Capitulo XII
"Y después regrese a Londres. Ahí esta, eso es todo." Sherlock se recargo en su asiento y suspiro.
"Eso… es increíble," John dijo, sacudiendo su cabeza sorprendido. "¿Y tu 'suicidio'? ¿Cómo pudiste recordar que St. Barts estaba bajo reconstrucción cuando estabas bajo tanta presión?"
"Fui a mi palacio mental," Sherlock contesto. "Leí acerca del hospital meses antes."
"Increíble," John repitió, con sus ojos nublados. "Hiciste mucho por mi."
Cuarenta y cinco minutos antes el doctor de Molly les había pedido a sus dos acompañantes que se retiraran de su cama, incluso amenazando con prohibirle el paso a un recalcitrante Sherlock. Solo después de que John se paro a dos pulgadas del rostro de su amigo y lo amenazó seriamente con causarle daño físico Sherlock salió caminando furioso por el pasillo. Sentados uno al lado del otro en sillas sumamente incomodas, John pensó en distraer a Sherlock pidiéndole que le contara los eventos de los tres años que pasaron. Excepto que Sherlock nunca podía estar realmente distraído. Era como una computadora con muchos programas funcionado simultáneamente. Simplemente dejo que el programa de Molly trabajara en el fondo de su mente por un momento.
"Tu harías lo mismo," Sherlock declaro abruptamente.
"¿Qué?"
"Si nuestros papeles hubieran sido revertidos, tu habrías hecho lo mismo."
"Si, por supuesto. Pero el hecho es que te debo mi vida."
Permitiéndose mostrar el primer signo de fatiga frente a John, Sherlock cerró los ojos con fuerza, pero solo por unos segundos. "Estas luces fluorescentes son muy brillantes."
"¿Quieres un poco de té?"
Sherlock miro a su amigo como si le hubiera crecido una segunda cabeza. "Me parece triste que pienses que los tibios desechos de este lugar pueden ser aceptables."
"Un simple 'No gracias' hubiera sido suficiente," John dijo reprendiéndolo.
Vistiendo su bata blanca, el Dr. Morris camino hacia ellos.
"¿Cómo se encuentra Molly?" John pregunto mientras los dos hombres se ponían de pie al mismo tiempo.
"Sus niveles de O2 son mas bajos de lo que esperaba, pero tengo la esperanza de una recuperación completa," dijo el medico.
"¿Esta despierta?" Sherlock pregunto con poca cortesía.
"Despierta y vuelve a dormir."
John comenzaba a agradecerle al doctor cuando Sherlock paso casi corriendo junto a ellos. "¡Sherlock, espera!"
Ignorando a su amigo, el detective camino determinante por el pasillo hasta llegar a la habitación de Molly. En un rápido movimiento tomo los papeles con la información de su estado y se los lanzo a John quien lo había seguido sin perder tiempo. Mientras Sherlock se acercaba a Molly, se dio cuenta cuan pequeños y delicados eran sus brazos mientras descansaban fuera de las mantas. Le sorprendió no haberse percatado de ese detalle antes.
"Estoy en deuda con ella," murmuro para si mismo.
"¿Qué dijiste?" John pregunto, absorto en las anotaciones y la información de Molly. Busco los resultados mas recientes de sus análisis. "Algunos números son mejores que ayer. Otros no son tan buenos como deberían."
"Mejorara." La declaración forzada tenía un toque de pregunta.
Mirando la preocupación en el rostro de su amigo, John contesto tratando de animarlo. "Si."
Sherlock estudio las serenas facciones de Molly. "Cuando necesite ayuda, ella nunca lo dudo. Su disposición me intriga," murmuro de nuevo.
"¿Estas bromeando, verdad?" John pregunto incrédulo, cruzándose de brazos. Estaba seguro que incluso William, el taxista "oficial" de Sherlock, sabia que tan apegada era Molly a al detective. "¿Tu lo sabes?"
"¿Mmm?"
"Te pregunte si ya descubriste por que siempre ha estado dispuesta a ayudarte." Cuando Sherlock no contesto, John agrego, "Ella lo hizo por la misma razón por la que me salvaste. Molly se preocupa por ti."
"Ya déjalo," Sherlock dijo en tono de amenaza, metiendo las manos en los bolsillos de su abrigo negro.
"¡Espera un minuto!" John jadeo cuando la realización cayo sobre el. "¡En verdad lo sabes!"
"Basta," Sherlock gruño.
John dejo escapar una carcajada. "No puedo creerlo. Finalmente te diste cuenta de sus sentimientos."
"¿Puedes callarte?" Sherlock dijo enérgico, haciendo que Molly se moviera en su sueño. Preocupados, ambos hombres la observaron con cuidado. Molly frunció el ceño y movió las piernas un poco, después volvió a su estado de calma una vez más.
Sherlock bajo su voz y la señalo. "Mira lo que hiciste."
John no era un detective asesor, pero eso no quería decir que no fuera un hombre observador, especialmente cuando se trataba de la sutilidad en las frágiles emociones humanas. La careta que Sherlock utilizaba ese día no podía ocultar de su mejor amigo la preocupación de su voz o la aprensividad en sus ojos. Pero lo que llamo la atención de John fue como Sherlock se aferraba al sucio pañuelo de Molly.
La boca de John se abrió por la sorpresa. "Oh Dios mío… también te interesa, ¿no es así?"
La expresión de Sherlock se convirtió en toda una muestra de consternación y vulnerabilidad. Dándose cuenta de que tan incomoda era esta nueva "área" para él, John rápidamente miro los análisis de Molly. Paso las paginas hasta llegar a la hoja de registro y algo en la información capto su atención. Se alegraba de tener una razón para cambiar de tema. "¿Sabes que su cumpleaños es en dos días?"
"¿Por qué sabría algo así?" Sherlock tomo su postura habitual.
"Seria un buen detalle si le dieras una tarjeta."
John no tuvo que ver el rostro de Sherlock para saber que este rodo los ojos. "No puedo ver como una pedazo de papel sobrevaluado con sentimientos inútiles en el es necesario para conmemorar el nacimiento de Molly."
"¿Flores, tal vez? ¿O un regalo? Deberías de darle un regalo," John insistió, dejando los documentos en su lugar.
Sherlock pensó en la sugerencia mientras acariciaba ausentemente los dobleces de la cobija. "Necesita un nuevo cargador para su computadora."
"Esa tiene que ser la peor idea del mundo," John dijo. "Ninguna mujer en su sano juicio querría algo así como regalo de cumpleaños."
Sherlock lo miro con una ceja arqueada. "¿Por qué?"
Por mas brillante que fuera Sherlock, su falta de conciencia en lo referente a interacciones sociales y sentimientos hacia que el doctor se detuviera en seco. John pensó un segundo como podía explicárselo.
"Es mas importante que el regalo se significativo. Para ella. Piensa un poco en Molly. Piensa en ella," John enfatizó. "Los cumpleaños son un buen momento para hacerle saber a alguien lo que significa para ti, ¿de acuerdo?"
Sherlock frunció el ceño pero no dijo nada.
Los ojos de Molly se abrieron lentamente. Su mirada no revelaba dolor o miedo – solo una lúgubre aceptación de que no tenia el control de su entorno. Se fijo en la iluminación de la habitación y sintió la suavidad de la cama, pero no podía encontrarle el sentido. Solo hace un minuto se encontraba en un armario obscuro.
Molly giro su rostro para ver a Sherlock de pie cerca de ella, observándola. Ella frunció el ceño, una pequeña arruga se formo entre sus cejas. Como si fuera un sueño, ella trato de alcanzarlo con su mano.
"Hola," dijo él, tomando su mano y colocándola de nuevo en la cama.
"¿Dónde estoy?" Inquieta, Molly trato de quitarse la mascara de oxigeno.
"St. Barts."
Le tomo unos minutos reconocer el nombre. "¿Hospital?"
"Si. Te secuestraron. ¿Lo recuerdas?"
Eventualmente ella asintió.
"Moran esta en la cárcel," Sherlock continuo. "Parker, su cómplice, ha muerto. Estuviste involucrada en un accidente automovilístico, pero estas segura ahora."
Molly comenzó a llorar, causándose un terrible dolor que le atravesó el pecho. Otro destello que se sentía como una descarga eléctrica encendió sus costillas. Ella gimió involuntariamente.
"Estas molesta y adolorida," Sherlock observo. "llamare a la enfermera."
"Gracias," ella carraspeo, mordiendo su labio inferior. "Se siente horrible."
En un minuto, una joven enfermera (recién salida de la escuela Sherlock comento) llego e inyecto medicamento en la línea central de Molly.
"Eso te ayudara," la chica dijo alegremente. Coloco de nuevo la mascara de oxigeno y reviso las bolsas de suero antes de irse.
"Mañana es tu cumpleaños," Sherlock dijo.
Molly murmuro mientras una sensación fría se expandía dentro de su cuerpo.
"Mañana estarás mucho mejor," Sherlock decía mientras el sueño comenzaba a apoderarse de ella. Molly hizo un sonido como respuesta, un triste, y solitario sonido.
Algo se removió dentro de Sherlock mientras pensaba en como haber estado atrapada en la obscuridad todas esas horas debía de haber aterrado a Molly.
Piensa un poco en ella.
Sherlock dejo que las palabras de John hicieran eco en su mente. Después salió de la habitación.
Como era usual, Sherlock estaba en lo correcto. Molly despertó con más regularidad desde ese punto sintiéndose un poco mejor y permaneciendo consiente por tiempos mas largos. Cada vez ella hacia una rápida búsqueda de Sherlock por la habitación, pero el nunca estaba ahí. Decepcionada, se reprochaba a si misma por ser tan ilusa. ¿Por que Sherlock perdería su tiempo en su habitación de hospital?
La Dra. Lewis le dijo a Molly que estaba complacida con su progreso y describió sus heridas a detalle. Molly se estremeció mientras se enteraba de los detalles del accidente por medio de Lestrade, quien fue a visitarla y pedir su declaración. Mas tarde John y Sarah llegaron pero no permanecieron mucho tiempo. Aun nada de Sherlock.
Al día siguiente Molly tenía la cabeza mas despejada y fue capaz de comer un poco, lo que le ayudo a sentirse más fortalecida y tolerar un poco más el dolor. Estaba sorprendida de todo el descanso que su cuerpo necesitaba porque después de que retiraran su charola con el desayuno, volvió a quedarse dormida.
La siguiente vez que despertó, Sherlock estaba sentado junto a su cama. Vestía un traje a la medida color obscuro y una camisa azul claro. "¿Necesitas sedantes?" pregunto inmediatamente.
"No," ella contesto, adormilada.
"¿Qué necesitas?" pregunto él. Los dos sonrieron, recordando al mismo tiempo como ella había hecho esa misma pregunta hace tres años.
"¿Un poco de agua?" Molly se movió dolorosamente tratando de buscar una mejor posición.
Sherlock sirvió un vaso de agua y sostuvo la pajilla para que ella pudiera tomar algunos sorbos.
"Tengo muchas preguntas," comenzó Molly.
"Estuviste atrapada en el antiguo club nocturno de Andrew Parker, el Hot Spot," le informo. "Parker tenia deudas de juego con Moran, quien lo forzó a trabajar para el. La novia de Parker fue arrestada por ser cómplice de tu secuestro."
"¿Que era esa habitación extraña?"
"Una cabina de grabación, Parker había convertido su oficina en un estudio para su novia."
"¿Como… como me encontraste?"
Sherlock le dio una mirada arrogante a Molly. "Investigue y deduje."
Molly rio nerviosa. "Bueno, siempre estaré eternamente agradecida contigo por tener la oportunidad de ver otro cumpleaños."
"Ah, si, cumpleaños." Sherlock busco en el bolsillo de su chaqueta y de manera casual le entrego una pequeña y sencilla caja blanca. Molly se quedo sin palabras mientras la abría y sacaba un delicado brazalete con colgantes.
"Es hermoso," ella susurro, sus ojos de ciervo abiertos por la sorpresa.
Sherlock observo mientras ella examinaba cada colgante.
"¡Un libro!" ella dijo con gran deleite. "Tu sabes como amo leer. ¡Y mira! ¡Un gatito!"
"Están en tu blog," dijo como si fuera algo obvio.
Molly puso un mechón de su cabello castaño detrás de su oreja mientras una calidez la invadía por dentro. Sherlock Holmes había recordado su cumpleaños. Giro el brazalete para ver los colgantes del otro lado.
"¿Esto es un microscopio?" pregunto sorprendida. "¿Dónde rayos conseguiste eso?"
"Internet. Muy simple, en realidad."
"¿Pero este que significa?" Molly toco una pequeña estrella plateada.
"Polaris, la estrella mas brillante en la Osa Menor."
"¿Oh?" ella parecía perpleja.
"También se conoce como la Estrella del Norte. Los marineros creían que era un punto fijo en el cielo y que podían basar su navegación en ella."
"¿Como en el Soneto 116? ' Es un faro eternamente fijo que desafía a las tempestades sin nunca estremecerse; es la estrella para todo barco sin rumbo, cuya valía se desconoce, aun tomando su altura.'" Ella sonrió apenada. "Es mi favorito."
Sherlock asintió. "Cuando un marinero se adentraba en el mar, buscaba a Polaris y sabia que siempre lo guiaría de regreso a casa. Era su ancla. Lo hacia sentir… menos solo." Él la miro de cerca. "¿Entiendes?"
"La estrella era una ancla," repitió mientras la pequeña estrella se movía lentamente. Molly hizo un gesto y se disculpo. "Lo siento, debo de estar un poco mareada aun. No lo entiendo."
Restregando sus manos sobre su rostro, Sherlock se inclino hacia adelante y por un momento pareció dudar de lo que iba a decir.
"No importaba cuales fueran los peligros a los que el marinero se enfrentara o cuantos años estuviera lejos, él sabia que podía contar con esa estrella. Era su norte. Es por eso que necesita estar en tu brazalete." Sus glaciales ojos azules se suavizaron al encontrarse con los de ella. "Es parte de quien eres. Para mi."
Mientras comprendía el significado de sus palabras, las mejillas de Molly se sonrojaron. Con lágrimas amenazando por salir de sus ojos, extendió su mano con nerviosismo. Sherlock tomo el brazalete y lo abrió. Hábilmente lo coloco en la muñeca de Molly, la punta de sus dedos acaricio ligeramente la piel de su muñeca.
Molly moría por decirle a Sherlock que era lo que sentía por él, lo que significaba para ella, lo que el regalo quería decir. En lugar de eso, se llevó su mano al corazón. Lo que él le había dado era más de lo que esperaba recibir. Y ella lo aceptaría de la misma forma en que lo había aceptado a él – justo como era.
"Gracias," Ella susurro.
"No recomendaría que lo usaras durante las autopsias," él la previno.
Molly negó con la cabeza. "No uso joyería mientras… ¡Oh! Estas tratando de molestarme, ¿Verdad?"
Él simplemente sonrió. "Feliz Cumpleaños, Molly Hooper."
"¿Estas… entonces estas de regreso?" pregunto esperanzada. "¿Es seguro que vuelvas?"
Sherlock se puso de pie y asintió brevemente. "Finalmente he regresado a casa."
~Fin~
N/T: ¿Que tal? pues si, lastimosamente "The Lonely" llego a su fin. Realmente estoy contenta y agradecida por la respuesta que tuvo, y espero siga teniendo esta historia. Desde que la leí por primera vez me pareció excelente y de inmediato pensé en que seria bueno compartirla con ustedes. Quiero agradecerle primero que nada a Coloradoandcolorado1 la autora de esta historia, sin la que The Lonely literalmente no podría ser posible, por ser siempre tan accesible y atenta. Por supuesto también agradecerle enormemente a cada uno de ustedes que se ha tomado el tiempo y el esfuerzo de llegar hasta el final de esta historia, gracias a los lectores constantes y también a los anónimos, fue un placer traducir para ustedes. Una mención especial para Arual17 y ArielAlatriste les mando muchos abrazos psicológicos (como diría German Garmendia).
N/T(2): ¡Ah! Por cierto, si bien esta historia termina aquí aun nos quedan algunas cosas pendientes entre Sherlock y Molly, así que si quieren saber que es lo que sigue para ellos, bueno, esperen la segunda parte de esta historia " Broken Pieces" dentro de pocas semanas. Y solo para abrirles el apetito aquí les dejo un pequeñísimo avance.
Los ojos de todos se posaron sobre el detective asesor que definitivamente los fulminaba con la mirada. Molly rompió el incomodo silencio palmeando a Todd en el brazo. "¿Cuánto tiempo te quedaras?"
" Mi agenda es bastante flexible." El sonrió abiertamente. " ¿Estas libre para almorzar?"
" ¡No estoy haciendo absolutamente nada!"
" ¡Molly!" Sherlock se escuchaba molesto.
" Todo lo que necesitas esta aquí Sherlock. Estarás bien." Molly saco su bolso de un cajón de su escritorio. " Regresare pronto."
Después de que la pareja salió de ahí, Sherlock permaneció sentado totalmente quieto. John no creía haberlo visto parpadear siquiera. Entonces con un estruendoso ruido, se levanto del banquillo y salió intempestivamente del laboratorio.
" Bueno," John dijo en voz alta. "Esto será interesante."