"No soy tan fuerte como lo pensaba, Kagami-kun".

Disclaimer: Kuroko no Basket es obra de Tadatoshi Fujimaki.


El camino de regreso ha casa curiosamente ocurre en completo silencio y ninguno de los dos dice nada.

Pero no es lo único inusual que sucede esa noche como el número 10 de Seirin ve en esos momentos al no escuchar más los pasos de su compañero de equipo tras él.

—¿Kuroko?

Kagami se detiene y se gira entonces, notando como es que éste mantiene su mirada fija en el suelo, reaccionando poco después de llamarle.

—Yo… —dice de pronto, alzando su vista para ver a su luz —. Lo siento mucho, Kagami-kun...

—¿Eh?

Que el número 11 se esté disculpando con él lo sorprende y confunde, y más porque ignora el motivo de porqué lo hace, así que espera que Kuroko diga algo más y por suerte eso hace, así que él le escucha.

—Es que no soy tan fuerte como yo creía, y por eso… hoy hemos perdido, lo siento.

Oh, así que es eso. Ahora Taiga lo entiende un poco mejor.

Kuroko se siente responsable de la derrota de esa tarde pero no ha sido su culpa. Sencillamente sucede que se confiaron demasiado y nunca pensaron que en el último cuarto aquel equipo le daría la vuelta al marcador al cambiar su táctica de juego e impidiendo que ellos volvieran a anotar y tomar el control del partido.

El resultado final del juego fue una derrota para Seirin… pero no por su culpa, como él cree, y se lo hace ver de la mejor manera que puede.

—Si tan sólo hubiera reaccionado más rápido, entonces...

Kagami le interrumpe al ver por dónde van sus palabras.

—Está bien… —trata de animarle al palmearle sin preocupación alguna la espalda—. De todos modos no fue tu culpa y nadie lo está diciendo. Fue un error de parte de todos, al confiarnos. ¡Pero les ganaremos de todas formas la próxima vez, así que cambia esa cara!

—Kagami-kun… —el de ojos azules se conmueve al escuchar sus palabras y ver su gesto.

Pero aquello hace que el mencionado se avergüence un poco por lo que trata de restarle importancia a ese punto y quiere cambiar mejor de tema. Eso es justo lo que hace a continuación.

—¡Muy bien, vayamos a comer, muero de hambre!

Kuroko se da cuenta de eso, de lo incómodo y nervioso que se pone su luz por lo que esboza una pequeña sonrisa para después seguirle al retomar su camino al contestar un:

—De acuerdo, Kagami-kun.

Y así, ambos se dirigen a Maji Burger.

Esa noche, Kuroko le compra un batido grande de vainilla a Kagami-kun como agradecimiento por hacerlo sentir mejor; él lo acepta, no sin antes fruncir más su ceño y murmurar molesto —avergonzado— cosas como "sólo porque ya no tengo más refresco y se me está atorando la hamburguesa", haciendo que Tetsuya vuelva a sonreír ligeramente y diga un "Sí" antes de beber otro poco de su propia bebida.

Las cosas esa noche vuelven a ser como siempre entre los dos. Su relación como amigos, compañeros de equipo y como Luz y Sombra, también. Mañana sin duda será otro día.

Fin.