NADA DE ESTO ME PERTENECE, LOS PERSONAJES SON DE WILLIAM JOYCE CON DREAMWORKS. SOLO ME DIVIERTO AL ESCRIBIR.
¡Hola! ¿Cómo están? Ya séque esta historia en teoría estaba terminada pero... cuando les dije que pensaba alargarla era en serio. Me tarde, lo sé y lo siento, pero aquí está este capitulo. Tengo otros dos con otras de sus hermosas ideas que espero también poder subir pronto =)
Mil Gracias a:
Michael Eduardo, hdzime, Zussi, Genaro Gomez, Dragon Oscuro, Fanatica1Asoaso, Sagitario, JuDDi, NoSoyunaGuestxD, Guest, Usagui13Chiba por sus hermosos comentarios en el último capítulo (Zafiro) Se los respondería pero dos cosas 1.-No tengo mucho tiempo y 2.-Casi todos me comentaron que les gustó el fanfic y que era triste despedirse de él. Tienes razón y me alegra decirles que espero poder aumentar a un montón más los capítulos de esta historia, basándome claro en las ideas que ustedes me den. No tengo palabras para agradecerles todo el apoyo que me dieron ¡Va dedicado completamente a ustedes!
Bueno, esta segunda parte de mi fic tendrá palabras completamente al azar, no seguirán ni un solo orden. Y serán en su mayoría, por no decir que todos, de las palabras e ideas que ustedes me manden ¡Pidan y se les dará! xD Aunque la temática central sigue siendo la pareja de Jack/Tooth, agregaré capítulos que le dan más protagonismo a los demás Guardianes =)
¡Eso es todo por ahora! Este capítulo es una continuación de Zafiro (capítulo anterior) y es el reencuentro que muchos de ustedes me pidieron.
¡Disfruten!
Abecedary: Parte 2.
Equinoccio
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Tooth estaba volando suavemente en una de las terrazas más apartadas de su Palacio. De fondo, las hadas entraban y salían con dientes o monedas dependiendo de lo que estaban haciendo. Todas ellas estaban también ansiosas y emocionadas al mismo tiempo, pero no actuaban como tal. Los últimos días Toothiana casi había sido un estorbo en su propio trabajo y las haditas de forma silenciosa decidieron hacer todo ellas solas. El Hada de los dientes agradeció a sus pequeñas tantas consideraciones hacia su persona.
El estar nerviosa no era para menos. El hermoso brazalete de zafiros nunca abandonó su muñeca en los tres meses que habían pasado. Todo lo contrario. Entre momentos libres Tooth se tomaba el tiempo de contemplar aquella joya. El zafiro brillaba bajo la luz del sol con una chispa de picardía que le recordaba tremendamente los dos ojos azules que tanto llevaba extrañando. Pero que, sin embargo, aceptaba que tenía otras ocupaciones.
Bunny la había visitado una o dos veces. El Conejo que había tenido más tiempo de salir le contó sobre cómo Jack se la pasaba creando caminos de trineos y peleas de bolas de nieve. Los niños reían y se divertían entre el manto blanco de agua congelada y las risas revitalizaban al joven espíritu del invierno. Según Bunny, era un espectáculo agradable.
Tooth nunca antes había sentido rabia hacia su trabajo hasta ese momento. Ella solamente salía en las noches a recoger dientes ocasionalmente, pero de noche, los niños estaban dormidos y Jack estaba al otro lado del planeta donde sí era de día causando más risas a los niños despiertos.
La esperanza de encontrárselo en alguno de esos momento desapareció al segundo mes ¿A quién quería engañar? Ella lo extrañaba demasiado. Cada día sin él era como si le faltara algo para estar feliz. Difícil de explicar. Durante siglos ella solamente se dedicó a su trabajo y con eso era suficiente. Pero ahora, sencillamente no podía. Hacía lo que tenía que ser, y veía en los recuerdos de los niños hermosos momentos únicos e inolvidables. Pero faltaba algo.
Faltaba una brisa fría, o fresca. Una risa, una broma, una sonrisa, unos ojos azules, un cabello blanco y unos brazos finos pero fuertes abrazándola por la cintura. Unos labios sobre los suyos.
Sentimientos de nostalgia fueron arrastrados por su persona día tras día, semana tras semana. Y ese día habían destacado un cúmulo de nerviosismos inmensos incapaces ya de mantenerse al margen.
Ese día era el último día del invierno.
El equinoccio empezaría a la medianoche.
El hada de los dientes miró al sol ponerse tras el horizonte y ocultar los rayos del sol para ser desplazados al otro lado del planeta. Las haditas rodearon a su reina, esperando que el eje de la rotación marcara la medianoche. Ya estando cerca la hora, Tooth voló hacia el cielo nocturno encontrando una vista espectacular cercana al meridiano. Y entonces, ocurrió.
Una especie de magia blanca comenzó a reunirse cerca de los polos, retirándose, volviendo a su origen. Al mismo tiempo que una estela de luces astrales era atraída casi magnéticamente por estelas verdosas que emergían del ecuador. Tooth sonrió maravillada. Siglos enteros había vivido y nunca se había tomado el tiempo para presenciar un equinoccio (o en general, cualquier fenómeno natural) con tanto ahínco. Las luces verdes crecieron desde la mitad del planeta y comenzaron a expandirse tanto al norte como al sur, haciendo que las estelas blancas apresuraran su viaje hacia el norte.
El invierno se iba. Y llegaba la primavera.
Los vientos comenzaron a cambiar. Ya no eran gélidos, ahora eran frescos, llevando toques de calor nada sofocante y sin una pizca de granizo. Un viento suave, fluido que daba vida y tranquilidad.
Y que, repentinamente, se hizo frío.
Jack Frost había estado esperando ese momento durante tres meses. Amaba su trabajo y le encantaba divertir a los niños, más ahora que tenía una magia especial que le facilitaba las cosas. Pero ahora que la magia invernal había cedido a la magia primaveral, tenía tiempo de sobra para dedicárselo a su querida hada favorita. El hada que había estado en sus pensamientos durante tres meses. El hada que representaba su esmeralda en el brazalete de su muñeca. El hada de los dientes.
Tooth sintió el viento frío y sonrió llena de felicidad ¡Lo reconocería en cualquier parte! No se asustó cuando sitió dos brazos delgados pero firmes alrededor de su cintura y un cayado de madera acorralándola contra el cuerpo frío del espíritu invernal. Jack se inclinó cerca de su oído, mientras el hada bajaba sus alas y se recargaba en su cuerpo, permitiendo que él la sostuviera plenamente.
—Hola—saludó él, de forma seductora.—¿Me buscabas?
¡Era una pregunta tan necia!
—No.—dijo entre risas—Estaba buscando al espíritu del invierno ¿No sabe dónde está?—se volteó un poco para verlo a los ojos.
Ojos azules, brillantes y pícaros, llenos de vida. Más brillantes aún que los zafiros.
Con una risa disimulada, Jack asintió.
—Sí, me dijeron que iba ir al palacio de los dientes… tenía una cita importante ¿Sabía usted eso?
Jack rodeó su cuerpo con los dos brazos y la cargó con ternura, Tooth ya no volaba y recargó su cabeza en el pecho de su novio.
—No tenía idea—fue su respuesta—¿Cree que tarde mucho? Tengo que hablar con él.
—Algo me dice que no saldrá de ese palacio en un buen tiempo.
Tooth rio, alzando la mirada para verlo fijamente.
Jack se perdió en sus ojos violetas y el color verde intenso de sus plumas, un verde que fácilmente podía opacar a la esmeralda. Unos colores tan brillantes que le hicieron enamorarse una vez más.
—Te extrañe tanto—le dijo el hada, sin bromas ni juegos de por medio. Solo el corazón en la mano y la verdad en sus ojos.
—Yo a ti más.
La voz de Jack tenía ese aire seguro y firme que iba acompañado de la verdad. Un tono de voz que a Tooth le parecía tremendamente varonil y más de una ocasión la dejaban desarmada. Para no variar, se derrumbó, y cayó literalmente a sus brazos aferrándose en un abrazo posesivo.
—¿Te parece si volvemos al Palacio?—la sugerencia de Jack estaba cargada con un montón de invitaciones que ella estaba más que dispuesta a aceptar.
Tres meses sin él fueron tan pesados. Y lamentablemente, serían un ciclo. Año con año eso pasaría.
Pero ahora, Tooth se había enamorado del viento primaveral y las luces verdosas del equinoccio de primavera.
El equinoccio era el reencuentro. El renacimiento de la naturaleza.
Y ahora, el renacimiento de su relación.
Corto y Cursi ¿Verdad?
Un aviso.-Antes de que se me olvide, como los demás drabbles que vendrán serán por diversión, es posible que en determinado momento me tarde en actualizar. Pero eso se los avisaré con más tiempo. Por ahora quiero disfrutar todas las idea que tengo y también las que ustedes me mandarán.
El próximo será Zanahoria ¿Qué se les ocurre? ¿Qué idea tienen para este fanfic?
¡Muchas gracias por leer! (si es que se acuerdan de este fanfic)
¡Nos leemos!
chao!