Summary: Juvia al fin se ha rendido, ha decidido dejar atrás a Gray luego de que éste la rechazara y terminara con todas sus esperanzas. Ahora él se dará cuenta de que tal vez sienta algo más que una simple amistad por ella ¿Será muy tarde para recuperarla? (AU)

Disclaimer: "Fairy Tail" No me pertenece, tampoco sus locos personajes, son propiedad de Hiro Mashima. Solo me queda el consuelo de utilizar a esos dementes para cuanta locura a mí se me ocurra.

Aclaraciones:

Diálogo: -blablabla.

Flashback: Letras en negrita

Cambio de escena: _


Capítulo I - Juvia se ha rendido.

Juvia caminaba por los pasillos del colegio algo desganada, ayer había pasado todo el día estudiando, bueno estudiando y pensado en Gray-sama. Venía caminando como una zombi pensando en lo mal que saldría en la prueba hasta que sintió que chocaba contra un cuerpo, levantó la vista y lo vio a él que le sonrió algo nervioso.

-Juvia - dijo Gray mirándola a los ojos esperando alguna respuesta, pero como había ocurrido frecuentemente, ella solo le sonrió de forma algo forzosa y pasó a su lado dejándolo parado ahí.

Él fue en su misma dirección luego de dejar salir un suspiro, recordaba perfectamente los hechos de hace una semana.

Flashback (Hace una semana)

Era el día de San Valentín y como siempre las mujeres no dejaban de llegar con sus regalos, la sala de clases estaba inundada de la presencia de las féminas, que esperaron el receso para dirigirse al salón que se jactaba de la presencia de los alumnos más atractivos del colegio "Fairy Tail", éstas hicieron una larga fila que se extendía desde la enfermería hasta la puerta de acceso al salón. Cada una de ellas se presentaba frente a los más bellos chicos, claro, los preferidos eran Lyon, Gray, Natsu, Loki, Gajeel y Jeral que ya tenían bajo su poder varias cajas de chocolates.

-Lyon-sempai por favor reciba estos chocolates - se escuchó decir a una de las chicas con el rostro sumamente sonrojado dando los dulces al albino que los recibió con una sonrisa pícara, haciendo que la joven se desmayara para luego ser quitada del lugar a rastras por las demás que estaban esperando su turno.

Mientras se podía ver a Juvia ardiendo en la rabia, no quería que esas se acercaran a su Gray-sama que hasta el momento había rechazado a más de 5 que iban llorando hacía los pasillos. Ya contaba 5 lápices rotos en su haber que fueron víctima de la furia de la peliazul que era observada por Erza, Lucy, Wendy y Levy a quienes se les bajaba una gotita por la sien al ver tal acto de celos.

-Tranquila Juvia-chan, estoy segura que Gray no aceptará a ninguna de ellas - tranquilizó Levy recibiendo una mirada furtiva de Juvia que desprendía humo por los oídos.

- Estoy segura de que no aceptará a nadie, es algo inhumano, solo mira como las rechaza - objetó Lucy con algo de miedo.

- El poder del amor es grande, no te rindas - alentó Erza haciendo que las otras se giraran a verla, se podían ver las olas chocando con su cuerpo por la determinación con la que hablaba y por la pose que había adoptado haciendo un puño con una de sus manos manteniéndolo en alto.

- Juvia… Juvia le declarará su amor hoy con estos chocolates - la joven sacó una caja de su bolso mostrándolo a sus amigas.

En ese momento las filas eran disueltas por el timbre de fin de receso haciendo que el tiempo de socialización se acabara. Habían transcurrido las horas con Juvia pensando en las mejores palabras para decirle a su amado Gray acerca de sus sentimientos.

Llegó así el momento de salir de clases y el azabache tomó sus cosas y fue hacia la puerta con el fin de marcharse, luego de intercambiar unas palabras agresivas con Lyon, salió con paso tranquilo.

Al ver esto Juvia fue tras él sin decir nada, esperaría que cruzaran algún lugar desolado para decírselo. Llegaron a la biblioteca, a donde Gray se dirigió en busca de algunos libros para un trabajo que debían entregar en dos días, cuando se dio cuenta de que Juvia venía tras él.

-¿Necesitas algo, Juvia? - preguntó volviéndose hacia ella, que escondió media cuerpo detrás de uno de los estantes de libros.

- Juvia… Juvia quería hablar con Gray-sama – saca los chocolates del bolso y se los ofrece. Gray esquivó su mirada enrojeciendo- Juvia desearía que aceptara sus chocolates y… y quisiera decirle que Ju…uvia ama a Gra…ay-sama - expuso luego de un gran esfuerzo temblando como una hoja.

Gray se quedó parado como una estatua sin poder articular palabra alguna, hasta que recobró el aliento, por alguna razón sentía a su corazón saltar en su pecho.

-Lo siento Juvia, pero yo no siento nada por ti, nada más que amistad - contestó Gray luego de unos segundos en tono frío mirando a la joven que poco a poco endurecía sus facciones, mirando hacia el suelo para no verlo a los ojos.

-Está bien, Juvia… Juvia lo entiende - contesta en un hilo de voz - pero al menos acepte los chocolates que Juvia le trajo - tendió sus brazos para dejar frente suyo la caja esperando a que él la tomara pero ese momento jamás llegó.

- No – contestó Gray dando un pequeño manotazo a la caja para que Juvia la alejara, él creyó que si la aceptaba le daría alguna esperanza a la pobre joven que sentía como sus ojos se le aguaban por el rechazo.

Ella simplemente sonrió y se largó del lugar casi corriendo, abrazando la caja a su pecho bajo la mirada de Gray que empezaba a pensar que tal vez había sido muy duro con ella. Sentía que su pecho se comprimía más y más.

Fin del Flashback

Desde ese día la peliazul lo ha estado ignorando y él no puede más que sentir una serie de cosas que no entiende, no sabe por qué se siente enojado al pensar que ella se rindió tan rápido; también siente algo de tristeza porque al recordar las horas de receso la ve frecuentemente en esos recuerdos siempre observándolo en silencio ¿Qué demonios le sucedía? Él la rechazó, no hay marcha atrás, es eso lo que quería ¿No? Su cabeza estaba llena de pensamientos inútiles, debía concentrarse en lo importante, y lo importante ahora era esa maldita prueba.

Todos llegaron al salón y ocuparon sus respectivos lugares. Él tomó, como últimamente hacía, el que estaba ubicado detrás de Juvia. Se sentó y la observó tendidamente. Ella estaba al parecer algo nerviosa por su presencia, podía notar como lo observaba de reojo y al cruzar su mirada con la suya se perdía en sus pensamientos para luego evitarlo de nuevo. Lo sabía, ella seguía sintiendo algo y eso despertaba una extraña sensación de calidez en su pecho.

-Empiecen – indicó el profesor situándose al frente de la clase, viendo que nadie hiciera trampa. Pero como es costumbre hizo volar un borrador que se estrelló ruidosamente en la cabeza de Natsu que terminó en el suelo con un pequeño papel doblado en su mano.

- ¡Eso dolió, Gildarts! ¿Quieres pelear? – se puso de pie agitando el puño al aire siendo atacado por otro borrador volador.

- ¡Gildarts-sensei, mocoso! Dame ese papel, Natsu. Ya te dije mil veces que no hagas trampas – gritó el profesor arrancando de manos de su alumno el pequeño papel lleno de respuestas.

Siguieron con el examen sin mayores problemas, Juvia lo estaba llenando todo extremadamente rápido. Pensó que tal vez le costaría más pero terminó diez minutos antes de la hora fijada para entregar las hojas. En esos diez minutos pensó en que Gray-sama estaba tras ella y no pudo evitar seguirlo con la vista, se veía tan concentrado, aún cuando Natsu lo molestaba pidiéndole respuestas. No podía evitar ver como mordía su labio inferior nervioso dejándolo ligeramente rojo por el contacto con sus blancos dientes. Era imposible olvidarlo, le gustaba demasiado como para olvidarlo de la noche a la mañana.

Por otro lado un albino que también había terminado el examen observaba a Juvia algo molesto, como siempre tenía sus ojos puestos en Gray. "Maldito Gray" pensó viendo como Juvia fruncía el ceño perdiendo su mirada en la ventana más cercana agitando leventemente su cabeza como queriendo despedir ciertos pensamientos.

-Entreguen los exámenes – ordenó el profesor pasando a recoger las hojas.

Lyon ni siquiera notó cuándo se llevó la suya, estaba muy ocupado observándola, hasta que sintió que alguien reclamaba su atención.

-Lyon ¿Aún te gusta Juvia? – preguntó Sherry muy suspicaz como siempre.

-Sí, es más, creo que me gusta demasiado – contestó Lyon sin separar su mirada de la peliazul que al verse observada por Lyon dio la vuelta la cabeza violentamente – es tan tímida y tan adorable que no puedo dejar de pensar en ella.

-Sabes lo que dicen, según algunas personas recientemente fue rechazada por Gray – comentó la pelirroja sosteniendo su rostro con la mano derecha.

-Sí, lo sé. Ese maldito Gray, cómo se atreve a rechazarla – contesta enviando una mirada de odio a Gray que solo se rió sarcásticamente antes el gesto.

- La invitarás a salir entonces – afirma Sherry viendo como el albino se alejaba.

-Así es, ella necesita olvidar a ese idiota – contestó yendo hacia Juvia que estaba recostada sobre sus libros.

Lyon se acercó y se sentó sobre sus pies quedando a la altura de Juvia que se alejó un poco. Gray había desviado la mirada encontrando a los dos realmente cerca y sintió ganas de matar a golpes a Lyon, preguntándose unos segundos después por qué le molestaba tanto que se acercara a Juvia. No le importó, simplemente agudizó el oído para escuchar la conversación de ambos.

- Juvia ¿Quieres salir hoy por un helado? – preguntó Lyon enviando una dulce sonrisa a Juvia que se sonrojó.

- No… Juvia no quiere salir hoy – contestó en un hilo de voz alejándose viendo hacia donde Gray se encontraba para comprobar si había escuchado algo, pero al ver que él frunció el ceño y dio vuelta la cabeza para no mirarlos pensó que tal vez Gray solo sentía algo de desprecio hacia ella. Eso la hirió, así que cerró los ojos queriendo quitar esa imagen de su cabeza antes de que una lágrima rebelde descendiera por sus mejillas, pero sintió que sus manos eran acariciadas dulcemente.

- Está bien si no estás lista para salir con nadie más, pero ese sentimiento de desgana no se irá si tú no deseas que se vaya. Tienes que intentar conocer a otros, no puedes simplemente quedarte con lo que sientes hacia él – expuso Lyon más cerca de ella para que Gray no los oyera. En efecto, él no los oyó pero si notó su cercanía, cosa que hizo que quisiera lanzarse contra Lyon y matarlo. Nuevamente ese sentimiento de desesperación llenaba su interior – Deberíamos salir, te mostraré que puedes divertirte conmigo ¿Aceptas?

"Di que no, di que no por favor" dijo mentalmente cruzando los dedos, hasta que escuchó la respuesta de Juvia.

-Está bien, Juvia saldrá con Lyon-sama – la joven se sonrojo por el abrazo que le dio el albino. Gray no lo podía creer, no sabía por qué pero sentía un gran pesar, se puso peor cuando vio que Juvia deslizaba sus manos por la espalda de Lyon. No aguantó más, se levantó y salió de la clase sin que nadie más se diera cuenta, nadie excepto un pelirosado que nunca perdía ningún detalle de su némesis.


Notas de la Autora:

¡Buenas, lectores! Les traigo un fic nuevo, esta idea la tenía desde hace un tiempo en la cabeza, más precisamente desde que Juvia, Gray y Lyon compitieron en la primera ronda de los Grandes Juegos Mágicos en el anime. Espero que les haya gustado el capítulo y espero que me dejen un review en señal de que quieren que continúe la historia o de que no lo desean, todos los comentarios son bienvenidos. Por favor sean buenos conmigo, prometo hacer un buen trabajo ¡Bien, hasta la próxima!

Todas las obras, para ser buenas, deben brotar del alma del autor (León Tolstoi)

¡Comenten, sus reviews son mi alimento!

**Saya Christopher**