa Mizore?
-hay dos cartas para ti, me pidieron que te las diera. ¿Cual de las dos quieres leer primero?-. Ella me las enseño; una tenía el dibujo de un murciélago bastante simpático, y la otra era de una calavera. Agarre las dos y leí la del murciélago.
-"He pensado sobre ese chico que te pegó. No pareces un chico vengativo, pero ese idiota necesita una lección. Entonces, como venganza, salgamos juntos..."- en cuanto leí eso, me sonroje e internamente, grite de alegría. -"... hoy a la salida, te espero Tsukune. Moka".
-¡OH SÍ!
-¿Qué te pasa?
-¡Me invitó a salir, Gin-sempai! ¡En verdad lo hizo!
-¿¡Qué?!
-¿En serio?
-¡ES EN SERIO! ¡Moka-san me invito a salir!-. Estoy tan feliz de recibir una carta como esa, jamás pensé que ella me invitaría. Era la oportunidad más grandiosa de mi vida, esta vez, podría confesarle mis sentimientos a Moka-san.
-oye Tsukune, ¿Y ya leíste la otra?
-em, no... de todas maneras, hoy estoy muy feliz, no creo que suceda nada malo.- Abrí la otra carta:
-"Aono Tsukune, este será el último día que alguien vea tú rostro, porque voy a golpearte hasta que mi brazo deje de moverse, JAJAJA. De tú peor pesadilla".- Después de leerla, tuve miedo y tire la carta al suelo. Esta vez, Saizou había llegado muy lejos. Yo en serio quiero estar con Moka-san, pero me temo, que ya nunca podré estar con ella, mientras ese desgraciado este ahí.
-Tsukune, ¿Estás bien? Te ves pálido.
-estoy muy bien, ¡De verdad! Yo... iré con Moka-san y le diré que la amo.
-¡Así se habla amigo!
Como si el tiempo volará, las demás clases pasaron rápido y la hora de mi cita se acercaba. Me sentía como un cobarde. Sin poder nunca defenderme de ese tipo, que más parece un gorila salvaje que podría matarme de un golpe. Al salir, y después de despedirme de mis amigos, miro a Moka-san.
-Moka-san, yo ya estoy aquí.- De seguro que mi cara se ve estúpida, porque Moka-san da una risita, debo de ser muy tonto.
-bueno Tsukune. Vámonos ya.- Ambos comenzamos a caminar, ella no me dijo a donde íbamos, pero no me importaba, porque estar con ella era más que suficiente. ¿Qué chico no quisiera estar caminando junto a ella de esta forma? Solo un retrasado o alguien que ya tiene novia. Yo quería preguntar, una cosa, antes de que me rompiera el corazón.
-em... Moka-san... ¿Puedo preguntarte algo?
-adelante.
-bueno... tú, eres muy bonita y... bueno, ¿Por qué lo haces? ¿Por qué sales conmigo?-. Tenía que saberlo, sí solo lo hacía por piedad o algo así, sería muy doloroso. Ella lo medito un poco, pero después me sonrío. Yo quede impresionado y sonrojado.
-todos los demás chicos son unos tontos, tú me pareces muy agradable, Tsukune. Aunque, en cierto punto, tienes razón. No tenía idea de que estuvieras en mi salón y eso que ya es medio año.
-ya veo...
-pero no estés triste, algunas cosas...
-¡No! Por supuesto que no, tú eres la representante de grupo y tienes muchas cosas que hacer, de seguro que se te van algunas cosas, ¿No?
-jaja, así es.- Ella me volvió a sonreír y esas mariposas que están en mi estomago, andaban como locas. No sé si ya tenía un afrodisiaco o algo parecido, pero... quería confesarme ahora mismo, además... Saizou vendrá a matarme, me confiese o no. Así que, tengo que armarme de valor y decirle que la quiero.
-Moka-san yo... tengo algo que decirte.
-¿Eh?
-tú... yo... tal vez no lo recuerdes, pero... tú me arrollaste con tú bicicleta un día y yo, desde ese día yo...
-¡Aono Tsukune!-. Maldito seas, es lo único en lo que podía pensar. Al fin había podido confesarme a Moka-san, y el maldito de Saizou aparece. Esto se acabó, nunca podré decírselo, no importa lo que yo haga. -ahora sí te las verás conmigo idiota.
-¿Qué quieres aquí, Saizou?
-jaja, deja que ese cobarde responda por si mismo, Akashiya Moka. Dime, ¿Prefieres estar con ese, que conmigo?
-hmp, por supuesto.- ¿Qué? ¿Escuche bien? Ella dijo que... yo estaba bien. -él es todo lo que ustedes jamás serán. Tsukune es mucho mejor que tú.
-jajaja, ¿Acaso la drogaste, Tsukune? Ese chico es solo un debilucho, no tiene ningún talento.- Saizou la agarró del brazo y la jalo con él, pero Moka-san no se dejaba.
-¡Suéltame imbécil!
-¡Suéltala Saizou!-. Quise quitarle las manos de encima. Quisiera decir que yo fui el héroe y le di su merecido, pero esto no es una película. Esto es la vida real, no es como en los animes que veo, donde alguien va venir a rescatarme, o como en un cómic, en el que secretamente yo tendría poderes y le meto su merecido con ellos, pero esto no es nada de eso. Saizou me dio un golpe en el estomago que me saco el aire y después, con otro golpe en la nariz, quede tirado en el suelo. Con sangre saliendo de mi nariz, era bastante y dolía mucho. Pero después vi como Moka-san le metió una patada en los bajos, Saizou quedo de rodillas y después se cayó.
-¡Tsukune! ¿Estas bien?-. Moka-san me tocó la mejilla, dirán que soy algo cursi, pero sus manos eran muy suaves y me daban cierto calor, pero no del que piensan, sino del otro tipo de calor, se sentía bien.
-yo... lo arruiné, ¿Cierto?
-¿De qué hablas?
-yo... solo quería tener una cita contigo, aunque solo fuera una vez, y ahora lo arruiné, pero supongo que no puedo defenderme. Yo solo quería decirte... que te quiero.
-..!
-no me atrevía a decírtelo, por que una chica como tú... nunca estaría con alguien como yo. Lograr estar contigo, es como subir una montaña.- De pronto, ella me limpia la herida con un pañuelo, con delicadeza y, puedo notar que esta sonrojada.
-tú no arruinaste nada, Tsukune. No tienes la culpa de que este tipo te persiga todo el tiempo. Tú eres diferente a los demás, eres amable, atento y eres muy... lindo, que incluso cuesta creer que haya alguien así.
-lo siento Moka-san...-. Lo que sentí después fue lo más lindo del mundo. Era mi primer beso ¡Y con Moka-san! Tal vez solo este soñando, sí es así, no quiero que me despierten. Mientras la beso, le doy un abrazo y ella también lo hace, se siente... bueno... se siente bien. Hoy aprendí que si tengo valor. Por que el valor no es meterle una paliza a alguien, sino proteger lo que más quieres.
No se esperen una continuación, aunque es claro que se quedan juntos.
Espero y les haya gustado.
Ya he arreglado unas faltas de puntuación.