Después de esta historia a dormir, adiós mundo :3
Pareja: Estados UnidosxInglaterra.
Disclaimer: Hetalia y todos los personajes que lo conforman no me pertenecen. El respectivo dueño es Himaruya Hidekaz.
Advertencia: Insinuaciones sexuales, rizos americanos.
Era sana curiosidad tirar el mechón que sobresalía en la cabeza de Estados Unidos, Inglaterra fue silencio al sillón donde ahora reposaba el joven y jaló un poco el rizo, Estados Unidos se removió.
Inglaterra elevó una ceja y empezó a frotarlo, Alfred se empezaba a ver molesto y acalorado, el inglés observaba el rostro del menor agitado mientras sus mejillas se empezaban a sonrojar, nunca lo había visto así, siguió deslizando sus dedos hasta que el americano abrió los ojos, el inglés retrocedió un poco sin quitar las manos de aquel conjunto de dorados cabellos.
–Artie... te di-dije que nunca tocaras mi.. ah, rizo...–el menor suspiraba un poco mientras se incorporaba con los ojos entrecerrados.
–¿O si no qué?–sonrió de lado y jaló nuevamente el cabello, Alfred cerró los ojos y jadeó un poco.
–Inglaterra... detente.–
–Tienes un punto débil pedazo de manteca y crees que... ¿no lo usaré? ¡ja y más ja!–
El inglés tiró un poco más mientras la espalda del americano se erizaba, el mayor empezó a sentir el aire tenso. Alfred levantó la cabeza que permanecía agachada con una sonrisa de lado a lado y los ojos entrecerrados, los ojos del americano eran morbo puro, Arthur jaló el cabello, pero al hacerlo, la sonrisa se expandió mientras se relamía los labios.
Estados Unidos tomó con rudeza la mano del inglés y lo tiró al sillón, puso la mano del Inglaterra en su espalda con dureza sacándole un gemido doloroso al anglosajón que ahora estaba con la rodilla de Alfred en la espalda, dolía, realmente dolía.
–Parece que el chico malo esta vez eres tú Inglaterra, creo que tendré que hacer algo al respecto.–Arthur sintió como el americano se pegaba a su espalda, incluso a través de la ropa podía sentir el calor de Jones, quien se acercó más, a la figura de Inglaterra, esta se arqueó con miedo cuando sintió el pantalón de Alfred rozando su trasero, la tenía dura, grande y le estaba punteando el ano a través de la ropa. Kirkland tragó fuerte, lo iba a aceptar, tenía miedo.
–Te dije que no lo tocaras Arthur, ahora tú pagaras el estado en que me has dejado...–la risa era maléfica, entre enojada y deseosa.
El inglés sólo exigió piedad, ahora lo sabía, no tenía que tocar más esa parte del americano, nunca más.
N.A: Basado en una tira, en la que Estados Unidos cuando le tocan el rizo en vez de ponerse súper indefenso como se dibuja a vece. Se convierte en un pervertido violador en serie, da risa xD