Summary: Y no puedes evitar sonreír, no puedes evitar reír, no puedes evitar llorar, no puedes evitar enamorarte otra vez, no puedes evitar a Draco Malfoy en tu vida, simplemente no puedes. Ni podrás. Relato en primera persona.
Disclaimer: Ninguno de los personajes aquí involucrados me pertenecen. (:
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Y NO PUEDES
Y te lamentas mientras ves la portada de El Profeta, lo tiras sin importar que tu pulcra sala se vea desordenada gracias a el papel.
Y es que la mezcla de sentimientos no te deja en paz, acabas de leer semejante entrevista y ya no sabes que creer o que pensar. El encabezado no miente pero lo conoces tan bien que lograste descifrar cada mensaje oculto en las respuestas que el daba.
"Draco Malfoy: Un vistazo a la vida de un magnate que se está a punto de casar."
El titulo ronda por tu cabeza una y otra vez torturándote tan lentamente y de la manera más dolorosa jamás. No puedes evitar que las lágrimas salgan de manera casi inconsciente. El dilema es que nos sabes si son de tristeza o de felicidad.
Y es que tú lo sabías y aún tu corazón te lo decía, que él no te había dejado de amar. Y es que a veces te gusta recordar el hermoso romance con tu enemigo natural. Ese romance que terminó gracias al contrato familiar.
Sientes el dolor en el pecho al recordar cada palabra que te dijo antes de irse a comprometer, y es que te duele tanto que haya prometido tantas cosas y jamás las haya cumplido. Te duele tanto que hayas vivido los mejores momentos de lo que llevas de vida junto a él. Y te duele más que una promesa que ni siquiera él hizo haya roto lo maravilloso de los dos.
Haz llegado al punto de dejarle de creer.
Tal vez la ama, tal vez ya te olvido, tal vez ya ni te piensa, tal vez el ya no sufre como tú.
Por otro lado, ¿Qué hay de ella? A ella no la puedes odiar, ella no tiene la culpa, ella está en la misma situación que él, o eso realmente quieres pensar. Desgraciadamente, la sonrisa que ella tiene en la foto te hace dudar. Ella si lo tiene para amar.
Limpias tus lagrimas tratando se disipar esa maldita opresión en el corazón que sientes ahora mismo, te levantas al ver que una lechuza toca tu ventana con el pico. Recibes y abres el sobre que tiene tu nombre con la caligrafía más hermosa que hayas visto, sabes de quien es.
Hermione:
No leas literalmente, no creas, no pienses, no me olvides, todo lo que dije fue pensando en ti.
D.M.
Tienes que obligarte a leer la carta varias veces, pero tu corazón lo ha confirmado, tu mente lo va asimilando y lo que sospechabas que iba oculto en la entrevista, ahora tienes la certeza que era para ti.
Y no puedes evitar sonreír, no puedes evitar reír, no puedes evitar llorar, no puedes evitar enamorarte otra vez, no puedes evitar a Draco Malfoy en tu vida, simplemente no puedes. Ni podras.
Y es que simplemente no puedes porque él está aquí,
En tu corazón,
En cada fibra de tu ser,
En cada pensamiento,
En cada sentimiento,
En cada emoción,
En cada día de tu vida…
Y él está en este instante en tu puerta, mandando su vida al carajo, por ti.