Epílogo

Carta a un hermano

Hyung maldijo su suerte.

Todos sus planes para aterrorizar a y vengarse del norteamericano no habían dado ningún fruto. De un momento a otro todo se había salido de control. Primero fue lo de subestimar al canadiense y que éste escapara para salvar a Inglaterra, el descuido de que su mellizo y los del eje perpetraran a su tierra, que su aniki huyera, haberse encontrado con los otros países luego de haberse fugado… En fin, que tenía mucho de lo cual lamentarse.

Sin contar que tuvo mucho que explicarle a su jefe sobre los pasados acontecimientos, quien no parecía molesto por el hecho de sus acciones contra la integridad de los demás países, sino que fallara en el intento. Él se sentía impotente y defraudado también, en especial porque había sido atajado por el puerco imperialista, el cual se había liberado de su trampa para después cogerle por sorpresa. Su maniobra de escape lo pilló desprevenido y fue lo suficiente para debilitarle y casi a punto de sucumbir ante él.

En fin, ahora el maldito estaba ocupado con un asunto en Medio Oriente, fastidiando por otros lados y no prestándole atención por el momento.

Quizá así fuera mejor. Tampoco quería saber nada de aquel maldito bastardo y sus aliados arribistas. Ya se las tendría que ver con él de nuevo cuando tomara más poder. Porque esto no acababa ahí, claro que no. Volvería a idear alguna estrategia para erradicar el mal conocido como America de la Tierra.

Pero eso tendría que esperar. Su aniki se había prestado para tomar la responsabilidad si volvía a hacer algo parecido. Pese a todo lo ocurrido entre ellos, no quería verle perjudicado por su culpa. Al fin y al cabo lo había defendido (así como Yong Soo, por mucho que odiara admitirlo) de sus enemigos, estando a merced de ellos. Debía mostrarle algo de gratitud.


Ya iban seis meses, y aunque en ese tiempo su aniki le había ido a visitar en dos o tres oportunidades (viajes que resultaban muy breves y distantes) con objetivo de monitorear un poco los pasos en los que andaba, no podía volver a conectarse con él. Sus sentimientos hacia el mayor no habían cambiado. Quizá lo único bueno que resultó de sus fallidos planes fue haber podido acercarse a él, haber saboreado sus labios y acariciado su cuerpo. Por un momento pensó que éste sentía lo mismo y le correspondería, pero eso cambió al notar la actitud y sus gestos a su persona.

No supo porqué, pero tuvo la impresión de que su mellizo del sur tenía que ver.

Antes de que su aniki se retirara, volteó para entregarle un sobre.

—Esto es para ti, aru —dijo el mayor, sobriamente.

Extrañado y confundido, recibió el sobre entre sus manos. Miró detenidamente a Yao, esperando abrir y leer la carta delante del chino, pero antes de que lo hiciera le dijo que era mejor que lo hiciera cuando estuviera a solas.

Tan pronto como la milenaria nación dejó la zona de su territorio, Hyung abrió el contenido del sobre para desdoblar la carta que había en su interior y así enterarse de que trataba.

Con inquietud vio que se trataba de una carta de su hermano. Pese a que su primera reacción fue tirarla, la curiosidad por ver lo que decía pudo más con él y optó por leer.

Hyung-nim

Sé que es posible que te abstengas de leer esto después de lo ocurrido, por esa razón esperé hasta ahora para escribirte esta carta con la esperanza que ya estés más tranquilo.

No estoy molesto contigo. Aunque no lo quieras creer y tenga que estarte diciéndolo, no te guardo rencor. Hay veces en las que sí, pero no es como esperaría que fuera teniendo en cuenta nuestra historia. Te sigo viendo como mi hermano a pesar que tú hayas dejado de verme como tal. Sólo soy un traidor para ti de nuestra sangre, alguien que rompió nuestros lazos para irse con Ame… el cerdo imperialista como dices.

Sabes mi posición al respecto, pero no es para eso que quiero que leas este mensaje.

Estuve al tanto del ataque que planeaste hacia mi territorio. Lo supe cuando fui a tu casa para encontrarme con mi aniki, quien en ese momento también se hallaba "cautivo" bajo tu cuidado. Quizá te moleste lo que voy a decirte, pero NO VOY A PERMITIR QUE HAGAS ALGO ASÍ JAMÁS. Estoy preparado para hacerte frente, haciendo uso de lo que sea con tal de proteger a mi pueblo así como tú estás dispuesto a hacerlo por el tuyo.

No planeo provocarte o amenazarte, sólo hacerte saber que estaré listo en caso de que te empeñes en irte en mi contra.

Debo aceptar que me has declarado la guerra, ya ni siquiera tratas de dirigirme la palabra sino es para decir que vas a atacarme. Eres mi hermano, y me enseñaste a que tenía que ser fuerte para sobrevivir. Tras la invasión de Japón dijiste que todo lo que necesitaba una nación para prosperar era el poder. Recuerdo esa vez en la cual, antes de irnos al lado de Rusia y America respectivamente, prometiste que te volverías poderoso, que nunca más sufriríamos lo que tuvimos que pasar con Japón. Te harías fuerte y poderoso, aún cuando eso significara soportar el terrible mando de la Unión Soviética, para protegernos y vivir juntos en paz. Yo también te prometí que daría lo mejor de mí mientras estuviese bajo la supervisión de America y así estar tu altura para cuando volviéramos a reencontrarnos.

Pero nunca imaginé el giro que darían las cosas.

Como sé que no hay caso pensar en el pasado, lo que quiero pedirte ahora es que tomes en consideración no provocarle problemas a nuestro aniki. Posiblemente si no has tirado ya esta carta, debes estar insultándome mentalmente al leer esta parte. Pero se trata de aniki y voy a protegerlo de tus errores. Sé que también lo quieres, y no harás nada como lo que hiciste para causarle problemas. Nuestro aniki te aprecia mucho… al igual que yo. Los dos te conocemos como nadie, pero nos cuesta hablar sobre ti. No es porque nos desagrades, todo lo contrario, no hallamos la forma de pronunciar tu nombre sin sentir una espina que atraviesa nuestros pechos. Te echamos de menos y esperamos que estos últimos años en que te has alejado de mí (y más aún del resto del mundo) puedan pasar pronto, y vuelvas a tratar de abrirte.

Supongo que es todo, no hay mucho de qué hablar teniendo en cuenta tu posición.

Solo una cosa más…

Te quiero, Hyung.

Te quiero.

Quizá nunca pueda decírtelo de frente, pero quiero que lo tengas en cuenta por si el mundo llegara a acabarse mañana. Con los eventos actuales no me extrañaría que pasara.

Sólo deseo que sepas que… no pierdo las esperanzas en que nos reencontremos de nuevo… y esta vez sea distinto.

Yo siempre te estaré esperando.


N.A: ¿No se esperaban esto? xD Como expresé, sentí que quedó muy en el aire el camino del norcoreano en el capítulo pasado, así que para compensarlo escribí este epilogo.

Y la carta semi amenazante del surcoreano… xD en un momento quise que sólo fuera emotiva y nostálgica para Hyung, pero su hermano también debía ponerse firme y dejarle en claro que no iba a permitir que lo agrediera ;)

No es mi intención hacerle bashing al personaje de Alfred xp De hecho, él me simpatiza y mucho ;) pero este capítulo lo enfoco en la mentalidad de Hyung, y es obvio que no se va a referir hacia él como su best friend xD Toda carga negativa hacia el estadounidense fue pensada a través de Hyung, échenle la culpa a él xD

Ahora sí, gracias por leer y a tod(o)as quienes dejaron sus comentarios y leyeron este fic x3

¡Mil besos para ustedes! ;3