Hey Arnold no es de mi propiedad, sino pertenece a Craig Bartlett y Nickelodeon,conserva sus derechos de autor.

Este fic fue creado sin ánimos de lucro, su objetivo no es otro más sino el de entretener.

"ALGO MAS QUE PASION"

CAPITULO 1.- DECISIONES

El aire fuerte pero silencioso, acariciaba cada parte de su pequeño rostro, jugaba con su rubia cabellera, un poco sucia y llena de ramas y hojas pequeñas, al mismo tiempo, secaba sus labios que delicadamente mordía con sus dientes, el sudor recorría lentamente su espalda hasta llegar al borde del pantalón, gotas de agua caían lentamente por su rostro agitado pero tranquilo, su corazón no dejaba de latir, ella se conocía mejor que nadie… sabia lo feliz que se sentía, tanto que las gotas de agua por aquella ligera lluvia comenzaban a mezclarse con sus lágrimas, -lágrimas de alegría- Pensaba ella, -no todos los días ves a la personas que amas encontrar a sus padres- Ella, al igual que sus compañeros de clase por tantos años, no podían resistirse a sentir la emoción de ver plenamente feliz a la persona que tanto les había ayudado a ser felices, a su querido amigo Arnold.

-¡Hijo! ¡Mira que grande estas!- Mencionaba su padre mientras lo observaba, no podía creeré que fuese su Arnold, su pequeño Arnold el que tuviera su esposa en sus brazos.

- Gracias a la vida que nos dio la dicha de verte de nuevo, mi bebe, ¡no sabes cuánto te amamos!, perdónanos por haber roto nuestra promesa de no abandonarte jamás, cuanto lo sentimos mi bebe…mi Arnold- Le decía su madre entre abrazos y sollozos.

El ambiente era agradable, hacia un poco de calor pero la ligera lluvia refrescaba la escena. El niño rubio no cabía en el lugar por la dicha y felicidad que sentía, no sabía si era verdad o ¿era acaso un sueño? Tantas veces había soñado con ese momento, desde que encontró el diario y el mapa, sus pensamientos no acaparaban otra cosa que no fuera encontrar a sus padres. Los observaba con esos enormes ojos verdes, ese verde tan vivos y llenos de vida, jama había sentido un amor como el de aquel momento, no era como amor a sus abuelos o amor a jugar beisbol, o amor a ayudar a sus amigos, no… ese amor jamás lo había sentido, era el amor familiar, el amor de sus padres… un amor que jamás cambiaria. Arnold, no sabía que decir, tenía tantas cosas por preguntar, quería saber todo! Todo! Pero solo se limitó a decirles:

-Los amo, no me dejen jamás por favor, jamás… necesito de ustedes, papa, mama… abrácenme.

"No me dejen jamás por favor, jamás… "La rubia de hermosos ojos azules, sabia quizás lo que esta frase significaba, había dos opciones y ella estaba segura que fuese lo que decidiera el destino, ella estaría tan feliz por el hecho de haber ayudado a su amado cabeza de balón a encontrar a sus padres.

Paso una semana después de esta única y perfecta escena de amor verdadero que todos presenciaron, y ahí estaban, situados al lado dela cascada Zapote, sentados en una enorme roca. El lugar perfecto para no ser interrumpidos por la nada. Ahora a diferencia de días pasados, estaban limpios, tranquilos y seguros de lo que hablaría.

-Antes que nada, gracias por tu apoyo, sin ti, esto jamás hubiera pasado.

-Vamos Arnoldo, no comiences con halagos o comenzare a creérmela.

-Sabes bien que no son solo halagos, todas las cosas que has hecho por mí, no sé cómo agradecértelas Helga.

-Bueno, solo para ayudarte, ¿qué te parece un emparedado de pastrani y unos mantecados regresando a Hillwood?- Sabia que se había arriesgado mucho al hacer este comentario, pero la duda la estaba consumiendo por dentro, tenía que saber de una vez por todas que pasaría después.

-Helga… veras, por eso te he pedido que me acompañaras aquí. Hay algo de lo que necesito hablar contigo.

Al terminar de decir esto, la pequeña rubia cerró fuertemente sus ojos, respiro profundo y lo miro cariñosamente diciéndole:

–Te escucho cabeza de balón

-No creo que ese emparedado de pastrani llegue pronto- Trago saliva y mirando hacia la cascada procedió diciendo –He hablado con mis padres y bueno, ellos no pueden salir de San Lorenzo así madamas, necesitan terminar algunos proyectos aquí en la aldea y arreglar detalles de su documentación, para serte sincero, ya no quiero alejarme de ellos, en verdad los necesito, no quiero sonar egoísta pero…

-No eres egoísta Arnold-Mencionaba la pequeña mientras lo miraba cálidamente- Eres su hijo, son tus padres, debes estar con ellos, recuperar el tiempo perdido. Son tu familia Arnold, ahora que los encontraste no debes de dejarlos así madamas, no lo hagas.

-Helga pero, admito que los necesito conmigo, pero… también te necesito a ti. No quiero estar sin ti Helga- Al mencionar estas últimas palabras, la voz del pequeño se quebrantaba en algo que sería un sollozo.

-Arnold, yo también te necesito. Y como te lo he dicho antes, te quiero pero el amor que yo puedo darte, no se compara con el de tus padres. Si te he amado todo este tiempo cuando ni siquiera sabias de mis sentimientos, ahora con mayor razón si sé que me correspondes.

Las palabras de la niña fueron sinceras y directas, no había más que ser fuerte para darle valor al chico y hacerle saber que todo estaría bien si el decidía quedarse a vivir en San Lorenzo, aunque eso significara el no verlo durante mucho tiempo. Ella lo amaba y lo había amado mucho tiempo atrás, en las buenas y en las malas, eso no tendría por qué cambiar ahora.

-Helga, solo tengo una pregunta que hacerte… ¿Me esperaras para que seamos oficialmente novios?

Helga brincaba de alegría, sus ojos esmeraldas relucían tanto, aún más que un cálido sol en verano, más que las estrellas en una noche sin luna e incluso más que en ese lindo beso que Arnold le habían robado días atrás.

-FLASBACK-

-Creo que estamos atrapados en este agujero Arnoldo- Mencionaba la rubia una vez que cayeron a un agujero demasiado alto para que estos pudieran salir fácilmente.

-Por lo menos estamos a salvo Helga

-¿Y qué si estamos a salvo? Afuera hay un corazón de ojos verdes por recuperar cabeza de balón.

-Así Helga... Sólo quería darte las gracias por todo lo que hiciste con los piratas, estuviste ... increíble, significa mucho lo que hiciste por mí.

-¿eh?

-…y bueno... yo también he estado pensando mucho... y... Llegué a la conclusión de que me gustas más de lo que pensé que me refiero ... yo ... te ...yo ... bien…

-¿Qué estas hacien…- Y fue en ese momento en el que Arnold sin pensarlo dos veces, tomo a Helga de los hombros y la beso-…do cabeza de balón?

El corazón de ambos latía a más no poder, sus miradas conectaron por primera vez tan elocuentemente que se olvidaron por completo del lugar en donde se ubicaban. Hubieran seguido así, si no hubiese llegado su amigo Gerald a buscarlos…

-Arnold! Helga! ¿Están bien? vamos, de prisa, debemos conseguir el corazón de vuelta! no se preocupen, voy a sacarlos de ahí en un momen…to…- No podía creer lo que había visto, su amigo de toda la vida besando a Helga G. Pataki... Wow…wow…hombre, me diga que no es lo que estoy pensando, ¿he? ¿Que estaba haciendo... ambiente?

-¿qué? ¿Quién? ¿Dónde? ¿Cuándo?- La rubia por primera vez en su vida, se perdió de saber que contestar…aunque ella misma sabía que no había escuchado de lo que el cabeza de cepillo había dicho.

-Gerald! fueron... que tenía... y luego me fue... uh…

-Sí, digas lo que digas Arnold… los vi- Le dijo con un toque de picardía y burla.

-FIN FLASBACK-

-Claro que si Arnoldo, te esperare… siempre te he estado esperando. ¡Pero si no regresas te las veras con Betsy y los cinco vengadores estúpido cabeza de balón!- Dijo con una mezcla de alegría y enojo mientras unas cuantas lagrimas caían a sus mejillas.

-No llores Helga, prometo que regresare por ti.

Al terminar de decir esto, tomo en sus manos la cara de la pequeña rubia y beso su frente, dando por terminada su promesa, esa pequeña pero importante promesa de amor.

-Me quedo a vivir en San Lorenzo- Termino afirmando el chico mientras tenía en sus brazos a su amada Helga… el más que nadie sabía que no sería fácil, pero la conexión que había entre él y Helga, era algo que solo ellos conocían y sabían que era muy difícil de romper.