CAPITULO IX

¿Qué sentiste?

De pronto sentí como Juliet se aferraba a mi brazo izquierdo, mientras yo mantenía mi mano derecha en la puerta.
-Detente.
-No, tu lo has dicho, ha sido un error… Todo ha sido un error, desde el beso, hasta el momento en el cual me arroyaste con el auto, el haber cruzado esa calle sin haberme fijado dos veces antes de cruzarla, el simple hecho de haber salido esa noche por el pedido de mi madre… como tu lo dijiste, fue un error.

-NO! El haberte conocido no fue un error para nada.
-¿Entonces que sentiste?
-Eso no tiene nada que ver.
-Te equivocas, tiene todo que ver.
-Me gusto. ¿Está bien? Me gusto, pero no debería ser así, no es normal.
-¿Que es lo que no lo es?

-Todo

-¿Por qué?
-No lo se

-El hecho de que nos gustemos es raro?
-¿Nos gustemos?
-Me gustas, y te gusto… ¿no es así?

-Yo, lo que pasa es que…. ¿Qué le diría a mi padre? Mi madre tal vez lo aceptaría, pero el no tiene la mente 'abierta' hacia este tipo de cosas…

-¡Eso lo hubieras pensado antes de comenzar a coquetearme!
La entendía, entendía que tuviera miedo de decirle a sus padres… vamos, que ¿quien no tiene miedo de contarle algo así a los suyos?, es una gran noticia para todo padre, y no es de lo mas fácil dar las explicaciones, ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Desde cuándo?, preguntas al parecer simples, a la que algunas veces no se les puede dar respuesta, muchas veces no hay un porque, aunque se pudiera decir que es 'porque me ha gustado esa persona sin importar por como es' pero el cómo y el cuándo es imposible de responder, o por lo menos para mi si, no es como que hubiera despertado una mañana y hubiera dicho 'desde hoy soy bisexual', contrario a eso, bastante tiempo estuve evitando decirlo, ni siquiera yo misma podía aceptarlo, el ser diferente a lo que tus padres pensaban siempre será una gran noticia para ellos más que para cualquier persona, pero al final si bien puede que no te apoyen te terminan aceptando… de alguna u otra manera.

-…
-Deberías de saber que puedes contar conmigo para cualquier cosa, sé que no nos conocemos de toda la vida, pero si has tenido la confianza de compartir con una completa extraña tu casa, ¿por qué no también pedirle ayuda y apoyo de vez en cuando?

-Pero…
Le calle con un beso, uno bien correspondido de su parte.
-Me gustas, te gusto, tenemos tiempo para conocernos más, no hay que complicarnos, ¿para que?

-Mi padre…
-Veremos cómo arreglaremos eso, juntas, a su debido tiempo.

-Gracias
Susurro mientras se acercaba a mi y me abrasaba con todas sus fuerzas, y yo sin dudarlo acepte su abrazo, sus lagrimas comenzaron a caer, lo podía sentir en mi hombro, pero algo en mi me decía que no eran lagrimas de tristeza.

Le amaba a pesar del poco tiempo que había pasado hasta entonces con ella, solo que en esos momentos aun no lo sabía.