Papel de cuaderno

El día que iban al colegio en su cuarto curso, se sorprendió de verla escribir en una especie de libro. La miró con curiosidad, pero no se atrevió a preguntarle.

Como Draco le había ordenado, no pedido, ordenado, ser su guardaespaldas durante ese curso, tuvo ocasión de verla más de una vez escribir en esa especie de libro que llevaba a todas partes.

- ¿Por qué no usas pergamino?

La rubia levantó la cabeza de lo que estaba escribiendo, sorprendida.

- Quiero tenerlo todo junto. Es…- se quedó mordiéndose el labio en un gesto muy suyo.

- ¿Una especie de diario?- le ayudó a terminar.

- Sí, algo así.

Esa navidad, en el Londres muggle, se encontró de frente con el escaparate de una papelería. Había un cuaderno, como los que ella usaba allí. Tenía dibujada un hada plateada en la portada y se cerraba con un lazo verde esmeralda. Sonrió al verlo y siguió caminando.

Pero al día siguiente volvió y se quedó mirando el cuaderno, de nuevo. Era tan ella que no pudo dejar de imaginarse cómo se sentiría si se lo regalara. Decidido, entró en la papelería. La dependienta le atendió de forma muy amable y le envolvió el cuaderno para regalo.

Pensaba dárselo personalmente, pero se acobardó. Le incluyó una nota anónima y se lo envió a su casa por lechuza.

Cuando volvió al colegio, ella usaba el cuaderno que él le había regalado.

- ¿Diario nuevo?- le preguntó con una sonrisa.

- Algo así- ella también sonrió- Me lo regalaron en navidad.

- ¿Ah, sí? ¿Quién fue?

- No lo sé, me llegó por lechuza con una felicitación, sin firma.

- Bueno, quien sea…

- Acertó. Me encanta.

Le miró un momento de forma extraña, como si quisiera decirle algo, pero finalmente, movió la cabeza y se fue.

A partir de entonces, todos los años le enviaba un cuaderno de forma anónima todas las navidades. Y, desde ese momento y mientras estuvo con ella en el colegio, la vio escribir en uno de los cuadernos que él le había regalado.


Adhy y Daphne le miraban en la sala común. Habían sido testigos de los intentos de adivinar a qué chica o chico correspondía lo que había olido Greg en la poción y a las negativas sonrientes de este.

Aprovecharon para acercarse cuando se quedó solo.

- Greg…

Levantó la vista con curiosidad.

- ¿Sí?

- Es Vega, ¿verdad?- ambas le miraron después de susurrar la pregunta.

- ¿Vega? No- su rostro y sus ojos mostraban sorpresa. Pero sorpresa genuina, no fingida. Ambas podían coger una mentira de un chico antes de que la soltaran.

Se levantó y se fue hacia su dormitorio.

- Adhy, no lo sabe.

- No, aún no lo sabe. Pero es Vega.